Fue un día de cumpleaños, mi novia me había preparado un pastel, pero no podría llegar a su casa hasta la noche ya que en la mañana tenía trabajo y en la tarde debía tomar clases en la universidad.
En los días previos había estado hablando con una que otra chica sobre temas calientes y hasta había conseguido algunas propuestas. Una de ellas, compañera de trabajo me dijo que me tenía un regalito de cumpleaños especial, yo ya me hacía a la idea de lo que sería y pies le seguí el juego.
Me levanté, me bañé, leí algunas de las felicitaciones que tenía en las redes sociales y en mensaje de texto, de camino al trabajo recibí una que otra llamada de familiares y amigos, en verdad me sentí una persona agraciada al darme cuenta que muchas personas pensaban en mi, no por las redes, si no por las llamadas y mensajes. Al llegar al trabajo me dirigí a mi cubículo y para mí sorpresa estaba decorado con globos y carteles hechos a mano con buenos deseos de cada uno de mis compañeros. Nos reímos, nos tomamos algunas fotos y luego al trabajo.
Al cabo de más o menos 2 horas, ya vendrían siendo las 10 a 10:30 de la mañana me escribe la chica que me había ofrecido el “regalo especial”, me preguntó que a qué hora saldría a almorzar, le respondí que antes de las 12, porque no me gustaba comer cuando el comedor estaba lleno de gente, me dijo que antes de ir al comedor subiera a unas oficinas que siempre estaban vacías o se usaban para almacenar los expedientes de algunos departamentos, así lo hice, al llegar la hora le envié un mensaje de texto y le dejé sabe que iba en camino a ese lugar, no recibí respuesta pero escuché los pasos detrás de mí en las escaleras.
Al llegar la puerta estaba sin cerrar y pues entre, era una oficina cerrada, con solo una ventana y llena de casilleros, espere aproximadamente 1 minuto hasta que ella entró y puso seguro a la puerta, se acercó a mi, me besó, yo correspondí el beso, ella me explicó que había dicho en su oficina que iría al baño así que yo debía “dársela” rápido, yo me hice el tonto y le pregunté que debía darle? Ella me miró mientras desabrochaba mi correa, sacó mi pene y se arrodilló, mirándome a los ojos me preguntó “qué crees que me vas a dar?” yo solo sonreí y la dejé hacer.
Como el lugar estaba sucio y su pantalón por ser uniforme era negro le sugerí que apoyara sus rodillas en mis zapatos y así no se ensuciaría, así lo hizo y comenzó a darme una tremenda mamada, lo besaba, lo lamía, lo engullía entero, era toda una experta, al parecer le daba “vergüenza” mirarme a los ojos mientras me lo mamaba, porque cada que hacía contacto visual sonreía y desviaba la mirada, yo no dije nada sola la dejaba hacer, en un momento le coloque mi mano sobre su nuca, me pidió que no lo hiciera porque la despeinaría y estábamos en el trabajo, así que coloqué mis manos en mi cintura y solo me dedique a recibir placer, ella seguía con la mamada, en un momento sentí como aceleró la marcha y le dije que si seguía así se la daría rápido, ella siguió y al cabo de algunos 30 a 40 segundos ya estaba derramando todo mi semen en su boca, ella la recibió toda con los ojos cerrados, me hizo señas con las manos de que si ya había terminado y le dije que si, se levantó y me enseñó su boca sin ni un rastro de leche, sonrió y me preguntó qué tal estuvo el regalo, le dije que excelente, ambos reímos, bajamos yo a la cocina y ella a su oficina, pero a los pocos minutos todos fueron al comedor, otra vez me cantaron cumpleaños y después de comer me marché a la universidad.
En las clases estuve hablando con una amiga que ya si teníamos algo planeado para esa tarde, tomé mi primera clase y ella me escribió que ya había llegado a la facultad, le dije donde esperarme y al salir nos dirigimos al tercer nivel de la facultad, dónde sabíamos están muchas aulas vacías a “esperar” mi otra clase, cuando vimos que teníamos el área despejada comenzamos a magrearnos, ella estaba nerviosa por si alguien llegaba, pero yo ya había hecho cosas en esa misma aula, la apoyé del escritorio que había y ella me pedía que me la cogiera rápido que estaba muy nerviosa, se hincó a hacerme una mamada pero le dije que solo lo lubricara bien de saliva, que estaba ansioso por cogérmela, mientras me ponía el condón ella bajo su pantalón hasta sus rodillas, y volví a apoyarla contra el escritorio, pero está vez de espaldas a mi, la penetré rápido, ella soltó un gemido entre placentero y doloroso y comencé a bomberos, al principio lento para ver si reacción pero ella no tardó en pedirme que le diera duro y así lo hice, comencé a arremeter duro contra ella, y ella gemía pero trataba de no hacer mucho ruido, yo disfrutaba la vista de ver cómo mi pene se perdía en su interior.
Escuchamos unos ruidos como si alguien arrastrara alguna silla, ella se quiso recoger pero se lo impedí, le dije que nadie entraría en el aula donde estábamos y ella no se calmó del todo pero se dejó penetrar de nuevo y seguimos como estábamos, gemía cada vez un poco más alto y se tapó su boca son su mano derecha, yo arremetía con más fuerza, con maldad, quería que se le saliera un gemido que hiciera ruido así que le quité su mano de la boca y ella al mirar mi cara de malicia entendió y se dejó llevar, gemía bastante fuerte pero yo ya sentía que me iba a venir, así que la dejé salir y terminé dentro del condón, pensé que hubiese sido más morboso venirme en su boca también, me habría venido en 2 bocas diferentes el mismo día, pero ya estaba echada, nos recogimos y fuimos a dar una vuelta en los alrededores de la universidad y a comer algo hasta que ella se marchó para su universidad.
Ya en la noche sabía que tenía que ir a casa de mi novia, sabía que me tenía ese pastel de cumpleaños y para ser sincero sentí un poco de remordimiento por lo que había hecho sabiendo que en algunas horas más me la estaría cogiendo a ella también.
A la hora de salir de mi última clase del día aún quedaba un poco de claridad de la luz del sol, me marché camino hacia la casa de mi novia, tome un micro bus que me dejaba frente a su casa, al entrar, fue como lo esperaba me recibió con mucho amor, besos, abrazos, globos y el pastel, nos pusimos a hablar sobre lo cotidiano, que tal el día? Que tal la UNI? etc…
Al rato recordando lo que había pasado me comencé a excitar y poniendo una de sus manos sobre mi pene se lo hice saber, estábamos viendo televisión en su cuarto y la comencé a y ella me siguió el juego inmediatamente, la desnude y le comencé a hacer sexo oral, era fácil hacerla venir así, y ya cuando sentí su primer orgasmo me levanté y saqué mi pene, recordé que me había puesto un condón y pensé que se podía dar cuenta por el sabor, así que le dije que hora al baño a asearme un poco con la excusa de que había caminado mucho en la universidad y estaba algo sudado, entré al baño, prácticamente me bañé y salí de nuevo, volví a hacerle sexo oral y volví a sacarle un orgasmo, me levanté ella comenzó a hacerme sexo oral también, pero la detuve y le dije que estaba ansioso por penetrarla, se recostó yo me subí sobre ella besándola y la penetré, su posición favorita era el misionero, y así me la estaba cogiendo, me encantaba ver sus tetas bailar al compás con las arremetidas y sus gemidos que dejaban al descubierto el placer que sentía, la volteé, posición de perrito (mi favorita) y comencé a cogérmela fuerte, la tomé del pelo, sus gemidos aumentaron, la nalgueaba, la jalaba contra mí para que la penetración fuera más profunda y así dentro de ella me vine por tercera vez en el día, ambos sonreímos, nos quedamos desnudos un rato hasta que escuchamos a la gente de su casa llegar, nos vestimos, subimos un poco el volumen de la TV y al salir saludé como si nada hubiese pasado.
Comimos pastel y a eso de la media noche me marché a mi casa. Todavía hoy me disfruto mucho el morbo de recordar que tuve sexo con tres chicas diferentes el mismo día.
En los días previos había estado hablando con una que otra chica sobre temas calientes y hasta había conseguido algunas propuestas. Una de ellas, compañera de trabajo me dijo que me tenía un regalito de cumpleaños especial, yo ya me hacía a la idea de lo que sería y pies le seguí el juego.
Me levanté, me bañé, leí algunas de las felicitaciones que tenía en las redes sociales y en mensaje de texto, de camino al trabajo recibí una que otra llamada de familiares y amigos, en verdad me sentí una persona agraciada al darme cuenta que muchas personas pensaban en mi, no por las redes, si no por las llamadas y mensajes. Al llegar al trabajo me dirigí a mi cubículo y para mí sorpresa estaba decorado con globos y carteles hechos a mano con buenos deseos de cada uno de mis compañeros. Nos reímos, nos tomamos algunas fotos y luego al trabajo.
Al cabo de más o menos 2 horas, ya vendrían siendo las 10 a 10:30 de la mañana me escribe la chica que me había ofrecido el “regalo especial”, me preguntó que a qué hora saldría a almorzar, le respondí que antes de las 12, porque no me gustaba comer cuando el comedor estaba lleno de gente, me dijo que antes de ir al comedor subiera a unas oficinas que siempre estaban vacías o se usaban para almacenar los expedientes de algunos departamentos, así lo hice, al llegar la hora le envié un mensaje de texto y le dejé sabe que iba en camino a ese lugar, no recibí respuesta pero escuché los pasos detrás de mí en las escaleras.
Al llegar la puerta estaba sin cerrar y pues entre, era una oficina cerrada, con solo una ventana y llena de casilleros, espere aproximadamente 1 minuto hasta que ella entró y puso seguro a la puerta, se acercó a mi, me besó, yo correspondí el beso, ella me explicó que había dicho en su oficina que iría al baño así que yo debía “dársela” rápido, yo me hice el tonto y le pregunté que debía darle? Ella me miró mientras desabrochaba mi correa, sacó mi pene y se arrodilló, mirándome a los ojos me preguntó “qué crees que me vas a dar?” yo solo sonreí y la dejé hacer.
Como el lugar estaba sucio y su pantalón por ser uniforme era negro le sugerí que apoyara sus rodillas en mis zapatos y así no se ensuciaría, así lo hizo y comenzó a darme una tremenda mamada, lo besaba, lo lamía, lo engullía entero, era toda una experta, al parecer le daba “vergüenza” mirarme a los ojos mientras me lo mamaba, porque cada que hacía contacto visual sonreía y desviaba la mirada, yo no dije nada sola la dejaba hacer, en un momento le coloque mi mano sobre su nuca, me pidió que no lo hiciera porque la despeinaría y estábamos en el trabajo, así que coloqué mis manos en mi cintura y solo me dedique a recibir placer, ella seguía con la mamada, en un momento sentí como aceleró la marcha y le dije que si seguía así se la daría rápido, ella siguió y al cabo de algunos 30 a 40 segundos ya estaba derramando todo mi semen en su boca, ella la recibió toda con los ojos cerrados, me hizo señas con las manos de que si ya había terminado y le dije que si, se levantó y me enseñó su boca sin ni un rastro de leche, sonrió y me preguntó qué tal estuvo el regalo, le dije que excelente, ambos reímos, bajamos yo a la cocina y ella a su oficina, pero a los pocos minutos todos fueron al comedor, otra vez me cantaron cumpleaños y después de comer me marché a la universidad.
En las clases estuve hablando con una amiga que ya si teníamos algo planeado para esa tarde, tomé mi primera clase y ella me escribió que ya había llegado a la facultad, le dije donde esperarme y al salir nos dirigimos al tercer nivel de la facultad, dónde sabíamos están muchas aulas vacías a “esperar” mi otra clase, cuando vimos que teníamos el área despejada comenzamos a magrearnos, ella estaba nerviosa por si alguien llegaba, pero yo ya había hecho cosas en esa misma aula, la apoyé del escritorio que había y ella me pedía que me la cogiera rápido que estaba muy nerviosa, se hincó a hacerme una mamada pero le dije que solo lo lubricara bien de saliva, que estaba ansioso por cogérmela, mientras me ponía el condón ella bajo su pantalón hasta sus rodillas, y volví a apoyarla contra el escritorio, pero está vez de espaldas a mi, la penetré rápido, ella soltó un gemido entre placentero y doloroso y comencé a bomberos, al principio lento para ver si reacción pero ella no tardó en pedirme que le diera duro y así lo hice, comencé a arremeter duro contra ella, y ella gemía pero trataba de no hacer mucho ruido, yo disfrutaba la vista de ver cómo mi pene se perdía en su interior.
Escuchamos unos ruidos como si alguien arrastrara alguna silla, ella se quiso recoger pero se lo impedí, le dije que nadie entraría en el aula donde estábamos y ella no se calmó del todo pero se dejó penetrar de nuevo y seguimos como estábamos, gemía cada vez un poco más alto y se tapó su boca son su mano derecha, yo arremetía con más fuerza, con maldad, quería que se le saliera un gemido que hiciera ruido así que le quité su mano de la boca y ella al mirar mi cara de malicia entendió y se dejó llevar, gemía bastante fuerte pero yo ya sentía que me iba a venir, así que la dejé salir y terminé dentro del condón, pensé que hubiese sido más morboso venirme en su boca también, me habría venido en 2 bocas diferentes el mismo día, pero ya estaba echada, nos recogimos y fuimos a dar una vuelta en los alrededores de la universidad y a comer algo hasta que ella se marchó para su universidad.
Ya en la noche sabía que tenía que ir a casa de mi novia, sabía que me tenía ese pastel de cumpleaños y para ser sincero sentí un poco de remordimiento por lo que había hecho sabiendo que en algunas horas más me la estaría cogiendo a ella también.
A la hora de salir de mi última clase del día aún quedaba un poco de claridad de la luz del sol, me marché camino hacia la casa de mi novia, tome un micro bus que me dejaba frente a su casa, al entrar, fue como lo esperaba me recibió con mucho amor, besos, abrazos, globos y el pastel, nos pusimos a hablar sobre lo cotidiano, que tal el día? Que tal la UNI? etc…
Al rato recordando lo que había pasado me comencé a excitar y poniendo una de sus manos sobre mi pene se lo hice saber, estábamos viendo televisión en su cuarto y la comencé a y ella me siguió el juego inmediatamente, la desnude y le comencé a hacer sexo oral, era fácil hacerla venir así, y ya cuando sentí su primer orgasmo me levanté y saqué mi pene, recordé que me había puesto un condón y pensé que se podía dar cuenta por el sabor, así que le dije que hora al baño a asearme un poco con la excusa de que había caminado mucho en la universidad y estaba algo sudado, entré al baño, prácticamente me bañé y salí de nuevo, volví a hacerle sexo oral y volví a sacarle un orgasmo, me levanté ella comenzó a hacerme sexo oral también, pero la detuve y le dije que estaba ansioso por penetrarla, se recostó yo me subí sobre ella besándola y la penetré, su posición favorita era el misionero, y así me la estaba cogiendo, me encantaba ver sus tetas bailar al compás con las arremetidas y sus gemidos que dejaban al descubierto el placer que sentía, la volteé, posición de perrito (mi favorita) y comencé a cogérmela fuerte, la tomé del pelo, sus gemidos aumentaron, la nalgueaba, la jalaba contra mí para que la penetración fuera más profunda y así dentro de ella me vine por tercera vez en el día, ambos sonreímos, nos quedamos desnudos un rato hasta que escuchamos a la gente de su casa llegar, nos vestimos, subimos un poco el volumen de la TV y al salir saludé como si nada hubiese pasado.
Comimos pastel y a eso de la media noche me marché a mi casa. Todavía hoy me disfruto mucho el morbo de recordar que tuve sexo con tres chicas diferentes el mismo día.
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