Creo que si nos preguntan a la mayoría de los hombres cuál es una de nuestras mayores fantasías a la hora del sexo es tener un trío. Y la mayoría de los que piensan eso dicen que el trío sea con dos mujeres. Y si le sumamos un plus, que esas mujeres sean amigas, primas o hermanas. Que tengan algún grado de parentesco. Y ahí viene esta historia.
Recuerdan del grupo con el que salía a bailar que les conté en el relato anterior? Bueno. Está historia es del mismo grupo. Se acuerdan que les conté que a veces Luciano, el chico del grupo que tenía auto, nos dejaba a cada uno en su casa y, a veces también, nos dejaba a todos en casa de Jésica? Bueno. Acá va la historia.
La mayoría de las veces que íbamos a la casa de Jésica después del boliche era para ir a dormir un rato, o para comprar unas facturas y tomar unos mates. Ya para media mañana irnos cada cual a su casa. Y la mayoría de las veces nos quedabamos Matías, Paola y yo. Además de Jésica, obvio. Generalmente, Matías dormía en la pieza con Paola y Jesica y yo dormía en el comedor solo. Pero Matías está noche del hecho no pudo salir con nosotros así que me quedé a dormir yo solo. Jésica estaba fusilada de tanto alcohol y se tiró en el sillón del comedor a dormir. Y Paola y yo fuimos a dormir a la pieza.
Acá va lo que también creo que es una de las fantasías que la mayoría de los hombres tienen. Que te despierten chupandotela. Y así me pasó. Tengo la costumbre (o por lo menos mí cuerpo la tiene, no se porque) de que todas las madrugadas la tenga bien parada. Y esa madrugada siguiente no fue la excepción. Paola se levantó para ir al baño y en la pieza ya entraba algo de claridad. Algo se podía ver. Cuando volvió del baño, prestó atención de que tenía el amigo parado y se sorprendió. Mí pija no es algo de locos pero parada se arrima a los 25 cm. de largo. Y se marca mucho en el pantalón. Y eso la sorprendió. Y la calentó. Pero primero la sorprendió. Y fue a despertarla a Jesica para que se asome y la vea. Jesica se levantó y la vio, pero eligió volver a acostarse. Paola también, pero empezó a dar mil vueltas en la cama. Porque si miraba para mí lado me la veía. Pero se daba vuelta y no estaba cómoda. No podía dormirse. Se despavilo. Y pensaba si hacía algo o si esperaba que se me duerma sola. Espero dos minutos y se dio vuelta. Seguía al palo. Así que decidió hacer algo. Además le generaba curiosidad que se note tanto. Me desabrochó el cierre del jean y la saco del boxer. Sus ojos se desorbitaron. La agarraba con la mano y la movia para todos lados. Me la empezó a lamer. Y por ende también a chupar. Me desperté. La vi chupándomela y me empecé a hacer el dormido, cómo si no me hubiera despertado. Era impresionante la sensación de despertarse así. Y era algo hermoso ver la desesperación que le agarraba a Paola con mí pija. Le encantaba juguetear. Hacia unos ruidos con la boca que terminaron despertando a Jesica, con lo que ella se levantó y se asomo a la pieza a ver qué pasaba.
-que haces Paola? Mira si se despierta!
-le estoy tratando de hacer un favor. Hace rato que está así. No me podía dormir encima con esto al lado ( lo decía golpeándose la cara con mí pija)
A Jesica verla así al desnudo también le generó interés. Así que se fue del otro lado y empezó a ayudar a Paola. Se turnaban entre las dos y se peleaban para ver quién la chupaba más. Me cansé del jueguito de hacerme el dormido y me "desperte". Saltaron las dos enseguida y me miraron.
-sigan haciéndolo. Me gusta.
Y siguieron. Me sacaron toda la ropa y ellas también. Son hermanas las dos, con lo que físicamente son casi iguales. Las dos petisitas. Paola más culona y de más piernas. De cara más gordita. Jesica de cuerpo más equilibrado pero con una cara de puta terrible. Fueron turnándose también para el trío. Una se quedaba con mi boca y la otra con mí pija. A una le chupaba la concha y la otra cabalgaba encima mío. Se intercambiaban las posiciones. Paraban un rato y me la seguían chupando. Me pare y las puse en cuatro a las dos en la cama. Le daba a una y le daba a otra. Ya había acabado dos veces, una con cada una, y cuando estoy por acabar la tercera, las dos se arrodillaron y abrieron la boca. Las llene de leche, toda la cara y el pelo. Nos bañamos los tres juntitos y seguimos jugando en la ducha. Cuando terminamos ya era de mediodía. Me quedé a comer con las dos y me fui. Terrible mañana había pasado. Gracias a las hermanitas.
Recuerdan del grupo con el que salía a bailar que les conté en el relato anterior? Bueno. Está historia es del mismo grupo. Se acuerdan que les conté que a veces Luciano, el chico del grupo que tenía auto, nos dejaba a cada uno en su casa y, a veces también, nos dejaba a todos en casa de Jésica? Bueno. Acá va la historia.
La mayoría de las veces que íbamos a la casa de Jésica después del boliche era para ir a dormir un rato, o para comprar unas facturas y tomar unos mates. Ya para media mañana irnos cada cual a su casa. Y la mayoría de las veces nos quedabamos Matías, Paola y yo. Además de Jésica, obvio. Generalmente, Matías dormía en la pieza con Paola y Jesica y yo dormía en el comedor solo. Pero Matías está noche del hecho no pudo salir con nosotros así que me quedé a dormir yo solo. Jésica estaba fusilada de tanto alcohol y se tiró en el sillón del comedor a dormir. Y Paola y yo fuimos a dormir a la pieza.
Acá va lo que también creo que es una de las fantasías que la mayoría de los hombres tienen. Que te despierten chupandotela. Y así me pasó. Tengo la costumbre (o por lo menos mí cuerpo la tiene, no se porque) de que todas las madrugadas la tenga bien parada. Y esa madrugada siguiente no fue la excepción. Paola se levantó para ir al baño y en la pieza ya entraba algo de claridad. Algo se podía ver. Cuando volvió del baño, prestó atención de que tenía el amigo parado y se sorprendió. Mí pija no es algo de locos pero parada se arrima a los 25 cm. de largo. Y se marca mucho en el pantalón. Y eso la sorprendió. Y la calentó. Pero primero la sorprendió. Y fue a despertarla a Jesica para que se asome y la vea. Jesica se levantó y la vio, pero eligió volver a acostarse. Paola también, pero empezó a dar mil vueltas en la cama. Porque si miraba para mí lado me la veía. Pero se daba vuelta y no estaba cómoda. No podía dormirse. Se despavilo. Y pensaba si hacía algo o si esperaba que se me duerma sola. Espero dos minutos y se dio vuelta. Seguía al palo. Así que decidió hacer algo. Además le generaba curiosidad que se note tanto. Me desabrochó el cierre del jean y la saco del boxer. Sus ojos se desorbitaron. La agarraba con la mano y la movia para todos lados. Me la empezó a lamer. Y por ende también a chupar. Me desperté. La vi chupándomela y me empecé a hacer el dormido, cómo si no me hubiera despertado. Era impresionante la sensación de despertarse así. Y era algo hermoso ver la desesperación que le agarraba a Paola con mí pija. Le encantaba juguetear. Hacia unos ruidos con la boca que terminaron despertando a Jesica, con lo que ella se levantó y se asomo a la pieza a ver qué pasaba.
-que haces Paola? Mira si se despierta!
-le estoy tratando de hacer un favor. Hace rato que está así. No me podía dormir encima con esto al lado ( lo decía golpeándose la cara con mí pija)
A Jesica verla así al desnudo también le generó interés. Así que se fue del otro lado y empezó a ayudar a Paola. Se turnaban entre las dos y se peleaban para ver quién la chupaba más. Me cansé del jueguito de hacerme el dormido y me "desperte". Saltaron las dos enseguida y me miraron.
-sigan haciéndolo. Me gusta.
Y siguieron. Me sacaron toda la ropa y ellas también. Son hermanas las dos, con lo que físicamente son casi iguales. Las dos petisitas. Paola más culona y de más piernas. De cara más gordita. Jesica de cuerpo más equilibrado pero con una cara de puta terrible. Fueron turnándose también para el trío. Una se quedaba con mi boca y la otra con mí pija. A una le chupaba la concha y la otra cabalgaba encima mío. Se intercambiaban las posiciones. Paraban un rato y me la seguían chupando. Me pare y las puse en cuatro a las dos en la cama. Le daba a una y le daba a otra. Ya había acabado dos veces, una con cada una, y cuando estoy por acabar la tercera, las dos se arrodillaron y abrieron la boca. Las llene de leche, toda la cara y el pelo. Nos bañamos los tres juntitos y seguimos jugando en la ducha. Cuando terminamos ya era de mediodía. Me quedé a comer con las dos y me fui. Terrible mañana había pasado. Gracias a las hermanitas.
3 comentarios - Mí primer (y hasta ahora el único) trio