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Mi vecina joven y nalgona se coge a mi esposo

Hola, mi nombre es Guadalupe y tengo 55 años de edad, y soy felizmente casada. Al menos eso hasta hace poco, cuando mi vecina se acostó con mi marido, y lo presencié todo. Ahora ya no sé qué pensar, y mi matrimonio ya no volverá a ser el mismo de antes. Me da un poco de vergüenza contar esto, pero me sirve para desahogarme. Perdón si tengo algunas faltas de ortografía, es que no le hallo todavía muy bien a esto de los teléfonos. Pero bueno les cuento.
Actualmente vivo con mi esposo Antonio, ambos ya estamos retirados y no trabajamos, más que nada por la edad, ya que mi esposo tiene la misma edad que yo, pero pues estamos bien económicamente, y como dice el dicho, nunca nos ha faltado el pan en la mesa. Nosotros nunca pudimos tener hijos porque yo soy infértil, pero yo y mi esposo estamos en un programa de adopción, y pues actualmente tenemos tres niños (adoptados), dos niños y una niña, todos están chiquitos, el más grande tiene 6.
Y pues como les comentaba, ya estamos retirados, así que casi todo el tiempo estamos ahí en la casa, viendo la tele, escuchando la radio, y también a veces salimos allí afuerita de nuestra casa a platicar con nuestros vecinos. La vecina con la que más platicamos es con Sara, que es de la que voy a hablar, Sara es nuestra vecina y vive justo al ladito de dónde nosotros, ella es jovencita, la verdad nunca le he preguntado bien cuántos años tiene, pero se ve como de unos 25 más o menos.
A Sara la conocimos porque es hija de una amiga mía que trabajaba conmigo ya hace bastantes años, y de hecho fuimos yo y mi esposo quien le comentamos a ella de que estaban vendiendo una casa al lado de con nosotros cuando ella nos comentó que estaba buscando casa, así que se mudó ahí al lado de con nosotros, y desde ese entonces siempre hemos tenido buena amistad con ella, y seguido platicamos con ella de varias cosas, así que muy a menudo la invitamos a nuestra casa para platicar más a gusto, y ella también a veces nos invita a la suya, ella es soltera así que siempre nada mas estamos nosotros tres.
La verdad Sara es muy agradable, y siempre que viene a nuestra casa, nos la pasamos platicando de un montón de cosas, y jugando juegos de mesa y cosas así. Lo único que no me gustaba de ella es que siempre estaba vestida media provocativa, y aparte de eso tiene un cuerpazo, así que siempre se le resaltaban bien mucho las nalgas y los senos, y ambos los tiene grandes, además de que esta bonita de la cara, y en general pues tiene un cuerpo atractivo, hasta parece modelo la canija. Pero la verdad que ella se vistiera así tampoco me molestaba mucho, ya que como les decía, yo y mi esposo le teníamos mucha confianza y la conocíamos ya de hace varios años.
Un día de esos que Sara estaba con nosotros ahí en nuestra casa, estábamos jugando lotería, los niños estaban en el piso de arriba, y nosotros estábamos en el piso de abajo divirtiéndonos, y entonces a Sara se le cayó una carta al suelo, y cuando se agachó para levantarla, pude notar como mi esposo se le quedó viendo a sus enormes nalgas que quedaron en frente de él, ella llevaba puesto un pequeño short que se las resaltaba muy bien, la verdad me sorprendí bastante porque era la primera vez que yo veía que mi esposo se le quedaba viendo así a Sara, a pesar de que ya había ido muchas veces antes a nuestra casa, yo no dije nada y simplemente puse cara de disgusto, y en eso Sara se volteó y alcanzo a ver cómo mi esposo le estaba contemplando las nalgas, ella no dijo nada tampoco y solo le soltó una sonrisa a mí esposo, eso me hizo enojar aún más, al parecer le había gustado que mi esposo le mirara las nalgas.
Pero como dije, nadie dijo nada y simplemente seguimos jugando como si nada. Luego más tarde, a eso cómo de las 8 de la noche cuando Sara ya casi se iba ir, mi esposo salió a la tienda a comprar algo para cenar, y yo y Sara nos quedamos solas en la casa. Y entonces ella me dijo:
Sara: Oye Lupe por cierto, no te lo vallas a tomar a mal lo de hace rato eh jajaja.
Yo: ¿Que? ¿De que me dices?
Sara: Ayy no te hagas jajaja, vi la cara que pusiste cuando tú esposo se quedó viéndome las nalgas hace rato. Creo que le gustaron no crees? Jajaja.
Me enojo bastante que me hiciera ese comentario y le dije tratando de sonar lo más calmada posible:
Yo: Pues mira la verdad ni me interesa, y tu deberías de ser más prudente con el tipo de ropa que te pones no crees?
Sara: Ay tranquila Lupe no te enojes jaja, tu esposo es hombre, es normal que le guste ver el cuerpo de las mujeres eso no tiene nada de malo, además yo me visto así porque me gusta, no lo hago para calentar a tu esposo, que a él le guste verme es otra cosa jaja.
Yo: Ay pues ni te vueles tanto tampoco, como no quieres que te vea, si le pones todo en frente, y luego más a parte con esa ropa.
Sara: Que no te enojes Lupe, me lo dices casi como si me lo quisiera coger jajaja. Mira así de fácil, si de verdad lo quisiera hacer ya lo hubiera conseguido, así que no tienes nada de que preocuparte jajaja.
Si de por si el comentario anterior me había molestado, este me hizo enfurecer. Pero yo no quería mostrar que me afectaban sus comentarios y solo puse cara de disgusto.
Sara: Ay ya Lupe estoy bromeando solamente, no te lo tomes personal, ya sabes que así juego yo jajaja.
Los comentarios de Sara me molestaban, pero yo intentaba mostrarme segura, y hacia como que no le daba importancia, para que ella pensara que no me afectaban sus comentarios.
Yo: Ya se que es broma jaja, de todas maneras aunque intentarás hacerlo no podrías.
Sara: ¿Que no podría?
Yo: Pues eso que dices de cogerte a mi esposo jaja. (Solté una risa tímida)
Sara: Ay Lupe por favor eso ni tú te lo crees jajaja. ¿Haber porque crees que no podría hacerlo?
Yo: Pues para empezar porque está casado conmigo, y tenemos ya muchos años de casados, además él no es así yo lo conozco.
Sara: Pues más bien crees que lo conoces jajaja, yo creo que en las condiciones correctas cualquier cosa podría pasar. Que no viste como me estaba viendo las nalgas hace rato, le faltó poquito para nalguearme ahí mismo jaja.
Otra vez estaba haciendo sus comentarios de mal gusto, yo simplemente trataba de ignorarla y mostrarme segura de lo que le decía.
Yo: jaja, pues tú di lo que quieras, estoy segura de que no podrías.
Sara: ¿A estás muy segura? ¿Quieres apostar? (Me dijo mientras sonreía)
Yo: ¿QUE? Pero que estás diciendo!?
Sabía que Sara lo estaba diciendo en broma, pero esa insinuación tan descarada me hizo sentir un revoltijo en el estómago. Además no creo que mi esposo pudiera hacer algo así.
Yo: ¿Me lo estás diciendo enserio? Quieres cogerte a mi esposo? (Dije en un tono molesto)
Sara: Jajaja haber o sea, obviamente que por gusto probablemente no lo haría, pero tú estás muy segura de que no podría hacerlo. Por eso te digo. Si estás tan segura de que no podría porque te da miedo apostar? jaja. (Me dijo en un tono de broma pero a la vez se notaba que lo decía en serio)
El que ella pensara que me daba miedo apostar, me hacía sentir enojada e impotente. Y obviamente no iba dejar que ella se burlara así de mi, así que me envalentone y le seguí su jueguito ridículo. Además yo estaba segura de que mi esposo jamás haría algo así.
Yo: Ok sabes que, inténtalo me da igual, intenta cogerte a mi esposo, de todas maneras estoy completamente segura de que no vas a poder. Lo conozco el no haría algo así.
Sara: Jajaja ay Lupe no puedo creer lo que me estás diciendo, ¿De verdad estás segura de lo que estás diciendo? No digas cosas solo para quedar bien Lupe, jaja.
Yo: Estoy segura de lo que digo, sé que él no haría algo así.
Sara: jaja entonces va acepto el reto, pero nada de echarse para atrás eh? Recuerda que tú me has dado tu autorización
Yo: Para nada, no hay ningún problema. ¿Oye y por cierto como piensas comprobarlo en el dado caso de que lo consiguieras? aunque no va a pasar.
Sara: Pues obviamente con un vídeo Lupe o con fotos no sé. O si quieres puedes verlo tu misma jajaja.
Yo simplemente ignore ese comentario, y no le contesté.
Sara: Ah y por cierto una cosa.
Yo: Que?
Sara: Mientras esté intentando conseguirlo, tú no puedes intervenir ok? No importa cuales sean los métodos que utilice, tu no debes comentarle nada a tu esposo ni tampoco intervenir. Ok Lupe?
Yo: Jaja si pues Sara lo que digas, no sé porque te esmeras tanto en planear las cosas, ya te dije que no va a pasar. (Dije intentando sonar segura de mi misma)
Sara: jaja Bueno, ya veremos. (Dijo con una sonrisa).
Así que después de esa conversación, cambiamos de tema y ya empezamos a hablar de otras cosas. Un ratito después llegó mi esposo, y ya solamente Sara se despidió de nosotros y de los niños y se fue. Ese día en la noche, la verdad me fui a dormir algo incómoda, porque le había dado permiso a Sara de que intentará cogerse a mi marido, ni yo misma me creía lo que acababa de hacer. Pero aun así estaba calmada porque confiaba en mí esposo. Pasaron como tres semanas y Sara seguía yendo a nuestra casa como de costumbre, y actuaba igual que siempre lo hacía, no había nada de raro, y como no volvimos a hablar del tema de la apuesta, supuse que quizá ya hasta lo había olvidado y solo estaba bromeando cuando dijo que lo haría. Cuando entonces uno de esos días que estábamos platicando normal como siempre lo hacíamos, Sara sugirió que jugáramos Lotería como ya lo hacíamos de costumbre, pero que cada vez que alguien ganará le podía poner un reto a alguien. La idea nos pareció divertida a mi y a mí esposo y aceptamos. Y después de varios retos que nos estuvimos poniendo entre nosotros, le tocó el turno a Sara y dijo:
Sara: Ok el reto es para ti Antonio (o sea mi esposo)
Le dijo Sara mientras sonreía.
Mi esposo: Haber dime jajaja
Sara: El reto es que me des unas nalgadas, (le dijo Sara a mi esposo mientras le soltaba una sonrisa coqueta)
Yo cuando oí eso, se me puso la sangre helada y de nuevo me acordé de la apuesta que había hecho con Sara.
Mi esposo: No como crees Sara jajaja, yo no haría eso, Además aquí está Lupe jaja (dijo algo incómodo) y los niños están arriba.
Sara: Ay no te preocupes, ella sabe que es solo un juego verdad Lupe? (Me dijo Sara mientras me miraba)
Me dieron ganas de decirle que se fuera de mi casa en ese momento, pero recordé que le había dicho que no intervendría en sus intentos de seducir a mi esposo. Así que solo le seguí el juego
Yo: Si amor no hay problema, es un reto nada mas, no pasa nada (dije algo incomoda)
Mi esposo: Estás segura? No te molesta?
Yo: No no pasa nada, es solo un juego jaja
Sara: Ya ves no pasa nada, además a poco no quieres nalguearne? jajaja, o no te gustan mis nalgas? (Le dijo a mi esposo mientras se paraba en frente de él y se las arrimaba)
Mi esposo: No no es eso jaja, claro que me gustan, me encantan.
Yo no me podía creer que mi esposo le estuviera alagando las nalgas a Sara enfrente de mi, y que lo hiciera me ponía muy incomoda
Sara: Pues entonces empieza a nalguearme jaja yo te digo cuando pares
Entonces mi esposo agarro a Sara de la cintura, y Sara se acomodó en las piernas de mi esposo quedando de frente a mi, y mi esposo comenzó a nalguearla.
Sara me miraba a los ojos directamente y mientras lo hacía se reía.
Sara: Que te parece Lupe, te gusto el reto que le puse a tu esposo? jaja, no te vayas a poner celosita eh? Es solo un juego recuerda.
Mi esposo: Perdón amor, lo hago solo para cumplir el reto jeje.
Yo estaba completamente en shock, no podía creer que mi esposo se estaba nalgueando a Sara frente a mis ojos. Yo intenté fingir que no me importaba y respondí calmada.
Yo: Si ya se, es solo un juego jaja. No te preocupes, yo entiendo.
Sara mantuvo a mi esposo nalgueándola como por 5 minutos, hasta que por fin se levantó, y siguió jugando como si nada. Cuando terminamos de jugar ya en la noche mi esposo se despidió de Sara y subió al cuarto de arriba para dormir a los niños, y mientras yo y Sara nos quedamos abajo en la sala, y ella aprovecho para restregarme en la cara lo que había hecho con mi esposo.
Sara: Te gusto el espectáculo Lupe? jajaja, que rico me nalgueo tu esposo no crees. Apoco pensabas que ya se me había olvidado nuestra apuesta? Y según tú conocías a tu esposo jaja. Estoy segura de que jamás pensaste ver a tu marido nalgueándome verdad?
Yo estaba que hervía de la rabia por dentro, pero me quería seguir mostrando segura ante la situación.
Yo: Solo lo hizo porque tenía que cumplir el reto (dije molesta), además esa no fue la apuesta.
Sara: Ay bueno pues no te enojes Lupe jaja, somos amigas o no? Además recuerda que estoy haciendo esto, solo por la apuesta. Pero si te da miedo y ya no quieres seguir, yo no tengo problema en cancelar la apuesta.
Yo: Pues no fíjate que no, no me da miedo, por mi sigue haciendo tus ridiculeces. Además ya te dije que solo lo hizo para cumplir el reto, si no fuera por eso, no lo hubiera hecho.
Sara: Bueno, pues entonces le seguiré poniendo retos así, a ver hasta donde es capaz de llegar, al cabo que ya vi que lo traigo loco con mis nalgas jajaj. (Me dijo mientras sonreía burlonamente) Te veo mañana, buenas noches.
Entonces se salió y cerró la puerta. Después de eso subí a mi cuarto y cuando entre, mi esposo ya estaba en la cama esperándome.
Mi esposo: Oye amor perdón por lo de hace rato, me deje llevar.
Yo: Ya ni te disculpes, ya para qué. No puedo creer que me hayas hecho esto (le dije decepcionada)
Mi esposo: Perdón amor, es que Sara tiene unas nalgas riquísimas. De verdad gracias por darme permiso de nalguearla.
Yo: Es enserio Antonio? Todavía tienes el descaro de decirme eso? De verdad no me puedo creer lo tuyo.
Mi esposo: Tranquila amor no te enojes, además yo te pregunté si no te molestaba y tú dijiste que no.
Yo: Pues si, pero lo dije porque no pensé que fueras tan descarado de nalguearte a Sara en frente de mi.
Mi esposo: Ay ya amor jajaja, no te pongas así, tu ya sabes que yo te amo a ti nada mas, solo que Sara está buenísima y tiene unas nalgas hermosas, y me dio permiso de tocarlas, no pensaba perderme esa oportunidad, es una Diosa.
Entonces conteste bastante indignada
Yo: Una Diosa? Ay Antonio no seas ridículo, tampoco exageres, no es para tanto.
Mi esposo: Es que es verdad amor, todo su cuerpo está perfecto, y aparte es joven y bonita. Pero está bien, si te incomoda que hable así de ella ya no lo haré, no te preocupes. Además ya te dije que no tienes de que preocuparte, yo nomás te amo a ti jeje.
De verdad no me podía creer que mi esposo fuera tan descarado de decirme que todavía estaba pensando en las nalgas de Sara, y que la considerará una "Diosa" y que más a parte me lo estuviera comentando a mi su propia esposa. Yo estaba completamente confundida, mi esposo jamás se había comportado de esa manera, pero al parecer las nalgas de la víbora de Sara, lo ponían como idiota. Al final ya no le contesté nada, porque me molestó bastante que dijera esas cosas, y el simplemente se disculpó, me dio un beso en la mejilla y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente, volvió a llegar Sara a la misma hora como siempre y estuvimos platicando un rato, y nuevamente Sara sugirió que jugáramos su jueguito ridículo de los retos. Yo acepte simplemente porque no quería que ella pensara que me daba miedo, y mi esposo obviamente también acepto. Cuando le tocó a Sara nuevamente poner un reto, como ya me lo esperaba se lo puso a mi esposo.
Sara: Mmm ok, el reto de nuevo es para ti Antonio jaja.
Mi esposo: Va jaja, y que va a ser?
Sara: Pues la otra vez vi que te gusto mucho nalguearme verdad? jajaja
Mi esposo: Si la verdad si, para que te voy a mentir jajaja.
Sara: Pues entonces te va gustar más este reto Antonio, me tienes que lamer las nalgas ahora, ese es el reto jaja. (Le dijo mientras se reía)
Yo: No no no, haber!! ¿qué te pasa Sara? ten más respeto, estoy yo aquí, ¿que son esos retos eh?. Ayer te la pasé con el reto que le pusiste a Antonio, pero tú ya te estás aprovechando.
Sara: Ashhh Lupe, no seas aguafiestas, estamos jugando nada mas, tu todo te lo tomas personal, es solo un juego. Y lo estás arruinando con esa actitud. Verdad Antonio?
Mi esposo me volteo a ver cómo indeciso de lo que iba a decir, pero dijo:
Mi esposo: Si amor es solo un juego no pasa nada.
Me molestó mucho que mi esposo en vez de apoyarme a mi, apoyara a Sara. Y yo para no verme afectada por eso, termine accediendo:
Yo: Bueno pues, ya está bien, pero háganlo rápido (dije molesta y también insegura)
Sara: Si, si pues ya no te enojes Lupe, estamos todos a gusto, no te tienes porqué poner así, solo nos estamos divirtiendo. Es más que te parece si me unto un poco de la miel que tienes ahí en la cocina, así es más divertido jajaja.
Yo: A no eso sí no, esa miel no es barata, no la voy a desperdiciar con sus tonterías.
Sara: Ashhh otra vez tu con tus cosas Lupe, si tanto te preocupa eso, yo te compro otra luego si quieres.
Yo estaba muy nerviosa en ese punto, y ya hasta estaba tartamudeando
Yo: No pe pero...
Sara: Pero nada Lupe, ya no interrumpas el juego. Además a Antonio le van a gustar más mis nalgas con miel, apoco no Antonio? Jajaja
Mi esposo estaba igual de nervioso que yo, y a cada rato volteaba a verme como con desconfianza y con nervios de lo que yo pudiera decir. Entonces dicho y hecho, Sara fue a la cocina, agarro la miel que estaba en un frasco, se bajó las mallas que tenía puestas, y se empezó a untar mi miel en todas las nalgas.
Yo: Que estás loca o que?? Mis hijos están arriba podrían bajar y verte así.
Sara: Pues entonces ve a cuidarlos o no sé, tú arréglatelas Lupe, ese no es mi problema. (Sara ya con las nalgas bañadas en miel, se acercó y se paró enfrente de mi esposo.)
Sara: Ya puedes empezar Antonio, que las disfrutes. (Le dijo mientras le sonreía)
Mi esposo no se lo pensó ni tantito y en cuanto Sara se paró enfrente, le empezó a lamer las nalgas como loco. Yo no sabía ni que hacer, mis hijos estaban arriba jugando y la zorrita de Sara estaba acá abajo en la sala con las nalgas bañadas en miel, arriesgándose a qué pudieran verla así.
Sara: Ya decídete Lupe, vas a cuidar a tus hijos o te vas a quedar a ver? me desespera que estés parada sin saber que hacer.
Yo no conteste nada y simplemente me senté a ver, pero vigilando que no bajaran mis hijos por las escaleras.
Sara: Pues al parecer te vas a quedar verdad?
Yo: Si, pero termina pronto por favor, mis hijos podrían verte. (Dije preocupada)
Sara: Ya te dije que si tanto te angustia eso vallas a cuidarlos Lupe, yo cuido de tu esposo no te preocupes jajaj. Mira nada mas como lo tengo. Además el que se tendría que apurar es tu esposo. Pero va estar lamiéndome las nalgas un buen rato jaja. Así que ya mejor relájate Lupe.
Mi esposo ni me prestaba atención, ni siquiera levantaba la vista por estarle lamiendo las nalgas a Sara.
Yo: Ay Antonio de verdad te pasas, no puedo creer que te rebajes a esto.
Sara: Ay ya déjalo en paz Lupe, relájate es solo un reto que le puse y lo está cumpliendo. Mira de mientras hay que platicar en lo que tú esposo termina de limpiarme las nalgas va? jajaja.
La perra de Sara tenía a mi esposo lamiéndole las nalgas y aparte de todo se burlaba de mi. De verdad me sentía muy impotente en ese momento por no poder hacer nada. Pero a final de cuentas yo era la que tenía la culpa por haberle dado a Sara el permiso. Cuando mi esposo termino de lamerle las nalgas a Sara ella se paró y se subió las mallas nuevamente. Y mi esposo se fue al baño de inmediato, ya se imaginarán para qué. En lo que mi esposo estaba en el baño, Sara me susurro:
Sara: Espero que ya con esto te haya quedado claro que puedo cogerme a tu esposo cuando quiera. Perdiste la apuesta, y aparte de todo lo único que te ganaste fue ver a tu esposo limpiándome la miel de mis nalgas.
Nuevamente ese comentario me enfureció como no tienen idea, y me enojaba aún más que ella pensara que ya me había ganado la apuesta. Y le contesté enojada:
Yo: No has ganado nada, solamente le has estado poniendo tus retos ridículos a Antonio, eso no prueba nada, el solo lo hace porque yo se lo permito, si no fuera por mi, él no te voltearía ni a ver.
Sara: Tú crees? Jajaja, porque yo lo vi muy emocionado comiéndose la miel.
Yo: Eres una ridícula Sara (le dije nuevamente molesta)
Sara: Oye porque te enojas conmigo? Jaja, si tú eres la que me está dando el permiso. Pero si ya te dio miedo, cancelamos la apuesta si quieres.
Las palabras de Sara me molestaban, porque lo que decía era verdad, yo misma era la que le estaba permitiendo hacer todo eso. Pero no quería cancelar la apuesta porque si no ella pensaría que se habría salido con la suya y que había ganado. Además de que eso sería muy humillante para mí, porque yo ya le había dicho completamente segura de que no creía que ella pudiera hacerlo, y si me retractaba, eso me dejaría a mi como una cobarde, y le demostraría que entonces realmente yo no estaba tan segura.
Yo: No, no quiero cancelar nada, porque ya te dije que no va a pasar nada. Y ni creas que me pones nerviosa.
Sara: Ay Lupe de verdad no me lo puedo creer que después de lo que viste, sigas pensando que no puedo cogerme a tu marido. Jajaja. Ya no sé si de verdad lo crees o más bien te gustaría verlo.
Yo: Ay mira no digas tonterías Sara, lo permito no porque quiera verlo, sino porque mi esposo me es fiel, y jamás haría eso, así de simple.
Sara: Bueno, pues tú sabrás Lupe, yo no tengo nada que perder, y tampoco tengo problema en hacerlo. Pero bueno...
Y en eso, salió mi esposo del baño, y cambiamos de tema rápidamente, y ya simplemente Sara se despidió y se fue. Esa noche mi esposo ni si quiera me dirigió la palabra, al parecer estaba tan apenado por lo que había hecho, que no podía ni siquiera mírame a los ojos. Eso me gusto, porque mostraba que realmente estaba avergonzado por lo que había hecho, y eso me daba esperanzas de que podía confiar en él. Al día siguiente en la mañana, simplemente se disculpó conmigo, y me prometió que ya no volvería a hacer algo igual. Y ese mismo día volvió a llegar Sara en la tarde, y nuevamente propuso su jueguito, pero está vez mi esposo se negó a jugar. Me gustó mucho saber que mi esposo ya no le iba a seguir el juego a Sara, y que se haya negado a jugar. Sara solo dijo:
Sara: Ah ok, está bien no importa. Podemos solo platicar entonces
Y ese día y los siguientes, simplemente platicábamos, y Sara al parecer ya no intentaba seducir a mi esposo. La verdad eso me tranquilizó, y me hizo sentirme calmada nuevamente, porque al parecer Sara por fin se había rendido.
Yo no le quería mencionar ya nada de la apuesta, porque no quería recordárselo y que nuevamente intentará seducir a mi marido. Así que simplemente asumí que yo había ganado la apuesta, pero no le dije nada a Sara. Luego de eso, paso más o menos como un mes, y yo ya me había olvidado del tema y pensé que Sara también.
Un día en la mañana, estaba yo en la casa como de costumbre haciendo de desayunar, mis hijos estaban en la sala jugando con sus juguetes, cuando en eso tocaron el timbre.
(Yo grite): Ahí voy!!
Cuando abrí la puerta, estaba Sara parada ahí enfrente, y llevaba puesta una bata y tacones altos. Yo me le quede viendo extrañada y le dije:
Yo: Que estás haciendo aquí tan temprano? Y porque vienes vestida así, te acabas de levantar??
Sara: Jajaja claro que no, vine para cumplir con la apuesta que hicimos, todavía te acuerdas no?
Cuando Sara dijo eso, me dio un escalofrío y se me puso la piel pálida, me empezaron a llegar los nervios nuevamente.
Yo: QUE?? Ahorita no ando para tus juegos Sara, le estoy haciendo de desayunar a mis hijos. No es para que estés haciendo tus bromas
Sara: No estoy bromeando Lupe, lo estoy diciendo enserio jaja.
(Cuando me dijo eso me empecé a poner muy nerviosa.)
Yo: Pero que estás diciendo?? Eso ya fue hace mucho, no puedo creer que todavía sigas obsesionada con eso, eso ya pasó, deja de estar molestando Sara.
Sara: Recuerda que tú fuiste la que me reto Lupe, ahora atente a las consecuencias.
Entonces Sara se pasó a mi casa como si nada.
Yo: Oye que haces?? yo no te di permiso de entrar!!
Uno de mis hijos dijo:
: Mamá ya tengo hambre ya mero comemos?
Yo: Si mi vida, espérenme tantito, ahorita les hago de comer, mientras vayan arriba a ver la tele, yo les hablo cuando esté lista la comida ok.
Entonces mis hijos se subieron a su cuarto, y yo y Sara nos quedamos en la sala.
Yo: Sara de verdad que tú estás loca o algo!!?? Mis hijos están aquí, no es momento de andar con tus juegos.
Sara: No es ningún juego Lupe, es una apuesta. Y por cierto donde anda tu esposo?
Yo: Fue al mercado en el carro hace rato, ya no tarda en venir. Pero no te quiero aquí Sara, vete de mi casa por favor, pero ahorita (dije molesta)
Sara: Ya te dije que no me voy a ir Lupe jaja, tú me pusiste un reto y lo voy a cumplir.
Yo: Ya no digas tus tonterías Sara, ya vete de mi casa.
Sara: Jajaja porque te exaltas tanto Lupe? Tienes miedo de que me coja a tu marido? Que no estabas muy segura de que no iba a poder hacerlo? Recuerda que tú me diste permiso de inténtalo. O apoco ya se te olvidó también? Ahora ni modo Lupe, cuando llegue tu esposo le voy a dar una sorpresita. (Dijo Sara mientras sonreía)
Entonces Sara se quitó la bata que tenía puesta, y debajo de ella estaba vestida con una lencería negra.
Sara: ¿Qué te parece Lupe? así voy a recibir a tu esposo ahorita que llegue.
Yo estaba impactada por lo que estaba pasando, y no podía casi ni hablar por la impresión.
Yo: Sara ya basta!! Mis hijos están arriba, que tal si bajan y te ven así eh?? Ya vístete y vete.
Sara no me contestó y se acomodó en el sillón, poniendo sus nalgas en el mismo sillón donde juegan mis hijos y dónde estaban sus juguetes. Yo no me podía creer lo que estaba pasando y no sabía qué hacer. Mi esposo ya casi llegaba y la zorra de Sara estaba en lencería y tacones en nuestra sala. Además mis hijos estaban arriba. Yo le estaba pidiendo que se fuera pero no me hacía caso.
Cuando en eso, se oyó el carro de mi esposo llegar.
Sara: Mira ya llegó tu esposo, espero y le guste mi sorpresita jaja.
Yo: Ni te emociones, ahorita el mismo te va a correr (dije enojada)
Yo estaba muy nerviosa por cómo iba actuar mi esposo al ver a Sara vestida así, la verdad tenía mucho miedo de que viera a Sara vestida así, porque se veía increíble, la lencería que llevaba puesta le hacía notar increíblemente bien sus nalgas y sus senos.
*Entonces mi esposo abrió la puerta, y cuando entro, me vio la cara de angustiada.
Mi esposo: Que te pasa amor, porque tienes esa cara?
Y entonces mi esposo volteo a la derecha, y vio a Sara acostada en nuestro sillón con su lencería negra, y sus tacones de puta. Y Sara lo saludo:
Sara: Hola Antonio, cómo estás? (Dijo mientras le sonreía) vine a darte una sorpresita, que te parece?
Yo: Amor, por favor dile a Sara que se vaya. Los niños están arriba y a mí no me hace caso.
Cuando mi esposo vio a Sara vestida así, se quedó con la boca abierta, y pude notar la erección que tuvo por debajo de su pantalón. Mi esposo se puso nervioso también, y no sabía ni que decir.
Mi esposo: Pero por qué estás vestida así Sara?
Sara: Pues es que resulta que hace tiempo hice una apuesta con Lupe. Y vine a cumplirla
Mi esposo: Como que una apuesta? Una apuesta de qué?
Sara: Pues tu esposa apostó a qué yo no podía coger contigo, y yo le aposté a qué si jajaja
Mi esposo: Que?? Es enserio eso Lupe?
Yo estaba muy nerviosa y no sabía que hacer.
Yo: Bueno si, pero eso ya fue hace mucho tiempo, además yo lo estaba diciendo en broma. No lo estaba diciendo enserio.
Sara: Jajaja ay Lupe no seas mentirosa, tu sabes que eso no es verdad. Mira Antonio te voy a contar rápido. Cuando ella me apostó eso, lo estaba diciendo enserio, y ella misma me dio permiso de que intentará hacerlo. Incluso muchas veces le llegue a preguntar si quería cancelar la apuesta y ella se negó. Si no porque crees que te ponía ese tipo de retos cuando jugábamos, era por eso.
Mi esposo al oír eso puso una cara de sorpresa, y yo estaba que me moría de la vergüenza:
Mi esposo: Amor no puedo creer que hayas apostado eso jajaja, no te conocía así.
Yo: Jajaja (me reí incómodamente)
Sara: Entonces que dices Antonio, me vas ayudar a ganar la apuesta verdad jaja? Mira como me puse para ti.
Mi esposo: Te ves riquísima Sara, pero no sé. Tú qué dices Amor? Me das permiso?
Sara: Jaja ay Antonio tu tan inocente diario, no le tienes que pedir permiso a Lupe. Ella hizo una apuesta. Tú no te preocupes, elige hacer lo que tú quieras, total si eliges algo que a Lupe no le gusta, la culpa va a ser de ella por estar apostando.
Mi esposo volteo a verme como para ver qué decía. Yo estaba nerviosa, pero mantuve la calma:
Yo: Pues si amor, es verdad eso, tu elige lo que quieras, esto es una apuesta entre yo y Sara.
Mi esposo se quedó pensando por un momento y yo estaba tensa por lo que pudiera decir. Entonces dijo:
Mi esposo: Perdóname amor, pero es que Sara se ve exquisita, y tú sabes cuánto admiro su cuerpo. Creo que te voy hacer perder la apuesta con Sara, discúlpame.
Yo no podía creer las palabras estaban saliendo de la boca de mi esposo, no pensé que se atrevería a decirle a Sara que si. Sara cuando oyó eso sonrió y me dijo:
Sara: Ay Lupe ni modo que pena, parece que te gane la apuesta jajaja
Yo le contesté molesta:
Yo: Si, si pues ya cállate Sara. Ya perdí, ya vete de mi casa a otro lugar con Antonio.
Sara: No, no nada de otro lugar, me lo voy a coger aquí mismo en tu sillón. Ese va ser tu castigo por perder la apuesta.
Yo: Sara no seas tonta, no es por mi, es porqué mis hijos están arriba en su cuarto. No puedes hacer eso aquí.
Sara: Ay pues entonces súbete a cuidarlos o no sé, yo me voy a coger aquí a tu esposo, y ya dije. Y si no te gusta pues ni modo, todo esto no te estaría pasando si no hubieras apostado.
Sara acerco a mi esposo hacia ella, se hincó enfrente de él y le empezó a desabrochar el pantalón:
Sara: Y ahora vas a ver cómo se la chupo a tu marido Lupe.
Mi esposo: Perdón amor, no te vayas a enojar.
Sara: Ay ya Antonio, ya te dije que no te andes disculpando con ella. Mejor ponte cómodo, te voy hacer sentir muy bien jaja.
Cuando Sara le desabrochó el pantalón a mi esposo, se podía ver a través de su bóxer la gran erección que tenía.
Sara: Ya viste como tengo a tu maridito Lupe jajaja.
Sara le bajó el bóxer a mí esposo, y en cuanto lo hizo, se metió toda la verga de mi esposo a la boca, y se la comenzó a chupar. Yo estaba completamente en shock y todavía no me podía creer que estaba viendo a la zorra de Sara en lencería y tacones con la verga de mi esposo en la boca, y chupándosela en mi sala, y con mis hijos en la casa, no me podía creer que Sara fuera tan puta y perversa para atreverse a hacer eso.
Se oía por toda la casa el sonido que hacía Sara cuando se la mamaba a mi esposo.
Yo: Sara mínimo intenta hacer menos ruido ya te dije que mis hijos están arriba. (Dije preocupada)
Ella ni me hizo caso, y simplemente me ignoro y siguió haciendo lo suyo. Mi esposo estaba peor, tenía los ojos completamente en blanco y solo prestaba atención a las caras lujuriosas que le ponía Sara cuando se la mamaba.
Sara: Hmmm estás muy bien dotado Antonio. (Le dijo Sara a mi esposo mientras le masajeaba la verga con la mano izquierda)
Mi esposo: Gracias, y tu mamas muy rico Sara. Eres hermosa.
Sara: Ya lo sé jaja, te está gustando?
Mi esposo: Si Sara me está encantando, sigue así, ahhh que bien!!
Sara: Y tú qué tal Lupe, que opinas de las chupadas que le estoy dando a tu esposo eh? Jaja, espero y también te esté gustando.
Yo no le conteste, y solo me quedé callada observando, estaba tan impactada que no sabía ni que contestarle. Ni siquiera yo que soy su propia esposa le había probado la verga a mi marido y ella lo hacía como si llevara años haciéndolo. Sara se metía la verga de mi esposo a la boca como loca, se la dejaba adentro unos segundos y luego la sacaba envuelta en su saliva, mientras le escurrían chorros de semen por la cara. Lo peor, es que todo esto lo hacía mientras me miraba a la cara y me soltaba sonrisas, como burlándose de mí por haber perdido la apuesta. Luego de eso Sara agarro a mí esposo, lo sentó en nuestro sillón, y se sentó sobre su cara.
Sara: Ahora es tu turno Antonio, sin pena jaja.
Sara le empezó a restregar las nalgas a mi marido en la cara, y mi esposo no ponía ni resistencia. Mi marido le hizo las bragas a Sara a un lado y le empezó a comer el culo, y Sara empezó a gemir. Estoy segura de que a Sara no le daba tanto placer eso, pero gemía así para incomodarme.
Sara: Ahhh sii!! Que ricooo, Hmmm.
Yo: Sara! Que no grites. Te pueden oír los niños.
Pero en vez de hacerme caso, la puta de Sara empezó a gemir más fuerte, tanto que tuve que ir arriba con los niños a subirle al volumen de la tele para que no la oyeran. Aparte obviamente de ponerle seguro a su puerta. Cuando baje nuevamente a la sala, Sara se levantó de la cara de mi esposo y me dijo:
Sara: Lupe que sorpresa, pensé que ya te ibas a quedar allá arriba. Al parecer te está gustando lo que le hago a tu esposo verdad jaja.
Yo: Fui a subir el volumen de la tele para que mis hijos no te oyeran maldita loca.
Sara: Y entonces porque regresaste?
Yo me quedé callada porque no supe que contestar a eso.
Sara: Ya ves jaja, en el fondo te gusta ser cornudita, te gusta verme con tu esposo. Entonces seguramente te va gustar ver cómo me da por el culo.
Sara se quitó las bragas que llevaba puestas, los tacones, y su brasier, y se puso a cuatro patas en el suelo. Las nalgas de Sara tenían a mí esposo como idiota, ni siquiera me prestaba atención a mi, solo estaba embobado viéndole a Sara sus enormes nalgas.
Luego de que Sara se hincara en el suelo, mi esposo se hincó, la agarro por las nalgas y se la empezó a meter.
Sara: Ayyy si que ricooo. Mírame bien Lupe, no quiero que se te olvide esto, tu esposo dándome rico por las nalgas. Y según tu eso jamás podía pasar. Tú ya estás vieja para Antonio, es normal que me prefiera a mi. Verdad Antonio que prefieres mis nalgas? jaja.
Mi esposo estaba como loco besándole y agarrándole las nalgas a la zorra de Sara mientras la penetraba, que ni prestaba atención a lo demás.
Mi esposo: Si Sara estas perfectaaa, que rico te mueves.
Sara: Ahora díselo a Lupe, para que le quede claro jaja, al parecer aún no lo cree.
Mi esposo: Prefiero las nalgas de Sara amor, están riquísimas.
Sara solo se rio, y siguió moviéndole las nalgas a mi marido. Yo me sentía humillada, mi propio esposo diciéndome que prefería las nalgas de Sara que a mí, sabía que lo estaba diciendo solo por la calentura del momento, pero aun así me sentí humillada. Sara continuaba gimiendo
Sara: Ahhh, ahh si, métemela más Antonio, sin pena, ahhh si que bien.
Mi esposo: Eres una putita Sara, de verdad que rico mueves esas nalgas que te cargas.
Sara: Te gusta verme así verdad?
Mi esposo: Si Sara me encantas!! Síguete moviendo, ahhh si que rico lo haces.
Yo no podía creerme aún las cosas que salían de la boca de mi esposo, jamás lo había visto comportarse de esa manera. Pero Sara lo ponía así de imbécil.
Sara y mi esposo estuvieron así como otros 10 minutos, y luego Sara nuevamente se volvió a parar y volvió a sentar a mi esposo en el sillón, pero esta vez se montó sobre él, quedando de espaldas hacía mí.
Yo: Bueno ya fue mucho no Sara? Ya deja a mi esposo.
Sara: Ya cornudita guarda silencio, voy acabar cuando se me dé la gana. Mejor pon atención, porque voy a cabalgarme a tu marido muy rico.
Me ponía muy furiosa que Sara me hablara de esa manera y que me dijera "cornuda" enfrente de mi esposo, me sentía como si fuera su sirvienta o algo. Lo peor de todo es que mi esposo ni siquiera decía nada, y simplemente le ponía atención al cuerpo de Sara.
Luego de que Sara se acomodara encima de mí esposo, comenzó a cogérselo nuevamente. De verdad no podía creerme que estaba viendo las nalgas grandes de Sara rebotando en mi marido, y en mi propio sillón. Y todo solamente por una apuesta. Mi esposo también comenzó a besarle los senos a Sara, y a masajearle sus pies de zorra, mientras Sara seguía meneándole las nalgas.
Sara: Te está gustando como cabalgó a tu marido Lupe?
Sara me hizo ese tipo de comentarios durante todo el rato que estuvo cogiéndose a mí esposo. Yo simplemente trataba de ignorarla. Después de estar un rato en esa posición, mi esposo le aviso a Sara que ya estaba por correrse, Sara rápidamente se sacó la verga de mi esposo de las nalgas y se hincó enfrente de él.
Sara: Dámelos en la cara Antonio, dame de tu lechita si? Córrete en mi!!
Mi esposo: Claro que sí Sara, te la voy a dar todita, abre bien la boquita!!
Sara: Y tu pon atención Lupe, quiero que veas bien como le saco toda la lechita a tu marido.
Yo ya estaba cansada de estar viendo a Sara cogerse a mi esposo, lo único que quería es que ya acabaran de una vez. Mi esposo se empezó a correr en Sara, y la empezó a bañar de su semen. De verdad me sorprendió mucho todo el semen que Sara le estaba sacando a mi marido, era demasiado. Casi todo le cayó en la boca, pero también en su cara, en sus senos, e incluso un poco en sus pies. Y sé que les va sonar extraño, pero ver a Sara bañada en el semen de mi esposo me excitó por un momento.
Sara: Hmmm que rica lechita tiene tu esposo Lupe, lástima que a ti solo te toca ver cómo yo me la trago.
Sara se paró enfrente de mi, me miró a los ojos y se pasó todo el semen de mi esposo de un solo bocado y luego me saco la lengua para que vea como no le había quedado nada. Yo estaba en shock por la escena que había presenciado, ni siquiera podía responderle a Sara. Mi esposo estaba en el sillón exhausto, y Sara estaba como si nada hubiera pasado. Luego de eso, ambos se volvieron a vestir.
Sara: Pues eso fue todo Lupe, espero y te haya quedado clara la lección. Mañana te veo
Después de decirme eso, Sara cerró la puerta y se fue riendo. Mi esposo ya vestido y con la mente clara me dijo:
Mi esposo: Amor perdóname por favor, en serio no sé lo que hice. Te verdad te pido una disculpa.
Yo estaba impactada por todo lo que había pasado, y sé que les va sonar raro, pero para serles sincera en el fondo me gusto un poco, y me provocó mucho morbo el ver a Sara cogerse a mi marido. Obviamente en el momento que lo estuve presenciando me impacto, pero después de haber vivido esa experiencia, tengo que reconocer que me gusto algo. Mi esposo seguía disculpándose conmigo:
Mi esposo: Amor perdóname, enserio lo siento. Es más, que te parece si te compro algo en compensación. Lo que tú quieras, tu dime.
Yo le sonreí a mí esposo y le dije.
Yo: No pasa nada amor, no te preocupes, esa fue una apuesta entre Sara y yo. Además de hecho si te soy sincera me gusto algo.
Mi esposo: Te gustó? En serio? Jajaja. No te creo amor.
(Yo reí también)
Yo: Jajaja, No de verdad es enserio amor. Mientras los estuve viendo la verdad si me impacte mucho, pero ya que terminaron, la verdad me quede con ganas de mas.
Mi esposo: Pues que bueno que te haya gustado amor (dijo mi esposo con una sonrisa).
Yo: Y tu que tal, que te pareció?? Te gusto?
Mi esposo: Jajaja ay no sé si decirte amor, siento que te vas a enojar.
Yo: no, te prometo que no jaja.
Mi esposo: Pues la verdad si, me encanto. A Sara se le veían riquísimas las nalgas vestida así, además de que me la chupo excelente, la verdad me hizo sentir muy bien.
Yo: Enserio? Que bueno amor. Oye por cierto lo que dijiste hace rato de que la preferías a ella era cierto??
Mi esposo: No te sientas mal por lo que te voy a decir amor, pero la verdad es que a ti te prefiero como pareja, pero si hablamos de sexo, no dudaría en elegir a Sara y a sus nalgas en vez de a ti. Ella es perfecta. Pero a ella no la amo amor, solo a ti, así que no te sientas mal.
Yo: No no te preocupes jaja. Solo tenía curiosidad.
Después de esa conversación, mi esposo se la paso todo el día hablándome de Sara y sus nalgas, y de que rico las movía, y lo rico que Sara lo hacía sentir a mi marido. La verdad me molestó un poco eso, pero también me gustaba que lo hiciera. Al día siguiente llegó Sara a la casa, y lo primero que hizo en cuanto llego fue pedirme disculpas:
Sara: Oye Lupe, solo para que sepas que lo que pasó ayer, y las cosas que te dije, fueron por la calentura del momento. No te las vallas a tomar enserio.
Yo: No pasa nada jaja. De hecho ayer le estaba comentando a mi esposo que la situación me gusto un poco.
Sara: Enserio? Jajaja, no me lo puedo creer Lupe, pensé que te habías sentido mal. Pero que bueno que te haya gustado jaja.
Yo: Si jaja, es lo mismo que me dijo mi esposo.
Sara: Para serte sincera a mi también me gustó cogerme a tu esposo jaja. Y Antonio que dijo, le gusto?
Yo: Uyy si, lo hubieras visto ayer, todo el rato se la paso hablando de tus nalgas.
Sara: Enserio? Jajaja, pues me alegra que le hayan gustado. Sabes, si te gusta la idea me puedo volver a coger a Antonio cuando quieras.
Yo: Claro por mi no hay problema jaja, ya no me pidas permiso, hazlo cuando quieras, el también tiene mi permiso. Pero eso sí, en mi casa ya no porfa jajaja.
Sara: Jajaja si no te preocupes, en mi casa tengo bastante espacio para darle de mis nalgas que tanto le gustan a tu esposo jaja.
Yo: Jajaja me parece perfecto.
Desde ese entonces me volví muy liberal con Antonio, y actualmente mi esposo sigue cogiéndose a Sara, pero ahora lo hace con mi consentimiento. Incluso el mismo me dice cuando va ir a casa de Sara para cogérsela, y Sara también cuando platica conmigo me cuenta sus experiencias con mi esposo. La verdad desde que mi esposo empezó a acostarse con Sara, mi matrimonio ha mejorado, y tengo más tiempo para dedicarle a mis hijos. Y bueno, quería contar mi experiencia más que nada para desahogarme, porque esto no podía decírselo a nadie.

3 comentarios - Mi vecina joven y nalgona se coge a mi esposo

ElPruUsS
Autorazo! Muy bien hecho .
TAV0_0 +1
Las cornudas son reales, son pocas pero si hay... mi novia es cornuda y le fascina serlo y que me coja a otra mujeres, ufff y a mi el cogerme a otras y que ella lo sepa, le gusta ver mi lujuria cuando veo los culos de otras en la calle o sus ricas tetas
TAV0_0
Hasta la pongo a que me co siga chicas para cogermelas, también le excita cuando ando en busqueda de otras mujeres y cachondeando con ella, son contadas las cornudas concientes y mi novia es una de ellas y le fascina ser cornuda