Anteriormente: Descubrimos con horror que mi papá no hacía horas extras, sino que estaba acostándose con una amiga mía de 18 años.
Mi mamá está destrozada, echa a mi papá de la casa.
Mi papá termina yendo a vivir momentáneamente con su hermano gemelo. Mi tío.
No pasan muchos días hasta que se filtra un video que había grabado la puta de Lorena, mi amiga de 18 años, con mi papá en el hotel alojamiento.
(Describo todo lo del video en la parte V)
Luego de ver como mi padre cogía con deseo animal a mi amiga, me pongo a llorar desconsoladamente en mi cama.
Me duelen los ojos y la cabeza de tanto llorar. Pero una vez calmada me pongo a mirar detenidamente el video.
Un cosquilleo comienza a aflorar, me vienen recuerdos de las cosas que pudimos hacer con mi tío, que es igual a mi papá pero en mejor forma.
Me imagino que soy Lorena, sabiendo que yo no estoy tan buena, no tengo tantas tetas, ni tanto culo, ni el color dorado de la piel, ni las piernas largas de ella.
Igualmente son buenas aproximaciones a mí y a mi tío, quien estando con el glande dentro de mi vagina, se negó a cogerme al percatarse que era virgen.
Imagine que era yo, que mi papá era mi tío, y comencé a tocarme, me toque las pequeñas tetas blancas, apreté mis pezones rosados. Me mordía los labios.
Mis dedos comenzaron a jugar en mis labios vaginales, pellizcando suavemente sus pliegues, tocando mi clítoris masajeándolo. No pasó mucho más hasta que se metieron dos dedos dentro de mí haciéndome ver las estrellas.
Veía el video y me imaginaba que era mi tío quien se sacaba la capa de la hipocresía y me cogía con deseo, como lo hacía mi padre con la puta de mi amiga Lorena.
Administré mi masturbación para acabar al mismo momento que mi padre acababa dentro de Lorena.
Me temblaron las piernas y tuve que morder la almohada para no gritar.
Mis dedos todos mojados, las sabanas también húmedas, y un olor que solo las mujeres emanamos cuando estamos excitadas.
Transcurren los días y yo sigo mi vida normal, mi mama trata de hacerse la superada pero llora en su cuarto.
Cada tanto mi papá llama al teléfono fijo pero ella no lo atiende. Lo bloqueó de su WhatsApp.
Amigas de mi madre vienen a casa, la mitad está separada o con ganas, así que le recomiendan que se divorcie, le hablan de separación de bienes, le pasan teléfonos de abogados. Mi mamá no sabe qué hacer.
Ya todos los hijos somos mayores de edad, yo soy la única que vive en la casa. No tiene porqué quedarse casada por "los hijos". Y no parece tener ganas de perdonar semejante infidelidad, para ella no es solo la infidelidad, sino una humillación, un golpe a su orgullo de mujer, sentir que ya es grande y que no es atractiva, que una adolescente logra lo que ella por su edad ya no puede.
Lorena era una cuasi vedette con su cuerpo, toda sensual, toda sexy, con todo en su lugar. Mi madre después de tantos años, habiendo parido a sus hijos y criado ya era una señora, no tenía ansias de ser una chica sexy, ni siquiera una mujer madura sensual como se ve en las revistas.
Una noche mi padre cae con un ramo de rosas todo arreglado, con ropa que no era de él, evidentemente mi tío se la compro o le presto.
Mi madre le revolea las flores en la cara, discuten a los gritos en la entrada de la casa, todos los vecinos se enteraron del escándalo. Mi papá termina yéndose por donde vino.
Así pasa casi un mes desde que mi papá vino con las rosas.
Solo cada tanto me manda mensajes diciéndome que está bien, preguntándome como estoy, preguntando como esta mi mama, pero cada vez con mayor distancia de días.
Yo en todo el mes no volví a salir a fiestas, nuestro grupo de amigas se había partido por esta situación. Ahora comprendía porque las que no me bancaban hablaban de sí mi papá había venido a buscar a Lorena y porqué se reían de mí.
Tampoco mi tío volvió a escribirme, supongo que después de que mi padre estuviera ahí con él lo había hecho recapacitar de lo que hicimos juntos, aunque nunca hayamos cogido.
Un sábado que no me puedo dormir miro las historias de las que no eran mis amigas con una cuenta falsa que tenía.
En eso veo un fondo conocido, sigo las historias y reconozco la pileta. Era la pileta de mi tío.
Había hecho una pool party nocturna y las chicas que odiaba estaban ahí, analizó con cuidado cada historia y descubrió en una en el fondo a quien no quería ver: a Lorena.
Mi padre que vino con rosas pidiendo perdón a mi madre, resulta que ahora aprovecho a Lorena para buscar otras adolescentes y llevarlas a la casa de mi tío.
No veo en las historias a mi padre, pero no creo que esté mirando fútbol cuando tiene a todas esas putas en la casa, y sobre todo a Lorena.
Ya era muy de madrugada, mi mama no sabe manejar y el auto se lo llevó mi papa.
Un Uber o taxi hasta la casa de mi tío sería muy costoso y yo no trabajo, solo tengo ahorros y no iba a pedirle a mi madre, y menos saliendo de la nada a la madrugada diciéndole que tenía una fiesta.
Pero ganas no me faltaron de ir a escracharlos a todos y decirles las cosas en mi cara a mi padre y a mi tío.
La semana siguiente estoy atenta a las historias de esas perras desde temprano, le aviso a mi mamá que tal vez saldría a una fiesta con una amiga.
Ella me dice que salga, que me divierta, que lo de mi padre no me arruine la juventud.
A las 9 de la noche una muestra que está eligiendo la ropa y maquillaje para la fiesta en la quinta de donde era mi tío.
Evidentemente volvían a juntarse.
Me adelanto y rompo el chanchito de mis ahorros. Me pido el Uber y me dirijo con antelación a la casa de mi tío.
Esta vez no voy vestida como monja, me pongo la pollera más corta que tengo, y además me la subo hasta que caminando se me suba y se me vea la parte inferior de los glúteos.
Una remerita que deja la panza plana de adolescente descubierta. Dudo en ponerme corpiño, no tengo ropa interior sexy, el corpiño es estándar. Pero me pongo uno blanco para que contraste con la remerita turquesa de breteles. A los hombres les excita ver los bordes de los corpiños así sean tan inocentes como el mío.
Me subo al Uber, es tan corta la pollera que no hay manera de que no se me vea la tanga blanca de algodón.
El del Uber no deja de mirar por el espejo retrovisor, se ve que todos los hombres son igual de pajeros con las adolescentes.
Me asusta un poco que un hombre mayor me lleve y no se le vaya a ocurrir llevarme a un descampado y violarme, casos así ocurren todos los días.
Llego a la entrada, solo me resta esperar que lleguen las putas que me odian.
Llegan todas juntas al mismo tiempo en 3 Uber, seguro pagos por mi tío. Como lo hacía conmigo.
Se bajan una más perra que la otra, todas vestidas para el infarto y con el bolsito para la pileta.
No a todas las conozco solo a 4, las otras 8 no sé quiénes son, pero deben ser reclutadas por estas.
Cuando me ven, no entienden que hago ahí, miran con desconfianza y me mezclo con las que no me conocen que también me miran con extrañeza.
Se abre el portón y entramos todas juntas, allí nos recibe un hombre que no conozco.
También mayor, ya en maya, con buen cuerpo. Saluda una por una. Las chicas son todas unas putas, la saludan besándolo cerca de la boca, apoyándole las tetas y riéndose a carcajadas para llamar su atención.
Yo lo saludo rápido para no levantar sospechas, cuando me voy me agarra la mano y me dice:
"y vos? Porque tan tímida? Es la primera vez que venís?"
Mientras me quiere hacer dar la vueltita. Así me mira de arriba a abajo, y se queda mirando cuán corta es mi minifalda.
Cuando Entramos hay otro hombre más en el sofá, aun no veo a mi tio, ni a mi padre. Tampoco a Lorena.
El otro hombre también es adulto, maduro, más que mi tío y mi padre, este tendría como 60 años, pero está bien cuidado. Se nota que es de clase, tiene un reloj caro en el brazo, toma whisky y no cualquiera.
Lo saludo también con timidez y hace lo mismo que el otro, cuando me estoy yendo, me tomó de la muñeca y me dice:
"por qué tan tímida nena?"
Eso me asusta, pero todo lo hago por tratar de escrachar a mi padre y a mi tío.
Me invita a sentarme en el mismo sofá, las otras chicas me miran con odio. No pueden creer que la menos puta es la que más atraiga, la que menos muestra, la que tiene ropa interior de adolescente pura es la que llama la atención.
Tengo tetas chicas, una cola linda, paradita pero no es gran cosa. Mi piel es blanca, no tomo mucho sol ni voy a camas solares. No tengo las uñas de gata, ni estoy maquillada como una puerta como las otras putas.
Sentada con mi mini tan corta se ve mi tanga de algodón blanca inocente.
Este hombre mayor se levanta a buscar algo para que tome y me relaje, me da opciones, pero termina eligiendo el ante mi titubeo, mientras me trae champagne puede ver mi tanga blanca de algodón, que trato de esconder con disimulo poniendo mi mano sobre la mini pero sin resultado positivo.
Me pregunta cosas de mi vida, cuando me pregunta mi edad y le digo que hace poco cumplí los 18 dice:
"ufff, sos una nenita" mientras mira al techo como no pudiéndolo creer. Eso me hace ponerme colorada.
Le pregunto por mi tío. Y me dice:
"ah ya lo conociste? Siempre se lleva lo mejor el hijo de puta." más colorada me pongo y sigue
"tu tío está ocupado ahora, viste como es, nos deja acá solos, que clase de anfitrión es?" mientras se ríe buscando complicidad.
En un momento salen todas las chicas con bikini del baño y van directo a la pileta con el primer hombre que nos recibió.
Este hombre mayor me dice:
"bueno vamos a la pileta? Hay que aprovechar la noche que esta linda"
No había tenido en cuenta traer bikini, solo me preocupé en venir vestida lo más infartante que podía.
Le digo que no tengo bikini y el hombre mayor me dice:
"bueno, mejor, no hay nada más sexy que la ropa interior en la pileta"
Me pongo de pie y me dirijo al baño a sacarme la ropa, el hombre mayor me detiene y me dice que para que si solo debo sacarme la remera y la minifalda.
Por alguna razón lo obedezco, allí frente a él, me saco la remera y me bajo la minifalda.
Quedo con mi bombacha blanca de algodón, con la florcita en el frente, y mi corpiño blanco que tapa todo mi pecho.
Busca la botella de champagne y me rellena la copa, me dice que tome antes de meterme a la pileta para no sentir el frío del agua.
Obedezco, él sólo mira cómo tomo. Luego de terminada la copa, me la recibe y la pone en la mesa.
Yo no había comido nada desde el mediodía, esas dos copas de champagne juntas hicieron algo de efecto en mi equilibrio.
El hombre mayor me tomó de la mano y me lleva a la pileta, allí ya está el otro hombre jugando con las otras chicas que están algunas en la pileta y otras sacándose fotos y subiendo historias para mostrar "la clase".
Se tira el hombre y desde el agua me dice que me meta. Obedezco.
En el agua nado y él juega, sigue contándome cosas de su vida, que es un empresario importador, que es vecino del anfitrión (mi tío).
En el agua, me dice que soy muy linda, y me pregunta si conozco ciertos países del mundo a lo cual le respondo que no. Él alardea de todos los lugares que conoce, y me dice que siempre le sobran millas por sus negocios que si quiero puedo acompañarlo.
Me pone nerviosa, le digo que debo ir al baño.
Voy a las escaleras de la pileta, subo lento cada peldaño porque aún estoy mareada.
Atrás mío está el hombre mayor mirando como subo las escaleras, mi tanga de algodón que no era nada sexy se transforma en una tela transparente que se pega y copia la figura de mis nalgas.
La mirada del hombre mayor está en mi culo, giro hacia el costado y veo que la del otro hombre también está en mi culo, aun con las chicas al lado tocándole el pecho y los hombros.
Termino de salir de la pileta y la música del lugar es lo único que suena, todas se callaron, están mirándome con odio, no solo tenía la atención del hombre mayor sino también del otro maduro más joven.
Mientras camino hacia adentro de la casa, se escucha que el hombre maduro joven le dice al mayor:
"que viejo choto que sos eh, siempre agarras lo mejor para vos"
Se estaban refiriendo a mi como un pedazo de carne.
En el baño tuve arcadas, pero no por el alcohol, sino por la situación.
Luego de un tiempo, salgo del baño y en la puerta está el hombre maduro más joven, con un vaso de agua y una pastilla en la mano.
Me dice que eso me va a hacer sentir bien. Lo tomo.
Me trata con cuidado y me dice si quiero algo más, que descanse un rato y después vuelva a la pileta.
No pasa mucho tiempo más y antes de que me acorrale el hombre mayor decido estar bajo la protección de la pileta junto a los demás.
Me meto suavemente a la pileta, el hombre mayor ya tenía a otra chica hablándole al oído.
El otro hombre entonces se saca de encima a las chicas que lo rodeaban y viene hacia mí preguntándome si me siento mejor.
Le digo que sí, pero la realidad es que no.
El hombre me dice que también es vecino, y que cualquier cosa él me podría llevar en auto a mi casa.
Al igual que el otro me cuenta de su dinero y posesiones, de sus campos, del agro dólar, de cómo se compró una casa y otra y otra, me habla de viajes también.
Me dice que le sobran millas por sus viajes, si quiero acompañarlo.
En todo eso, siento otra vez algo de mareo, algo de visión borrosa, me cuesta hacer foco, pero veo bien.
Este hombre se da cuenta y me invita a salir de la pileta.
Cuando subo las escaleras se escucha el aplauso del hombre mayor y le grita al otro:
"no seas ladrón, yo la vi primero" mientras se ríe con fuerza.
Estoy saliendo de la pileta, el hombre me sostiene de la cintura y su dedo meñique toca algo de mis nalgas adolescentes.
En eso diviso que bajan 3 personas de las escaleras en el interior de la vivienda de mi tío.
Vienen hacia la pileta.
Al frente está mi tío, que ante su salida al patio se obnubila por todas las chicas presentes que gritan y lo vitorean, algunas vienen corriendo a saludarlo, por lo que no se percata de mi presencia.
Detrás de él viene mi padre, sin remera, con una zunga. Me hace dudar cual es cual, al verlo así. Está más delgado, está bronceado y con un corte de pelo moderno, similar a mi tío. Su hermano gemelo.
La diferencia es que mi tío está más armado, pero no son fácilmente distinguibles, se está haciendo el pendejo ahora que está con el pervertido de mi tío.
Tampoco me ve, porque otro grupo de chicas sale a recibirlo dándole besos y abrazos.
Hasta ahí mi bronca era mucha, pero todo explota en mí cuando veo por detrás de mi padre a Lorena.
Con una micro bikini que casi no tenía sentido, era prácticamente lo mismo estar desnuda.
Estaban los tres bañados, como si se hubieran bañado juntos.
Mis dudas se disipan, cuando el hombre que me acompaña dice:
"estos hijos de puta, como se enfiestaron a la puta esa"
En medio de la revolución por la llegada de los anfitriones y las chicas dando vueltas paso hacia el living junto al otro hombre.
Me dice que me llevaría a descansar a su casa, o a mi casa si me sentía mal, que va a cambiarse y viene.
Mientras se va a cambiarse, viene el hombre mayor y me pregunta
"ya te quiere llevar a su casa?" mientras se ríe
"yo te puedo dar más regalos que él, si querés venir a la mía" me dice
Comienzo a temblar, me sentía atrapada entre 2 hombres que estaban subastándome.
El hombre mayor me acorrala contra la pared y pone sus manos en mi cintura y en mi cola, mientras me besa el cuello y me besa la oreja diciéndome que soy hermosa y que me daría muchas cosas bonitas si voy con él.
Estoy inmovil, paralizada de miedo, no parece importarle. El hombre mayor me mete la lengua en la boca, me besa con rudeza. Y con sus brazos fuertes me aprieta hacia él.
Su mano juega con mi tanga blanca de algodón mojada y me agarra fuerte las nalgas mientras mete uno de sus dedos entre ellas.
Trato de separarlo pero eso lo excita mas, mis pequeñas manos de adolescente hacen poca fuerza en su pecho maduro y en su abdomen grande y duro.
Siento su miembro caliente apoyado en mi panza.
Mi mano hace fuerza pero no le hace ni cosquillas al gran hombre maduro, mi mano pequeña termina en el borde de su maya, apoyada mi palma sobre la maya, sobre la cabeza de una pija enorme, ancha y madura a juzgar por mi palma.
Comienzo a bajar rendida mi mano poco a poco recorriendo el tronco de ese maduro a través de la maya mojada.
En eso llega el otro hombre y lo interrumpe.
Fue providencial, porque ya tenía su dedo grueso caliente jugando con la entrada de mi ano.
Hablan entre ellos sin sacar la mano de mi cola.
Mientras negocian entre sí, aprovecho a decirle que debo cambiarme.
Ellos me preguntan con quién me iría, le contesto mientras subo las escaleras sin mirarlos.
"con el mejor postor"
Continuará...
Mi mamá está destrozada, echa a mi papá de la casa.
Mi papá termina yendo a vivir momentáneamente con su hermano gemelo. Mi tío.
No pasan muchos días hasta que se filtra un video que había grabado la puta de Lorena, mi amiga de 18 años, con mi papá en el hotel alojamiento.
(Describo todo lo del video en la parte V)
Luego de ver como mi padre cogía con deseo animal a mi amiga, me pongo a llorar desconsoladamente en mi cama.
Me duelen los ojos y la cabeza de tanto llorar. Pero una vez calmada me pongo a mirar detenidamente el video.
Un cosquilleo comienza a aflorar, me vienen recuerdos de las cosas que pudimos hacer con mi tío, que es igual a mi papá pero en mejor forma.
Me imagino que soy Lorena, sabiendo que yo no estoy tan buena, no tengo tantas tetas, ni tanto culo, ni el color dorado de la piel, ni las piernas largas de ella.
Igualmente son buenas aproximaciones a mí y a mi tío, quien estando con el glande dentro de mi vagina, se negó a cogerme al percatarse que era virgen.
Imagine que era yo, que mi papá era mi tío, y comencé a tocarme, me toque las pequeñas tetas blancas, apreté mis pezones rosados. Me mordía los labios.
Mis dedos comenzaron a jugar en mis labios vaginales, pellizcando suavemente sus pliegues, tocando mi clítoris masajeándolo. No pasó mucho más hasta que se metieron dos dedos dentro de mí haciéndome ver las estrellas.
Veía el video y me imaginaba que era mi tío quien se sacaba la capa de la hipocresía y me cogía con deseo, como lo hacía mi padre con la puta de mi amiga Lorena.
Administré mi masturbación para acabar al mismo momento que mi padre acababa dentro de Lorena.
Me temblaron las piernas y tuve que morder la almohada para no gritar.
Mis dedos todos mojados, las sabanas también húmedas, y un olor que solo las mujeres emanamos cuando estamos excitadas.
Transcurren los días y yo sigo mi vida normal, mi mama trata de hacerse la superada pero llora en su cuarto.
Cada tanto mi papá llama al teléfono fijo pero ella no lo atiende. Lo bloqueó de su WhatsApp.
Amigas de mi madre vienen a casa, la mitad está separada o con ganas, así que le recomiendan que se divorcie, le hablan de separación de bienes, le pasan teléfonos de abogados. Mi mamá no sabe qué hacer.
Ya todos los hijos somos mayores de edad, yo soy la única que vive en la casa. No tiene porqué quedarse casada por "los hijos". Y no parece tener ganas de perdonar semejante infidelidad, para ella no es solo la infidelidad, sino una humillación, un golpe a su orgullo de mujer, sentir que ya es grande y que no es atractiva, que una adolescente logra lo que ella por su edad ya no puede.
Lorena era una cuasi vedette con su cuerpo, toda sensual, toda sexy, con todo en su lugar. Mi madre después de tantos años, habiendo parido a sus hijos y criado ya era una señora, no tenía ansias de ser una chica sexy, ni siquiera una mujer madura sensual como se ve en las revistas.
Una noche mi padre cae con un ramo de rosas todo arreglado, con ropa que no era de él, evidentemente mi tío se la compro o le presto.
Mi madre le revolea las flores en la cara, discuten a los gritos en la entrada de la casa, todos los vecinos se enteraron del escándalo. Mi papá termina yéndose por donde vino.
Así pasa casi un mes desde que mi papá vino con las rosas.
Solo cada tanto me manda mensajes diciéndome que está bien, preguntándome como estoy, preguntando como esta mi mama, pero cada vez con mayor distancia de días.
Yo en todo el mes no volví a salir a fiestas, nuestro grupo de amigas se había partido por esta situación. Ahora comprendía porque las que no me bancaban hablaban de sí mi papá había venido a buscar a Lorena y porqué se reían de mí.
Tampoco mi tío volvió a escribirme, supongo que después de que mi padre estuviera ahí con él lo había hecho recapacitar de lo que hicimos juntos, aunque nunca hayamos cogido.
Un sábado que no me puedo dormir miro las historias de las que no eran mis amigas con una cuenta falsa que tenía.
En eso veo un fondo conocido, sigo las historias y reconozco la pileta. Era la pileta de mi tío.
Había hecho una pool party nocturna y las chicas que odiaba estaban ahí, analizó con cuidado cada historia y descubrió en una en el fondo a quien no quería ver: a Lorena.
Mi padre que vino con rosas pidiendo perdón a mi madre, resulta que ahora aprovecho a Lorena para buscar otras adolescentes y llevarlas a la casa de mi tío.
No veo en las historias a mi padre, pero no creo que esté mirando fútbol cuando tiene a todas esas putas en la casa, y sobre todo a Lorena.
Ya era muy de madrugada, mi mama no sabe manejar y el auto se lo llevó mi papa.
Un Uber o taxi hasta la casa de mi tío sería muy costoso y yo no trabajo, solo tengo ahorros y no iba a pedirle a mi madre, y menos saliendo de la nada a la madrugada diciéndole que tenía una fiesta.
Pero ganas no me faltaron de ir a escracharlos a todos y decirles las cosas en mi cara a mi padre y a mi tío.
La semana siguiente estoy atenta a las historias de esas perras desde temprano, le aviso a mi mamá que tal vez saldría a una fiesta con una amiga.
Ella me dice que salga, que me divierta, que lo de mi padre no me arruine la juventud.
A las 9 de la noche una muestra que está eligiendo la ropa y maquillaje para la fiesta en la quinta de donde era mi tío.
Evidentemente volvían a juntarse.
Me adelanto y rompo el chanchito de mis ahorros. Me pido el Uber y me dirijo con antelación a la casa de mi tío.
Esta vez no voy vestida como monja, me pongo la pollera más corta que tengo, y además me la subo hasta que caminando se me suba y se me vea la parte inferior de los glúteos.
Una remerita que deja la panza plana de adolescente descubierta. Dudo en ponerme corpiño, no tengo ropa interior sexy, el corpiño es estándar. Pero me pongo uno blanco para que contraste con la remerita turquesa de breteles. A los hombres les excita ver los bordes de los corpiños así sean tan inocentes como el mío.
Me subo al Uber, es tan corta la pollera que no hay manera de que no se me vea la tanga blanca de algodón.
El del Uber no deja de mirar por el espejo retrovisor, se ve que todos los hombres son igual de pajeros con las adolescentes.
Me asusta un poco que un hombre mayor me lleve y no se le vaya a ocurrir llevarme a un descampado y violarme, casos así ocurren todos los días.
Llego a la entrada, solo me resta esperar que lleguen las putas que me odian.
Llegan todas juntas al mismo tiempo en 3 Uber, seguro pagos por mi tío. Como lo hacía conmigo.
Se bajan una más perra que la otra, todas vestidas para el infarto y con el bolsito para la pileta.
No a todas las conozco solo a 4, las otras 8 no sé quiénes son, pero deben ser reclutadas por estas.
Cuando me ven, no entienden que hago ahí, miran con desconfianza y me mezclo con las que no me conocen que también me miran con extrañeza.
Se abre el portón y entramos todas juntas, allí nos recibe un hombre que no conozco.
También mayor, ya en maya, con buen cuerpo. Saluda una por una. Las chicas son todas unas putas, la saludan besándolo cerca de la boca, apoyándole las tetas y riéndose a carcajadas para llamar su atención.
Yo lo saludo rápido para no levantar sospechas, cuando me voy me agarra la mano y me dice:
"y vos? Porque tan tímida? Es la primera vez que venís?"
Mientras me quiere hacer dar la vueltita. Así me mira de arriba a abajo, y se queda mirando cuán corta es mi minifalda.
Cuando Entramos hay otro hombre más en el sofá, aun no veo a mi tio, ni a mi padre. Tampoco a Lorena.
El otro hombre también es adulto, maduro, más que mi tío y mi padre, este tendría como 60 años, pero está bien cuidado. Se nota que es de clase, tiene un reloj caro en el brazo, toma whisky y no cualquiera.
Lo saludo también con timidez y hace lo mismo que el otro, cuando me estoy yendo, me tomó de la muñeca y me dice:
"por qué tan tímida nena?"
Eso me asusta, pero todo lo hago por tratar de escrachar a mi padre y a mi tío.
Me invita a sentarme en el mismo sofá, las otras chicas me miran con odio. No pueden creer que la menos puta es la que más atraiga, la que menos muestra, la que tiene ropa interior de adolescente pura es la que llama la atención.
Tengo tetas chicas, una cola linda, paradita pero no es gran cosa. Mi piel es blanca, no tomo mucho sol ni voy a camas solares. No tengo las uñas de gata, ni estoy maquillada como una puerta como las otras putas.
Sentada con mi mini tan corta se ve mi tanga de algodón blanca inocente.
Este hombre mayor se levanta a buscar algo para que tome y me relaje, me da opciones, pero termina eligiendo el ante mi titubeo, mientras me trae champagne puede ver mi tanga blanca de algodón, que trato de esconder con disimulo poniendo mi mano sobre la mini pero sin resultado positivo.
Me pregunta cosas de mi vida, cuando me pregunta mi edad y le digo que hace poco cumplí los 18 dice:
"ufff, sos una nenita" mientras mira al techo como no pudiéndolo creer. Eso me hace ponerme colorada.
Le pregunto por mi tío. Y me dice:
"ah ya lo conociste? Siempre se lleva lo mejor el hijo de puta." más colorada me pongo y sigue
"tu tío está ocupado ahora, viste como es, nos deja acá solos, que clase de anfitrión es?" mientras se ríe buscando complicidad.
En un momento salen todas las chicas con bikini del baño y van directo a la pileta con el primer hombre que nos recibió.
Este hombre mayor me dice:
"bueno vamos a la pileta? Hay que aprovechar la noche que esta linda"
No había tenido en cuenta traer bikini, solo me preocupé en venir vestida lo más infartante que podía.
Le digo que no tengo bikini y el hombre mayor me dice:
"bueno, mejor, no hay nada más sexy que la ropa interior en la pileta"
Me pongo de pie y me dirijo al baño a sacarme la ropa, el hombre mayor me detiene y me dice que para que si solo debo sacarme la remera y la minifalda.
Por alguna razón lo obedezco, allí frente a él, me saco la remera y me bajo la minifalda.
Quedo con mi bombacha blanca de algodón, con la florcita en el frente, y mi corpiño blanco que tapa todo mi pecho.
Busca la botella de champagne y me rellena la copa, me dice que tome antes de meterme a la pileta para no sentir el frío del agua.
Obedezco, él sólo mira cómo tomo. Luego de terminada la copa, me la recibe y la pone en la mesa.
Yo no había comido nada desde el mediodía, esas dos copas de champagne juntas hicieron algo de efecto en mi equilibrio.
El hombre mayor me tomó de la mano y me lleva a la pileta, allí ya está el otro hombre jugando con las otras chicas que están algunas en la pileta y otras sacándose fotos y subiendo historias para mostrar "la clase".
Se tira el hombre y desde el agua me dice que me meta. Obedezco.
En el agua nado y él juega, sigue contándome cosas de su vida, que es un empresario importador, que es vecino del anfitrión (mi tío).
En el agua, me dice que soy muy linda, y me pregunta si conozco ciertos países del mundo a lo cual le respondo que no. Él alardea de todos los lugares que conoce, y me dice que siempre le sobran millas por sus negocios que si quiero puedo acompañarlo.
Me pone nerviosa, le digo que debo ir al baño.
Voy a las escaleras de la pileta, subo lento cada peldaño porque aún estoy mareada.
Atrás mío está el hombre mayor mirando como subo las escaleras, mi tanga de algodón que no era nada sexy se transforma en una tela transparente que se pega y copia la figura de mis nalgas.
La mirada del hombre mayor está en mi culo, giro hacia el costado y veo que la del otro hombre también está en mi culo, aun con las chicas al lado tocándole el pecho y los hombros.
Termino de salir de la pileta y la música del lugar es lo único que suena, todas se callaron, están mirándome con odio, no solo tenía la atención del hombre mayor sino también del otro maduro más joven.
Mientras camino hacia adentro de la casa, se escucha que el hombre maduro joven le dice al mayor:
"que viejo choto que sos eh, siempre agarras lo mejor para vos"
Se estaban refiriendo a mi como un pedazo de carne.
En el baño tuve arcadas, pero no por el alcohol, sino por la situación.
Luego de un tiempo, salgo del baño y en la puerta está el hombre maduro más joven, con un vaso de agua y una pastilla en la mano.
Me dice que eso me va a hacer sentir bien. Lo tomo.
Me trata con cuidado y me dice si quiero algo más, que descanse un rato y después vuelva a la pileta.
No pasa mucho tiempo más y antes de que me acorrale el hombre mayor decido estar bajo la protección de la pileta junto a los demás.
Me meto suavemente a la pileta, el hombre mayor ya tenía a otra chica hablándole al oído.
El otro hombre entonces se saca de encima a las chicas que lo rodeaban y viene hacia mí preguntándome si me siento mejor.
Le digo que sí, pero la realidad es que no.
El hombre me dice que también es vecino, y que cualquier cosa él me podría llevar en auto a mi casa.
Al igual que el otro me cuenta de su dinero y posesiones, de sus campos, del agro dólar, de cómo se compró una casa y otra y otra, me habla de viajes también.
Me dice que le sobran millas por sus viajes, si quiero acompañarlo.
En todo eso, siento otra vez algo de mareo, algo de visión borrosa, me cuesta hacer foco, pero veo bien.
Este hombre se da cuenta y me invita a salir de la pileta.
Cuando subo las escaleras se escucha el aplauso del hombre mayor y le grita al otro:
"no seas ladrón, yo la vi primero" mientras se ríe con fuerza.
Estoy saliendo de la pileta, el hombre me sostiene de la cintura y su dedo meñique toca algo de mis nalgas adolescentes.
En eso diviso que bajan 3 personas de las escaleras en el interior de la vivienda de mi tío.
Vienen hacia la pileta.
Al frente está mi tío, que ante su salida al patio se obnubila por todas las chicas presentes que gritan y lo vitorean, algunas vienen corriendo a saludarlo, por lo que no se percata de mi presencia.
Detrás de él viene mi padre, sin remera, con una zunga. Me hace dudar cual es cual, al verlo así. Está más delgado, está bronceado y con un corte de pelo moderno, similar a mi tío. Su hermano gemelo.
La diferencia es que mi tío está más armado, pero no son fácilmente distinguibles, se está haciendo el pendejo ahora que está con el pervertido de mi tío.
Tampoco me ve, porque otro grupo de chicas sale a recibirlo dándole besos y abrazos.
Hasta ahí mi bronca era mucha, pero todo explota en mí cuando veo por detrás de mi padre a Lorena.
Con una micro bikini que casi no tenía sentido, era prácticamente lo mismo estar desnuda.
Estaban los tres bañados, como si se hubieran bañado juntos.
Mis dudas se disipan, cuando el hombre que me acompaña dice:
"estos hijos de puta, como se enfiestaron a la puta esa"
En medio de la revolución por la llegada de los anfitriones y las chicas dando vueltas paso hacia el living junto al otro hombre.
Me dice que me llevaría a descansar a su casa, o a mi casa si me sentía mal, que va a cambiarse y viene.
Mientras se va a cambiarse, viene el hombre mayor y me pregunta
"ya te quiere llevar a su casa?" mientras se ríe
"yo te puedo dar más regalos que él, si querés venir a la mía" me dice
Comienzo a temblar, me sentía atrapada entre 2 hombres que estaban subastándome.
El hombre mayor me acorrala contra la pared y pone sus manos en mi cintura y en mi cola, mientras me besa el cuello y me besa la oreja diciéndome que soy hermosa y que me daría muchas cosas bonitas si voy con él.
Estoy inmovil, paralizada de miedo, no parece importarle. El hombre mayor me mete la lengua en la boca, me besa con rudeza. Y con sus brazos fuertes me aprieta hacia él.
Su mano juega con mi tanga blanca de algodón mojada y me agarra fuerte las nalgas mientras mete uno de sus dedos entre ellas.
Trato de separarlo pero eso lo excita mas, mis pequeñas manos de adolescente hacen poca fuerza en su pecho maduro y en su abdomen grande y duro.
Siento su miembro caliente apoyado en mi panza.
Mi mano hace fuerza pero no le hace ni cosquillas al gran hombre maduro, mi mano pequeña termina en el borde de su maya, apoyada mi palma sobre la maya, sobre la cabeza de una pija enorme, ancha y madura a juzgar por mi palma.
Comienzo a bajar rendida mi mano poco a poco recorriendo el tronco de ese maduro a través de la maya mojada.
En eso llega el otro hombre y lo interrumpe.
Fue providencial, porque ya tenía su dedo grueso caliente jugando con la entrada de mi ano.
Hablan entre ellos sin sacar la mano de mi cola.
Mientras negocian entre sí, aprovecho a decirle que debo cambiarme.
Ellos me preguntan con quién me iría, le contesto mientras subo las escaleras sin mirarlos.
"con el mejor postor"
Continuará...
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