Mamá me folló
Mi madre me dio a luz en verano, en julio, haciendo que mis padres estuvieran extremadamente felices… Mi padre siempre había querido un hijo, y lo habían intentado durante varios años antes de que mi madre quedase preñada.
Por desgracia para nosotros, al poco tiempo de nacer yo, a mi padre le diagnosticaron una enfermedad grave y sólo le dieron un par de años de vida... Ese tiempo los pasó abrazándome y cantándome para mí… Todavía puedo escuchar su voz en mis oídos.
Mi madre procuró hacer muchas fotos de mi padre conmigo, para que nunca lo olvidara… Y llegó el desenlace que nadie queríamos… Mi padre falleció cuando yo tenía tres años, y duró un poco más de lo que le dieron los médicos.
Mi madre es una mujer fuerte y, a pesar del duro golpe que recibió, antepuso mi educación y mi bienestar a todo, aparcando iniciar una nueva relación con otro hombre a pesar de su juventud.
Yo era un buen estudiante y cuando tenía doce años, estaba muy por delante de la mayoría de mi clase… Mi madre decidió entonces que era hora de mirar por ella y empezó a tener citas con otros hombres.
Pasados casi dos años, se volvió a casar… Mi padrastro al principio era una persona agradable, pero no tardó demasiado en mostrar su mal carácter... Era abusivo y vi como golpeó a mi madre en numerosas ocasiones… Yo tenía menos de trece años y poco podía hacer... Recuerdo como una vez intenté acudir en ayuda de mi madre y me puso un ojo morado y una costilla rota por entrometerme.
Después de casi tres años de matrimonio abusivo, mi madre se armó de valor y buscó un abogado que le entregó a mi padrastro los documentos de divorcio… Lo echó de la casa y recuerdo también cómo mamá arrojó su maleta a la acera... Creo que esa noche la foto de mi padre en mi mesita de noche sonreía de oreja a oreja.
+ + + + +
Pasaron unos seis meses después del divorcio de mi madre y yo acababa de cumplir dieciochos años… Mi madre estaba saliendo de su caparazón y comenzó a vestirse sexy de nuevo… A ella le gustaba salir pero me dijo que nunca más volvería a salir con ningún hombre, aunque yo a veces pensé que no lo decía en serio.
Pero vi que mamá comenzó a salir con amigas… Se vestía muy bien, con sus colores favoritos y mostraba su vientre y espalda… Con poco más de cuarenta años, la veía increíble.
Su largo pelo rubio caía en cascada sobre sus hombros y sobre sus grandes pechos… Medía sobre 160 cm y la veía impresionante de bien proporcionada que estaba… A menudo la usaba como inspiración para mis muchas sesiones de masturbación.
Era media tarde cuando escuché que mi madre cerraba la ducha... Me acerqué hasta la puerta de su dormitorio y, por suerte, estaba entreabierta… Llegué justo a tiempo para ver caer la toalla de su cuerpo y mostrarse desnuda.
Mamá se veía fantástica... Sus pechos eran grandes y los vi rebotar mientras la toalla caía… Todavía estaba bastante en forma y tenía un vientre plano y tonificado y un maravilloso culo redondo... No pude evitar que mi polla se pusiera dura al mirarla y me bajé los pantalones para masturbarme mientras la observaba.
Parecía estar tomándose su tiempo y vi como se frotaba con crema hidratante todo el cuerpo... Sus manos se deslizaron sobre su cuerpo, asegurándose de extender la crema sobre cada centímetro de su piel... No pude evitar gemir y ella se detuvo y se volvió hacia la puerta... Era demasiado tarde… Me había pillado.
Vi como se acercó a la puerta y me hizo entrar a su dormitorio… Sin decir nada, mi madre me dio un beso en los labios antes de ponerse de rodillas y meterse mi polla en su boca... Comenzó a chuparme la polla como si estuviera en celo… Sus manos agarraron mi culo desnudo, tirando de mi polla dentro y fuera de su boca.
Su boca sorbió y chupó mi polla, provocándose arcadas y acumulando mucha saliva... Ella no me dijo una palabra… Sólo me chupó y me daba mucho placer… Era como si no hubiera tenido ninguna polla en mucho tiempo y estuviera tratando de compensarlo.
Mamá se levantó y se pegó a mí... Podía sentir su cuerpo desnudo contra mí mientras me besaba apasionadamente… Su lengua se deslizó en mi boca mientras su mano seguía acariciando mi polla… Me ayudó a quitarme el resto de la ropa y luego me llevó a la cama.
Mamá me recostó en la cama y se arrodilló a horcajadas sobre mi... La vi bajar sobre mi polla y clavársela hasta el fondo… También vi sus ojos agrandarse por la metida de mi polla hasta el fondo… Mamá apoyó sus manos sobre mi pecho mientras comenzaba a saltar lentamente sobre mi regazo... Gemí cuando el sonido de sus muslos golpeando contra mis caderas resonó por la habitación.
Mamá parecía perdida en su propio mundo y no pude evitar admirar la forma en que sus pechos rebotaban mientras montaba mi polla… Todo lo que pude pensar es que estaba jodiendo a mi propia madre y ella lo disfrutaba tanto o más que yo.
Mamá no hablaba, sólo gemía y gemía mientras me follaba… Traté de moverme a una posición diferente, pero ella estaba a gusto y no quería dejar de montar mi polla… Luego, se dejó caer y se acerco a más a mí.
Notaba como sus pechos estaban bien apretados contra mi pecho mientras movía su culo y se follaba… Nos besamos apasionadamente mientras ella hacía todo el trabajo… Parecía contenta y feliz de lo que estaba haciendo.
Sabía que no iba a durar demasiado, pero mamá parecía contenta con lo que estaba haciendo e indiferente a que pudiera correrme dentro de ella.
Sentía su coño muy bien y traté de decirle que estaba a punto de correrme, pero entre los besos que me daba y los gemidos en mi boca, realmente no podía decir nada… Así que decidí que sería mejor correrme y disfrutar todo lo posible... Luego, ya veríamos.
Golpeé con mi polla dentro de su coño tan fuerte como pude... Ella gimió en mi boca y yo gruñí cuando comencé a soltar una serie de chorros de mi semen en el fondo de su apretado agujero.
Mamá, debió sentirlo, pero siguió montando mi polla, golpeando con fuerza mientras yo seguía corriéndome dentro de ella… Después de un minuto, dejé de correrme, gimiendo en voz alta para que mamá dejara de saltar sobre mi polla... Ella se derrumbó encima de mí y nos besamos mucho y con pasión desenfrenada.
Luego se acurrucó pegada a mí, besándome en el cuello y la barbilla.. Pude sentir como acariciaba lentamente mi polla hasta que logró que de nuevo se pusiera tiesa... Ahora fui quien la monte y disfrute follándola hasta que me corrí de nuevo y ella también.
Agotado caí sobre ella y comencé a sentir que mis ojos se cerraban y me estaba quedando dormido en brazos de mi madre... Lo último que nos dijimos antes de quedarme dormido fue lo que mi madre me susurró al oído y yo le pregunté.
- "Gracias, hijo, mamá necesitaba eso."
- “¿Lo repetiremos, mamá?”, le dije.
- “Siempre que quieras… Mi cuerpo es tuyo para que lo disfrutes cómo te apetezca hacerlo... Todos, todos mis agujeros, son para ti.”
Mi madre me dio a luz en verano, en julio, haciendo que mis padres estuvieran extremadamente felices… Mi padre siempre había querido un hijo, y lo habían intentado durante varios años antes de que mi madre quedase preñada.
Por desgracia para nosotros, al poco tiempo de nacer yo, a mi padre le diagnosticaron una enfermedad grave y sólo le dieron un par de años de vida... Ese tiempo los pasó abrazándome y cantándome para mí… Todavía puedo escuchar su voz en mis oídos.
Mi madre procuró hacer muchas fotos de mi padre conmigo, para que nunca lo olvidara… Y llegó el desenlace que nadie queríamos… Mi padre falleció cuando yo tenía tres años, y duró un poco más de lo que le dieron los médicos.
Mi madre es una mujer fuerte y, a pesar del duro golpe que recibió, antepuso mi educación y mi bienestar a todo, aparcando iniciar una nueva relación con otro hombre a pesar de su juventud.
Yo era un buen estudiante y cuando tenía doce años, estaba muy por delante de la mayoría de mi clase… Mi madre decidió entonces que era hora de mirar por ella y empezó a tener citas con otros hombres.
Pasados casi dos años, se volvió a casar… Mi padrastro al principio era una persona agradable, pero no tardó demasiado en mostrar su mal carácter... Era abusivo y vi como golpeó a mi madre en numerosas ocasiones… Yo tenía menos de trece años y poco podía hacer... Recuerdo como una vez intenté acudir en ayuda de mi madre y me puso un ojo morado y una costilla rota por entrometerme.
Después de casi tres años de matrimonio abusivo, mi madre se armó de valor y buscó un abogado que le entregó a mi padrastro los documentos de divorcio… Lo echó de la casa y recuerdo también cómo mamá arrojó su maleta a la acera... Creo que esa noche la foto de mi padre en mi mesita de noche sonreía de oreja a oreja.
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Pasaron unos seis meses después del divorcio de mi madre y yo acababa de cumplir dieciochos años… Mi madre estaba saliendo de su caparazón y comenzó a vestirse sexy de nuevo… A ella le gustaba salir pero me dijo que nunca más volvería a salir con ningún hombre, aunque yo a veces pensé que no lo decía en serio.
Pero vi que mamá comenzó a salir con amigas… Se vestía muy bien, con sus colores favoritos y mostraba su vientre y espalda… Con poco más de cuarenta años, la veía increíble.
Su largo pelo rubio caía en cascada sobre sus hombros y sobre sus grandes pechos… Medía sobre 160 cm y la veía impresionante de bien proporcionada que estaba… A menudo la usaba como inspiración para mis muchas sesiones de masturbación.
Era media tarde cuando escuché que mi madre cerraba la ducha... Me acerqué hasta la puerta de su dormitorio y, por suerte, estaba entreabierta… Llegué justo a tiempo para ver caer la toalla de su cuerpo y mostrarse desnuda.
Mamá se veía fantástica... Sus pechos eran grandes y los vi rebotar mientras la toalla caía… Todavía estaba bastante en forma y tenía un vientre plano y tonificado y un maravilloso culo redondo... No pude evitar que mi polla se pusiera dura al mirarla y me bajé los pantalones para masturbarme mientras la observaba.
Parecía estar tomándose su tiempo y vi como se frotaba con crema hidratante todo el cuerpo... Sus manos se deslizaron sobre su cuerpo, asegurándose de extender la crema sobre cada centímetro de su piel... No pude evitar gemir y ella se detuvo y se volvió hacia la puerta... Era demasiado tarde… Me había pillado.
Vi como se acercó a la puerta y me hizo entrar a su dormitorio… Sin decir nada, mi madre me dio un beso en los labios antes de ponerse de rodillas y meterse mi polla en su boca... Comenzó a chuparme la polla como si estuviera en celo… Sus manos agarraron mi culo desnudo, tirando de mi polla dentro y fuera de su boca.
Su boca sorbió y chupó mi polla, provocándose arcadas y acumulando mucha saliva... Ella no me dijo una palabra… Sólo me chupó y me daba mucho placer… Era como si no hubiera tenido ninguna polla en mucho tiempo y estuviera tratando de compensarlo.
Mamá se levantó y se pegó a mí... Podía sentir su cuerpo desnudo contra mí mientras me besaba apasionadamente… Su lengua se deslizó en mi boca mientras su mano seguía acariciando mi polla… Me ayudó a quitarme el resto de la ropa y luego me llevó a la cama.
Mamá me recostó en la cama y se arrodilló a horcajadas sobre mi... La vi bajar sobre mi polla y clavársela hasta el fondo… También vi sus ojos agrandarse por la metida de mi polla hasta el fondo… Mamá apoyó sus manos sobre mi pecho mientras comenzaba a saltar lentamente sobre mi regazo... Gemí cuando el sonido de sus muslos golpeando contra mis caderas resonó por la habitación.
Mamá parecía perdida en su propio mundo y no pude evitar admirar la forma en que sus pechos rebotaban mientras montaba mi polla… Todo lo que pude pensar es que estaba jodiendo a mi propia madre y ella lo disfrutaba tanto o más que yo.
Mamá no hablaba, sólo gemía y gemía mientras me follaba… Traté de moverme a una posición diferente, pero ella estaba a gusto y no quería dejar de montar mi polla… Luego, se dejó caer y se acerco a más a mí.
Notaba como sus pechos estaban bien apretados contra mi pecho mientras movía su culo y se follaba… Nos besamos apasionadamente mientras ella hacía todo el trabajo… Parecía contenta y feliz de lo que estaba haciendo.
Sabía que no iba a durar demasiado, pero mamá parecía contenta con lo que estaba haciendo e indiferente a que pudiera correrme dentro de ella.
Sentía su coño muy bien y traté de decirle que estaba a punto de correrme, pero entre los besos que me daba y los gemidos en mi boca, realmente no podía decir nada… Así que decidí que sería mejor correrme y disfrutar todo lo posible... Luego, ya veríamos.
Golpeé con mi polla dentro de su coño tan fuerte como pude... Ella gimió en mi boca y yo gruñí cuando comencé a soltar una serie de chorros de mi semen en el fondo de su apretado agujero.
Mamá, debió sentirlo, pero siguió montando mi polla, golpeando con fuerza mientras yo seguía corriéndome dentro de ella… Después de un minuto, dejé de correrme, gimiendo en voz alta para que mamá dejara de saltar sobre mi polla... Ella se derrumbó encima de mí y nos besamos mucho y con pasión desenfrenada.
Luego se acurrucó pegada a mí, besándome en el cuello y la barbilla.. Pude sentir como acariciaba lentamente mi polla hasta que logró que de nuevo se pusiera tiesa... Ahora fui quien la monte y disfrute follándola hasta que me corrí de nuevo y ella también.
Agotado caí sobre ella y comencé a sentir que mis ojos se cerraban y me estaba quedando dormido en brazos de mi madre... Lo último que nos dijimos antes de quedarme dormido fue lo que mi madre me susurró al oído y yo le pregunté.
- "Gracias, hijo, mamá necesitaba eso."
- “¿Lo repetiremos, mamá?”, le dije.
- “Siempre que quieras… Mi cuerpo es tuyo para que lo disfrutes cómo te apetezca hacerlo... Todos, todos mis agujeros, son para ti.”
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