Historia real

la historia que les voy a contar es un día que fuimos a un balneario con mi esposa ese día cuando nosotros llegamos un jovencito nos dijo que si nos podía lavar el automóvil y nosotros le dijimos que estaba bien, al salir del balneario mi esposa dispuso cambiarse la ropa y se envolvió en una toalla pero como tiene los pechos grandes se le iba a caer la toalla y por no dejar caerla se le vieron esos ricos pechos que los tiene super deliciosos y luego se cambió su tanga pero ahí fue cuando no pudo sostener la toalla mejor se la quitó y mostro sus ricas nalgas cuando se subio la tanga dejando a vista de todos los jovencitos ese rico culo que se tiene, luego me dijo subamonos al vehículo para que me pinté los ojos y como se habia puesto un chiqui vestido al momento que se sentaba deja ver toda su panocha con su tanga blanca y luego se acercaron unos jovencitos cerca del carro y miraban para adrentro porque se habían dado cuenta que a mí esposa se le miraba la tanga y ella para provocar más a los jovencitos les abría las piernas y se le podía ver un labio que se le salía de su tanga y ahí fue donde quise hacer algo más provocativo y le dije al jovencito que había lavado el vehículo que se acercara a la puerta del carro para pagarle pero lo hice con hecho y pensado para que viera de cerca esa cuquita de mi esposa ya que todo se le veía y ella como le gusta ser excibicionista se hizo como que no se había dado cuenta y dejó más abiertas las piernas y ya se imaginan los ojos del jovencito más grandes se le pusieron cuando vio ese manjar bien rico que me imagino que fue suficiente para que se hechara una su paja al llegar a su casa.
en ese momento le toque su cuquita a mi esposa y estaba súper mojada porque sabía lo que había hecho y luego de regreso a la casa le fui tocando su cuquita hasta que tuvo un orgasmo super delicioso y le dije que no me quería quedar con las ganas y que me hiciera un sexo oral y así lo hizo hasta que termine bien rico.