La hermandad en la que participa mi follamiga Sonia L me había contratado para fotografiar una fiesta que daban por la virgen. Tras la misa, fuimos a un local al lado de la iglesia donde dieron algo de beber y cenar. Ya allí supe que mi noche con Sonia L no iba a terminar tras el trabajo. Al no ver allí a su marido, esta me comento que estaba fuera por trabajo y que además sus hijos también estaban fuera. Esta iba bien guapa, como la ocasión merecía, con un vestido largo verde, de manga larga, con una raja en un lateral desde el inicio del muslo, mostrando sus pierna cubierta por una media transparente. Sin ser ajustado el vestido, resaltaba su culazo y sus pechos operados. Además, llevaba una mantilla blanca de encaje y lo que más morbo me daba, unos guantes blancos de encaje a juego.
Cuando la cena acabo y la gente comenzó a irse, estaba recogiendo las cámaras y demás material que había usado y Sonia L se me acerco. Me dijo que iba a ayudar a guardar las cosas y recoger y que, si me apetecía, en media hora la esperara en la calle detrás de la iglesia. Fui a dejar el material en mi coche y me dirigí a la calle que me dijo, a esperarla. Vi a Sonia L salir con varias personas más y, al despedirse de ellas, giro la cabeza buscándome. Al verme, me llamo por teléfono y estuvimos hablando, haciendo tiempo, hasta que esa gente se alejó y esta pudo acercarse a mí.
Me empujo hacia la pared y me dio un buen besazo. Mi mano acaricio su culo. Al parar la mire fijamente y la dije, que no era de buena cristiana, ser infiel y menos al salir de misa. Esta agarro fuerte mi paquete y me dijo que si me parecía mejor nos íbamos cada uno a nuestra casa para no pecar. Me reí y la conteste que prefería a la Sonia pecadora. Nos volvimos a besar antes de andar hacia su casa, que estaba cerca de allí.
Entramos y Sonia me llevo al salón. Allí seguimos besándonos y mis manos pasaron por todo su cuerpo, disfrutando de sus pechos y culo. Me hizo sentarme en el sofá y ella lo hizo encima de mí, lateralmente. Nos seguimos besando y mi mano no paro de acariciar su pierna, a través de la raja del vestido. Subieron mis manos por su espalda hasta llegar al cuello, donde cogí la cremallera trasera que tenía el vestido y se la bajé. Cogí el vestido por sus hombros y se lo empecé a bajar, hasta la cintura. Sonia llevaba un sujetador de aro, verde, que la hacia un delicioso canalillo. Baje mi cabeza para besarlo, mientras mis manos acariciaban sus pechos tan bien operados.
Sonia se levantó y se terminó de quitar el vestido. Se veía preciosa y sensual, solo con el sujetador, las medias y debajo de estas un tanga verde con encaje. Encima la mantilla y los guantes la daban un morbazo increíble. Esta se sentó sobre mí de rodillas. Paso sus manos por mi cuellos y yo las puse en su culazo. Nos besamos apasionadamente, mientas ella se movía como si estuviéramos follando, haciendo que se pusiera la polla bien dura, cosa que ella notaba al estar sentada.
Sonia se colocó de rodillas en el sofá a un lado de mí. Comenzó a besarme el cuello, mientras acariciaba mi paquete, cada vez más voluminoso. Desabrocho mi pantalón y saco mi polla. Al notar el tacto del guante, con el encaje, me puso más cachondo aún. Gire la cabeza, nos volvimos a besar y esta comenzó a masturbarme. Me tenía cachondísimo, pues esos guantes me daban mucho morbo. Sonia se colocó a gatas en el sofá y comenzó a pasar su lengua por mi glande, mientras seguía masturbándome. Mi mano se posó en su culazo, acariciándolo con las medias. Sonia empezó a hacer una mamada maravillosa, sintiendo bien sus gorditos, y también operados, labios.
Sonia me quito el pantalón, cogió un condón y volvió a sentar sobre mí, de rodillas. Nos volvimos a besar y esta volvió a moverse sobre mí, sintiendo mi dura polla, contras su coño. Rompió sus medias, por la zona de su coño, y paso mi polla por su tanga, el cual ya se veía algo húmedo. Me puso el condón, aparto su tanga y metió mi polla en su jugoso coño. Comenzamos a follar despacio y profundo, besándonos acaloradamente.
Mis manos comenzaron acariciando su culo y muslos y acabaron subiendo a sus pechos. Tras un rato de acariciarlos, la desabroche el sujetador y se lo quite. Acaricié y comí esos ricos pechos operados, mientras ella seguía moviendo deliciosamente con mi polla bien dentro.
Coloqué a Sonia a gatas en el sofá y me puse de rodillas detrás de ella. Rompí más sus medias, para poder meter mi polla por su culo. La primera penetración fue despacio y hasta el fondo, entre sus ricos gemidos de placer. La mantuve un poco dentro entera, haciendo movimientos circulares, despacio, mientras la azotaba. Cuando comencé a meterla y sacarla de su culo, agarre la mantilla y tire de ella, con la fuerza necesaria para no quitársela, echando su cabeza hacia atrás. Cambié de agujero y volví a follarla el coño, hasta que esta se corrió.
Nos levantamos y coloque a Sonia contra la pared. Levante una de sus piernas, aparte el tanga y volví a metérsela por su coño mojadísimo. Follamos, mientras nos besábamos y con mis manos acariciaba su pierna levantada y sus pechos. La gire y coloque mirando la pared. Saque su culo hacia mí, retire el tanga a un lado y volví a follarla el culo, esta vez a buena velocidad.
Estaba a reventar y Sonia se colocó de rodillas en el suelo. La golpee la cara varias veces con mi polla dura, antes de que ella me quitara el tanga y volviera a hacerme una mamada maravillosa, a la vez que me masturbaba con esos guantes morbosos. Cuando iba a correrme, la pedí que me masturbara con una mano y que pusiera la otra a modo de cazo. Cuando me corrí, lo hice sobre esta otra mano, aunque parte del semen, que salió disparado, acabo en la cara de Sonia. Cuando termine de correrme, ella lamio su guante limpiándolo de semen e hizo lo propio con mi glande, para dejarlo también limpito.
Volvimos a sentarnos en el sofá, ella encima de mí de rodillas, besándonos y acariciando sus piernas y culo. Sonia se levantó y me cogió de la mano para llevarme a su habitación. Por el camino no pude resistirme a darle varios azotes fuertes en su culazo. Al llegar a la habitación nos abrazamos y nos tiramos en la cama. Yo estaba debajo y mis manos seguían acariciando su culo, mientras nos besábamos. Fueron subiendo para poder volver a disfrutar de sus pechos de goma. Empezamos a dar vueltas en la cama y al final quedo Sonia debajo. Bajé la cabeza y la comí las tetas, mientras apretaba fuerte sus muslos.
Fui deslizando hacia abajo, besando su tripa, hasta quedar de rodillas en el suelo, con la cabeza entre sus piernas. Comencé a besar su coño, tapado por el tanga. Lo aparte y mi lengua jugueteo con su clítoris. Coloqué sus piernas en mis hombros, agarre fuerte sus muslos y comencé a comerla el coño. Cuanto más dentro metía mi lengua, más apretaba Sonia sus muslos contra mi cabeza.
Cuando se corrió en mi boca, volví a tumbarme sobre ella y nos besamos nuevamente. Mi polla comenzaba a estar dura y la pasaba por su coño. Sonia estaba cachondísima y comenzó a clavarme sus uñas en la espalda y el culo, cuando mi polla pasaba despacio por su coño.
Me levante y me quede de pie frente la cama. Sonia se sentó, se inclinó un poco hacia atrás y comenzó a acariciar mi polla con sus pies. El tacto de las medias me puso muchísimo. Comenzó a masturbarme con sus pies y cuando me la puso durísima la hice acercar su cara. La di una buena torta y la ordené comenzar a pajearme, para sentir los guantes nuevamente. Mientras lo hacía me miraba, sonreía pícaramente y pasaba su lengua por mi glande. Poco a poco comenzó a metérsela en la boca, sin parar de masturbarme. Cogí su cabeza y le aprete contra mí, metiéndola mi polla entera en su rica boca. Sonia no paraba de mover su lengua y acariciaba mis huevos. Aprete fuerte su cabeza y comencé a follarla la boca. Primero despacio, para poco a poco subir la velocidad. Al final la daba fuerte penetraciones en ella, que la provocaban arcadas y además como no la daba tiempo a tragar su saliva, está la iba saliendo por la comisura de sus labios.
Cogí un cinturón del marido de Sonia y me coloqué de rodillas en la cama, a su espalda. Lo doble y comencé a darla varias veces con él en la espalda. Ate sus manos a la espalda con el cinturón. Me incline para besarla el cuello, mientras acariciaba sus pechos. Sonia estaba cachondísima y su respiración era bien fuerte y entrecortada.
Tumbe a Sonia y me coloque a gatas al lado. Metí mi mano por el tanga y comencé a masturbarla, mientras la comía los pechos y nos besábamos. La abrí las piernas y me coloqué de rodillas entre ellas. Levante sus piernas y empecé a acariciar y besarlas con las medias puestas. Me puse un condón y la arrime bien a mí, colocándoselas contra mi pecho. Aparte nuevamente su tanga y metí mi polla en su coño. Comenzamos a follar, mis manos a acariciar sus piernas y besaba y lamia sus dedos de los pies. Levante sus piernas hasta ponérselas en mis hombros. Me incliné hacia ella y comencé a follarla el culo, apretándola contra su pecho. Nos besamos y mis manos apretaban cada vez más fuerte sus muslos.
Gire a Sonia, colocándola boca abajo. Me tumbé encima de ella, aparte su tanga y volví a meter mi polla en su culo. Volví a follárselo, apretándola la cabeza contra el colchón. Ella con las manos atadas a la espalda, las movía acariciándome la tripa. No pare de follarla el culo hasta que me corrí dentro.
Me baje, la desabroche el cinturón, soltando sus manos. Esta se sentó y me coloque de pie frente a ella. Me quito el condón con los guantes y volvió a lamerme la polla, limpiándome el semen.
Sonia me pidió que me quedara a dormir con ella y así hice. Nos tumbamos en la cama y tras un rato de besos, caricias y lamer sus pezones, caímos dormidos.
Cuando me desperté a la mañana siguiente estaba solo en la cama. Me levanté y encontré a Sonia en el baño maquillándose. Iba espectacular, con un vestido negro, de tubo, hasta debajo de las rodillas, de manga larga, ajustadísimo, marcando su culazo y sus pechos. Además, llevaba unas medias negras transparentes. Me acerque a ella por la espalda y me arrime bien a ella, agarrándola de la cintura. La bese el cuello y la pregunte donde iba tan pronto así de sexy. Esta me dijo que volvía a tener misa y yo me reí, mientras le decía que ya tenia muchos pecados que confesar. Al bajar mis manos y acariciar sus muslos, note que llevaba liguero, lo que me puso bien cachondo. Comencé a restregar mi polla dura mañanera por su culo y esta me dijo que en media hora tenia que estar en la iglesia, que no podía jugar. La dije que nos daba tiempo de sobra y comencé a pasar mi lengua por su cuello. Esta intento zafarse, pero agarré fuerte sus pechos y no se lo permití.
La gire y nos empezamos a besar, con mis manos acariciando sus pechos y bajando hasta sus muslos. Levante su vestido hasta la cintura. Estaba espectacular con el tanga y el liguero negro con encaje y las medias, con encaje también en la liga. Levante una de sus piernas y acaricie su muslo y con la otra mano su culazo. Me arrodillé y comencé a pasar mi lengua por la parte de los muslos al descubierto, hasta llegar a su tanga. Lo aparte y la comí el coño despacito, mientras acariciaba esas maravillosas piernas.
Cuando esta me aviso que iba a correrse, me levanté y subí a Sonia encima del lavabo. Abrí sus piernas y me coloqué entre ellas. Me puse un condón y metí mi polla despacito en su húmedo coño. Follamos lentamente, pero sin parar, mientras nos besábamos y acariciaba sus muslazos y sus pechos.
Desabroche la cremallera de su espalda y la ayude a quitarse el vestido. Llevaba un sujetador negro de aro con encaje, por donde se transparentaban sus pezones. Agaché mi cabeza y la mordí los pezones con el puesto. Cuando los note duros, saque los pechos de el sujetador y se las comí como si me fuera la vida en ello.
Mi polla seguía entrando y saliendo despacio de su coño, hasta que se corrió y soltó un buen gemido. La baje y la gire, colocándola con sus manos apoyadas en el lavabo. Aparte la tira de su tanga y la empecé a follar el culo. Agarre sus pechos y se lo folle, despacio también, mientras nos besábamos y nos mirábamos por el espejo. Cada vez que se la metía hasta el fondo, mis manos apretaban fuerte sus pezones, haciéndola soltar un gritito.
Me senté en el váter y Sonia se sentó de espalda en mí. Volví a meter mi polla en su culo, continuando la enculada. Una de mis manos acariciaba sus muslos y sus tetas y con la otra la masturbaba. Se dio la vuelta y se metió mi polla en su coño. Comenzamos a follar, con ella dando saltitos, mientras la acariciaba los muslos y la comía las tetas.
Cuando iba a correrme, esta se coloco de rodillas entre mis piernas, me quito el condón y me volvió a hacer una mamada deliciosa. No paro hasta que me corrí y llené su boca con mi semen. Esta trago todo lo que pudo, aunque un poco se la salió de la boca. Por suerte cayo en su pecho, sin mancharla el sujetador.
Cuando tuve la polla limpia, me di una buena ducha, mientras ella se limpiaba la boca, el coño y el culo. Nos vestimos y cuando acabo de maquillarse, nos fuimos de su casa. Ella se dirigió a la iglesia y yo a un bar a desayunar algo.
Cuando la cena acabo y la gente comenzó a irse, estaba recogiendo las cámaras y demás material que había usado y Sonia L se me acerco. Me dijo que iba a ayudar a guardar las cosas y recoger y que, si me apetecía, en media hora la esperara en la calle detrás de la iglesia. Fui a dejar el material en mi coche y me dirigí a la calle que me dijo, a esperarla. Vi a Sonia L salir con varias personas más y, al despedirse de ellas, giro la cabeza buscándome. Al verme, me llamo por teléfono y estuvimos hablando, haciendo tiempo, hasta que esa gente se alejó y esta pudo acercarse a mí.
Me empujo hacia la pared y me dio un buen besazo. Mi mano acaricio su culo. Al parar la mire fijamente y la dije, que no era de buena cristiana, ser infiel y menos al salir de misa. Esta agarro fuerte mi paquete y me dijo que si me parecía mejor nos íbamos cada uno a nuestra casa para no pecar. Me reí y la conteste que prefería a la Sonia pecadora. Nos volvimos a besar antes de andar hacia su casa, que estaba cerca de allí.
Entramos y Sonia me llevo al salón. Allí seguimos besándonos y mis manos pasaron por todo su cuerpo, disfrutando de sus pechos y culo. Me hizo sentarme en el sofá y ella lo hizo encima de mí, lateralmente. Nos seguimos besando y mi mano no paro de acariciar su pierna, a través de la raja del vestido. Subieron mis manos por su espalda hasta llegar al cuello, donde cogí la cremallera trasera que tenía el vestido y se la bajé. Cogí el vestido por sus hombros y se lo empecé a bajar, hasta la cintura. Sonia llevaba un sujetador de aro, verde, que la hacia un delicioso canalillo. Baje mi cabeza para besarlo, mientras mis manos acariciaban sus pechos tan bien operados.
Sonia se levantó y se terminó de quitar el vestido. Se veía preciosa y sensual, solo con el sujetador, las medias y debajo de estas un tanga verde con encaje. Encima la mantilla y los guantes la daban un morbazo increíble. Esta se sentó sobre mí de rodillas. Paso sus manos por mi cuellos y yo las puse en su culazo. Nos besamos apasionadamente, mientas ella se movía como si estuviéramos follando, haciendo que se pusiera la polla bien dura, cosa que ella notaba al estar sentada.
Sonia se colocó de rodillas en el sofá a un lado de mí. Comenzó a besarme el cuello, mientras acariciaba mi paquete, cada vez más voluminoso. Desabrocho mi pantalón y saco mi polla. Al notar el tacto del guante, con el encaje, me puso más cachondo aún. Gire la cabeza, nos volvimos a besar y esta comenzó a masturbarme. Me tenía cachondísimo, pues esos guantes me daban mucho morbo. Sonia se colocó a gatas en el sofá y comenzó a pasar su lengua por mi glande, mientras seguía masturbándome. Mi mano se posó en su culazo, acariciándolo con las medias. Sonia empezó a hacer una mamada maravillosa, sintiendo bien sus gorditos, y también operados, labios.
Sonia me quito el pantalón, cogió un condón y volvió a sentar sobre mí, de rodillas. Nos volvimos a besar y esta volvió a moverse sobre mí, sintiendo mi dura polla, contras su coño. Rompió sus medias, por la zona de su coño, y paso mi polla por su tanga, el cual ya se veía algo húmedo. Me puso el condón, aparto su tanga y metió mi polla en su jugoso coño. Comenzamos a follar despacio y profundo, besándonos acaloradamente.
Mis manos comenzaron acariciando su culo y muslos y acabaron subiendo a sus pechos. Tras un rato de acariciarlos, la desabroche el sujetador y se lo quite. Acaricié y comí esos ricos pechos operados, mientras ella seguía moviendo deliciosamente con mi polla bien dentro.
Coloqué a Sonia a gatas en el sofá y me puse de rodillas detrás de ella. Rompí más sus medias, para poder meter mi polla por su culo. La primera penetración fue despacio y hasta el fondo, entre sus ricos gemidos de placer. La mantuve un poco dentro entera, haciendo movimientos circulares, despacio, mientras la azotaba. Cuando comencé a meterla y sacarla de su culo, agarre la mantilla y tire de ella, con la fuerza necesaria para no quitársela, echando su cabeza hacia atrás. Cambié de agujero y volví a follarla el coño, hasta que esta se corrió.
Nos levantamos y coloque a Sonia contra la pared. Levante una de sus piernas, aparte el tanga y volví a metérsela por su coño mojadísimo. Follamos, mientras nos besábamos y con mis manos acariciaba su pierna levantada y sus pechos. La gire y coloque mirando la pared. Saque su culo hacia mí, retire el tanga a un lado y volví a follarla el culo, esta vez a buena velocidad.
Estaba a reventar y Sonia se colocó de rodillas en el suelo. La golpee la cara varias veces con mi polla dura, antes de que ella me quitara el tanga y volviera a hacerme una mamada maravillosa, a la vez que me masturbaba con esos guantes morbosos. Cuando iba a correrme, la pedí que me masturbara con una mano y que pusiera la otra a modo de cazo. Cuando me corrí, lo hice sobre esta otra mano, aunque parte del semen, que salió disparado, acabo en la cara de Sonia. Cuando termine de correrme, ella lamio su guante limpiándolo de semen e hizo lo propio con mi glande, para dejarlo también limpito.
Volvimos a sentarnos en el sofá, ella encima de mí de rodillas, besándonos y acariciando sus piernas y culo. Sonia se levantó y me cogió de la mano para llevarme a su habitación. Por el camino no pude resistirme a darle varios azotes fuertes en su culazo. Al llegar a la habitación nos abrazamos y nos tiramos en la cama. Yo estaba debajo y mis manos seguían acariciando su culo, mientras nos besábamos. Fueron subiendo para poder volver a disfrutar de sus pechos de goma. Empezamos a dar vueltas en la cama y al final quedo Sonia debajo. Bajé la cabeza y la comí las tetas, mientras apretaba fuerte sus muslos.
Fui deslizando hacia abajo, besando su tripa, hasta quedar de rodillas en el suelo, con la cabeza entre sus piernas. Comencé a besar su coño, tapado por el tanga. Lo aparte y mi lengua jugueteo con su clítoris. Coloqué sus piernas en mis hombros, agarre fuerte sus muslos y comencé a comerla el coño. Cuanto más dentro metía mi lengua, más apretaba Sonia sus muslos contra mi cabeza.
Cuando se corrió en mi boca, volví a tumbarme sobre ella y nos besamos nuevamente. Mi polla comenzaba a estar dura y la pasaba por su coño. Sonia estaba cachondísima y comenzó a clavarme sus uñas en la espalda y el culo, cuando mi polla pasaba despacio por su coño.
Me levante y me quede de pie frente la cama. Sonia se sentó, se inclinó un poco hacia atrás y comenzó a acariciar mi polla con sus pies. El tacto de las medias me puso muchísimo. Comenzó a masturbarme con sus pies y cuando me la puso durísima la hice acercar su cara. La di una buena torta y la ordené comenzar a pajearme, para sentir los guantes nuevamente. Mientras lo hacía me miraba, sonreía pícaramente y pasaba su lengua por mi glande. Poco a poco comenzó a metérsela en la boca, sin parar de masturbarme. Cogí su cabeza y le aprete contra mí, metiéndola mi polla entera en su rica boca. Sonia no paraba de mover su lengua y acariciaba mis huevos. Aprete fuerte su cabeza y comencé a follarla la boca. Primero despacio, para poco a poco subir la velocidad. Al final la daba fuerte penetraciones en ella, que la provocaban arcadas y además como no la daba tiempo a tragar su saliva, está la iba saliendo por la comisura de sus labios.
Cogí un cinturón del marido de Sonia y me coloqué de rodillas en la cama, a su espalda. Lo doble y comencé a darla varias veces con él en la espalda. Ate sus manos a la espalda con el cinturón. Me incline para besarla el cuello, mientras acariciaba sus pechos. Sonia estaba cachondísima y su respiración era bien fuerte y entrecortada.
Tumbe a Sonia y me coloque a gatas al lado. Metí mi mano por el tanga y comencé a masturbarla, mientras la comía los pechos y nos besábamos. La abrí las piernas y me coloqué de rodillas entre ellas. Levante sus piernas y empecé a acariciar y besarlas con las medias puestas. Me puse un condón y la arrime bien a mí, colocándoselas contra mi pecho. Aparte nuevamente su tanga y metí mi polla en su coño. Comenzamos a follar, mis manos a acariciar sus piernas y besaba y lamia sus dedos de los pies. Levante sus piernas hasta ponérselas en mis hombros. Me incliné hacia ella y comencé a follarla el culo, apretándola contra su pecho. Nos besamos y mis manos apretaban cada vez más fuerte sus muslos.
Gire a Sonia, colocándola boca abajo. Me tumbé encima de ella, aparte su tanga y volví a meter mi polla en su culo. Volví a follárselo, apretándola la cabeza contra el colchón. Ella con las manos atadas a la espalda, las movía acariciándome la tripa. No pare de follarla el culo hasta que me corrí dentro.
Me baje, la desabroche el cinturón, soltando sus manos. Esta se sentó y me coloque de pie frente a ella. Me quito el condón con los guantes y volvió a lamerme la polla, limpiándome el semen.
Sonia me pidió que me quedara a dormir con ella y así hice. Nos tumbamos en la cama y tras un rato de besos, caricias y lamer sus pezones, caímos dormidos.
Cuando me desperté a la mañana siguiente estaba solo en la cama. Me levanté y encontré a Sonia en el baño maquillándose. Iba espectacular, con un vestido negro, de tubo, hasta debajo de las rodillas, de manga larga, ajustadísimo, marcando su culazo y sus pechos. Además, llevaba unas medias negras transparentes. Me acerque a ella por la espalda y me arrime bien a ella, agarrándola de la cintura. La bese el cuello y la pregunte donde iba tan pronto así de sexy. Esta me dijo que volvía a tener misa y yo me reí, mientras le decía que ya tenia muchos pecados que confesar. Al bajar mis manos y acariciar sus muslos, note que llevaba liguero, lo que me puso bien cachondo. Comencé a restregar mi polla dura mañanera por su culo y esta me dijo que en media hora tenia que estar en la iglesia, que no podía jugar. La dije que nos daba tiempo de sobra y comencé a pasar mi lengua por su cuello. Esta intento zafarse, pero agarré fuerte sus pechos y no se lo permití.
La gire y nos empezamos a besar, con mis manos acariciando sus pechos y bajando hasta sus muslos. Levante su vestido hasta la cintura. Estaba espectacular con el tanga y el liguero negro con encaje y las medias, con encaje también en la liga. Levante una de sus piernas y acaricie su muslo y con la otra mano su culazo. Me arrodillé y comencé a pasar mi lengua por la parte de los muslos al descubierto, hasta llegar a su tanga. Lo aparte y la comí el coño despacito, mientras acariciaba esas maravillosas piernas.
Cuando esta me aviso que iba a correrse, me levanté y subí a Sonia encima del lavabo. Abrí sus piernas y me coloqué entre ellas. Me puse un condón y metí mi polla despacito en su húmedo coño. Follamos lentamente, pero sin parar, mientras nos besábamos y acariciaba sus muslazos y sus pechos.
Desabroche la cremallera de su espalda y la ayude a quitarse el vestido. Llevaba un sujetador negro de aro con encaje, por donde se transparentaban sus pezones. Agaché mi cabeza y la mordí los pezones con el puesto. Cuando los note duros, saque los pechos de el sujetador y se las comí como si me fuera la vida en ello.
Mi polla seguía entrando y saliendo despacio de su coño, hasta que se corrió y soltó un buen gemido. La baje y la gire, colocándola con sus manos apoyadas en el lavabo. Aparte la tira de su tanga y la empecé a follar el culo. Agarre sus pechos y se lo folle, despacio también, mientras nos besábamos y nos mirábamos por el espejo. Cada vez que se la metía hasta el fondo, mis manos apretaban fuerte sus pezones, haciéndola soltar un gritito.
Me senté en el váter y Sonia se sentó de espalda en mí. Volví a meter mi polla en su culo, continuando la enculada. Una de mis manos acariciaba sus muslos y sus tetas y con la otra la masturbaba. Se dio la vuelta y se metió mi polla en su coño. Comenzamos a follar, con ella dando saltitos, mientras la acariciaba los muslos y la comía las tetas.
Cuando iba a correrme, esta se coloco de rodillas entre mis piernas, me quito el condón y me volvió a hacer una mamada deliciosa. No paro hasta que me corrí y llené su boca con mi semen. Esta trago todo lo que pudo, aunque un poco se la salió de la boca. Por suerte cayo en su pecho, sin mancharla el sujetador.
Cuando tuve la polla limpia, me di una buena ducha, mientras ella se limpiaba la boca, el coño y el culo. Nos vestimos y cuando acabo de maquillarse, nos fuimos de su casa. Ella se dirigió a la iglesia y yo a un bar a desayunar algo.
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