Kass y Jhon juntos

Dhim, esto que te voy a contar por favor no se lo digas a nadie... Fue un día como cualquiera, solo tenía algo que lo hacía diferente, la casa estaba sola, nuestros padres viajaron y nos quedamos con una niñera😉
Entre nosotros, claro solo nosotros, era casi normal nuestras caricias cada vez más probocativas, esas mordidas en los labios que no eran besos, solo los mordia y no me soltaba y luego se reía de mi; entonces yo los buscaba con más ganas y Jhon jugaba a que no pasaba nada, entonces seguíamos siendo "hermanos". Sus manos acariciando mi rostro, sus dedos sobre mis labios... mmm echados sobre su cama o la mía, con mi cabeza sobre sus brazos, y mis cabellos enrredados entre sus dedos, complices de mi deseo por sus labios, dandome la oportunidad una y otra vez de morder sus deliciosos y carnosos labios, en esos momentos toda yo me paralizaba, mis venas fluían a mil y las reacciones de mi piel no se hacían esperar... quedaba siempre mojada, con un agujero en el estomago y una presión en mi garganta que no me dejaba decir ni una palabra. Totalmente exicitada solo que en ese entonces yo no lo sabía, yo, se lo atribuía a mis nervios.
Hace poco me atreví a preguntarle:
-¿por qué te detuviste ese día?, ... cuando rosaste mis senos pero no los tocaste... ¿porqué no me besabas y solo me mordías?
También le pregunté, si ya se había dado cuenta de mi amor por él...
Me dijo que se moría de ganas de hacerlo pero, que tenía miedo a que lo delatara...
Entonces le contesté:
-En ese tiempo yo me había resignado a no tenerte jamás, era imposible que tú me amaras como yo te amaba, todo lo que vivíamos solo eran ideas mías, ideas locas, pero solo ideas, alusinaciones que ya no podía diferenciar si eran reales o solo fantasia.-
Pero lo que pasó despues fue real... yo acababa de cumplir 15 años, y tenía mis hormonas a mil por hora, esa mañana estaba con una bata que traslucía mi pequeña tanga, pasé por la sala donde estaba Jhon, sentado mirando la tv, sin pensar en que lo estaba provocando al dejar que viera mis pezones y mis nalgas a travez de la tela, pasé una y otra vez, pues yo estaba arreglando mi cuarto, cuando de pronto, sin aviso, mientras yo acomodaba algo en el armario, Jhon estaba a espalda mía, había entrado sin que nadie lo viera, agarró suavemente mi cabeza y me besó , fue nuestro primer beso, el más rico de mi vida y luego se hizo a un lado, muy asustado, yo busqué sus labios y no hubo quien nos separara, nos dimos los besos de toda una vida...
Con mucho cuidado me llevó a mi cama, ahí sus caricias subieron de nivel, sus manos temblaban al tocar mis piernas, y cadera, su respiración se aceleró cuando comenzó a quitarme la bata, me miraba y disfrutaba de tocar mis senos por primera vez, se acercó a mi pezon izquierdo y lo besó con esos labios que para mí, eran un delirio, ver su boca sobre mi... mmm, yo lo veía acariciarme y chupar mi seno y no podía creerlo... era él, besandome, haciendome suya... lo más dulce y tierno de mi vida.
Los minutos volaban y nosotros dentro del cuarto fue como si el tiempo se hubiese detenido, nadie nos extrañó, nadie noto nuestra ausencia, solo nos transportamos a donde no hay prejuicios ni moral humana que insultara nuestro amor, ahí solo eramos dos personas que se amaban con locura... 
Estaba con el hombre de mis sueños, dueño de mis deseos mas profundos, mi hermano, él que me arrancaba de mi realidad para vivir lo que tanto había imaginado.
Era la consumación de nuestro amor, deseo y pasión, en algún momento se colocó sobre mi, todavía tenía su ropa, sentí que presionaba sobre mi vagina, yo podía sentir su erección, me rosaba subiendo y bajando, no paraba de besarme y acariciarme, entonces le quité el polo, yo tambien quería sentir su pecho sobre mis senos, tocar su barriguita tan plana, recuerdo que besé sus brazos, sus dedos, sus manos las acerqué a mis senos...
El silencio se rompió cuando preguntó:
-¿eres virgen?
No tengo idea de porqué dudaba, pero no me molestó, solo respondí
-si
A lo que comenzó a bajar mi calzoncito, con sus dedos acarició mi vagina, abriendo cada pliegue con tanta delicadeza, me besaba y besaba mis senos y tambien quizo besar mi vagina pero no le dejé... tenía mucha vergüenza...🙈🙈🙈 cuando sentió que estaba mojadita, se sacó la correa y abrió el cierre de su pantalón, yo no dije ni una sola palabra porque estaba asustada, me miró y con su mano colocó mi mano sobre tu pene, yo lo solté, no quería tocarlo, era grueso, tenía muchas venitas que parecían explotar, bien grande... que pene tan rico😅🤭
Luego se quitó el pantalón y me dijo que me sentara sobre él, que así iba a ser mas fácil... le hice caso, acomodó su pene en la entrada de mi vagina y presionaba mis caderas pero su pene no podía entrar, mi vagina estaba muy estrechita, lo intentamos un buen rato y no entraba ni la cabecita, pero si sentía la presión de tu glande en mi vagina, un leve ardor que me daba miedo y talvez mi cuerpo se retraía y estremecía, y él no queria causarme ningún daño, me dijo:
- mejor no, algún día vas a casarte y es mejor que esperes hasta entonces...
Me pedió que salga del cuarto y que nunca más iba a pasar nada más, que me olvidara de todo... eso era imposible para mí, yo nunca hubiera podido olvidarlo. 
No salí. Me quedé y volvimos a besarnos y volvimos a intentarlo, esta vez él sobre mí... como sea creo que su temor por no herirme y mi miedo hacían que nuestros cuerpos no se fusionaran, tal vez avanzamos unos milimetros, aunque pensandolo bien era lógico, ¿cómo meter ese pene enorme en una virgen? 
Ahora despues de tanto tiempo recien me entero que quería mandarmelo todo de una sola pero se contuvo y se quedó con las ganas, él me amó más, nosotros hicimos el amor sin penetrar completamente... pasaron muchos días y muchos intentos para que mi cuerpo le perteneciera por completo...
Aun así, yo ya era su mujer, solo suya, y cada mañana entraba en su cuarto buscando que me hiciera el amor... siempre que me quejaba un poquito, se aguantaba, entraba un pedacito, me dolía y él no seguía, me besaba y paraba todo.
Pero fue una tarde, que llegó de estudiar, no había nadie, así que entró a mi cuarto, me besó y no paró, me echó al borde de la cama y sus manos hicieron a un lado mi calzoncito, tocó mis senos, los apretaba con ansias, luego su dedo acarió mi clitoris y yo me estremecía sentí que un río corría dentro de mí, toda mi vagina se sentía caliente, sacó su pene y me estaba haciendo el amor solo con la puntita entonces me tapó la cara con una almohada y presionó para que nadie escuchara mis gritos y gemidos, y me metió todo ese enorme pene, yo sentí que mis tejidos vaginales se expandían, podía sentír como si me estaría quemando, me dijo: estoy adentro, eres mía, mi mujer... y siguió una y otra vez, su respiración fue tan fuerte, su cuerpo sudaba y su voz cambió, dijo:
-Te amooo...
Y a mi, ya no me importó el dolor, ya eramos uno.