Desde hacía algún tiempo Lali Esposito tenía la fantasía de aparecer en una porno. En sus ratos de soledad se ponía a ver y fantasear que ella era la puta que recibía esas vergas, pero el temor de perjudicar su carrera artística la frenaba.
Después de varios meses de mucho trabajo, Lali se fue de vacaciones sola a California. Alquiló una casa en una playa tranquila y aislada para desconectarse por algún tiempo. Pasaba los días sin celular, descansando y dando caminatas casi en bolas por la playa. También había tiempo para mirar porno.
La casa más cercana estaba a unos 600 metros y las veces que pasó por allí mientras caminaba por la playa notó movimientos extraños, pero no les prestó demasiada atención.
Un día pasando por allí se le acercó una pareja de unos 40 años. Se presentaron y le dijeron que siempre la veían pasar por ahí. Lali les contó que estaba de vacaciones y se quedaron charlando un rato largo. Cuando ya entraron más en confianza, los vecinos le contaron porque se acercaron a ella.
"En la casa grabamos porno para un sitio en internet que lanzamos hace poco y siempre estamos buscando caras nuevas. Te vemos pasar por acá y creemos que serias perfecta para alguna escena. Pagamos muy bien", dijo la mujer. Lali al principio se sorprendió, pero rechazó la propuesta y algo incomoda cortó la charla.
Lali se quedó pensando en lo que le dijo el matrimonio. Después de darles mil vueltas y de ver los videos del sitio, se decidió a cumplir la fantasía y aceptar el ofrecimiento. Una mañana se levantó y fue hasta la casa de sus vecinos.
La recibió la esposa y la hizo pasar. Lali, que nunca dijo que era famosa y dio un nombre falso, contó que quería probar y estar en una escena. Charlaron un rato y recorrieron el lugar. Ya habían comenzado a grabar y en la escena un tipo bien pijudo de unos 40 años se cogía por la cola a una rubia de 19 que estaba perdiendo la virginidad anal. Por la casa había otros actores y actrices que esperaban su turno y que miraban a Lali con deseo. Quedaron para grabar al otro día, pero no le dijeron que iban a hacer.
Lali había quedado bien caliente por lo que había visto. Estuvo viendo porno pero no se pudo sacar la calentura. Al otro día fue a la casa lista para lo que sea.
Para que no la reconocieran por si el video se filtraba, se tapó con maquillaje los tatuajes y aprovecho que tenía un nuevo corte de pelo que se hizo antes de las vacaciones y nunca había mostrado en sus redes sociales.
Lali se vistió bien puta. Tanga muy pequeña, una remera musculosa y un pantalón corto de jean bien ajustado. Una vez en la casa, la hicieron pasar a una habituación con una cama y tres cámaras. Pese a estar acostumbrada a las cámaras, tenía mucha adrenalina y calentura encima.
Después de 15 minutos de espera, aparecieron dos tipos de unos 40 años, en calzones, bien musculosos, pijudos y con mucha experiencia en el porno. Uno de ellos el día anterior se manoseaba la pija mientras miraba a Lali en la recorrida por la casa. El otro era el que se estaba cogiendo a la rubia de 19 años.
Se sentaron al lado de Lali y comenzaron a besarla, a meter mano por todos lados, Lali les manoseaba las pijas que se iban poniendo duras. La dejaron solo con la tanga. Lali se arrodilló, les bajó los calzones y vio las pijas más grandes de su vida y que cada vez estaban más duras.
Se puso a chupar de manera desesperada. Hacía rato que no cogía y ahora con esos dos pijones no podía parar. Los tipos entre ellos se miraban de manera cómplice y hacían comentarios degradantes sobre Lali. La agarraban de la nuca y le hacían tragar la pija hasta el fondo.
En un momento la agarran del pelo y la tiran en la cama. Le sacan la tanguita. Lali ya estaba bien mojada y mientras uno le chupaba la concha y le empezaba a meter el dedo en el culo, el otro la cogía por la boca.
Cuando Lali estuvo bien mojada, el tipo que estaba chupando le metió la pija de una, bien fuerte. Lali no pudo gritar porque tenia una pija en la boca. Empezó con el mete y saca fuerte, la cagaba bien a puteadas a Lali. Se sentía humillada, pero no le importaba porque estaba gozando como nunca.
La pusieron en varias posiciones, se la iban pasando uno al otro sometiéndola. Lali tuvo varios orgasmos.
De golpe uno de los tipos la puso boca bajo en la cama. Agarrándola del pelo y sin que se pudiera mover entre los dos empezaron a meterle con más intensidad dedos el culo, que cada vez se abría más. Hasta que en un momento y casi de sorpresa uno le metió la pija por el culo.
Lali nunca había tenido una pija tan grande en el orto. Sentía como se le abría, nunca había sentido tanto placer y tuvo el mejor orgasmo de su vida.
Mientras el tipo se la cogía por el culo se acercó al oído y le dijo con acento argentino: "Ahora me perteneces, Lali, me haces sentir bien macho. Sos la más puta que me cogí". Hasta el momento siempre habían hablado en inglés, pero en realidad era argentino y se había dado cuenta que, aunque se quería esconder, esa era Lali.
"Tranquila que no voy a decir nada", le dijo enseguida mientras le seguía metiendo bien fuerte la pija en el culo. "Rómpeme toda. Soy tu puta", dijo ella. El argentino le sacó la pija y al toque vino el otro, que la puso en cuatro y de una se la mando por el culo. Lali pegó un grito de placer intenso.
El argentino se acostó en la cama y empezaron con la doble penetración. Bien fuerte, con furia, con chirlos en la cara y la cola. "Que puta de mierda que soy" gritaba Lali. "Toma pija puta de mierda", decía el argentino. "Fucking bicht", decía sin parar el otro tipo, que era estadounidense.
El yanqui estaba loco con el culo y le tiro toda la leche ahí. El argentino le tiró tremendo lechazo en la boca y Lali se trago hasta la última gota.
Los 3 quedaron tirados en la cama. Lali había tenido su mejor experiencia sexual y estaba todo grabado. Le calentaba saber que pajeros se iban a pajear sin saber que era ella.
Los tipos agarraron los calzones y fueron de la habitación comentando lo puta que era Lali. Ella se quedó un rato más tirada en la cama. Cuando se recuperó y salió de la habituación los tipos ya no estaban. Lali preguntó por ellos para repetir el encuentro, al menos con el argentino, pero el matrimonio no le dio información.
A los pocos días el video estaba en el sitio y rápidamente se convirtió en uno de los más vistos.
Casi un año después, por las redes se empezó a correr el rumor que había una porno de Lali. Lo negó cada vez que pudo y nunca se comprobó si era cierto que era ella.
SI LES GUSTO DEJEN PUNTOS!!!!
Después de varios meses de mucho trabajo, Lali se fue de vacaciones sola a California. Alquiló una casa en una playa tranquila y aislada para desconectarse por algún tiempo. Pasaba los días sin celular, descansando y dando caminatas casi en bolas por la playa. También había tiempo para mirar porno.
La casa más cercana estaba a unos 600 metros y las veces que pasó por allí mientras caminaba por la playa notó movimientos extraños, pero no les prestó demasiada atención.
Un día pasando por allí se le acercó una pareja de unos 40 años. Se presentaron y le dijeron que siempre la veían pasar por ahí. Lali les contó que estaba de vacaciones y se quedaron charlando un rato largo. Cuando ya entraron más en confianza, los vecinos le contaron porque se acercaron a ella.
"En la casa grabamos porno para un sitio en internet que lanzamos hace poco y siempre estamos buscando caras nuevas. Te vemos pasar por acá y creemos que serias perfecta para alguna escena. Pagamos muy bien", dijo la mujer. Lali al principio se sorprendió, pero rechazó la propuesta y algo incomoda cortó la charla.
Lali se quedó pensando en lo que le dijo el matrimonio. Después de darles mil vueltas y de ver los videos del sitio, se decidió a cumplir la fantasía y aceptar el ofrecimiento. Una mañana se levantó y fue hasta la casa de sus vecinos.
La recibió la esposa y la hizo pasar. Lali, que nunca dijo que era famosa y dio un nombre falso, contó que quería probar y estar en una escena. Charlaron un rato y recorrieron el lugar. Ya habían comenzado a grabar y en la escena un tipo bien pijudo de unos 40 años se cogía por la cola a una rubia de 19 que estaba perdiendo la virginidad anal. Por la casa había otros actores y actrices que esperaban su turno y que miraban a Lali con deseo. Quedaron para grabar al otro día, pero no le dijeron que iban a hacer.
Lali había quedado bien caliente por lo que había visto. Estuvo viendo porno pero no se pudo sacar la calentura. Al otro día fue a la casa lista para lo que sea.
Para que no la reconocieran por si el video se filtraba, se tapó con maquillaje los tatuajes y aprovecho que tenía un nuevo corte de pelo que se hizo antes de las vacaciones y nunca había mostrado en sus redes sociales.
Lali se vistió bien puta. Tanga muy pequeña, una remera musculosa y un pantalón corto de jean bien ajustado. Una vez en la casa, la hicieron pasar a una habituación con una cama y tres cámaras. Pese a estar acostumbrada a las cámaras, tenía mucha adrenalina y calentura encima.
Después de 15 minutos de espera, aparecieron dos tipos de unos 40 años, en calzones, bien musculosos, pijudos y con mucha experiencia en el porno. Uno de ellos el día anterior se manoseaba la pija mientras miraba a Lali en la recorrida por la casa. El otro era el que se estaba cogiendo a la rubia de 19 años.
Se sentaron al lado de Lali y comenzaron a besarla, a meter mano por todos lados, Lali les manoseaba las pijas que se iban poniendo duras. La dejaron solo con la tanga. Lali se arrodilló, les bajó los calzones y vio las pijas más grandes de su vida y que cada vez estaban más duras.
Se puso a chupar de manera desesperada. Hacía rato que no cogía y ahora con esos dos pijones no podía parar. Los tipos entre ellos se miraban de manera cómplice y hacían comentarios degradantes sobre Lali. La agarraban de la nuca y le hacían tragar la pija hasta el fondo.
En un momento la agarran del pelo y la tiran en la cama. Le sacan la tanguita. Lali ya estaba bien mojada y mientras uno le chupaba la concha y le empezaba a meter el dedo en el culo, el otro la cogía por la boca.
Cuando Lali estuvo bien mojada, el tipo que estaba chupando le metió la pija de una, bien fuerte. Lali no pudo gritar porque tenia una pija en la boca. Empezó con el mete y saca fuerte, la cagaba bien a puteadas a Lali. Se sentía humillada, pero no le importaba porque estaba gozando como nunca.
La pusieron en varias posiciones, se la iban pasando uno al otro sometiéndola. Lali tuvo varios orgasmos.
De golpe uno de los tipos la puso boca bajo en la cama. Agarrándola del pelo y sin que se pudiera mover entre los dos empezaron a meterle con más intensidad dedos el culo, que cada vez se abría más. Hasta que en un momento y casi de sorpresa uno le metió la pija por el culo.
Lali nunca había tenido una pija tan grande en el orto. Sentía como se le abría, nunca había sentido tanto placer y tuvo el mejor orgasmo de su vida.
Mientras el tipo se la cogía por el culo se acercó al oído y le dijo con acento argentino: "Ahora me perteneces, Lali, me haces sentir bien macho. Sos la más puta que me cogí". Hasta el momento siempre habían hablado en inglés, pero en realidad era argentino y se había dado cuenta que, aunque se quería esconder, esa era Lali.
"Tranquila que no voy a decir nada", le dijo enseguida mientras le seguía metiendo bien fuerte la pija en el culo. "Rómpeme toda. Soy tu puta", dijo ella. El argentino le sacó la pija y al toque vino el otro, que la puso en cuatro y de una se la mando por el culo. Lali pegó un grito de placer intenso.
El argentino se acostó en la cama y empezaron con la doble penetración. Bien fuerte, con furia, con chirlos en la cara y la cola. "Que puta de mierda que soy" gritaba Lali. "Toma pija puta de mierda", decía el argentino. "Fucking bicht", decía sin parar el otro tipo, que era estadounidense.
El yanqui estaba loco con el culo y le tiro toda la leche ahí. El argentino le tiró tremendo lechazo en la boca y Lali se trago hasta la última gota.
Los 3 quedaron tirados en la cama. Lali había tenido su mejor experiencia sexual y estaba todo grabado. Le calentaba saber que pajeros se iban a pajear sin saber que era ella.
Los tipos agarraron los calzones y fueron de la habitación comentando lo puta que era Lali. Ella se quedó un rato más tirada en la cama. Cuando se recuperó y salió de la habituación los tipos ya no estaban. Lali preguntó por ellos para repetir el encuentro, al menos con el argentino, pero el matrimonio no le dio información.
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Casi un año después, por las redes se empezó a correr el rumor que había una porno de Lali. Lo negó cada vez que pudo y nunca se comprobó si era cierto que era ella.
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6 comentarios - La porno de Lali