Soy una mujer casada, de 42 años, chaparrita de pelo largo, blanca de ojos verdes y con un cuerpo envidiable a pesar de tener una hija de 22 años, todo esto gracias al ejercicio que practico, mi hija es delgada y también es bonita, anda de novia con Jaime, un chico 2 años mayor que ella, que está muy bien formado y es guapo, resulta que un día que se encontraban en la sala platicando y mi esposo y yo dormíamos, salí al baño y sin que me vieran me asomé donde ellos estaban, lo que vi casi me hace soltar un grito porque mi hija se encontraba con el miembro de Jaime en las manos y se lo jalaba ante la complacencia de éste quien estaba sentado con las piernas abiertas dejando que mi hija le jalara la verga, muy rica, por lo grande y gruesa ,según pude apreciar.
-¡Déjame metértela, no seas malita, anda, aunque sea dale unas mamaditas, aahhhh¡-, le decía en voz baja Jaime a mi hija quien sin dejar de jalársela le contestaba.
-¡Como crees, estás loco, si dejo que me penetres con esa cosota me vas a matar, la tienes muy grande y ya te dije que me da miedo, mejor te saco la leche así¡-, mientras tanto yo sentía que me empezaba a mojar de mis calzones, quería decirles que eso no estaba bien pero también deseaba seguir viendo aquello ya que la verga de mi futuro yerno me había fascinado, permanecí observando hasta que Jaime con un gruñido ahogado le aviso a mi niña que se iba a venir, al momento ella puso ambas manos en la punta de esa hermosura de pito y atrapó el semen que él le aventaba en las manos, cuando hubo terminado, mi hija tomo un pañuelo desechable y se limpió las manos, luego rápidamente bajo la cabeza y le dio un apurado beso en la punta de la verga a su novio, yo bien caliente y toda mojada por lo que había visto me fui a mi cuarto y cerré la puerta, al momento mi hija paso por el pasillo rumbo al baño, salió de el y despidió a su novio yéndose a dormir a su cuarto, deje pasar algunos minutos y me dirigí al baño, al sentarme en la taza pude ver en el cesto de la basura el pañuelo desechable que había usado mi hija para limpiarse el semen de Jaime, lo tomé, lo desenvolví y ahí estaba, el semen de mi yerno, era tanto que el papel se deshacía, lo toqué con mis dedos, lo olí, me encanto su textura, su olor e imagine que ese semen estaba dentro de mi paochita, dentro de mi culito y hasta en mi boca, con esa fantasía termine y me fui a dormir.
Jaime continuo yendo a la casa y cada que iba yo notaba como me miraba, cuando estaba de espaldas a él sentía su mirada en mis nalgas, cuando estábamos de frente el no quitaba sus ojos de mis pechos, y yo disimuladamente veía su entrepierna tratando de adivinar su enorme pitote.
Jaime trabajaba en un cine que se encuentra dentro de una plaza comercial, cierto día que fui a una tienda al salir me encamine al cine y ahí lo encontré, el amablemente me llevó a enseñarme las instalaciones presentándome como su suegra, cuando llegamos a la caseta donde se proyecta la película, la cual estaba en funcionamiento, él mostrándome todo se pegó por atrás de mí haciéndome sentir su tremenda erección, yo llevaba esa ocasión un mallón entallado con una blusa holgada, al sentir la dureza de su miembro en mi trasero, instintivamente y casi imperceptiblemente, paré mis nalgas, el lo notó y recargo mas su duro miembro, me quedé helada por eso, el novio de mi hija se había dado cuenta que su verga me había echo para las nalgas, quise separarme de él pero sus brazo me lo impidieron.
-¡Por favor suegra, desde hace tiempo sueño con usted, deme chance, mire como me tiene¡-, me dijo casi al oído al tiempo que con sus brazos en mi cintura me pegaba a él.
-¡No Jaime, por favor, déjame, eres el novio de mi hija, por favor, esto no puede ser, aahh¡-, sin embargo mis nalgas le decían otra cosa porque entre mas me pegaba a él mas paraba mi cola y me acomodaba a su tremenda erección.
Él no dijo nada, sabiéndome a su merced metió una de sus manos por entre mi mallón apoderándose de mis desnudas nalgas apenas cubierta por mi tanguita roja, la cual fue hecha a un lado para que sus dedos tocaran libremente mi culito, el cual yo trataba de cerrar inútilmente para defenderme de sus traviesos dedos.
Sin que el me lo pidiera, mis manos bajaron hasta su erección y por fin pude tocar por encima del pantalón aquella descomunal vergota, él se bajo el cierre de su bragueta y libero su pitote para que yo, completamente entregada a él lo tocara a mi antojo.
-¡Que bárbaro Jaime, que sabrosa verga tienes, esta enorme, esta riquísima, ahhhhh¡-,
Y sin más, me hinqué ante esa fenomenal verga y la empecé a mamar, se la mame como a nadie, la metí en mi boca y la chupe, la lamí, la succione, le bese y lamí sus peludos huevos, trate de comerme toda esa manguera pero era misión imposible, era verdaderamente enorme, la saqué de mi boca y sin soltarla la pegué a mis mejillas y pregunté,-¡Ya te cogiste a mi hija¡-, y él, metiéndomela nuevamente a la boca me contestó,-¡No, solo me la ha mamado, pero no como tú¡-., me sentí orgullosa, mas mujer, y seguí mamando esa ricura de pito hasta que el me puso de pies diciendo.
-¡Ya, ya, si no me voy a vaciar en tu boca y quiero metértela toda¡-
-¡Pero Jaime, que tal que viene alguien y nos ve, que vergüenza¡-
-¡No te preocupes, ya cerré desde antes, ya sabía que hoy te metería la verga, sabía que te haría mía¡-
Y me llevó a un sillón que allí había y bajándome mis mallones junto con mis calzoncitos me acostó abriéndome las piernas para meterme su vergota, puso la cabezota de esa manguera en la entrada de mi puchita y fue hundiendo poco a poco su verga hasta que esta quedo completamente dentro de mi abierta panochita.
-¡Despacio Jaime, despacio, ahhhh, siento que me vas a ahogar con eso, ahhhhh, así, así, aauchh, despacio, aaayyyyy, me estás matando, aaahhhhh, ya, ya, aahhhhh, no me cabe , no me va a entrar toda, aaayyyyy¡-, gritaba yo sin importar que me oyeran.
-¡Si suegrita, si le cabe, ya casi se la come toda, aahhhhh, ya, ya, ya se la comió toda¡, aahhhh, ¿ya ve como si le cupo toda?-, dijo él y se levanto un poco para ver como toda su vergota estaba dentro de mi, yo por mi parte me sentía llena y abierta, cuando él empezó a bombear su terrible macana en mi puchita los orgasmos se vinieron uno tras otro haciéndome gemir incontrolablemente, me venía una y otra vez, no supe de mí y no me acorde de mi hija y ni de que era una mujer decente y casada y que Jaime era mi yerno, no me acorde de nada teniendo esa vergota dentro de mí, solo me deje llevar por esa fabulosa cogida que mi yerno me daba.
-¡Me voy a venir suegra, me vengo, ahhhhhh, me vengo, aaahhhhhhh¡-
-¡Adentro no, adentro no, por favor, sácala, sácala, me vas dejar panzona, aahhhhh¡-
Pero él no la sacó y me inyecto como un litro de espesa leche en mis entrañas haciéndome venir una vez mas al sentir los chorros de semen en mi panochita.
Cuando terminó de cogerme, saco su garrote de mi adolorida puchita mientras yo le reclamaba.
-¡Como eres Jaime, te veniste adentro, a ver si no me dejas panzona con tanta leche que me aventaste, que bárbaro, me echaste como un litro de leche¡ ¡mira, todavía no termina de salirme malvado¡-
-¡Suegra, que rico palo le eché, de hoy en adelante me la voy a seguir cogiendo, pero ahora en su casa, ok¡-,
-¿Y mi hija?, ¿que tal que se da cuenta que ya me la metiste?, ¿y mi marido?-, preguntaba yo mientras me vestía y me trataba de secar el semen que escurría hacia afuera de mi abierta panochita.
-¿Pues ahorita que estabas ensartada a mi chile no pensaste mucho en ellos, verdad?-.
-¡Ay como eres, me tenías bien clavada a tu vergota, como iba a pensar en eso, si solo pensaba en la cogidota que me estabas dando¡-.
Cuando salimos de ahí, varios compañeros de él me veían y tal vez se imaginaban que Jaime me había cogido, yo iba con cara de mujer cogida y llena de leche que aún no paraba de salir y empapaba mis calzoncitos.
Ese fue le comienzo de una serie de terribles ensartadas que Jaime me dio, llegaba antes a buscar a mi hija y como sabía los horarios de ella y mi esposo, mientras llegaba mi hija o mi esposo él me cogía, en mi casa me metió la verga infinidad de veces, llegaba y me obligaba a encuerarme y a andar solo en calzones por toda la casa mientras me la metía en la sala, en la cocina, en mi cuarto, en el de mi hija haciéndome gritar para que los vecinos oyeran que me estaban metiendo la verga, cuando me cogió por atrás grite tanto que los vecinos han de haber oído, ese día llegó temprano en la mañana y se metió a mi cuarto, yo me levante a penas cubierta con mi calzoncito ya que así había dormido por el calor y me dijo.
-¡Suegra, que rica cola se le ve así, empínese porque le voy a dar por el chiquito¡-
-¡No Jaime, por favor, te la mamo, cógeme como siempre, hago lo que sea pero no me la metas por atrás, me vas desgarrar mi colita, por favor no me rompas¡ ¿si?-.
-¡No se preocupe suegrita, le voy a poner cremita en su culito y vera como le entra toda la verga¡-, y al decir esto me empino bajando mi calzón y untando crema en mi culo, metiendo primero un dedo, luego dos hasta meter tres dedos en mi ya estimulada colita.
-¡Por favor, te lo suplico, por ahí no Jaime, me vas desgraciar, por favor, no, no, no¡-
-¡Como no¡, ponme crema en el chile para que se te vaya mas rico¡-, le puse crema a su palote y mire con miedo su vergota bien dura sabiendo que no tardaría en tenerla adentro, me volvió a empinar en la orilla de la cama y me puso la punta de su vergota en mi culito mientras yo cerraba fuertemente mi anito tratando de defenderme de la inminente desfloración de mi colita.
-¡Con cuidado por favor, despacito, despaciaaaayyyyy, aaayyyyyyyy, salvaje, bruto, aaayyyyyyyy, me estas matando, sácala, sácamela por favor, aaahhhhhhhh, aaayyyyy¡-.
-¡Grita, grita, que tus vecinos oigan como te estoy metiendo la verga, aaahhhhhh,¡-
-¿Ya Jaime, ya entró toda?, ¿ya la tengo toda adentro?, ¡aaaahhhhhh, ahhhhhhhh¡-
-¡Ya mi reina, ya te la comiste toda¡, era fantástico estar ensartada a él con el peligro de que llegará mi hija y me viera clavada al palote de su novio o que mi marido me encontrará ensartada en la vergota de su yerno, me culeo cuanto quiso, me destrozó la cola haciéndome llorar, primero de dolor y luego de placer, y como siempre, se vino dentro de mi culo, dejándome repleta de semen, el cual cuando salió lo hizo junto con la sangre que ese malvado me sacó cuando me desgarró los pliegues de mi atormentado culito, cuando llegó mi hija, ese malvado ya me había cogido tres veces y en todas me había dejado su leche adentro, ahora mi temor ya no es si me la quiere meter atrás, sino el que me vaya a dejar panzona con tanto semen de él que ya tengo adentro.
Fui su amante de mi yerno casi un año hasta que termino con mi hija, a la cual nunca se cogió, y que bueno si no la hubiera destrozado con esa vergota que él se cargaba y además no me embarazó pero si me dejo con la ausencia de esa rica vergota que ahora mi puchita extraña, pero no tanto como mi culito, el cuál ese malvado me estrenó.
Mi hija y mi marido nunca se dieron cuenta que mientras ellos estudiaban y trabajaban a mi , el novio de mi hija me metía la verga en mi propia casa.
-¡Déjame metértela, no seas malita, anda, aunque sea dale unas mamaditas, aahhhh¡-, le decía en voz baja Jaime a mi hija quien sin dejar de jalársela le contestaba.
-¡Como crees, estás loco, si dejo que me penetres con esa cosota me vas a matar, la tienes muy grande y ya te dije que me da miedo, mejor te saco la leche así¡-, mientras tanto yo sentía que me empezaba a mojar de mis calzones, quería decirles que eso no estaba bien pero también deseaba seguir viendo aquello ya que la verga de mi futuro yerno me había fascinado, permanecí observando hasta que Jaime con un gruñido ahogado le aviso a mi niña que se iba a venir, al momento ella puso ambas manos en la punta de esa hermosura de pito y atrapó el semen que él le aventaba en las manos, cuando hubo terminado, mi hija tomo un pañuelo desechable y se limpió las manos, luego rápidamente bajo la cabeza y le dio un apurado beso en la punta de la verga a su novio, yo bien caliente y toda mojada por lo que había visto me fui a mi cuarto y cerré la puerta, al momento mi hija paso por el pasillo rumbo al baño, salió de el y despidió a su novio yéndose a dormir a su cuarto, deje pasar algunos minutos y me dirigí al baño, al sentarme en la taza pude ver en el cesto de la basura el pañuelo desechable que había usado mi hija para limpiarse el semen de Jaime, lo tomé, lo desenvolví y ahí estaba, el semen de mi yerno, era tanto que el papel se deshacía, lo toqué con mis dedos, lo olí, me encanto su textura, su olor e imagine que ese semen estaba dentro de mi paochita, dentro de mi culito y hasta en mi boca, con esa fantasía termine y me fui a dormir.
Jaime continuo yendo a la casa y cada que iba yo notaba como me miraba, cuando estaba de espaldas a él sentía su mirada en mis nalgas, cuando estábamos de frente el no quitaba sus ojos de mis pechos, y yo disimuladamente veía su entrepierna tratando de adivinar su enorme pitote.
Jaime trabajaba en un cine que se encuentra dentro de una plaza comercial, cierto día que fui a una tienda al salir me encamine al cine y ahí lo encontré, el amablemente me llevó a enseñarme las instalaciones presentándome como su suegra, cuando llegamos a la caseta donde se proyecta la película, la cual estaba en funcionamiento, él mostrándome todo se pegó por atrás de mí haciéndome sentir su tremenda erección, yo llevaba esa ocasión un mallón entallado con una blusa holgada, al sentir la dureza de su miembro en mi trasero, instintivamente y casi imperceptiblemente, paré mis nalgas, el lo notó y recargo mas su duro miembro, me quedé helada por eso, el novio de mi hija se había dado cuenta que su verga me había echo para las nalgas, quise separarme de él pero sus brazo me lo impidieron.
-¡Por favor suegra, desde hace tiempo sueño con usted, deme chance, mire como me tiene¡-, me dijo casi al oído al tiempo que con sus brazos en mi cintura me pegaba a él.
-¡No Jaime, por favor, déjame, eres el novio de mi hija, por favor, esto no puede ser, aahh¡-, sin embargo mis nalgas le decían otra cosa porque entre mas me pegaba a él mas paraba mi cola y me acomodaba a su tremenda erección.
Él no dijo nada, sabiéndome a su merced metió una de sus manos por entre mi mallón apoderándose de mis desnudas nalgas apenas cubierta por mi tanguita roja, la cual fue hecha a un lado para que sus dedos tocaran libremente mi culito, el cual yo trataba de cerrar inútilmente para defenderme de sus traviesos dedos.
Sin que el me lo pidiera, mis manos bajaron hasta su erección y por fin pude tocar por encima del pantalón aquella descomunal vergota, él se bajo el cierre de su bragueta y libero su pitote para que yo, completamente entregada a él lo tocara a mi antojo.
-¡Que bárbaro Jaime, que sabrosa verga tienes, esta enorme, esta riquísima, ahhhhh¡-,
Y sin más, me hinqué ante esa fenomenal verga y la empecé a mamar, se la mame como a nadie, la metí en mi boca y la chupe, la lamí, la succione, le bese y lamí sus peludos huevos, trate de comerme toda esa manguera pero era misión imposible, era verdaderamente enorme, la saqué de mi boca y sin soltarla la pegué a mis mejillas y pregunté,-¡Ya te cogiste a mi hija¡-, y él, metiéndomela nuevamente a la boca me contestó,-¡No, solo me la ha mamado, pero no como tú¡-., me sentí orgullosa, mas mujer, y seguí mamando esa ricura de pito hasta que el me puso de pies diciendo.
-¡Ya, ya, si no me voy a vaciar en tu boca y quiero metértela toda¡-
-¡Pero Jaime, que tal que viene alguien y nos ve, que vergüenza¡-
-¡No te preocupes, ya cerré desde antes, ya sabía que hoy te metería la verga, sabía que te haría mía¡-
Y me llevó a un sillón que allí había y bajándome mis mallones junto con mis calzoncitos me acostó abriéndome las piernas para meterme su vergota, puso la cabezota de esa manguera en la entrada de mi puchita y fue hundiendo poco a poco su verga hasta que esta quedo completamente dentro de mi abierta panochita.
-¡Despacio Jaime, despacio, ahhhh, siento que me vas a ahogar con eso, ahhhhh, así, así, aauchh, despacio, aaayyyyy, me estás matando, aaahhhhh, ya, ya, aahhhhh, no me cabe , no me va a entrar toda, aaayyyyy¡-, gritaba yo sin importar que me oyeran.
-¡Si suegrita, si le cabe, ya casi se la come toda, aahhhhh, ya, ya, ya se la comió toda¡, aahhhh, ¿ya ve como si le cupo toda?-, dijo él y se levanto un poco para ver como toda su vergota estaba dentro de mi, yo por mi parte me sentía llena y abierta, cuando él empezó a bombear su terrible macana en mi puchita los orgasmos se vinieron uno tras otro haciéndome gemir incontrolablemente, me venía una y otra vez, no supe de mí y no me acorde de mi hija y ni de que era una mujer decente y casada y que Jaime era mi yerno, no me acorde de nada teniendo esa vergota dentro de mí, solo me deje llevar por esa fabulosa cogida que mi yerno me daba.
-¡Me voy a venir suegra, me vengo, ahhhhhh, me vengo, aaahhhhhhh¡-
-¡Adentro no, adentro no, por favor, sácala, sácala, me vas dejar panzona, aahhhhh¡-
Pero él no la sacó y me inyecto como un litro de espesa leche en mis entrañas haciéndome venir una vez mas al sentir los chorros de semen en mi panochita.
Cuando terminó de cogerme, saco su garrote de mi adolorida puchita mientras yo le reclamaba.
-¡Como eres Jaime, te veniste adentro, a ver si no me dejas panzona con tanta leche que me aventaste, que bárbaro, me echaste como un litro de leche¡ ¡mira, todavía no termina de salirme malvado¡-
-¡Suegra, que rico palo le eché, de hoy en adelante me la voy a seguir cogiendo, pero ahora en su casa, ok¡-,
-¿Y mi hija?, ¿que tal que se da cuenta que ya me la metiste?, ¿y mi marido?-, preguntaba yo mientras me vestía y me trataba de secar el semen que escurría hacia afuera de mi abierta panochita.
-¿Pues ahorita que estabas ensartada a mi chile no pensaste mucho en ellos, verdad?-.
-¡Ay como eres, me tenías bien clavada a tu vergota, como iba a pensar en eso, si solo pensaba en la cogidota que me estabas dando¡-.
Cuando salimos de ahí, varios compañeros de él me veían y tal vez se imaginaban que Jaime me había cogido, yo iba con cara de mujer cogida y llena de leche que aún no paraba de salir y empapaba mis calzoncitos.
Ese fue le comienzo de una serie de terribles ensartadas que Jaime me dio, llegaba antes a buscar a mi hija y como sabía los horarios de ella y mi esposo, mientras llegaba mi hija o mi esposo él me cogía, en mi casa me metió la verga infinidad de veces, llegaba y me obligaba a encuerarme y a andar solo en calzones por toda la casa mientras me la metía en la sala, en la cocina, en mi cuarto, en el de mi hija haciéndome gritar para que los vecinos oyeran que me estaban metiendo la verga, cuando me cogió por atrás grite tanto que los vecinos han de haber oído, ese día llegó temprano en la mañana y se metió a mi cuarto, yo me levante a penas cubierta con mi calzoncito ya que así había dormido por el calor y me dijo.
-¡Suegra, que rica cola se le ve así, empínese porque le voy a dar por el chiquito¡-
-¡No Jaime, por favor, te la mamo, cógeme como siempre, hago lo que sea pero no me la metas por atrás, me vas desgarrar mi colita, por favor no me rompas¡ ¿si?-.
-¡No se preocupe suegrita, le voy a poner cremita en su culito y vera como le entra toda la verga¡-, y al decir esto me empino bajando mi calzón y untando crema en mi culo, metiendo primero un dedo, luego dos hasta meter tres dedos en mi ya estimulada colita.
-¡Por favor, te lo suplico, por ahí no Jaime, me vas desgraciar, por favor, no, no, no¡-
-¡Como no¡, ponme crema en el chile para que se te vaya mas rico¡-, le puse crema a su palote y mire con miedo su vergota bien dura sabiendo que no tardaría en tenerla adentro, me volvió a empinar en la orilla de la cama y me puso la punta de su vergota en mi culito mientras yo cerraba fuertemente mi anito tratando de defenderme de la inminente desfloración de mi colita.
-¡Con cuidado por favor, despacito, despaciaaaayyyyy, aaayyyyyyyy, salvaje, bruto, aaayyyyyyyy, me estas matando, sácala, sácamela por favor, aaahhhhhhhh, aaayyyyy¡-.
-¡Grita, grita, que tus vecinos oigan como te estoy metiendo la verga, aaahhhhhh,¡-
-¿Ya Jaime, ya entró toda?, ¿ya la tengo toda adentro?, ¡aaaahhhhhh, ahhhhhhhh¡-
-¡Ya mi reina, ya te la comiste toda¡, era fantástico estar ensartada a él con el peligro de que llegará mi hija y me viera clavada al palote de su novio o que mi marido me encontrará ensartada en la vergota de su yerno, me culeo cuanto quiso, me destrozó la cola haciéndome llorar, primero de dolor y luego de placer, y como siempre, se vino dentro de mi culo, dejándome repleta de semen, el cual cuando salió lo hizo junto con la sangre que ese malvado me sacó cuando me desgarró los pliegues de mi atormentado culito, cuando llegó mi hija, ese malvado ya me había cogido tres veces y en todas me había dejado su leche adentro, ahora mi temor ya no es si me la quiere meter atrás, sino el que me vaya a dejar panzona con tanto semen de él que ya tengo adentro.
Fui su amante de mi yerno casi un año hasta que termino con mi hija, a la cual nunca se cogió, y que bueno si no la hubiera destrozado con esa vergota que él se cargaba y además no me embarazó pero si me dejo con la ausencia de esa rica vergota que ahora mi puchita extraña, pero no tanto como mi culito, el cuál ese malvado me estrenó.
Mi hija y mi marido nunca se dieron cuenta que mientras ellos estudiaban y trabajaban a mi , el novio de mi hija me metía la verga en mi propia casa.
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