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El día de hoy

Martes 23 de Mayo 2017 – Día importante Mi relación secreta con mi Tío Alfredo ya lleva un año y tres meses. Después de aquellas vacaciones en Piriapolis de Febrero del 2016, nos hemos seguido viendo en secreto casi cada 15 o 20 días. Cada encuentro ha sido para mí como estar en una nube, pero siempre cuando nos despedimos, pienso que está mal, que con el hermano de mi madre, no puedo estar haciendo esas cosas. Entonces pensé que este martes sería la última vez que nos veríamos. No sabía cómo decírselo y tampoco estaba convencida de hacerlo, ya que yo la pasaba re bien con él. Era una sensación tan rara como de dominación con ese miembro tan fuerte, y a su vez tan cálido y cariñoso conmigo que se me hacía difícil encarar la separación. Pero pensaba en mi madre y me decía que cuanto antes lo terminara era mejor. Lo que más me preocupaba era que nos íbamos a seguir viendo seguido en las reuniones familiares y en las visitas de familia, pero tenía que hacerlo y después el resto se verá como se soluciona. Así que fui al encuentro de él este martes. Como había sido feriado el lunes y había tenido que trabajar, me dieron el martes libre y quedamos de encontrarnos en Montevideo, ya que acá en Canelones era absolutamente imposible. Nos encontramos en el lugar se siempre, en uno de los lugares de comidas del Shopping 3 cruces. De ahí nos íbamos siempre al Hotel Goes que queda a tres cuadras. Yo sé que hay muchas versiones sobre si el tamaño importa o no, para mí era importante porque cuando lo hacíamos me siento como poseída por ese fenómeno. Me hacía ver estrellas y me pone en una nube. Creo que nunca con ninguna de mis relaciones anteriores tengo tantos orgasmos como con él. Bueno, llegué a tres cruces y él estaba esperando tomando una coca. Me convidó y después salimos caminando como lo hacíamos siempre. Llegamos al hotel, fuimos a la habitación y, como hacíamos siempre nos empezamos a besar. Besa tan bien que ya eso empezaba a excitarme. Fui al baño y cuando salí, ya sin ropa, como siempre, él estaba desnudo con su herramienta, como le llamaba él pronta para hacerme gozar.
Yo tenía claro que era la última vez, entonces estaba dispuesta a gozar como loca y así fue. El tío estaba resistente, pues aguantó bastante rato, hasta que al final nos pusimos en cucharita y comenzó suavemente y luego fue moviéndose más rápido, y fue entrando cada vez más adentro hasta que de pronto explotó como lo hacía él y me inundó la matriz, mientras nos besábamos en uno de esos besos interminables. Nos quedamos inmóviles en la cama y, como siempre decía, me preguntó si la había pasado bien y yo le dije que lo había pasado de primera. Nos quedamos callados unos minutos mientras yo seguía como jadeando de cansada. En ese momento de silencio, me animé a decirle lo que tenía pensado. Yo lo había pensado bien mientras iba en el bus desde Canelones a Tres cruces, pero no me salió todo lo que había pensado y le dije, tío, no podemos vernos más en esta situación. Seguiremos siendo tío y sobrina, pero esto no más. Te lo ruego que no me lo hagas difícil, pero pienso en mamá y siento que no puedo seguir. El tío me miró a los ojos, luego bajó la vista y me dijo, nena, realmente te admiro, yo soy mayor, se supone que tengo más experiencia y que debo marcar los límites y realmente me pasé. El año pasado en Piriápolis te empecé a ver de otra manera, de ser mi sobrina, la hija de mi hermana, pasé a ver una mujer que me enloqueció. Y después me dejé llevar y no sabía cómo salir. Te veía y sentía gozar y me parecía que nunca lo íbamos a dejar. Pero igual me parecía que era horrible lo que estábamos haciendo y suerte que me la hiciste fácil. Te aseguro que igual, nunca te voy a olvidar como amante. Y desde ahora serás de nuevo mi sobrina. Me puse a llorar, creo que de alegría por haber salido del problema, fui al baño, me vestí y cuando salí él estaba pronto para irnos. Nos dimos un beso en la mejilla y salimos a la calle. Caminamos en silencio hasta la parada de ómnibus, nos despedimos y me volví a Canelones. Cuando llegué a casa mi madre me estaba esperando para que la acompañara a una tienda. Salimos juntas y conversamos de muchas cosas. Yo me sentí liberada y quiero compartir con ustedes esta alegría.
Quiero agradecer a un “amigo” de la página, a “Lichi”, por haberme dado el impulso a tomar esta decisión.

1 comentarios - El día de hoy

knschrei
Me gusta que cuentes sus historias sexuales, sigue contando todas despues de las primera vez