El "Viejo Amado" era el curandero del barrio y vivía en una casilla en las afuéras del barrio, borrachín y atrevido como era, la gente le escapába porque cuando se emborrachaba se sacaba la ropa. Éso me causába curiosidad, así que me dispúse a espiar al hermitaño para ver si era cierto lo que se decía. Me tomó un par de dias escabullirme en su terreno a la hora de la siesta y conseguir un buen lugar desde donde espiarlo sin ser visto, descubrí que el tipo que vivía solo tomába su siesta desnudo y era un ejemplal adulto de macho magnífico y solitario.
Me calentaba verlo andar sin rópas por su casa confiádo en su soledad...sin sospechar que mis ojos curiosos se deleitában viendo su hombría curtída y preciosa meciendosé entre sus piernas robústas...
Me hice maña para ganarme la confianza de ese "abuelo" bien dotádo que pronto entendió toda mi intención adolescente de ser su objeto sexual...deseaba que ese señor me dejara jugar con su sexo de hombre madúro
Fué el primero que me dejó sentir el sabor de un hombre caliente
Me calentaba verlo andar sin rópas por su casa confiádo en su soledad...sin sospechar que mis ojos curiosos se deleitában viendo su hombría curtída y preciosa meciendosé entre sus piernas robústas...
Me hice maña para ganarme la confianza de ese "abuelo" bien dotádo que pronto entendió toda mi intención adolescente de ser su objeto sexual...deseaba que ese señor me dejara jugar con su sexo de hombre madúro
Fué el primero que me dejó sentir el sabor de un hombre caliente
2 comentarios - "El Papi Amado", iniciadór; relato ilustrado.