Por fin hace aproximadamente un mes, soy un cornudo. Mi esposa tiene 28 años y yo 31.
En el 2020 con la pandemia, comencé a ver pornografía muy seguido. Me masturbaba viendo intercambio de esposas, me excita muchísimo.
Un día encontré un video de cuckold y me intereso mucho el tema. Comencé a ver como era la cosa y las pajas se volvieron más duras, pensando que a Lau "mi esposa" le abrían bien el culo.
Este año el día 14 de febrero “día de los enamorados”, mientras mirábamos porno, me hice el boludo y buscaba videos cuckold, para que ella vea.
Encontré uno que explicaba lo que era ser una hotwife y como ser cornudo. Yo ya estaba con la pija durísima, mientras ella miraba a un negro abriéndole el culo a una mina y el esposo se pajeaba al lado de ellos.
Lau – Que loco, que tu mujer se coja a alguien delante de su esposo.
Yo – Depende.
Lau – ¿Depende de qué?
Yo – La mujer y el esposo lo están disfrutando muchísimo.
Lau – ¿A vos te gustaría, que negro me la esté clavando, mientras vos miras?
No me dejo contestarle, le hubiera dicho que me encantaría y aclaro.
Lau – El cuckold es asqueroso, ni loca me dejo coger por otra persona y menos delante de tuyo.
Yo me imaginaba que la mina del video era mi mujer y la pija me explotaba, se la clave como nunca antes y la bañe en leche.
De tanto en tanto hablamos del cuckold, yo le decía que estaba muy buena, que muchos de sus compañeros del trabajo seguro se la quieren coger. Ella lo único que decía era, que estaba loco y reía.
El mes pasado llego a casa enojada del gimnasio.
Yo - ¿Qué pasa Lau?
Lau – Vistes a Dami, mi instructor.
Yo – Si amor, ¿qué paso?
Lau – hoy mientras me ayudaba con los ejercicios, lo vi por el espejo, que se tocaba la pija, mientras me miraba el culo.
Yo – Pero ¿la esposa no es la recepcionista?
Lau – Si, pero no viene todos los días. Me pareció un pelotudo, no quiero ir más al gimnasio.
La verdad, es que mi mujer, tiene un culo de 10. Así que le compre unas calzas para que le marque mejor el orto. Me encanta verla vestirse para el gym, porque me imagino que todos se hacen una paja con el culo de Lau.
Ella cuando comenzó a ir, me mostro la foto de Dami y era un gigante, me imagine a mi mujer en cuatro con este gigante, partiéndole el culo “que a mi no me deja” y la pija se me paro inmediatamente.
Me comenzó a chupar la pija, yo me imaginaba que se la chupaba a Dami y la tenía durísima. La puse en cuatro y comencé a cogerla fuertemente. Me excitaba muchísimo escucharla gemir.
Yo - Pobre Dami, que mujer se está perdiendo.
Lau – Se rio. Estás loco. Esta casado y tiene 45 años.
Yo – Vos también, estas casada. ¿y? ¿No te gustaría que te coja?
Sonrió. No me respondió nada.
Yo – podemos practicar cuckold, si quieres. Yo no tengo ningún problema en que te lo cojas.
Me miro como sorprendida por mi comentario y me dijo.
Lau – ¿No te molestaría?
Yo – Amor, me encantaría. Eso sí, contame todo.
Lau – Estas muy loco, ¿lo sabes? Lo voy a pensar.
Como me lo dijo, estaba seguro que se lo cogería, así que le agarre la cabeza y le llene la boca de semen. Ella sonreía.
Al otro día, fui y le compre ropa interior blanca, bien sexy y unas calzas del mismo color, así cuando transpire se le vería todo.
Yo – Esto es para que uses mañana en el gym.
Me dio un beso en la boca y me dijo, Gracias amor.
El día que tenia que volver al gym, la vi como se cambiaba y la pija me explotaba, mi mujer se estaba preparando para que un hombre que no sea su esposo se la coja. Me vio que me tocaba la pija y me la agarro.
Lau - Qué dura amor, ¿Se te paro porque me ves así o porque hoy serás un cornudo?
Yo le sonreí.
Yo – Contame todo.
Me dio un beso y fue al gimnasio. Lau volvió dos horas después. La cabeza pensaba de todo y la pija se me bajaba y subía, quería hacerme una paja, pero quería primero saber que paso.
Yo – Hola amor, la bese. ¿Cómo te fue?
Lau – Ya sos un cornudo amor. Gracias amor.
Yo – Contame todo.
Ya tenia la pija dura, ella me la agarro y comenzó a pajearme, mientras me contaba.
Lau – Llegué a las 19, comencé mi rutina y apareció Dami
Dami – Que linda ropita, Lau. Esta hermosa.
Lau – Gracias. Sonreí.
Dami estaba indiferente, no me daba bola, hasta que tipo 19:30 la mujer le da un beso y le dice que lo ve en casa. Después que la mujer se fue, Dami cambio totalmente, creo que es un pirata desde hace mucho, sonrió.
Me agaché para agarrar unas pesas y lo vi por el espejo nuevamente, viéndome el orto y tocándose la pija.
Lau - ¿Te gusta mi culo?
Dami no sabia que decir, estaba como sorprendido.
Dami – Si, Lau, tenes un culo hermoso y con esa calza se ve perfecta.
Lau – Tu mujer no está, mi esposo tampoco, ¿No se te ocurre que podemos hacer?
Dami – Si, se me ocurre una rutina que hacer mucho quiero que hagamos.
Lau – Dale, me gusta la idea. sonreí y el también.
Dami – Acompáñame.
Fuimos para los vestuarios masculinos, miro adentro, me agarro de la mano y fuimos directamente a las duchas. Son duchas individuales privadas, donde cerras con una cortina y no se quien está dentro. Me empujó a la ducha, entro y cerro con la cortina.
Me puso contra la pared y me tomo con ambas manos la cara, besándome fuertemente. Yo tanteaba el pantalón y sentí la pija durísima y enorme. Me levanto el corpiño y comento a manosearme las tetas, mientras me susurro al oído.
Dami – Putita, hace muchísimo que quiero llenarte de leche.
Lau – Igual yo papito. Cuando te veía por el espejo que mirabas mi orto, quería que me bajes la calza y me la metas fuerte.
Dami – Tus deseos son órdenes.
Comenzó a chuparme las tetas y me bajaba la calza y la tanga. Yo hacia lo mismo y le baje el pantalón. Vi como una pija enorme saltaba. El me metía un dedo en la concha y yo le manosea la pija. Me agarro de la cabeza y me la llevo a su pija.
Dami – Chúpame la verga, puta.
Se la chupe como loca, me encantaba, llegaba hasta la mitad y tenia un gusta riquísimo, le chupe hasta los huevos. Estaba super mojada. Me levanto de los pelos y me puso de cara contra la pared. Sentía como me buscaba la concha con la pija y yo le paraba la cola para que la encuentre lo más rápido posible, ya quería tenerla dentro mío.
Me la fue metiendo despacito y comencé a gemir fuerte.
Dami – Cállate puta, nos pueden oír.
Me tapo la boca con la mano y me la metía cada vez mas fuerte, acabe muchas veces
Me imaginaba cada detalle de lo que contaba Lau y mi pija estaba durísima.
Dami – Bien puta, ahora te voy a llenar el culo de lechita.
Tenia una calentura que no podía más, quería que, con esa pija, me abra el culo.
Ese comentario me puso muy excitado, porque nunca me dejo cogerla por el culo, solo se lo chupe algunas veces y como máximo fue un dedito, cuando ella estaba muy caliente.
Me salivo el culo y me ponía un dedo para que se lo chupara, después me di cuenta que ese dedo era el que me metía en el culo. Me dolía, pero no decía nada, quería que me abra el culo por primera vez.
Me metía y sacaba el dedo, yo no paraba de gemir. De repente siento que me apoya la pija en el culo y comienza a empujar. Nunca en mi vida me sentí tan puta. Dami seguí escupiendo mi culo y yo no podía esperar tenerla adentro.
La empujaba y la sacaba, yo explotaba de calentura, acabe solo con ese movimiento. Cada vez empujaba mas fuerte y en un momento, sentí como entro.
Dami – Bien putita, la puntita ya está adentro.
Lau – mmmmmm papi, métemela toda.
Comenzó a meterla y sacarla muy despacito, hasta que sentí que entro un poco mas que la cabeza, porque me pareció que me partía en dos. Seguía entrando y saliendo.
Dami – Ya la tenes adentro bebe.
Salía y entraba ahora muy rápido y cada vez mas fuerte. Yo explotaba. De repente me agarra la cabeza y siento como me llena el culo de leche.
Dami – Así putita. Sos muchísimo mejor que mi mujer.
Sentía como le latía la pija mientras acabada y cuando la saco, vi como un montón de semen caía al piso.
Lau – Sos el primero que me abre el culo, papi.
Dami – No sabía, me hubieras dicho. Que tu esposo no te vea el orto, porque lo tener muy abierto.
Lau – Si papi, igual esto queda entre nosotros.
Dami – Si putita, soy tu macho. Esta rutina la tenemos que hacer más seguido.
Lau – Me reí, si papi. Le di un beso en la boca y le dije que me iba a bañar porque tenia que volver a casa.
Yo – ¿Amor te gusto ser la puta de otro hombre?
Lau - Me encanto amor, gracias. Pensé que era una locura, pero esta locura me encanta.
Yo – Date vuelta amor, que quiero cogerte el orto.
Ahora ni se quejó, generalmente me dice rotundamente no, pero ahora se dio vuelta y se bajo la calza, sin ningún problema.
Era verdad, el ano lo tenia muy abierto y todavía se le veía rastros de semen. Yo no aguantaba más, así que se la fui metiendo por el culo, y sentía que entraba sin problema, me imagine que Dami la tendría enorme. Le sentía el culo lubricado por la leche que le dejo, eso me puso a mil y comencé a cogerla fuertemente, en un ratito explote y la llene de leche.
Dami se lo cogió una vez más y la semana pasada, me dijo que tiene un compañero del trabajo que le tiene ganas, así que si se da, les cuento.
En el 2020 con la pandemia, comencé a ver pornografía muy seguido. Me masturbaba viendo intercambio de esposas, me excita muchísimo.
Un día encontré un video de cuckold y me intereso mucho el tema. Comencé a ver como era la cosa y las pajas se volvieron más duras, pensando que a Lau "mi esposa" le abrían bien el culo.
Este año el día 14 de febrero “día de los enamorados”, mientras mirábamos porno, me hice el boludo y buscaba videos cuckold, para que ella vea.
Encontré uno que explicaba lo que era ser una hotwife y como ser cornudo. Yo ya estaba con la pija durísima, mientras ella miraba a un negro abriéndole el culo a una mina y el esposo se pajeaba al lado de ellos.
Lau – Que loco, que tu mujer se coja a alguien delante de su esposo.
Yo – Depende.
Lau – ¿Depende de qué?
Yo – La mujer y el esposo lo están disfrutando muchísimo.
Lau – ¿A vos te gustaría, que negro me la esté clavando, mientras vos miras?
No me dejo contestarle, le hubiera dicho que me encantaría y aclaro.
Lau – El cuckold es asqueroso, ni loca me dejo coger por otra persona y menos delante de tuyo.
Yo me imaginaba que la mina del video era mi mujer y la pija me explotaba, se la clave como nunca antes y la bañe en leche.
De tanto en tanto hablamos del cuckold, yo le decía que estaba muy buena, que muchos de sus compañeros del trabajo seguro se la quieren coger. Ella lo único que decía era, que estaba loco y reía.
El mes pasado llego a casa enojada del gimnasio.
Yo - ¿Qué pasa Lau?
Lau – Vistes a Dami, mi instructor.
Yo – Si amor, ¿qué paso?
Lau – hoy mientras me ayudaba con los ejercicios, lo vi por el espejo, que se tocaba la pija, mientras me miraba el culo.
Yo – Pero ¿la esposa no es la recepcionista?
Lau – Si, pero no viene todos los días. Me pareció un pelotudo, no quiero ir más al gimnasio.
La verdad, es que mi mujer, tiene un culo de 10. Así que le compre unas calzas para que le marque mejor el orto. Me encanta verla vestirse para el gym, porque me imagino que todos se hacen una paja con el culo de Lau.
Ella cuando comenzó a ir, me mostro la foto de Dami y era un gigante, me imagine a mi mujer en cuatro con este gigante, partiéndole el culo “que a mi no me deja” y la pija se me paro inmediatamente.
Me comenzó a chupar la pija, yo me imaginaba que se la chupaba a Dami y la tenía durísima. La puse en cuatro y comencé a cogerla fuertemente. Me excitaba muchísimo escucharla gemir.
Yo - Pobre Dami, que mujer se está perdiendo.
Lau – Se rio. Estás loco. Esta casado y tiene 45 años.
Yo – Vos también, estas casada. ¿y? ¿No te gustaría que te coja?
Sonrió. No me respondió nada.
Yo – podemos practicar cuckold, si quieres. Yo no tengo ningún problema en que te lo cojas.
Me miro como sorprendida por mi comentario y me dijo.
Lau – ¿No te molestaría?
Yo – Amor, me encantaría. Eso sí, contame todo.
Lau – Estas muy loco, ¿lo sabes? Lo voy a pensar.
Como me lo dijo, estaba seguro que se lo cogería, así que le agarre la cabeza y le llene la boca de semen. Ella sonreía.
Al otro día, fui y le compre ropa interior blanca, bien sexy y unas calzas del mismo color, así cuando transpire se le vería todo.
Yo – Esto es para que uses mañana en el gym.
Me dio un beso en la boca y me dijo, Gracias amor.
El día que tenia que volver al gym, la vi como se cambiaba y la pija me explotaba, mi mujer se estaba preparando para que un hombre que no sea su esposo se la coja. Me vio que me tocaba la pija y me la agarro.
Lau - Qué dura amor, ¿Se te paro porque me ves así o porque hoy serás un cornudo?
Yo le sonreí.
Yo – Contame todo.
Me dio un beso y fue al gimnasio. Lau volvió dos horas después. La cabeza pensaba de todo y la pija se me bajaba y subía, quería hacerme una paja, pero quería primero saber que paso.
Yo – Hola amor, la bese. ¿Cómo te fue?
Lau – Ya sos un cornudo amor. Gracias amor.
Yo – Contame todo.
Ya tenia la pija dura, ella me la agarro y comenzó a pajearme, mientras me contaba.
Lau – Llegué a las 19, comencé mi rutina y apareció Dami
Dami – Que linda ropita, Lau. Esta hermosa.
Lau – Gracias. Sonreí.
Dami estaba indiferente, no me daba bola, hasta que tipo 19:30 la mujer le da un beso y le dice que lo ve en casa. Después que la mujer se fue, Dami cambio totalmente, creo que es un pirata desde hace mucho, sonrió.
Me agaché para agarrar unas pesas y lo vi por el espejo nuevamente, viéndome el orto y tocándose la pija.
Lau - ¿Te gusta mi culo?
Dami no sabia que decir, estaba como sorprendido.
Dami – Si, Lau, tenes un culo hermoso y con esa calza se ve perfecta.
Lau – Tu mujer no está, mi esposo tampoco, ¿No se te ocurre que podemos hacer?
Dami – Si, se me ocurre una rutina que hacer mucho quiero que hagamos.
Lau – Dale, me gusta la idea. sonreí y el también.
Dami – Acompáñame.
Fuimos para los vestuarios masculinos, miro adentro, me agarro de la mano y fuimos directamente a las duchas. Son duchas individuales privadas, donde cerras con una cortina y no se quien está dentro. Me empujó a la ducha, entro y cerro con la cortina.
Me puso contra la pared y me tomo con ambas manos la cara, besándome fuertemente. Yo tanteaba el pantalón y sentí la pija durísima y enorme. Me levanto el corpiño y comento a manosearme las tetas, mientras me susurro al oído.
Dami – Putita, hace muchísimo que quiero llenarte de leche.
Lau – Igual yo papito. Cuando te veía por el espejo que mirabas mi orto, quería que me bajes la calza y me la metas fuerte.
Dami – Tus deseos son órdenes.
Comenzó a chuparme las tetas y me bajaba la calza y la tanga. Yo hacia lo mismo y le baje el pantalón. Vi como una pija enorme saltaba. El me metía un dedo en la concha y yo le manosea la pija. Me agarro de la cabeza y me la llevo a su pija.
Dami – Chúpame la verga, puta.
Se la chupe como loca, me encantaba, llegaba hasta la mitad y tenia un gusta riquísimo, le chupe hasta los huevos. Estaba super mojada. Me levanto de los pelos y me puso de cara contra la pared. Sentía como me buscaba la concha con la pija y yo le paraba la cola para que la encuentre lo más rápido posible, ya quería tenerla dentro mío.
Me la fue metiendo despacito y comencé a gemir fuerte.
Dami – Cállate puta, nos pueden oír.
Me tapo la boca con la mano y me la metía cada vez mas fuerte, acabe muchas veces
Me imaginaba cada detalle de lo que contaba Lau y mi pija estaba durísima.
Dami – Bien puta, ahora te voy a llenar el culo de lechita.
Tenia una calentura que no podía más, quería que, con esa pija, me abra el culo.
Ese comentario me puso muy excitado, porque nunca me dejo cogerla por el culo, solo se lo chupe algunas veces y como máximo fue un dedito, cuando ella estaba muy caliente.
Me salivo el culo y me ponía un dedo para que se lo chupara, después me di cuenta que ese dedo era el que me metía en el culo. Me dolía, pero no decía nada, quería que me abra el culo por primera vez.
Me metía y sacaba el dedo, yo no paraba de gemir. De repente siento que me apoya la pija en el culo y comienza a empujar. Nunca en mi vida me sentí tan puta. Dami seguí escupiendo mi culo y yo no podía esperar tenerla adentro.
La empujaba y la sacaba, yo explotaba de calentura, acabe solo con ese movimiento. Cada vez empujaba mas fuerte y en un momento, sentí como entro.
Dami – Bien putita, la puntita ya está adentro.
Lau – mmmmmm papi, métemela toda.
Comenzó a meterla y sacarla muy despacito, hasta que sentí que entro un poco mas que la cabeza, porque me pareció que me partía en dos. Seguía entrando y saliendo.
Dami – Ya la tenes adentro bebe.
Salía y entraba ahora muy rápido y cada vez mas fuerte. Yo explotaba. De repente me agarra la cabeza y siento como me llena el culo de leche.
Dami – Así putita. Sos muchísimo mejor que mi mujer.
Sentía como le latía la pija mientras acabada y cuando la saco, vi como un montón de semen caía al piso.
Lau – Sos el primero que me abre el culo, papi.
Dami – No sabía, me hubieras dicho. Que tu esposo no te vea el orto, porque lo tener muy abierto.
Lau – Si papi, igual esto queda entre nosotros.
Dami – Si putita, soy tu macho. Esta rutina la tenemos que hacer más seguido.
Lau – Me reí, si papi. Le di un beso en la boca y le dije que me iba a bañar porque tenia que volver a casa.
Yo – ¿Amor te gusto ser la puta de otro hombre?
Lau - Me encanto amor, gracias. Pensé que era una locura, pero esta locura me encanta.
Yo – Date vuelta amor, que quiero cogerte el orto.
Ahora ni se quejó, generalmente me dice rotundamente no, pero ahora se dio vuelta y se bajo la calza, sin ningún problema.
Era verdad, el ano lo tenia muy abierto y todavía se le veía rastros de semen. Yo no aguantaba más, así que se la fui metiendo por el culo, y sentía que entraba sin problema, me imagine que Dami la tendría enorme. Le sentía el culo lubricado por la leche que le dejo, eso me puso a mil y comencé a cogerla fuertemente, en un ratito explote y la llene de leche.
Dami se lo cogió una vez más y la semana pasada, me dijo que tiene un compañero del trabajo que le tiene ganas, así que si se da, les cuento.
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