Llegó mamá y después de un rato nos sentamos a cenar.
- Y que hicieron toda la tarde?, se aburrieron?
- Si, y nos morimos de calor, respondió Joaqui.
- Pero no estuvo tan mal, vimos una peli.
- Ah si? Cuál?
- Toy Story.
- Ah está bien.
- Mañana seguro vamos a la pileta ¿no hermanito?
- Mmmm, puede ser.
- Bueno si van recuerden llevar protector solar.
- Ok ma.
Cada uno de nosotros se fue a su cuarto a dormir.
Creo que eran las 2 de la mañana cuando escuché que se abría mí puerta.
- Estás despierto?
- Si Joaqui.
Sigilosamente se metió a mi cama; vestía una remerita apretada y unas bragas negras. Los dos estábamos un poco sudados por el calor de la noche de verano.
- Que te parece si continuamos?
- Pero Joaqui, nos va a escuchar mamá!
- Nah, está re dormida.
- Bueno pero hay que ser silenciosos.
- No hay problema...
Entonces se sentó sobre mi verga y empezó a frotar su conchita (aún con bragas) hasta que mi pene despertó. Luego me quitó el boxer y yo le quité las bragas. Esta vez se apoyó sobre mí y otra vez comenzó a frotar su concha con mi pene, pero esta vez piel con piel. Una sensación inexplicable recorría todo mi cuerpo. Se quitó su remera y al no llevar sostén expuso ante mí sus dos hermosos limoncitos, de color blanco y pezones rosados. Tomé uno con cada mano y empecé a manosearlos, eran increíblemente suaves. Ella me beso en la boca y luego se sentó otra vez en mi verga pero esta vez dándome la espalda, yo apoyé la cabeza de mi pene en la entrada de su pequeño coño de 14 años y ella se sentó lentamente lo que produjo que mi verga quedara completamente dentro de mi hermanita. Empezó a cabalgar lentamente y el placer nos gobernó completamente.
Lo hicimos en esa posición unos 5 minutos, luego cambiamos y ella se puso de perrito, así 5 minutos más y por último ella se acostó y abrió las piernas, la penetré un poco más, ella jadeaba y gemía, yo intentaba callarla para que no nos oyera nuestra madre, pero al mismo tiempo disfrutaba y me exitaba mucho el sonido de sus gemiditos. Mí verga ya estaba a punto de explotar y obviamente no iba a acabar dentro así que la saqué y me masturbé un poco hasta que dejé salir todo mi esperma en su panza. Ahí estaba mí hermosa hermanita Joaquína con un lago de semen en su ombligo que chorreaba y caía hacía su vagina. Por último acerqué mí verga a su boca y ella le dió una buena limpieza con su boquita.
- Sos terrible hermanita.
- Y vos un pervertido jaja.
- Jaja, bueno, me voy a duchar.
- Y si nos bañamos juntos? digo, para ahorrar agua.
- Jaja, claro.
Comenten que les pareció y si les gustaría parte 3.
- Y que hicieron toda la tarde?, se aburrieron?
- Si, y nos morimos de calor, respondió Joaqui.
- Pero no estuvo tan mal, vimos una peli.
- Ah si? Cuál?
- Toy Story.
- Ah está bien.
- Mañana seguro vamos a la pileta ¿no hermanito?
- Mmmm, puede ser.
- Bueno si van recuerden llevar protector solar.
- Ok ma.
Cada uno de nosotros se fue a su cuarto a dormir.
Creo que eran las 2 de la mañana cuando escuché que se abría mí puerta.
- Estás despierto?
- Si Joaqui.
Sigilosamente se metió a mi cama; vestía una remerita apretada y unas bragas negras. Los dos estábamos un poco sudados por el calor de la noche de verano.
- Que te parece si continuamos?
- Pero Joaqui, nos va a escuchar mamá!
- Nah, está re dormida.
- Bueno pero hay que ser silenciosos.
- No hay problema...
Entonces se sentó sobre mi verga y empezó a frotar su conchita (aún con bragas) hasta que mi pene despertó. Luego me quitó el boxer y yo le quité las bragas. Esta vez se apoyó sobre mí y otra vez comenzó a frotar su concha con mi pene, pero esta vez piel con piel. Una sensación inexplicable recorría todo mi cuerpo. Se quitó su remera y al no llevar sostén expuso ante mí sus dos hermosos limoncitos, de color blanco y pezones rosados. Tomé uno con cada mano y empecé a manosearlos, eran increíblemente suaves. Ella me beso en la boca y luego se sentó otra vez en mi verga pero esta vez dándome la espalda, yo apoyé la cabeza de mi pene en la entrada de su pequeño coño de 14 años y ella se sentó lentamente lo que produjo que mi verga quedara completamente dentro de mi hermanita. Empezó a cabalgar lentamente y el placer nos gobernó completamente.
Lo hicimos en esa posición unos 5 minutos, luego cambiamos y ella se puso de perrito, así 5 minutos más y por último ella se acostó y abrió las piernas, la penetré un poco más, ella jadeaba y gemía, yo intentaba callarla para que no nos oyera nuestra madre, pero al mismo tiempo disfrutaba y me exitaba mucho el sonido de sus gemiditos. Mí verga ya estaba a punto de explotar y obviamente no iba a acabar dentro así que la saqué y me masturbé un poco hasta que dejé salir todo mi esperma en su panza. Ahí estaba mí hermosa hermanita Joaquína con un lago de semen en su ombligo que chorreaba y caía hacía su vagina. Por último acerqué mí verga a su boca y ella le dió una buena limpieza con su boquita.
- Sos terrible hermanita.
- Y vos un pervertido jaja.
- Jaja, bueno, me voy a duchar.
- Y si nos bañamos juntos? digo, para ahorrar agua.
- Jaja, claro.
Comenten que les pareció y si les gustaría parte 3.
5 comentarios - Mí dulce hermanita Joaquína (Parte 2)