Al día siguiente, durante el desayuno, nuestros padres quisieron tener una charla con nosotros. El tema fue el rendimiento académico de los dos. Resultaba que a Elena le iba bastante mal y que mis "excelentes notas" ya no lo eran. Ellos consideraban que Elena era una distracción y una mala influencia para mí, con lo cual no le iban a continuar pagando la universidad ni la estadía de sus "vacaciones fraudulentas". Elena salió llorando a encerrarse en su cuarto mientras yo les pedía una oportunidad. En resumen, ella ya no viviría conmigo.
La vuelta a Mar del Plata fue muy triste. Edu nos llevó con la camioneta, para traer las cosas de ella al día siguiente.
- Ánimo chicos! Que no se muere nadie!
- Es fácil para vos Edu, no te están separando de tu mejor amiga!
En el departamento nos sentamos a tomar un café antes de empezar a guardar sus cosas.
- Entiendo que es todo un bajón, pero realmente quieren que la última noche juntos sea así?
- Sabés que Edu, tenés razón! Hagamos una fiesta, no un velorio.
Compramos alcohol y comida, pusimos música. Mientras juntábamos todo bailábamos, bebíamos y jodíamos.
En un momento, cuando estábamos bastante borrachos todos, Elena puso música de Sade. Edu y yo la miramos.
- Siéntense en el sillón. Ustedes hicieron lo que quisieron conmigo allá en casa, acá hoy mando yo.
La obedecimos como perros fieles. Ella empezó a moverse al ritmo de la música como si fuera una stripper, pero más sexy. Nos acariciaba y besaba a los dos. Luego se puso a desnudarlo a Edu y le paró la pija con una mano y la lengua nada más. Después me tocó a mí y Edu la ayudó. Cuando él me sacó la remera, su pija quedó muy cerca de mi cara. Leni se dio cuenta y la agarró con una mano al mismo tiempo que me besaba. Se metió la pija en la boca, la succionó y volvió a besarme. Repitió eso un par de veces. Sentía el gusto de Edu en mi lengua y no me importaba.
Me pusieron de pie y me sacaron el pantalón. Elena me comió la pija con muchas ganas sentada con Edu al lado. Luego lo besó con mucha saliva. Me estrujó el glande, sacó una gota que juntó con la punta de la lengua y la metió en la boca de Edu.
- Vamos a chupale la pija a Gabito, amor!
Acto seguido, se besaron apasionadamente con mi pija en el medio. Me la chupaban a lengüetazos juntos con total desenfreno. Yo no lo podía creer. Edu lo hacía torpemente, pero se notaba que le ponía ganas.
Leni lo agarró del cuello y se la metió en la boca lo más que entró. Edu casi se ahoga pero no la soltó. Me costó contenerme para no acabar de lo caliente de la situación.
Me soltaron y empezaron a coger. Ella lo cabalgaba en el sillón, mientras el le apretaba el culo y la hacía saltar sobre él.
Unos minutos después, se levantó y fuimos a la cama. Se puso en cuatro y me ordenó:
- Gabo, rompeme la concha!
Se la clavé toda y le di duro un rato, haciéndola gritar de placer. Cuando me faltaba poco por acabar se salió.
- Ponete en cuatro vos ahora... Dale!
Sin entender que quería hice lo que me pedía.
- Ya me usaron ustedes. Esta noche son mis putitos!
Me tironeó de la pija y clavó su lengua en mi ojete. Me lamió, metió un dedo, me pajeaba, chupaba la punta de mi pija. Jugaba conmigo sin dejarme acabar. Se ubicó para hacer un 69.
- Chupámela!
Me estiré para comerla mientras ella se atragantaba con mi pija. Me agarraba de las nalgas y las abría. De pronto sentí algo duro frotándose contra mi raya.
- Que hacés Edu?
- Edu quiere jugar con tu cola Gabito! Y más te vale quedarte quietito!
Me di cuenta que todo se había ido a la mierda, no importaba nada. Sin hablar, Edu frotaba su pija y presionaba la punta contra mi agujero, que a mi pesar, iba cediendo de a poco. Cada tanto me metía la lengua con saliva para seguir lubricando. El placer que me producían sus lengüetazos junto a la mamada de Leni era de lo más intenso que había sentido hasta entonces.
Cuando finalmente entró la punta, sentí más asombro que dolor. Entre sus movimientos suaves y la chupada de Elena, se me hizo bastante fácil aguantar.
Pero la cosa seguía. La sacaba, la frotaba por entre mis nalgas pajeándose y volvía a meterme la punta. Una parte de mi quería gritar que la saque, pero mi lado perverso quería que siga. No sufría, pero tampoco gozaba aún.
Leni aumentó el ritmo de la mamada y apretaba mis bolas. Le dio unos golpecitos en la pierna a Edu para indicarle que se apurara. Él entendió y empezó a pajearse con mi culo más rápido. Un momento después nuestros gemidos se hacían más fuertes. Volvió a intentar meter la punta, no pudo y acabó en mis nalgas. Sentir ese calor me puso nervioso. En ese instante acabé muy fuerte en la boca de Elena, que tragaba semen ahogándose.
Me limpiarin y me dejaron descansar un poco. Ellos se pusieron a besarse y acariciarse. Me quedé mirándolos. Edu se había divertido con mi culo y hacía como si nada.
Un rato después, se decían secretos entre ellos. Me dijeron que cerrara los ojos. Cuando los abrí, mi pija estaba en las bocas de los dos. Ella le daba lecciones a él de como atacar una como la mía para darme placer y ponerme duro. Cuando estuve duro del todo, Elena se subió arriba mío y cogimos así hasta que Edu decidió culearla a ella.
- No! Acostate vos!
La obedeció y esperó callado. Ella se puso en cuatro con la concha a la altura de su cara.
- Seguí cogiéndome Gabi y no pares hasta llenarme de leche!
Me acomodé encima de Edu y la volví a meter. Mis bolas daban en su cara, mientras él lamía todo lo que podía.
Nunca en mi vida había hecho algo bisexual hasta esa noche. Entre la concha de Leni y la boca de Edu, estaba muy excitado. Enterré toda mi pija al fondo, haciéndola gritar y llenándola de leche como me pidió. Cuando la saqué, todavía chorreaba. La cara de Edu recibió una buena parte y algo más cayó en su pecho.
Leni se sentó en su boca.
- Ahora limpiame, putito. Aaaahh siií! Comete la leche de tu amigo! Chupame toda con su lecheee! Aaahhh!
Edu la agarró del culo y hundió su cara entre las piernas de Leni. Tragó mi leche y jugos de ella, haciéndola temblar del orgasmo. Él todavía estaba al palo. Sin pensarlo, se la agarré y lo pajeé con ganas, pero sin apuro. Se la escupí y le di como si fuera la mía.
Leni, que aun estaba en su cara, se dio vuelta y me ayudó a chupársela y pajearlo.
- Pasale la lengua, Gabito... No seas tímido!
Pasé la lengua a lo largo del tronco. El gusto a pija no me molestó. Seguí dando lengüetazos y babeando con ayuda de Leni.
Le metí un dedo en el orto lubricado, mientras lo pajeaba. Le di duro a la pija y al culo hasta que la leche saltó a la cara de ella y encima de él. Leni continuó amasando su pija y las bolas para torturarlo un poco. Pasó algo de la leche por el agujero del culo.
- Arrimale la pija, Gabito!
Le apoyé la punta en la entrada.
Aunque estaba cansado, deseaba venganza. Se me había parado de tanto morbo. Mientras Leni le lamía la pija, me incentivó. Levantó las piernas de Edu, poniendo su culo más fácil para mí. Yo le pasaba y empujaba con la punta para dilatarlo. Se la iba a meter sin cuestionarme nada. Leni le abrió el ojete y me miró con un brillo perverso en los ojos.
- Te lo vas a coger??
- Sí.
- Le vas a romper el culo con tu pija gorda?
- Sí!
- Cogeteló! Rompele el orto como me lo rompiste a mí!
-Siiiií!
Empujé fuerte. Casi la mitad del tronco fue tragaso por el ano de Edu.
- Aaaahhh! Mi culoooo!
Sin detenerme empecé a bombearle despacio. Leni lubricaba con saliva el tronco de mi pija y el culo de Edu.
- Aaah aahh! Dueleee! Despacio!
Estaba demasiado excitado y ebrio para pensar que le estaba rompiendo el culo a mi mejor amigo, pero en ese momento no quería parar. Parecíamos drogados de sexo. Cuando sentí que faltaba poco Leni se dio cuenta.
- Llenale el culo, inundalo con tu leche!
Me besaba mientras mi pija se contraía con cada chorro que largaba dentro de Edu.
- Aaahh seeee!!
- Uuuuhhh... Hijodeputass! Me rompiste el orto!
Nos sentamos los tres, con Leni en el medio, que nos besaba y acariciaba.
- Que bien se portaron, mis putitos!
Ninguno de nosotros podía decir nada. Esa fue la última vez que estuvimos juntos.
La vuelta a Mar del Plata fue muy triste. Edu nos llevó con la camioneta, para traer las cosas de ella al día siguiente.
- Ánimo chicos! Que no se muere nadie!
- Es fácil para vos Edu, no te están separando de tu mejor amiga!
En el departamento nos sentamos a tomar un café antes de empezar a guardar sus cosas.
- Entiendo que es todo un bajón, pero realmente quieren que la última noche juntos sea así?
- Sabés que Edu, tenés razón! Hagamos una fiesta, no un velorio.
Compramos alcohol y comida, pusimos música. Mientras juntábamos todo bailábamos, bebíamos y jodíamos.
En un momento, cuando estábamos bastante borrachos todos, Elena puso música de Sade. Edu y yo la miramos.
- Siéntense en el sillón. Ustedes hicieron lo que quisieron conmigo allá en casa, acá hoy mando yo.
La obedecimos como perros fieles. Ella empezó a moverse al ritmo de la música como si fuera una stripper, pero más sexy. Nos acariciaba y besaba a los dos. Luego se puso a desnudarlo a Edu y le paró la pija con una mano y la lengua nada más. Después me tocó a mí y Edu la ayudó. Cuando él me sacó la remera, su pija quedó muy cerca de mi cara. Leni se dio cuenta y la agarró con una mano al mismo tiempo que me besaba. Se metió la pija en la boca, la succionó y volvió a besarme. Repitió eso un par de veces. Sentía el gusto de Edu en mi lengua y no me importaba.
Me pusieron de pie y me sacaron el pantalón. Elena me comió la pija con muchas ganas sentada con Edu al lado. Luego lo besó con mucha saliva. Me estrujó el glande, sacó una gota que juntó con la punta de la lengua y la metió en la boca de Edu.
- Vamos a chupale la pija a Gabito, amor!
Acto seguido, se besaron apasionadamente con mi pija en el medio. Me la chupaban a lengüetazos juntos con total desenfreno. Yo no lo podía creer. Edu lo hacía torpemente, pero se notaba que le ponía ganas.
Leni lo agarró del cuello y se la metió en la boca lo más que entró. Edu casi se ahoga pero no la soltó. Me costó contenerme para no acabar de lo caliente de la situación.
Me soltaron y empezaron a coger. Ella lo cabalgaba en el sillón, mientras el le apretaba el culo y la hacía saltar sobre él.
Unos minutos después, se levantó y fuimos a la cama. Se puso en cuatro y me ordenó:
- Gabo, rompeme la concha!
Se la clavé toda y le di duro un rato, haciéndola gritar de placer. Cuando me faltaba poco por acabar se salió.
- Ponete en cuatro vos ahora... Dale!
Sin entender que quería hice lo que me pedía.
- Ya me usaron ustedes. Esta noche son mis putitos!
Me tironeó de la pija y clavó su lengua en mi ojete. Me lamió, metió un dedo, me pajeaba, chupaba la punta de mi pija. Jugaba conmigo sin dejarme acabar. Se ubicó para hacer un 69.
- Chupámela!
Me estiré para comerla mientras ella se atragantaba con mi pija. Me agarraba de las nalgas y las abría. De pronto sentí algo duro frotándose contra mi raya.
- Que hacés Edu?
- Edu quiere jugar con tu cola Gabito! Y más te vale quedarte quietito!
Me di cuenta que todo se había ido a la mierda, no importaba nada. Sin hablar, Edu frotaba su pija y presionaba la punta contra mi agujero, que a mi pesar, iba cediendo de a poco. Cada tanto me metía la lengua con saliva para seguir lubricando. El placer que me producían sus lengüetazos junto a la mamada de Leni era de lo más intenso que había sentido hasta entonces.
Cuando finalmente entró la punta, sentí más asombro que dolor. Entre sus movimientos suaves y la chupada de Elena, se me hizo bastante fácil aguantar.
Pero la cosa seguía. La sacaba, la frotaba por entre mis nalgas pajeándose y volvía a meterme la punta. Una parte de mi quería gritar que la saque, pero mi lado perverso quería que siga. No sufría, pero tampoco gozaba aún.
Leni aumentó el ritmo de la mamada y apretaba mis bolas. Le dio unos golpecitos en la pierna a Edu para indicarle que se apurara. Él entendió y empezó a pajearse con mi culo más rápido. Un momento después nuestros gemidos se hacían más fuertes. Volvió a intentar meter la punta, no pudo y acabó en mis nalgas. Sentir ese calor me puso nervioso. En ese instante acabé muy fuerte en la boca de Elena, que tragaba semen ahogándose.
Me limpiarin y me dejaron descansar un poco. Ellos se pusieron a besarse y acariciarse. Me quedé mirándolos. Edu se había divertido con mi culo y hacía como si nada.
Un rato después, se decían secretos entre ellos. Me dijeron que cerrara los ojos. Cuando los abrí, mi pija estaba en las bocas de los dos. Ella le daba lecciones a él de como atacar una como la mía para darme placer y ponerme duro. Cuando estuve duro del todo, Elena se subió arriba mío y cogimos así hasta que Edu decidió culearla a ella.
- No! Acostate vos!
La obedeció y esperó callado. Ella se puso en cuatro con la concha a la altura de su cara.
- Seguí cogiéndome Gabi y no pares hasta llenarme de leche!
Me acomodé encima de Edu y la volví a meter. Mis bolas daban en su cara, mientras él lamía todo lo que podía.
Nunca en mi vida había hecho algo bisexual hasta esa noche. Entre la concha de Leni y la boca de Edu, estaba muy excitado. Enterré toda mi pija al fondo, haciéndola gritar y llenándola de leche como me pidió. Cuando la saqué, todavía chorreaba. La cara de Edu recibió una buena parte y algo más cayó en su pecho.
Leni se sentó en su boca.
- Ahora limpiame, putito. Aaaahh siií! Comete la leche de tu amigo! Chupame toda con su lecheee! Aaahhh!
Edu la agarró del culo y hundió su cara entre las piernas de Leni. Tragó mi leche y jugos de ella, haciéndola temblar del orgasmo. Él todavía estaba al palo. Sin pensarlo, se la agarré y lo pajeé con ganas, pero sin apuro. Se la escupí y le di como si fuera la mía.
Leni, que aun estaba en su cara, se dio vuelta y me ayudó a chupársela y pajearlo.
- Pasale la lengua, Gabito... No seas tímido!
Pasé la lengua a lo largo del tronco. El gusto a pija no me molestó. Seguí dando lengüetazos y babeando con ayuda de Leni.
Le metí un dedo en el orto lubricado, mientras lo pajeaba. Le di duro a la pija y al culo hasta que la leche saltó a la cara de ella y encima de él. Leni continuó amasando su pija y las bolas para torturarlo un poco. Pasó algo de la leche por el agujero del culo.
- Arrimale la pija, Gabito!
Le apoyé la punta en la entrada.
Aunque estaba cansado, deseaba venganza. Se me había parado de tanto morbo. Mientras Leni le lamía la pija, me incentivó. Levantó las piernas de Edu, poniendo su culo más fácil para mí. Yo le pasaba y empujaba con la punta para dilatarlo. Se la iba a meter sin cuestionarme nada. Leni le abrió el ojete y me miró con un brillo perverso en los ojos.
- Te lo vas a coger??
- Sí.
- Le vas a romper el culo con tu pija gorda?
- Sí!
- Cogeteló! Rompele el orto como me lo rompiste a mí!
-Siiiií!
Empujé fuerte. Casi la mitad del tronco fue tragaso por el ano de Edu.
- Aaaahhh! Mi culoooo!
Sin detenerme empecé a bombearle despacio. Leni lubricaba con saliva el tronco de mi pija y el culo de Edu.
- Aaah aahh! Dueleee! Despacio!
Estaba demasiado excitado y ebrio para pensar que le estaba rompiendo el culo a mi mejor amigo, pero en ese momento no quería parar. Parecíamos drogados de sexo. Cuando sentí que faltaba poco Leni se dio cuenta.
- Llenale el culo, inundalo con tu leche!
Me besaba mientras mi pija se contraía con cada chorro que largaba dentro de Edu.
- Aaahh seeee!!
- Uuuuhhh... Hijodeputass! Me rompiste el orto!
Nos sentamos los tres, con Leni en el medio, que nos besaba y acariciaba.
- Que bien se portaron, mis putitos!
Ninguno de nosotros podía decir nada. Esa fue la última vez que estuvimos juntos.
4 comentarios - Mi hermana y yo - final
Bisex e incesto, mucho morbo jajjajja
Muy bueno, van puntos.