Al cábo iba creciendo entendía que a tódos los típos les cabía exhibirse, mostrarse cojiendo... y me aproveché de ésa debilidad con los "pito dúro" de Cañuélas donde vivía. Petizéros, peónes de estancia, domadóres y campesínos bien "pampa" formaban parte, sin saberlo; de una selección de hombrezuélos que me armaba para ser mis "invitados" cada viernes en que organizába en mi casa una "fiestíta" en honor a esos varónes que no me podía "comer", pero que podía gozar igual poniendolés un "banquete de concha y vino" al alcance.
De ésa manéra me aseguraba el terrible placer de poder mirar a ésos varónes hermósos mientras se garchában para mi a esas putas divínas tan amántes de la pija como lo yo.
También me producía terrible placer homoerótico observar a ésos terribles alfa cojedores perder el pudor al extrémo de frotar la verga con su compañero de cojída dentro de esas rájas abiertas y tragónas...
Al final, esas vúlvas hinchádas y calientes escurriendo la leche tíbia de esos sementáles hermósos que me dedicaban el orgásmo como tribúto al placer que les ofrecía " el puto amigo"
De ésa manéra me aseguraba el terrible placer de poder mirar a ésos varónes hermósos mientras se garchában para mi a esas putas divínas tan amántes de la pija como lo yo.
También me producía terrible placer homoerótico observar a ésos terribles alfa cojedores perder el pudor al extrémo de frotar la verga con su compañero de cojída dentro de esas rájas abiertas y tragónas...
Al final, esas vúlvas hinchádas y calientes escurriendo la leche tíbia de esos sementáles hermósos que me dedicaban el orgásmo como tribúto al placer que les ofrecía " el puto amigo"
0 comentarios - "Mil pijas para el trolo", reláto ilustrado...