La confesión
Se me había metido en la cabeza la idea del trío y a Elena también, aunque trataba de no demostrar demasiado interés en el asunto.
Un día de vacaciones de verano fuimos al pueblo a visitar a nuestros padres. Esa noche le dije a Edu que viniera a casa.
Nuestra casa del pueblo es bastante grande. Tiene 2 plantas, pileta, 2 habitaciones de invitados, una sala enorme, con barra y nuestras habitaciones.
Edu vino a cenar. Elena dijo que se sentía cansada y se fue a dormir temprano. Yo le había comentado a él que quería contarle algo importante que me había pasado.
Nos pusimos a tomar unas cervezas y fui hablando boludeces hasta que estuvimos bastante alegres, aunque no ebrios.
- Che, hermano, que me querías contar?
- Primero jurame por tu vieja que no va a salir un palabra de esto.
- Eh, ni que hubieras matado a alguien! Ok. Te lo juro por mi vieja!
- Bueno. Te acordás el finde que estuviste en mardel cogiendo con Elena?
- Eehh... si lo decís así...
- Sé todo lo qu hicieron y lo mucho que disfrutaron sabiendo que yo los escuchaba...
Esperé su reacción.
- Bu-Bueno... Que se yo... O sea...
- Edu, me estaba pajeando mientras veía como le hacías el culo a mi hermana. Me calentó verlos coger así. Y el que fueras vos lo hacía mejor, no era cualquiera, me entendés?
- Fuaaa... Es fuerte lo que me contás!
- Escuché lo que decían. Por eso me fui a enfriarme un poco. Si no salía, entraba con ustedes...
- Bueno... Que se yo... Por ahí la pasábamos bomba! Jajaja
- El tema es que cuando volví, Elena se había dormido desnuda boca abajo y le veía leche saliendo del culo... No me pude contener...
- Que pasó?
- Me acerqué, saqué la pija y la pasé por la raya. Se me mojó la punta con tu leche. Intenté frenar ahí, pero después de pasarla un par de veces más Leni se despertó y su reacción fue tratar de levantarse... Eso fue peor.
- Por qué? Contame!
Podía ver el brillo de excitación en los ojos de Edu. Y de reojo ví que se le estaba parando. Seguí con mi relato inventado.
- Cuando levantó el culo yo me caí hacia adelante y mi pija entró derecho en su concha. La clavé, nos quedamos quietos. Ella no lo podía creer y yo no quería sacarla. Me moví y se la metí más.
- Nooo... Y Elena que dijo?
- Dijo "Gabo, que me estás haciendo?". Yo ya no podía pensar. Mi pija se adueñó de la situación. Empecé a bombearle sin parar. Ella gemía y decía "no, no". Pero dejaba su cola quieta... Me lo permitía...
- Y qué más?
- La agarré de las tetas y la cogí hasta que acabé adentro. Cuando ella se dio cuenta que estaba llenándola acabó a los gritos. Después, nos quedamos quietos unos segundos, me empujó y me dijo que estaba loco, que como me había cogido a mi hermana, que como se me ocurrió acabar adentro sin preguntar...
- Y qué hiciste?
- Le pedí perdón y conté lo mismo que a vos, que los vi y lo oí. Y mi cabeza hizo un clic. Ahí ella me confesó que no estaba enojada, que si bien ella fantaseaba con coger conmigo nunca lo hubiera hecho. Pero yo di el paso y ella se dejó. El tema es que había disfrutado de algo que se supone está mal. Así que nos pusimos a hablar de eso. En todo el rato no dejó de tocarme la pija.
Edu tomaba y se apretaba la pija cada vez con más intensidad. Se lo veía casi borracho y muy caliente. El relato surtía efecto.
- Al día siguiente me confesó que ella se sentía mal por engañar a su novio, pero que se mojaba de solo pensar en repetir la experiencia. Y después de mucho hablar le dije que podríamos hacer un trío. Para que vos estés y la pases bien también. Así no habría heridos. Ella entendió que yo también la quería coger de vuelta. Le confesé que quería hacerle la cola, que tenía un orto hermoso que me enloquecía. Ella contestó que la única manera que haga algo así es que vos estés 100x100 de acuerdo... Sé que te pido algo muy raro, no nos juzgues, somos un poco retorcidos. Pero sería cosa de una vez y basta... Que me decís?
-... Bueno... Yo... No te voy a mentir... Es raro y caliente a la vez... Yo también tengo que confesar que mientras nos calentábamos con Elena, yo le dije que ne gustaría que estuvieses viéndonos y ella me dijo que te llamara, lo que me hizo acabar de golpe... Casi grito tu nombre. Me salió un "Gaaaa" junto con la acabada más fuerte de mi vida. Pero... Te cogiste a tu hermana, mi novia, vos, mi mejor amigo... Siento que estás siendo injusto conmigo...
- Injusto? No entiendo...
- Vos me espiaste y me viste la pija. Yo no vi la tuya.
- Me estás diciendo que me querés ver la pija?
- Claro chabón! Quiero ver lo que le metiste a Elena. Pelá! Jajaja
Dudé un momento, pero al ver la sonrisa y el entusiasmo en su cara, accedí. Me paré y bajé mis pantalones hasta las rodillas, mostrando mi pija medio erecta, pero aún notable.
- Epa! Yo me creía pijudo, pero la tuya es gorda...
Se paró y sacó la pija parada poniéndola a centímetros de la mía. Las puso juntas y las apretó como si quisiera unir dos mitades de una misma cosa. Su glande se clavaba en mi pubis. Lo dejé hacer.
- Mmmm... Estás comparando?
- Me imagino que las dos juntas no le van a entrar a Elenita... Se te está poniendo más dura!
- Si me la tocan reacciona!
- Veo... Agarrame la mía.
Estiré mi mano y el calor de su pija me provocó una sensación extraña.
Ahí estábamos, parados uno frente al otro, pajeándonos un poco, con curiosidad.
- Se puede saber que está pasando aca?
Elena estaba en pijama a dos metros de nosotros mirando con cara entre enojada y divertida.
Se me había metido en la cabeza la idea del trío y a Elena también, aunque trataba de no demostrar demasiado interés en el asunto.
Un día de vacaciones de verano fuimos al pueblo a visitar a nuestros padres. Esa noche le dije a Edu que viniera a casa.
Nuestra casa del pueblo es bastante grande. Tiene 2 plantas, pileta, 2 habitaciones de invitados, una sala enorme, con barra y nuestras habitaciones.
Edu vino a cenar. Elena dijo que se sentía cansada y se fue a dormir temprano. Yo le había comentado a él que quería contarle algo importante que me había pasado.
Nos pusimos a tomar unas cervezas y fui hablando boludeces hasta que estuvimos bastante alegres, aunque no ebrios.
- Che, hermano, que me querías contar?
- Primero jurame por tu vieja que no va a salir un palabra de esto.
- Eh, ni que hubieras matado a alguien! Ok. Te lo juro por mi vieja!
- Bueno. Te acordás el finde que estuviste en mardel cogiendo con Elena?
- Eehh... si lo decís así...
- Sé todo lo qu hicieron y lo mucho que disfrutaron sabiendo que yo los escuchaba...
Esperé su reacción.
- Bu-Bueno... Que se yo... O sea...
- Edu, me estaba pajeando mientras veía como le hacías el culo a mi hermana. Me calentó verlos coger así. Y el que fueras vos lo hacía mejor, no era cualquiera, me entendés?
- Fuaaa... Es fuerte lo que me contás!
- Escuché lo que decían. Por eso me fui a enfriarme un poco. Si no salía, entraba con ustedes...
- Bueno... Que se yo... Por ahí la pasábamos bomba! Jajaja
- El tema es que cuando volví, Elena se había dormido desnuda boca abajo y le veía leche saliendo del culo... No me pude contener...
- Que pasó?
- Me acerqué, saqué la pija y la pasé por la raya. Se me mojó la punta con tu leche. Intenté frenar ahí, pero después de pasarla un par de veces más Leni se despertó y su reacción fue tratar de levantarse... Eso fue peor.
- Por qué? Contame!
Podía ver el brillo de excitación en los ojos de Edu. Y de reojo ví que se le estaba parando. Seguí con mi relato inventado.
- Cuando levantó el culo yo me caí hacia adelante y mi pija entró derecho en su concha. La clavé, nos quedamos quietos. Ella no lo podía creer y yo no quería sacarla. Me moví y se la metí más.
- Nooo... Y Elena que dijo?
- Dijo "Gabo, que me estás haciendo?". Yo ya no podía pensar. Mi pija se adueñó de la situación. Empecé a bombearle sin parar. Ella gemía y decía "no, no". Pero dejaba su cola quieta... Me lo permitía...
- Y qué más?
- La agarré de las tetas y la cogí hasta que acabé adentro. Cuando ella se dio cuenta que estaba llenándola acabó a los gritos. Después, nos quedamos quietos unos segundos, me empujó y me dijo que estaba loco, que como me había cogido a mi hermana, que como se me ocurrió acabar adentro sin preguntar...
- Y qué hiciste?
- Le pedí perdón y conté lo mismo que a vos, que los vi y lo oí. Y mi cabeza hizo un clic. Ahí ella me confesó que no estaba enojada, que si bien ella fantaseaba con coger conmigo nunca lo hubiera hecho. Pero yo di el paso y ella se dejó. El tema es que había disfrutado de algo que se supone está mal. Así que nos pusimos a hablar de eso. En todo el rato no dejó de tocarme la pija.
Edu tomaba y se apretaba la pija cada vez con más intensidad. Se lo veía casi borracho y muy caliente. El relato surtía efecto.
- Al día siguiente me confesó que ella se sentía mal por engañar a su novio, pero que se mojaba de solo pensar en repetir la experiencia. Y después de mucho hablar le dije que podríamos hacer un trío. Para que vos estés y la pases bien también. Así no habría heridos. Ella entendió que yo también la quería coger de vuelta. Le confesé que quería hacerle la cola, que tenía un orto hermoso que me enloquecía. Ella contestó que la única manera que haga algo así es que vos estés 100x100 de acuerdo... Sé que te pido algo muy raro, no nos juzgues, somos un poco retorcidos. Pero sería cosa de una vez y basta... Que me decís?
-... Bueno... Yo... No te voy a mentir... Es raro y caliente a la vez... Yo también tengo que confesar que mientras nos calentábamos con Elena, yo le dije que ne gustaría que estuvieses viéndonos y ella me dijo que te llamara, lo que me hizo acabar de golpe... Casi grito tu nombre. Me salió un "Gaaaa" junto con la acabada más fuerte de mi vida. Pero... Te cogiste a tu hermana, mi novia, vos, mi mejor amigo... Siento que estás siendo injusto conmigo...
- Injusto? No entiendo...
- Vos me espiaste y me viste la pija. Yo no vi la tuya.
- Me estás diciendo que me querés ver la pija?
- Claro chabón! Quiero ver lo que le metiste a Elena. Pelá! Jajaja
Dudé un momento, pero al ver la sonrisa y el entusiasmo en su cara, accedí. Me paré y bajé mis pantalones hasta las rodillas, mostrando mi pija medio erecta, pero aún notable.
- Epa! Yo me creía pijudo, pero la tuya es gorda...
Se paró y sacó la pija parada poniéndola a centímetros de la mía. Las puso juntas y las apretó como si quisiera unir dos mitades de una misma cosa. Su glande se clavaba en mi pubis. Lo dejé hacer.
- Mmmm... Estás comparando?
- Me imagino que las dos juntas no le van a entrar a Elenita... Se te está poniendo más dura!
- Si me la tocan reacciona!
- Veo... Agarrame la mía.
Estiré mi mano y el calor de su pija me provocó una sensación extraña.
Ahí estábamos, parados uno frente al otro, pajeándonos un poco, con curiosidad.
- Se puede saber que está pasando aca?
Elena estaba en pijama a dos metros de nosotros mirando con cara entre enojada y divertida.
4 comentarios - Mi hermana y yo - parte 7