El escenario fueron los Juegos Olímpicos Pekín 2008. El famoso corredor Usain Bolt obtuvo su primera medalla de oro, batiendo por primera vez el récord en los 100 metros lisos. Luego de superar esa dura prueba, el jamaiquino pensó que merecía un merecido descanso, y tres jugadoras de la selección sueca de handball pensaron lo mismo. Mientras Usain se relajaba en su vestuario, estas tres mujeres se acercaron hasta la puerta del vestidor y sin ningún tipo de vergüenza le preguntaron a su entrenador si podían entrar a felicitarlo. Este accedió a dejarlas pasar, y las suecas entraron contentas de conocer y congratular al corredor estrella. Y parece que se tomaron muy en serio la felicitación, ya que la secuencia concluyo con los cuatro atletas encerrados en el vestuario por dos horas. O al menos esto se contaba por los pasillos.
Sea esta historia real o simplemente una mentira, lo cierto es que según la gente del ámbito, estas situaciones son cosas de todos los días en los Juegos Olímpicos. Cuando se toca el tema, todos los entrenadores afirman que el sexo casual es moneda corriente entre los participantes. Varias encuestas han revelado que aproximadamente el 75% de los atletas lo practica en algún momento durante la competencia. De todas maneras, no creo que esto sea algo que nos sorprenda. Para ponernos en contexto, este torneo consiste básicamente en reunir a los mejores deportistas del mundo, de los cuales la gran mayoría son jóvenes con cuerpos que parecen esculpidos a mano, en un lugar donde estarán confinados durante mas de un mes. Y si a esto le sumamos que todos están con las emociones a flor de piel, sufriendo los nervios de participar en una competencia de semejante calibre, la ansiedad de tener que validar años de entrenamiento en un partido, o en ocasiones, en menos de un minuto, la emoción de representar a sus países y las hormonas fuera de control, es entendible que toda esa tensión deba ser canalizada de alguna forma.
Desde ya, las autoridades del Comité Olímpico están al tanto de esta situación. Por lo que se han esforzado en implementar medidas para resguardar la integridad física de sus atletas. Durante el primer día de los JJOO, se hace un reparto masivo de preservativos entre los competidores. En Rio 2016, la cifra de preservativos obsequiados alcanzo el récord de 500 mil. Mas de 40 por atleta para los menos de 20 días que dura la competencia. Quizás el numero parezca exagerado, pero la cantidad fue calculada en base a estudios realizados en Olimpiadas anteriores. Sin mencionar los distintos puntos de distribución de preservativos gratuitos disponibles en toda la Villa Olímpica durante la contienda.
Pero los problemas empiezan cuando la situación se va de control. Un claro ejemplo son las fotos filtradas del antes mencionado medallista jamaiquino, Usain Bolt, manteniendo relaciones intimas con una mujer en un club nocturno. Dicho escándalo puso en peligro el casamiento del atleta.
Aunque las cosas que se filtran, a veces son solo la punta del iceberg de lo que pasa en realidad. La arquera del seleccionado de futbol femenino estadounidense, Hope Solo, nos ha dejado una frase que dio mucho de que hablar: “He visto gente teniendo sexo directamente al aire libre. En el pasto, entre los edificios, La gente se esta volviendo cada vez mas pervertida. Hay un montón de sexo transcurriendo”. Dicha arquera también se ha visto involucrada en un escandalo sexual, cuando ella misma confeso haber entrado a escondidas con una celebridad a su cuarto. Los atletas tienen prohibido meter a gente ajena a la competencia a la Villa Olímpica. Sin embargo, nunca se supo la identidad de este supuesto personaje famoso.
Este año, la situación fue muy peculiar. Los Juegos fueron postergados el año pasado por razones de publico conocimiento. El Comité Olímpico se vio obligado a imponer un protocolo sumamente estricto debido a la pandemia. El objetivo era evitar a toda costa un brote del virus dentro de la Villa Olímpica. Por ese motivo, por primera vez desde Seúl ‘88, no se repartieron preservativos, buscando desincentivar el contacto entre los deportistas. Tampoco se permitió el consumo de alcohol, para evitar un posible descontrol. Sin mencionar las camas “anti-sexo” que se hicieron virales en las redes. No obstante, ni siquiera todas estas medidas bastaron para calmar la preocupación de las autoridades olímpicas, por lo que aumentaron la cantidad de seguridad y cámaras por toda la Villa, convirtiendo a Tokio 2021 en los Juegos de la abstinencia sexual.
Sin embargo, teniendo en cuenta los testimonios que de a poco comienzan a salir a la luz días después de terminada la competencia, podríamos decir que todo ese esfuerzo no hizo mas que incrementar el morbo entre los atletas. Si bien tanto el Comité Olímpico Internacional como los comités de los países afectados están haciendo todo lo posible para que todo permanezca en la confidencialidad, lo cierto es que tenemos un nuevo escandalo sexual vinculado a los Juegos Olímpicos. Aun no hay nada confirmado, pero recopilando diferentes testimonios, no tardo mucho en circular una versión completa y detallada del hecho. Cabe reiterar que las autoridades olímpicas hacen su mayor esfuerzo para que nada de esto se sepa, ya que estaríamos hablando, y sin exagerar, del mayor escandalo sexual no solo de los Juegos Olímpicos, sino de la historia del deporte. Considerando que muchas veces estas historias no son mas que habladurías sin ningún fundamento, pasemos a relatar la supuesta historia que tomo lugar días antes de finalizar Tokio 2021.
Todas las delegaciones acataron al pie de la letra los protocolos y restricciones con respecto a la pandemia, pero hubo un grupo de hombres que no estaba dispuesto a pasar su estadía en el país nipón sin organizar una buena fiesta. Este grupo en cuestión fue integrado por los atletas masculinos de las delegaciones de Nigeria y Camerún. Estos hombres se reunieron una noche en una de las pequeñas habitaciones, y en completo secreto idearon un plan. Era obvio que la fiesta no podía tomar lugar dentro de la Villa Olímpica, así que decidieron alquilar bajo un completo anonimato una suite ubicada en el ultimo piso de un hotel en las afueras de Tokio. Habiendo resuelto el primer punto, pasaron al siguiente, que consistía en decidir quienes serian las invitadas. Estuvieron todos de acuerdo en que seria una fiesta privada, sin mucha gente para no llamar la atención, por lo que debían seleccionar muy bien la compañía femenina. Luego de mucho debatir, concluyeron que siendo la única fiesta de toda la competencia, merecían que las señoritas fueran medallistas doradas en todos los aspectos. Las afortunadas en cuestión serian nada mas y nada menos que las rivales de una de las grandes finales que tuvieron los Juegos: las selecciones holandesa y argentina de hockey femenino.
Para cuando termino el partido, todas las chicas estaban formalmente informadas e invitadas a la fiesta. En ese momento, los espectadores no se percataron de nada fuera de lo normal, ya que desconocían completamente el asunto. Pero viendo de nuevo las imágenes posteriores al encuentro, podemos apreciar que los saludos entre las jugadoras fueron mas cariñosos que de costumbre. Ademas la clásica felicitación y muestra de respeto entre rivales, luego de la entrega de medallas se las vio teniendo charlas en grupos conformados por ambas nacionalidades, aparentemente hablando sobre temas que nada tenían que ver con el hockey. Las cámaras captaron risas, cuchicheos y algunas disimuladas palmadas en sus firmes culitos.
Para ese entonces, los hombres habían aprovechado la hora pico de acción deportiva, cuando todos los ojos estaban puestos en las canchas, para escabullirse hacia el hotel. Solo restaba que las mujeres hagan lo mismo, cuidándose de no ser vistas, para completar el plan de manera satisfactoria.
Mientras ideaban el escape hacia la suite, las medallistas debieron solucionar una cuestión que habían pasado por alto. Como ya sabemos, el Comité Olímpico no entrego preservativos, y tampoco era posible conseguirlos dentro de la Villa. La única forma de conseguir unos era comprarlos en la ciudad. Pero entrar a una farmacia y pedir semejante cantidad de preservativos era muy arriesgado. No solo porque la exuberante compra llamaría mucho la atención, sino porque alguien podía reconocerlas. Lo que significaría problemas y sanciones para ambos equipos por violar las restricciones, ademas de que la fiesta se echaría a perder. Se miraron entre ellas, digiriendo la gravedad de la situación, pero finalmente entendieron que era un riesgo que debían correr.
Cuando llegaron las botellas de champagne ya estaban abiertas, la música con el volumen justo, y las luces tenues generaban un ambiente propenso al romanticismo. Solo restaba prender la chispa que iniciaría el desastre, lo que no tardo mucho en ocurrir. Con los negros ya erectos de solo imaginar la tremenda orgia que iban a desatar, y las rubias con las emociones a flor de piel, solo fue cuestión de minutos para que el descontrol empiece a asomar.
Rápidamente la mas depravada de las orgias empezó a cobrar vida. Después de algunas copas y bailes sugerentes, fue imposible encontrar un lugar de la suite donde no se este llevando a cabo alguna actividad sexual. Holandesas chupando vergas camerunesas en los baños, nigerianos devorando tetas argentinas en la cocina.
Tantos los hombres como las chicas sabían de antemano que el mejor momento para escaparse de la Villa era a las 22:30 hrs. A esa hora se hacia el cambio de guardias, por lo que debían aprovechar esa ventana en que la seguridad se debilitaba para escabullirse. Solo había un inconveniente, la final entre las chicas terminaría menos de una hora antes. Por lo que tuvieron que recibir las medallas, y salir corriendo hacia el hotel. Como era de esperarse por el corto umbral de minutos, algunas jugadoras no llegaron ni siquiera a bañarse, y tuvieron que ir con la ropa con la que acababan de jugar el partido. Todas esas hembras transpiradas pusieron a los africanos como animales salvajes, perdiendo el control por tantas feromonas flotando en el ambiente.
Hubo de todo un poco. Sexo grupal de a montones en los diferentes espacios, algunas parejas que optaron por un encuentro mas intimo en alguna habitación, y trato especial para capitanas y figuras de ambas selecciones.
Las rubias enfrentaron un rival difícil, que con potentes ataques buscaba penetrar sus defensas. Pero acostumbradas a las grandes contiendas, se la bancaron como verdaderas campeonas.
Durante la fiesta reino un clima de hermandad entre naciones, con argentinas y holandesas trabajando en equipo para domar a esas bestias. Apoyándose las unas a las otras, levantando alto la bandera de la lujuria.
La mayoría de estas situaciones salen a la luz por culpa de imágenes que no debieron ser tomadas. Huéspedes de hoteles vecinos testifican que pudieron ver parte de lo que pasaba dentro porque algunas habitaciones tenían las ventanas abiertas. Un gran descuido de parte de todos, o tal vez en el frenesí sexual ni siquiera se molestaron en cerrarlas.
Como si esto fuera poco, parece ser que algunas mujeres no aguantaron las ganas, y quisieron guardar el recuerdo de la mejor noche de sus vidas.
Ningún rostro puede verse con claridad en estas fotos filtradas que circularon por la web, pero no nos dejemos engañar. La mayoría de los hombres mira los partidos de hockey solo porque las jugadoras están mas buenas que un fin de semana largo. Todos conocemos a la perfección las siluetas de esos bellos cuerpos. Por lo tanto, por mas que no se vean sus caras, podemos afirmar que varios de esos culitos, o mas bien culazos, pertenecen a nuestras amadas Leonas.
Después de varias horas de pasión desenfrenada, todas las chicas quedaron bien llenitas de gratitud.
Al día siguiente, todas juntas tomaron el avión de regreso a casa. Algunos días después, un grandísimo porcentaje de ambos planteles empezó con algunos síntomas. Todas las mujeres presentaron varios en común, tales como cansancio, nauseas y vómitos, hinchazón, entre otros. Lo primero que se pensó, fue que hubo un brote de Coronavirus y todas se contagiaron en el partido, por lo que el Comité Olímpico Internacional les ordeno aislarse. Inmediatamente, los Comités Olímpicos holandés y argentino enviaron a sus jugadoras a realizarse los test correspondientes del Covid. Se hicieron dos test por jugadora, con el 100% de resultados negativos. Esto tiene desconcertadas a las autoridades olímpicas, ya que si no es Covid, ¿que sera lo que esta afectando a las medallistas? Se decidió esperar algunos días, con la esperanza de que la sintomatología desaparezca. Pero para desgracia y confusión de todos, las chicas han ido experimentando nuevos síntomas, y todas al mismo tiempo. A la primera lista se le suma estreñimiento, mareos, aumento del tamaño de los pechos, antojos, entre otros. En los últimos días se cuenta que también se han reportado aumentos de peso, y la completa perdida del periodo menstrual. Como dije al principio, las autoridades olímpicas hacen lo posible para conservar la calma, y que nada de esto se salga de control. Por el momento no se harán comunicados oficiales, o por lo menos no hasta que las chicas se sometan de nuevo a los test. Solo que esta vez, no serán test de Covid...
Sea esta historia real o simplemente una mentira, lo cierto es que según la gente del ámbito, estas situaciones son cosas de todos los días en los Juegos Olímpicos. Cuando se toca el tema, todos los entrenadores afirman que el sexo casual es moneda corriente entre los participantes. Varias encuestas han revelado que aproximadamente el 75% de los atletas lo practica en algún momento durante la competencia. De todas maneras, no creo que esto sea algo que nos sorprenda. Para ponernos en contexto, este torneo consiste básicamente en reunir a los mejores deportistas del mundo, de los cuales la gran mayoría son jóvenes con cuerpos que parecen esculpidos a mano, en un lugar donde estarán confinados durante mas de un mes. Y si a esto le sumamos que todos están con las emociones a flor de piel, sufriendo los nervios de participar en una competencia de semejante calibre, la ansiedad de tener que validar años de entrenamiento en un partido, o en ocasiones, en menos de un minuto, la emoción de representar a sus países y las hormonas fuera de control, es entendible que toda esa tensión deba ser canalizada de alguna forma.
Desde ya, las autoridades del Comité Olímpico están al tanto de esta situación. Por lo que se han esforzado en implementar medidas para resguardar la integridad física de sus atletas. Durante el primer día de los JJOO, se hace un reparto masivo de preservativos entre los competidores. En Rio 2016, la cifra de preservativos obsequiados alcanzo el récord de 500 mil. Mas de 40 por atleta para los menos de 20 días que dura la competencia. Quizás el numero parezca exagerado, pero la cantidad fue calculada en base a estudios realizados en Olimpiadas anteriores. Sin mencionar los distintos puntos de distribución de preservativos gratuitos disponibles en toda la Villa Olímpica durante la contienda.
Pero los problemas empiezan cuando la situación se va de control. Un claro ejemplo son las fotos filtradas del antes mencionado medallista jamaiquino, Usain Bolt, manteniendo relaciones intimas con una mujer en un club nocturno. Dicho escándalo puso en peligro el casamiento del atleta.
Aunque las cosas que se filtran, a veces son solo la punta del iceberg de lo que pasa en realidad. La arquera del seleccionado de futbol femenino estadounidense, Hope Solo, nos ha dejado una frase que dio mucho de que hablar: “He visto gente teniendo sexo directamente al aire libre. En el pasto, entre los edificios, La gente se esta volviendo cada vez mas pervertida. Hay un montón de sexo transcurriendo”. Dicha arquera también se ha visto involucrada en un escandalo sexual, cuando ella misma confeso haber entrado a escondidas con una celebridad a su cuarto. Los atletas tienen prohibido meter a gente ajena a la competencia a la Villa Olímpica. Sin embargo, nunca se supo la identidad de este supuesto personaje famoso.
Este año, la situación fue muy peculiar. Los Juegos fueron postergados el año pasado por razones de publico conocimiento. El Comité Olímpico se vio obligado a imponer un protocolo sumamente estricto debido a la pandemia. El objetivo era evitar a toda costa un brote del virus dentro de la Villa Olímpica. Por ese motivo, por primera vez desde Seúl ‘88, no se repartieron preservativos, buscando desincentivar el contacto entre los deportistas. Tampoco se permitió el consumo de alcohol, para evitar un posible descontrol. Sin mencionar las camas “anti-sexo” que se hicieron virales en las redes. No obstante, ni siquiera todas estas medidas bastaron para calmar la preocupación de las autoridades olímpicas, por lo que aumentaron la cantidad de seguridad y cámaras por toda la Villa, convirtiendo a Tokio 2021 en los Juegos de la abstinencia sexual.
Sin embargo, teniendo en cuenta los testimonios que de a poco comienzan a salir a la luz días después de terminada la competencia, podríamos decir que todo ese esfuerzo no hizo mas que incrementar el morbo entre los atletas. Si bien tanto el Comité Olímpico Internacional como los comités de los países afectados están haciendo todo lo posible para que todo permanezca en la confidencialidad, lo cierto es que tenemos un nuevo escandalo sexual vinculado a los Juegos Olímpicos. Aun no hay nada confirmado, pero recopilando diferentes testimonios, no tardo mucho en circular una versión completa y detallada del hecho. Cabe reiterar que las autoridades olímpicas hacen su mayor esfuerzo para que nada de esto se sepa, ya que estaríamos hablando, y sin exagerar, del mayor escandalo sexual no solo de los Juegos Olímpicos, sino de la historia del deporte. Considerando que muchas veces estas historias no son mas que habladurías sin ningún fundamento, pasemos a relatar la supuesta historia que tomo lugar días antes de finalizar Tokio 2021.
Todas las delegaciones acataron al pie de la letra los protocolos y restricciones con respecto a la pandemia, pero hubo un grupo de hombres que no estaba dispuesto a pasar su estadía en el país nipón sin organizar una buena fiesta. Este grupo en cuestión fue integrado por los atletas masculinos de las delegaciones de Nigeria y Camerún. Estos hombres se reunieron una noche en una de las pequeñas habitaciones, y en completo secreto idearon un plan. Era obvio que la fiesta no podía tomar lugar dentro de la Villa Olímpica, así que decidieron alquilar bajo un completo anonimato una suite ubicada en el ultimo piso de un hotel en las afueras de Tokio. Habiendo resuelto el primer punto, pasaron al siguiente, que consistía en decidir quienes serian las invitadas. Estuvieron todos de acuerdo en que seria una fiesta privada, sin mucha gente para no llamar la atención, por lo que debían seleccionar muy bien la compañía femenina. Luego de mucho debatir, concluyeron que siendo la única fiesta de toda la competencia, merecían que las señoritas fueran medallistas doradas en todos los aspectos. Las afortunadas en cuestión serian nada mas y nada menos que las rivales de una de las grandes finales que tuvieron los Juegos: las selecciones holandesa y argentina de hockey femenino.
Para cuando termino el partido, todas las chicas estaban formalmente informadas e invitadas a la fiesta. En ese momento, los espectadores no se percataron de nada fuera de lo normal, ya que desconocían completamente el asunto. Pero viendo de nuevo las imágenes posteriores al encuentro, podemos apreciar que los saludos entre las jugadoras fueron mas cariñosos que de costumbre. Ademas la clásica felicitación y muestra de respeto entre rivales, luego de la entrega de medallas se las vio teniendo charlas en grupos conformados por ambas nacionalidades, aparentemente hablando sobre temas que nada tenían que ver con el hockey. Las cámaras captaron risas, cuchicheos y algunas disimuladas palmadas en sus firmes culitos.
Para ese entonces, los hombres habían aprovechado la hora pico de acción deportiva, cuando todos los ojos estaban puestos en las canchas, para escabullirse hacia el hotel. Solo restaba que las mujeres hagan lo mismo, cuidándose de no ser vistas, para completar el plan de manera satisfactoria.
Mientras ideaban el escape hacia la suite, las medallistas debieron solucionar una cuestión que habían pasado por alto. Como ya sabemos, el Comité Olímpico no entrego preservativos, y tampoco era posible conseguirlos dentro de la Villa. La única forma de conseguir unos era comprarlos en la ciudad. Pero entrar a una farmacia y pedir semejante cantidad de preservativos era muy arriesgado. No solo porque la exuberante compra llamaría mucho la atención, sino porque alguien podía reconocerlas. Lo que significaría problemas y sanciones para ambos equipos por violar las restricciones, ademas de que la fiesta se echaría a perder. Se miraron entre ellas, digiriendo la gravedad de la situación, pero finalmente entendieron que era un riesgo que debían correr.
Cuando llegaron las botellas de champagne ya estaban abiertas, la música con el volumen justo, y las luces tenues generaban un ambiente propenso al romanticismo. Solo restaba prender la chispa que iniciaría el desastre, lo que no tardo mucho en ocurrir. Con los negros ya erectos de solo imaginar la tremenda orgia que iban a desatar, y las rubias con las emociones a flor de piel, solo fue cuestión de minutos para que el descontrol empiece a asomar.
Rápidamente la mas depravada de las orgias empezó a cobrar vida. Después de algunas copas y bailes sugerentes, fue imposible encontrar un lugar de la suite donde no se este llevando a cabo alguna actividad sexual. Holandesas chupando vergas camerunesas en los baños, nigerianos devorando tetas argentinas en la cocina.
Tantos los hombres como las chicas sabían de antemano que el mejor momento para escaparse de la Villa era a las 22:30 hrs. A esa hora se hacia el cambio de guardias, por lo que debían aprovechar esa ventana en que la seguridad se debilitaba para escabullirse. Solo había un inconveniente, la final entre las chicas terminaría menos de una hora antes. Por lo que tuvieron que recibir las medallas, y salir corriendo hacia el hotel. Como era de esperarse por el corto umbral de minutos, algunas jugadoras no llegaron ni siquiera a bañarse, y tuvieron que ir con la ropa con la que acababan de jugar el partido. Todas esas hembras transpiradas pusieron a los africanos como animales salvajes, perdiendo el control por tantas feromonas flotando en el ambiente.
Hubo de todo un poco. Sexo grupal de a montones en los diferentes espacios, algunas parejas que optaron por un encuentro mas intimo en alguna habitación, y trato especial para capitanas y figuras de ambas selecciones.
Las rubias enfrentaron un rival difícil, que con potentes ataques buscaba penetrar sus defensas. Pero acostumbradas a las grandes contiendas, se la bancaron como verdaderas campeonas.
Durante la fiesta reino un clima de hermandad entre naciones, con argentinas y holandesas trabajando en equipo para domar a esas bestias. Apoyándose las unas a las otras, levantando alto la bandera de la lujuria.
La mayoría de estas situaciones salen a la luz por culpa de imágenes que no debieron ser tomadas. Huéspedes de hoteles vecinos testifican que pudieron ver parte de lo que pasaba dentro porque algunas habitaciones tenían las ventanas abiertas. Un gran descuido de parte de todos, o tal vez en el frenesí sexual ni siquiera se molestaron en cerrarlas.
Como si esto fuera poco, parece ser que algunas mujeres no aguantaron las ganas, y quisieron guardar el recuerdo de la mejor noche de sus vidas.
Ningún rostro puede verse con claridad en estas fotos filtradas que circularon por la web, pero no nos dejemos engañar. La mayoría de los hombres mira los partidos de hockey solo porque las jugadoras están mas buenas que un fin de semana largo. Todos conocemos a la perfección las siluetas de esos bellos cuerpos. Por lo tanto, por mas que no se vean sus caras, podemos afirmar que varios de esos culitos, o mas bien culazos, pertenecen a nuestras amadas Leonas.
Después de varias horas de pasión desenfrenada, todas las chicas quedaron bien llenitas de gratitud.
Al día siguiente, todas juntas tomaron el avión de regreso a casa. Algunos días después, un grandísimo porcentaje de ambos planteles empezó con algunos síntomas. Todas las mujeres presentaron varios en común, tales como cansancio, nauseas y vómitos, hinchazón, entre otros. Lo primero que se pensó, fue que hubo un brote de Coronavirus y todas se contagiaron en el partido, por lo que el Comité Olímpico Internacional les ordeno aislarse. Inmediatamente, los Comités Olímpicos holandés y argentino enviaron a sus jugadoras a realizarse los test correspondientes del Covid. Se hicieron dos test por jugadora, con el 100% de resultados negativos. Esto tiene desconcertadas a las autoridades olímpicas, ya que si no es Covid, ¿que sera lo que esta afectando a las medallistas? Se decidió esperar algunos días, con la esperanza de que la sintomatología desaparezca. Pero para desgracia y confusión de todos, las chicas han ido experimentando nuevos síntomas, y todas al mismo tiempo. A la primera lista se le suma estreñimiento, mareos, aumento del tamaño de los pechos, antojos, entre otros. En los últimos días se cuenta que también se han reportado aumentos de peso, y la completa perdida del periodo menstrual. Como dije al principio, las autoridades olímpicas hacen lo posible para conservar la calma, y que nada de esto se salga de control. Por el momento no se harán comunicados oficiales, o por lo menos no hasta que las chicas se sometan de nuevo a los test. Solo que esta vez, no serán test de Covid...
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