No dejes de pasar por mi mejor post
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No te vas a arrepentir
CONOCIENDO A BRIAN
Brian es mi esposo, pero solo conocía una parte de él, hasta hace poco tiempo…
El es hombre de negocios, si bien originalmente era corredor de seguros, actualmente está desarrollando una importante carrera bancaria.
Somos casi de la misma edad, nos conocimos con veinti tantos años, él ya estaba buscando su futuro y se fijó en mi por una cierta atracción mutua, pero también por otro motivo no menor, mi padre, era el número uno en una cadena bancaria internacional, tipo gerente general, con mucho peso, dominio y poder, y eso, a sus ojos era una inmejorable oportunidad, obviamente él no se hubiera fijado en mi si yo hubiera la hija de don nadie.
Pero no me quejo, porque de alguna manera yo soy igual, siempre ignoré al chico del mercado que se moría de amor por mí, justamente, porque era el chico del mercado
Y tampoco me importaron las declaraciones de amor del primo de una amiga, porque el no tenía futuro, al menos el que yo quería para mi, porque yo era la hija de uno de los banqueros más importantes del país!
Y por eso cuando Brian apareció en mi vida, supe que era mi hombre, porque eso es lo que buscaba, un tipo ganador, de negocios, de esos que buscan ser número uno a cualquier precio, incluso cotejando a una de las hijas del gerente general
Mi esposo estaba haciendo carrera, ya brillaba por peso propio cuando nos casamos, pero aun necesitaba el apoyo de papá para llegar a la cima, pero el tiempo había pasado y las cosas habían cambiado
Mi padre estaba muy mayor y llegó el tiempo de retirarse, y con eso se opacó su brillo, es cierto, conservaba contactos, tenía influencias, pero él había sido corrido del círculo del poder, y con eso Brian perdió el respaldo en los pasos que daba, y todo se tornó complicado.
La oportunidad se presentó poco tiempo después, una fusión mundial entre dos bancos hizo tambalear los mercados, buscaban gente con sangre en las venas y Brian fue tentado, el triple de paga y un puesto gerencial que siempre había soñado, pero, no era en nuestra ciudad, teníamos que ir a otro sitio, otra provincia.
No lo dudamos un instante, nos daban casa, incluso me becaban mis estudios para que terminara mi carrera de abogada que había dejado años atrás
Y ahí fuimos, con treinta años, jóvenes, inquietos, llenos de desafíos, lleno de ilusiones, vacíos de prejuicios
Fue cuando entre tantas personas nuevas conocimos a Piero, el hombre que cambiaría para siempre nuestras vidas, el vecino de la casa contigua, un chico más joven que nosotros, un estereotipo diametralmente opuesto a mi marido, de cabellos largos y lacios casi a la cintura, en un tono entre pelirrojo y rubio, con barba rala del mismo color, de vestir informal, remeras preferentemente oscuras, viejos jeans gastados cortos a la rodillas y borceguíes tipo militar. Piero, aun hoy se pasa largas horas del día tocando su guitarra eléctrica, sueña con ser estrella de rock.
Es el típico hombre que hace de todo en el hogar, electricista, gasista, plomero, albañil, y cuantos etcéteras se imaginen, y así se gana la vida.
Brian por el contrario siempre viste de punta en blanco, luce como un ejecutivo y claro, obviamente no sabe arreglar nada, así que ante el menor problema su respuesta siempre era la misma ‘llamalo al rocker’, así le decía comúnmente a Piero, en una forma despectiva.
Así se tornó un poco costumbre que Piero visitara nuestro domicilio por las reparaciones que iban surgiendo y que pasaba entonces? el me caía simpático, era simpático, no era mi tipo de hombre pero siempre era divertido hablar con él, tenía salidas ocurrentes y solía dejarme en ridículo, me divertía con sus charlas, claro, éramos cómplices y nos reíamos juntos, pero realmente me hacía pasar las horas sin darme cuenta.
Además, el me miraba de una forma dulce y especial, de una forma sexual, sería muy complejo describir la situación, pero Piero me excitaba, por qué no decirlo…
Esa era la situación, un raro juego de seducción, en el que mi esposo era parte, muchas veces él estaba presente cuando el vecino arreglaba las cosas y yo le hacía compañía y le daba charla, mientras él estaba embebido con su notebook y sus negocios, pero sin ignorar lo que pasaba a sus espaldas
Y muchas veces mi esposo, en la intimidad jugaba con la figura del rocker, con que, si me gustaba, si me excitaba, o como fuera, incluso a veces me daba sexo oral y me pedía que imaginara que el vecino estaba en su lugar haciéndolo…
En resumen, había una peligrosa atracción entre Piero y yo, y Brian no parecía molestarle, por el contrario, era cómplice…
Lo que sigue sucedió hace ya seis meses, fue el principio de algo inesperado para mi…
Teníamos en casa un viejo equipo de audio, yo hubiera comprado uno nuevo, pero Brian parecía tener una estúpida obsesión con esa porquería, cada tanto se apagaba solo y estaba un tanto abandonado, obviamente mi esposo me dijo que lo llamara al ‘rocker’.
Piero vino tipo cinco de la tarde, y yo como siempre, como buena curiosa fui encima de él, es que me encantaba ver la facilidad que tenía para toquetear esos aparatos.
Mi esposo, un tanto alejado miraba un partido de tenis en el led de pared, pero atento a lo que pasaba entre nosotros.
Piero empezó a revisar, una cosa, otra, en algún momento dijo
Es que este equipo está atestado de porquerías, y le hace falta un poco de Megadeth!
Tontamente yo pregunté
Y donde se consigue ese repuesto?
El largó una carcajada y me tocó con el dedo índice la punta de la nariz, claro, otra vez me dejaba en ridículo, que iba a imaginar yo, que me pasaba escuchando Ariana Grande, Enrique Iglesias y Justin Bieber entre otros, que Megadeth era en verdad uno de esos grupos ruidosos que el escuchaba y que me martillaban la cabeza cada día todos los días desde el otro lado del tapial lindero
A todo esto, el gesto de su dedo en mi nariz fue demasiado fuerte para dejarlo pasar por alto, Brian lo notó y fue la llave para abrir la puerta de la perdición…
Cuando terminó de revisar las cosas y era hora de pagar, mi marido se acercó y dijo
Escucha… Piero… ese es tu nombre cierto? Mira… andamos escasos de efectivo… pero que te parece si para saldar las deudas mi mujer te pega una buena mamada, que dices?
El me miró por instinto, y yo no supe que hacer, me puse rojo fuego, que diablos le pasaba?, quise matarlo en ese momento… pero el insistió
Vamos mi amor… si te morís de ganas de chuparle la pija, cuantas veces lo hablamos?
Ahhh!!! me sentía fatal, me hacía quedar como una puta delante del vecino, y encima noté que el me miraba con ojos de lobo hambriento, quería que la tierra me tragase en ese momento…
Pero Brian parecía tener todo bajo control, Piero no sabía si hablaba en serio o solo era broma, pero mi esposo, en forma muy jocosa lo tomó del hombro y lo condujo a nuestro dormitorio como si fuera lo más normal del mundo, y yo fui por detrás por curiosidad, aun no creía que mi marido hablara en serio.
Pero entonces le dijo
Vamos hombre… desnúdate antes que cambie de opinión, yo solo quiero ver como ella lo hace… no sabes como la chupa no te vas a arrepentir…
Piero parecía un chico que obtiene un premio, su sonrisa iba de oreja a oreja, y empezó a quitarse la ropa, yo me tapé los ojos con una mano para no ver, pero entre nosotros, espiaba entre mis dedos para ver que cargaba
Y tenía una rica y tentadora pija que se mostraba erecta y sentí picazón entre mis piernas, mierda… estaba por darle sexo oral a mi vecino ante la mirada atenta de mi hombre
Nuestro rocker se acostó al borde de nuestra cama matrimonial, con su verga apuntando al techo y bueno, si debía sacrificarme, al fin y al cabo, era mi Brian el que me empujaba a hacerlo
Bajé mi mano y lo miré directamente, estaba grande, apetecible, se me hizo agua la boca en deseo, una mano de mi esposo se apoyó en mi espalda, empujándome suavemente hacia adelante, indicándome el camino
Fui al costado, mirando a los ojos a Piero quien se notaba excitado, me arrodillé a su lado, su aroma era rico, salvaje, tomé unos instantes para observar con detenimiento su sexo y asegurarme de que el paso que iba a dar era el correcto, porque no habría vuelta atrás
La tomé dulcemente con una mano, la apunté al techo, y desnudé su glande por completo, me acerqué un poco más, me sentí puta, porque a pesar de que mi hombre me lo había pedido, siempre lo había fantaseado, y el momento había llegado
Llevé mis labios a esa verga dura, pasé mi lengua dulcemente, desde abajo hacia arriba, como si fuera un exquisito helado, muy de puta, mirando fijamente a los ojos a Piero que aún no parecía creer lo que estaba sucediendo, empecé a dejar mi saliva solo para lubricarlo, que rico estaba
Después de varios lengüetazos pornográficos, porque me excita que un hombre me observé cuando se la chupo, de hecho, estaba toda mojada, solo cerré los ojos y me dediqué a hacerlo como me gusta, llevando su glande bien profundo, rozándolo contra el paladar, acariciarlo contra mi rostro, esa verga dura, venosa, latiendo entre mis dedos, mierda, pero si me estoy mojando al recordarlo y escribirlo
Solo estaba concentrada en lo que hacía y había perdido referencia a mi entorno, en un instante al abrir los ojos pude notar arrodillado a mi lado a mi marido, el observaba con mucha atención lo que hacía, con una profunda excitación, y empecé a mirarlo a él entonces, ahora nuestras miradas se cruzaban, solo la verga dura del rocker se interponía cada tanto
Brian me acariciaba la nuca dulcemente, y en un rapto de locura pareció arrancarme de donde estaba y me dio un terrible beso de boca a boca, muy profundo, muy caliente, enterrándome su lengua bien profunda
Me tomó por sorpresa su gesto, fue muy erótico y caliente, pero mierda, si yo le estaba chupando la verga al vecino, el me llevó de nuevo a hacerlo, pero volvió a besarme otra vez, y me gustó hacerlo, empecé en un loco juego de mamarle la pija a uno y besar al otro, y cada beso era más profundo, más caliente
Mi esposo volvió a tomar la conducción del juego y dijo
Mi amor, porque no lo montas un poco? A ver… a ver como el vecino que sabe hacer de todo te da una buena cogida
Mierda, el bastardo mientras iba largando palabra me fue sacando la ropa interior y también la falda, dejando mi sexo desnudo, no puedo culparlo, era cómplice en el juego, fui sobre Piero, con una pierna a cada lado, tomé su pija entre mis dedos y la metí en mi conchita, por completo, que rico! ahhh!!!!
Comencé a moverme, bien dulce, bien profundo, su verga llenaba mi hueco, empecé a morderme los labios, a gemir, a perder control, las manos de mi casual amante apretujaron mis tetas que se ocultaban bajo las ropas, si! si! que rico…
Piero llevó sus manos a mis nalgas y me ayudó en los movimientos, más rápido, mas, mas, los dos juntos, los dos como una locomotora, sin freno, su verga se puso dura, más dura, mas
Llegó ese momento crítico, sin retorno, tan exquisito… su semen caliente empezó a brotar en mi interior… ahhhhhhh!!!!
Y mi esposo volvería a sorprendernos, se acostó en la cama mirando al techo y me pidió que me masturbara sobre su rostro, fue sexi, no lo niego, me acomodé en cuclillas sobre su cara, mi sexo estaba a centímetros de su cara, empecé a masturbar mi clítoris con frenesí, y el semen que tenía en mi interior empezó a chorrear por la misma gravedad
Brian me tomó por las caderas y se aseguró de apuntar donde quería apuntar, empecé a expulsar leche caliente y todo lo que expulsaba iba a parar a su boca y él lo disfrutaba, y yo lo disfrutaba
Me sentí acabar en esa loca masturbación, un enorme orgasmo, mis piernas fueron poco a poco cediendo por el peso de mi cuerpo y terminé con mi concha sobre él, pegada a sus labios
Solo dejé que me lamiera bien lamida, y bebiera todo resto de semen de mi improvisado amante
Piero parecía no entender demasiado lo que había ocurrido, honestamente yo tampoco lo entendía en ese momento, solo supe que realmente estaba conociendo a Brian
Y en estos seis meses, mi esposo se abrió a una impensada bisexualidad, primero fue Piero, después un conocido mío, también pagamos a algunos tipos, terminamos compartiendo hombres, y la verdad, a mí no me molesta, es más, disfruto de cada verga nueva que compartimos
Si te gustó la historia puedes escribirme a con título ’CONOCIENDO A BRIAN’ a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir
CONOCIENDO A BRIAN
Brian es mi esposo, pero solo conocía una parte de él, hasta hace poco tiempo…
El es hombre de negocios, si bien originalmente era corredor de seguros, actualmente está desarrollando una importante carrera bancaria.
Somos casi de la misma edad, nos conocimos con veinti tantos años, él ya estaba buscando su futuro y se fijó en mi por una cierta atracción mutua, pero también por otro motivo no menor, mi padre, era el número uno en una cadena bancaria internacional, tipo gerente general, con mucho peso, dominio y poder, y eso, a sus ojos era una inmejorable oportunidad, obviamente él no se hubiera fijado en mi si yo hubiera la hija de don nadie.
Pero no me quejo, porque de alguna manera yo soy igual, siempre ignoré al chico del mercado que se moría de amor por mí, justamente, porque era el chico del mercado
Y tampoco me importaron las declaraciones de amor del primo de una amiga, porque el no tenía futuro, al menos el que yo quería para mi, porque yo era la hija de uno de los banqueros más importantes del país!
Y por eso cuando Brian apareció en mi vida, supe que era mi hombre, porque eso es lo que buscaba, un tipo ganador, de negocios, de esos que buscan ser número uno a cualquier precio, incluso cotejando a una de las hijas del gerente general
Mi esposo estaba haciendo carrera, ya brillaba por peso propio cuando nos casamos, pero aun necesitaba el apoyo de papá para llegar a la cima, pero el tiempo había pasado y las cosas habían cambiado
Mi padre estaba muy mayor y llegó el tiempo de retirarse, y con eso se opacó su brillo, es cierto, conservaba contactos, tenía influencias, pero él había sido corrido del círculo del poder, y con eso Brian perdió el respaldo en los pasos que daba, y todo se tornó complicado.
La oportunidad se presentó poco tiempo después, una fusión mundial entre dos bancos hizo tambalear los mercados, buscaban gente con sangre en las venas y Brian fue tentado, el triple de paga y un puesto gerencial que siempre había soñado, pero, no era en nuestra ciudad, teníamos que ir a otro sitio, otra provincia.
No lo dudamos un instante, nos daban casa, incluso me becaban mis estudios para que terminara mi carrera de abogada que había dejado años atrás
Y ahí fuimos, con treinta años, jóvenes, inquietos, llenos de desafíos, lleno de ilusiones, vacíos de prejuicios
Fue cuando entre tantas personas nuevas conocimos a Piero, el hombre que cambiaría para siempre nuestras vidas, el vecino de la casa contigua, un chico más joven que nosotros, un estereotipo diametralmente opuesto a mi marido, de cabellos largos y lacios casi a la cintura, en un tono entre pelirrojo y rubio, con barba rala del mismo color, de vestir informal, remeras preferentemente oscuras, viejos jeans gastados cortos a la rodillas y borceguíes tipo militar. Piero, aun hoy se pasa largas horas del día tocando su guitarra eléctrica, sueña con ser estrella de rock.
Es el típico hombre que hace de todo en el hogar, electricista, gasista, plomero, albañil, y cuantos etcéteras se imaginen, y así se gana la vida.
Brian por el contrario siempre viste de punta en blanco, luce como un ejecutivo y claro, obviamente no sabe arreglar nada, así que ante el menor problema su respuesta siempre era la misma ‘llamalo al rocker’, así le decía comúnmente a Piero, en una forma despectiva.
Así se tornó un poco costumbre que Piero visitara nuestro domicilio por las reparaciones que iban surgiendo y que pasaba entonces? el me caía simpático, era simpático, no era mi tipo de hombre pero siempre era divertido hablar con él, tenía salidas ocurrentes y solía dejarme en ridículo, me divertía con sus charlas, claro, éramos cómplices y nos reíamos juntos, pero realmente me hacía pasar las horas sin darme cuenta.
Además, el me miraba de una forma dulce y especial, de una forma sexual, sería muy complejo describir la situación, pero Piero me excitaba, por qué no decirlo…
Esa era la situación, un raro juego de seducción, en el que mi esposo era parte, muchas veces él estaba presente cuando el vecino arreglaba las cosas y yo le hacía compañía y le daba charla, mientras él estaba embebido con su notebook y sus negocios, pero sin ignorar lo que pasaba a sus espaldas
Y muchas veces mi esposo, en la intimidad jugaba con la figura del rocker, con que, si me gustaba, si me excitaba, o como fuera, incluso a veces me daba sexo oral y me pedía que imaginara que el vecino estaba en su lugar haciéndolo…
En resumen, había una peligrosa atracción entre Piero y yo, y Brian no parecía molestarle, por el contrario, era cómplice…
Lo que sigue sucedió hace ya seis meses, fue el principio de algo inesperado para mi…
Teníamos en casa un viejo equipo de audio, yo hubiera comprado uno nuevo, pero Brian parecía tener una estúpida obsesión con esa porquería, cada tanto se apagaba solo y estaba un tanto abandonado, obviamente mi esposo me dijo que lo llamara al ‘rocker’.
Piero vino tipo cinco de la tarde, y yo como siempre, como buena curiosa fui encima de él, es que me encantaba ver la facilidad que tenía para toquetear esos aparatos.
Mi esposo, un tanto alejado miraba un partido de tenis en el led de pared, pero atento a lo que pasaba entre nosotros.
Piero empezó a revisar, una cosa, otra, en algún momento dijo
Es que este equipo está atestado de porquerías, y le hace falta un poco de Megadeth!
Tontamente yo pregunté
Y donde se consigue ese repuesto?
El largó una carcajada y me tocó con el dedo índice la punta de la nariz, claro, otra vez me dejaba en ridículo, que iba a imaginar yo, que me pasaba escuchando Ariana Grande, Enrique Iglesias y Justin Bieber entre otros, que Megadeth era en verdad uno de esos grupos ruidosos que el escuchaba y que me martillaban la cabeza cada día todos los días desde el otro lado del tapial lindero
A todo esto, el gesto de su dedo en mi nariz fue demasiado fuerte para dejarlo pasar por alto, Brian lo notó y fue la llave para abrir la puerta de la perdición…
Cuando terminó de revisar las cosas y era hora de pagar, mi marido se acercó y dijo
Escucha… Piero… ese es tu nombre cierto? Mira… andamos escasos de efectivo… pero que te parece si para saldar las deudas mi mujer te pega una buena mamada, que dices?
El me miró por instinto, y yo no supe que hacer, me puse rojo fuego, que diablos le pasaba?, quise matarlo en ese momento… pero el insistió
Vamos mi amor… si te morís de ganas de chuparle la pija, cuantas veces lo hablamos?
Ahhh!!! me sentía fatal, me hacía quedar como una puta delante del vecino, y encima noté que el me miraba con ojos de lobo hambriento, quería que la tierra me tragase en ese momento…
Pero Brian parecía tener todo bajo control, Piero no sabía si hablaba en serio o solo era broma, pero mi esposo, en forma muy jocosa lo tomó del hombro y lo condujo a nuestro dormitorio como si fuera lo más normal del mundo, y yo fui por detrás por curiosidad, aun no creía que mi marido hablara en serio.
Pero entonces le dijo
Vamos hombre… desnúdate antes que cambie de opinión, yo solo quiero ver como ella lo hace… no sabes como la chupa no te vas a arrepentir…
Piero parecía un chico que obtiene un premio, su sonrisa iba de oreja a oreja, y empezó a quitarse la ropa, yo me tapé los ojos con una mano para no ver, pero entre nosotros, espiaba entre mis dedos para ver que cargaba
Y tenía una rica y tentadora pija que se mostraba erecta y sentí picazón entre mis piernas, mierda… estaba por darle sexo oral a mi vecino ante la mirada atenta de mi hombre
Nuestro rocker se acostó al borde de nuestra cama matrimonial, con su verga apuntando al techo y bueno, si debía sacrificarme, al fin y al cabo, era mi Brian el que me empujaba a hacerlo
Bajé mi mano y lo miré directamente, estaba grande, apetecible, se me hizo agua la boca en deseo, una mano de mi esposo se apoyó en mi espalda, empujándome suavemente hacia adelante, indicándome el camino
Fui al costado, mirando a los ojos a Piero quien se notaba excitado, me arrodillé a su lado, su aroma era rico, salvaje, tomé unos instantes para observar con detenimiento su sexo y asegurarme de que el paso que iba a dar era el correcto, porque no habría vuelta atrás
La tomé dulcemente con una mano, la apunté al techo, y desnudé su glande por completo, me acerqué un poco más, me sentí puta, porque a pesar de que mi hombre me lo había pedido, siempre lo había fantaseado, y el momento había llegado
Llevé mis labios a esa verga dura, pasé mi lengua dulcemente, desde abajo hacia arriba, como si fuera un exquisito helado, muy de puta, mirando fijamente a los ojos a Piero que aún no parecía creer lo que estaba sucediendo, empecé a dejar mi saliva solo para lubricarlo, que rico estaba
Después de varios lengüetazos pornográficos, porque me excita que un hombre me observé cuando se la chupo, de hecho, estaba toda mojada, solo cerré los ojos y me dediqué a hacerlo como me gusta, llevando su glande bien profundo, rozándolo contra el paladar, acariciarlo contra mi rostro, esa verga dura, venosa, latiendo entre mis dedos, mierda, pero si me estoy mojando al recordarlo y escribirlo
Solo estaba concentrada en lo que hacía y había perdido referencia a mi entorno, en un instante al abrir los ojos pude notar arrodillado a mi lado a mi marido, el observaba con mucha atención lo que hacía, con una profunda excitación, y empecé a mirarlo a él entonces, ahora nuestras miradas se cruzaban, solo la verga dura del rocker se interponía cada tanto
Brian me acariciaba la nuca dulcemente, y en un rapto de locura pareció arrancarme de donde estaba y me dio un terrible beso de boca a boca, muy profundo, muy caliente, enterrándome su lengua bien profunda
Me tomó por sorpresa su gesto, fue muy erótico y caliente, pero mierda, si yo le estaba chupando la verga al vecino, el me llevó de nuevo a hacerlo, pero volvió a besarme otra vez, y me gustó hacerlo, empecé en un loco juego de mamarle la pija a uno y besar al otro, y cada beso era más profundo, más caliente
Mi esposo volvió a tomar la conducción del juego y dijo
Mi amor, porque no lo montas un poco? A ver… a ver como el vecino que sabe hacer de todo te da una buena cogida
Mierda, el bastardo mientras iba largando palabra me fue sacando la ropa interior y también la falda, dejando mi sexo desnudo, no puedo culparlo, era cómplice en el juego, fui sobre Piero, con una pierna a cada lado, tomé su pija entre mis dedos y la metí en mi conchita, por completo, que rico! ahhh!!!!
Comencé a moverme, bien dulce, bien profundo, su verga llenaba mi hueco, empecé a morderme los labios, a gemir, a perder control, las manos de mi casual amante apretujaron mis tetas que se ocultaban bajo las ropas, si! si! que rico…
Piero llevó sus manos a mis nalgas y me ayudó en los movimientos, más rápido, mas, mas, los dos juntos, los dos como una locomotora, sin freno, su verga se puso dura, más dura, mas
Llegó ese momento crítico, sin retorno, tan exquisito… su semen caliente empezó a brotar en mi interior… ahhhhhhh!!!!
Y mi esposo volvería a sorprendernos, se acostó en la cama mirando al techo y me pidió que me masturbara sobre su rostro, fue sexi, no lo niego, me acomodé en cuclillas sobre su cara, mi sexo estaba a centímetros de su cara, empecé a masturbar mi clítoris con frenesí, y el semen que tenía en mi interior empezó a chorrear por la misma gravedad
Brian me tomó por las caderas y se aseguró de apuntar donde quería apuntar, empecé a expulsar leche caliente y todo lo que expulsaba iba a parar a su boca y él lo disfrutaba, y yo lo disfrutaba
Me sentí acabar en esa loca masturbación, un enorme orgasmo, mis piernas fueron poco a poco cediendo por el peso de mi cuerpo y terminé con mi concha sobre él, pegada a sus labios
Solo dejé que me lamiera bien lamida, y bebiera todo resto de semen de mi improvisado amante
Piero parecía no entender demasiado lo que había ocurrido, honestamente yo tampoco lo entendía en ese momento, solo supe que realmente estaba conociendo a Brian
Y en estos seis meses, mi esposo se abrió a una impensada bisexualidad, primero fue Piero, después un conocido mío, también pagamos a algunos tipos, terminamos compartiendo hombres, y la verdad, a mí no me molesta, es más, disfruto de cada verga nueva que compartimos
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