Ya todos nos habíamos levantado, habíamos desayunado y la mirada intensa de braian era muy notoria.
Yo solo le hacía ojitos y le sonreía
Mi mamá; que carajos está pasando entre ustedes dos?. - me mira.
- nada ma... -reí
Charlamos un poco más, y de un momento a otro veo que braian se levanta y empieza a saludar.
- fue lindo verte después de tantos años.
Mientras dejaba posar su mano en mi hombro, y con la otra jugaba con mi mejilla.
- lo mismo digo braian.
Me encantaba esa sensación que recorría mi cuerpo al observalo. Su doble personalidad, tranquilo, calmado, super social y un nivel de inocencia con su forma de hablar, su humor. Era un profesional para ocultar todo el morbo y la lujuria y eso me tenia fascinada.
- bueno gente linda ya me voy.
Empiezo a notar que ya no había más nadie en el lugar y yo ya me habia dispuesto a regresar a mi casa.
De regreso pase por la farmacia y compre las pastillas, porque recorde que braian se había venido dentro de mi y si no quería "sorpresas" mejor me las tomo obedientemente.
Compre las pastillas y una botella de agua me las tome y me dirigí a mi casa.
Abrí mi puerta y entre, cuando me iba a voltear, siento que me tapan los ojos.
-ahh?.-Dije confundida.
La respuesta que tuve fue un "shhhh"
Él me quitó las manos y cuando volteo a ver.
Era Braian.
- holaaaa bebeee... .- me le abalanzó a sus brazos.
Braian: hola mi nena.
- como sabías que vivo aca?
pregunté, sentándome en el sofá.
- y aproveché que tu padre estaba ebrio y le saqué la info. Ya me hacias falta.
Yo le di una mirada y abrí un poco mis piernas, dejando al descubierto mi ropa interior, como en la cena de anoche.
- te hacía falta.-Dije.- O te hacía falta que lo hagamos.- Reí picaramente
Braian: se puede decir que las dos.- Rió y sus ojos cayeron a mi entrepierna.
- veni, chiquito.- Reí
Él se levantó y me besó.- tu olor es delicioso.
- Umm, Exactamente a que?.- Dije mientras miraba sus labios y tocaba su pecho.
Braian: a que serás mía.-Dijo seguro.
Ambos unimos nuestros labios en un beso desesperado.
- Soy toda tuya bra.-Gemi cuándo sentí sus manos acariciando mis pechos y cerré los ojos para disfrutar.
En un momento la ropa dejó de estorbar, mi ropa interior se perdió en algún rincón de la casa, que no sé, ni me interesaba saber. Al igual que su Jeans estaba perdido en la intemperie, dejándome ver su erección.
Braian: lista?.-Sonrió con arrogancia.
- Cuando quieras mi amo.-Me abrí de piernas en el escritorio donde él me había subido y lo llamé con el dedo.
Se lamió sus labios y se acerco más a mí.
Me penetro de una sola estocada mientras él decía
-Sos mía.- Gruño, sus caderas se movían fuertes entre mis piernas.
En aquella sala el sonido de nuestros cuerpos chocando era muy excitante, nuestras pequeñas gotas de sudor pasaban por nuestras frentes.
- Amo mío.- Gemi cuando paro.
Lo vi retirándose, como si estuviera buscando algo.
Braian: Quédate ahí esclava, no te muevas.- Me abrió las piernas.
Me quede quieta, pero mi mano viajo hacia su amigo. A lo que él respondió:
- Eso es peligroso.- Arrodíllate para el amo esclava mía.
Me arrodille y él puso, en mi cuello su cinturón cómo Correa. Apretandomela pero aún así podía respirar.
- Haceme una mamada, putita.- Sonrió picaramente.- Tu amo necesita relajarse.- Jalo el cinturón de un solo tirón.
Me acerque a su miembro y lami la punta. Pero él podía manejarme a su antojo, así que, él metió la mitad de su miembro en mi boca y luego completa, lo que me hacía jadear un poco.
Después empecé a chuparlo y a pasar mi mano por su miembro, desde su inicio hasta el final, rápido y seguro.
Braian: ahhh.- Gimió.- Me haces volverme loco.
Mientras yo seguía y lo miraba, él parecía estar disfrutando mucho, ya que estaba en otro mundo por decirlo así, pero había un problema, la necesidad de tocarme o de que me tocaran, estaba creciendo.
Braian agarró mí cabello lo suficientemente duro, y sacaba y metía más rápido su miembro mientras apretaba más el cinto en mi cuello. Yo empecé a toser un poco, me estaba asfixiando.
Él me levantó y me pegó de un solo tirón a la pared.
Él sujetó mis manos a la pared y empezó a introducirse nuevamente, entro sin ningún cuidado y de mi boca, salía un grito desgarrador.
Braian: Así, sigui, grita para mi.- Me mordió el lóbulo de la oreja.
Su dedo bajo a mi clitoris, moviéndolo sin ningún cuidado y bruscamente.
- Amooo mío.- Gemí y me arquie.
Mis piernas empezaron a temblar y un hilo de saliva se escurrió de mi boca. Yo llegué al dichoso orgasmo.
Braian me dio la vuelta y su boca reclamó la mía.
Metió dos dedos junto a su miembro.
Y eso hacía que mis párpados empezaron a temblar, mi cuerpo empezó a pesar y mis uñas se aferraron a su espalda.
- Me encantas.- Gemí
Braian: vos a mi, putita.- gimió mientras se venía.
Ambos estábamos muy calientes y nuestras tensión era indescriptible.
- Vamos a dormir un poco?
Braian: claro.- me bajó del escritorio y mis piernas tambaleaban tanto que no entendía.
Él se rió y me dio un apretón de nalgas, te ayudo.
-por favor.- Dije.
Él me cargó en su hombro y metió su mano en mi cola.
Ahh.- Mi gemido de dolor apareció.
Braian: Que estrecha estas.- Dijo lamiendo sus labios.
Me dejo en mi cama y el se acostó a mi lado, nos acostamos a descansar, mi cuerpo lo pedía a gritos.
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ESPERO QUE LES GUSTEEE..
Y NO OLVIDEN DEJAR SUS PUNTITOS Y COMENTARIOS.
ESTARÉ ESCRIBIENDO LA 3ra. Parte.
Nos vemos adictos sexuales.
Yo solo le hacía ojitos y le sonreía
Mi mamá; que carajos está pasando entre ustedes dos?. - me mira.
- nada ma... -reí
Charlamos un poco más, y de un momento a otro veo que braian se levanta y empieza a saludar.
- fue lindo verte después de tantos años.
Mientras dejaba posar su mano en mi hombro, y con la otra jugaba con mi mejilla.
- lo mismo digo braian.
Me encantaba esa sensación que recorría mi cuerpo al observalo. Su doble personalidad, tranquilo, calmado, super social y un nivel de inocencia con su forma de hablar, su humor. Era un profesional para ocultar todo el morbo y la lujuria y eso me tenia fascinada.
- bueno gente linda ya me voy.
Empiezo a notar que ya no había más nadie en el lugar y yo ya me habia dispuesto a regresar a mi casa.
De regreso pase por la farmacia y compre las pastillas, porque recorde que braian se había venido dentro de mi y si no quería "sorpresas" mejor me las tomo obedientemente.
Compre las pastillas y una botella de agua me las tome y me dirigí a mi casa.
Abrí mi puerta y entre, cuando me iba a voltear, siento que me tapan los ojos.
-ahh?.-Dije confundida.
La respuesta que tuve fue un "shhhh"
Él me quitó las manos y cuando volteo a ver.
Era Braian.
- holaaaa bebeee... .- me le abalanzó a sus brazos.
Braian: hola mi nena.
- como sabías que vivo aca?
pregunté, sentándome en el sofá.
- y aproveché que tu padre estaba ebrio y le saqué la info. Ya me hacias falta.
Yo le di una mirada y abrí un poco mis piernas, dejando al descubierto mi ropa interior, como en la cena de anoche.
- te hacía falta.-Dije.- O te hacía falta que lo hagamos.- Reí picaramente
Braian: se puede decir que las dos.- Rió y sus ojos cayeron a mi entrepierna.
- veni, chiquito.- Reí
Él se levantó y me besó.- tu olor es delicioso.
- Umm, Exactamente a que?.- Dije mientras miraba sus labios y tocaba su pecho.
Braian: a que serás mía.-Dijo seguro.
Ambos unimos nuestros labios en un beso desesperado.
- Soy toda tuya bra.-Gemi cuándo sentí sus manos acariciando mis pechos y cerré los ojos para disfrutar.
En un momento la ropa dejó de estorbar, mi ropa interior se perdió en algún rincón de la casa, que no sé, ni me interesaba saber. Al igual que su Jeans estaba perdido en la intemperie, dejándome ver su erección.
Braian: lista?.-Sonrió con arrogancia.
- Cuando quieras mi amo.-Me abrí de piernas en el escritorio donde él me había subido y lo llamé con el dedo.
Se lamió sus labios y se acerco más a mí.
Me penetro de una sola estocada mientras él decía
-Sos mía.- Gruño, sus caderas se movían fuertes entre mis piernas.
En aquella sala el sonido de nuestros cuerpos chocando era muy excitante, nuestras pequeñas gotas de sudor pasaban por nuestras frentes.
- Amo mío.- Gemi cuando paro.
Lo vi retirándose, como si estuviera buscando algo.
Braian: Quédate ahí esclava, no te muevas.- Me abrió las piernas.
Me quede quieta, pero mi mano viajo hacia su amigo. A lo que él respondió:
- Eso es peligroso.- Arrodíllate para el amo esclava mía.
Me arrodille y él puso, en mi cuello su cinturón cómo Correa. Apretandomela pero aún así podía respirar.
- Haceme una mamada, putita.- Sonrió picaramente.- Tu amo necesita relajarse.- Jalo el cinturón de un solo tirón.
Me acerque a su miembro y lami la punta. Pero él podía manejarme a su antojo, así que, él metió la mitad de su miembro en mi boca y luego completa, lo que me hacía jadear un poco.
Después empecé a chuparlo y a pasar mi mano por su miembro, desde su inicio hasta el final, rápido y seguro.
Braian: ahhh.- Gimió.- Me haces volverme loco.
Mientras yo seguía y lo miraba, él parecía estar disfrutando mucho, ya que estaba en otro mundo por decirlo así, pero había un problema, la necesidad de tocarme o de que me tocaran, estaba creciendo.
Braian agarró mí cabello lo suficientemente duro, y sacaba y metía más rápido su miembro mientras apretaba más el cinto en mi cuello. Yo empecé a toser un poco, me estaba asfixiando.
Él me levantó y me pegó de un solo tirón a la pared.
Él sujetó mis manos a la pared y empezó a introducirse nuevamente, entro sin ningún cuidado y de mi boca, salía un grito desgarrador.
Braian: Así, sigui, grita para mi.- Me mordió el lóbulo de la oreja.
Su dedo bajo a mi clitoris, moviéndolo sin ningún cuidado y bruscamente.
- Amooo mío.- Gemí y me arquie.
Mis piernas empezaron a temblar y un hilo de saliva se escurrió de mi boca. Yo llegué al dichoso orgasmo.
Braian me dio la vuelta y su boca reclamó la mía.
Metió dos dedos junto a su miembro.
Y eso hacía que mis párpados empezaron a temblar, mi cuerpo empezó a pesar y mis uñas se aferraron a su espalda.
- Me encantas.- Gemí
Braian: vos a mi, putita.- gimió mientras se venía.
Ambos estábamos muy calientes y nuestras tensión era indescriptible.
- Vamos a dormir un poco?
Braian: claro.- me bajó del escritorio y mis piernas tambaleaban tanto que no entendía.
Él se rió y me dio un apretón de nalgas, te ayudo.
-por favor.- Dije.
Él me cargó en su hombro y metió su mano en mi cola.
Ahh.- Mi gemido de dolor apareció.
Braian: Que estrecha estas.- Dijo lamiendo sus labios.
Me dejo en mi cama y el se acostó a mi lado, nos acostamos a descansar, mi cuerpo lo pedía a gritos.
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ESPERO QUE LES GUSTEEE..
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ESTARÉ ESCRIBIENDO LA 3ra. Parte.
Nos vemos adictos sexuales.
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