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El Operador-La Historia de Andrea y los Vagos

Hola ¿Cómo están? Soyel operador. Yo estoy bien, un poco aburrido de este lado del micrófono. Hoypor la tarde tan aburrido como ahora salí a caminar a la plaza que está cercadel puente viejo. Vi una mujer, una mujer atrás de un árbol fumando y me recordóa Andrea que siempre leía novelas baratas atrás de ese mismo árbol ¿Vos teacordas lo que paso con Andrea? ¿no?
Bueno ahí va, Andreita desde los 18 vive en soledad ahí, enel caserón de calle San Martin, ese que había heredado de una tía o algún parienteasí se decía, en fin ella se fue ahí y siempre anduvo con un noviecito, unturrito maricon que de un día para el otro la dejo y se fue a la mierda,entonces con ella sola en el caserón empezó todo. Una linda morocha solitariaque solo fumaba y vivía a base de café, esa hermosa chica de 24 años parecía serquien quisiera ser tantas otras hoy día.
Un día decidió darle un uso a esa enorme casona y se dedicóa hospedar a vagabundos a que pasen la noche. Era algo bueno, ya no sintió lacasa tan sola por lo menos de noche y por si algún vago quería irrumpir en su habitaciónella disponía de un baño propio en su habitación y una puerta exterior muy difícilde ser tirada abajo por esos tristes hombres. Ella se dispuso a que usen losbaños de abajo para que puedan hacerse y usen la vieja ropa que había en cajaspara cambiarse.
Cada día pasaban alrededor de 10 o 12 personas para dormir ahí,poco a poco era más que común que siempre sean los mismos 8 de entre 40 y 65años que dormitaban en los sillones y camas de la planta baja y poco a poco seforjaba una relación de amistad con la triste dueña del lugar. Una noche despuésde comer e irse a la cama extraños pensamientos invadieron su cabeza y un fuegose apodero de su pubis donde ella decidió calmarlo, con una mano en sus pechosy otra en su vagina empezó a retorcerse en la enorme cama y maquinar como seriaprobar algo nuevo, como sería tener un nuevo o nuevos amantes y cuando pensó comoseria entregarse a esos hombres, termino en un orgasmo que dejo sus piernastemblando y su corazón a mil. Finalmente totalmente cansada durmió rendida.
Otro nuevo día, como cualquier otro pero con una nuevaperspectiva  ¿y qué pasaríasi….?  Esa idea rondo su mente todo el día hasta quellego la noche. Todos comieron y partieron a dormir. Ella se bañó con tibiaagua enjabonando sus suaves pechos y ya seca se dispuso a ponerse un conjuntode portaligas blanco con un sostén de blanco y transparente luego se puso unosjeans y una remera negra como acostumbraba, abrió la puerta de su cuarto y bajolas escaleras donde a vio a Julio (de 54 años) fumando en uno de los sillonesde abajo, ella le pregunto si él podía ayudarle a solucionar un problema con lascortinas de su habitación, el sonrió con sus negros dientes y le indico que subiríade inmediato, entonces Andrea subió rápido pero sin hacer ruido para meterse enel baño. Cuando el viejo hombre subió, cerró la puerta y le aviso que no veía problemascon la cortina ella le dijo que mirase de cerca, entonces ella salió del bañoen ese conjunto tan sensual y pregunto: ¿y… me vas a ayudar o no, Julio? El viejotrago saliva y bajo sus pantalones mientras la sensual joven avanzaba hacia él.Ella beso los secos labios del anciano y el comenzó a manosear el culo másfirme que jamás vio, ella abandono los agrios besos e hizo desparecer eldesgastado slip para dedicarse a degustar ese pene corto y ancho con forma comode hongo y realizar chupones con ruidos de lo más excitante, el hombre sosteníael pelo de su anfitriona mientras susurraba “Que bien la chupas puta” y elviejo no aguanto más la lengua que recorría su glande e inyecto gran cantidadde leche en la garganta de la joven de firmes pechos. La arrojo sobre la camadonde él se recostó y ella lo cabalgo, el hombre pellizcaba esos suaves pechose inyectaba todo su vigor a la hermosa chica, el finalmente a cabo dentro deella y ella se recostó junto al viejo y mientras el respiraba acelerado Adrianaprendió un cigarrillo y más tarde durmió abrazada a su vagabundo amante. La nochepaso y  el viejo salió de la casa. Llegandola tarde Adriana visito varias tiendas donde compro diferentes conjuntos paraverse bien para sus nuevos sementales. Se hizo de noche y una nueva táctica parauna nueva presa fue lo que utilizo la joven, ahora fue por Don Francisco (de 62años) un decrepito anciano con la mirada perdida que siempre dormía en el sillóndesvencijado.  El hombre se hallabadurmiendo  y fue despertado por la jovendueña del lugar que hablaba en vos baja, tenía una bata bastante gruesa pero seveía arreglada. Los azulados ojos del viejo casi se salen de su órbita al verel escote de que llevaba, volvió en sí y escucho: Hay una rata arriba Don ayúdeme,tengo miedo el hombre subió los escalones con mucho cuidado de nodespertar a los muchachos, entrando al cuarto sintió como la puerta era cerradacon llave detrás de él y cuando giro vio a la joven vistiendo unos arneses que cubríanmuy poco se acercaba, la dama no perdió tiempo y desnudo y beso al anciano portodas partes, pero no todos los casos eran iguales y por más que probo no pudoconseguir una erección de parte del viejo quien se quedó dormido en la cama,ella se fue a dormir muy caliente y con mucho enojo pero al ver al anciano enla casa no pudo echarlo y buscar otro entonces durmió simplemente.  Otro día otra noche y otra vez Adriana bajabaa la planta baja para buscar consuelo en algún pene  que chupar, en una mesa ratona había cuatrohombres de entre 40 y 50 años jugando al truco, ella los identifico como Chiche,Sergio y Felipe, entonces empezó con su táctica bajo vistiendo muy sensual comolo hacía últimamente y con una botella de un viejo whisky en mano los incentivopara tomar mientras jugaban, Sergio repartió las cartas y ronda tras ronda labotella llego a su fin. Felipe un calvo hombre con barba de una semana y unaprominente veía sin disimulo el escote asesino que llevaba la dueña de casa,ella lo miraba y se daba cuenta, entonces dijo: Se te perdió algo en mis tetas ¿Quétantos las miras? –Perdone Adriana pero las chicas tan lindas como uste’siempre nos esquivan, vio. Dijo Felipe. –No pasa nada Feli, yo acá soy una más conustedes, además…-entonces la joven de negros ojos se desabotono la camisay quedo solo con un transparente corpiño- Ahora se ven mejor ¿No te parece?-Disculpeeh, pero yo soy medio corto de vista y no veo nada de nada eh. Agrego chiche,un flacucho petiso y con el pelo parecido a Larry de los tres chiflados.-Si esverdad no se ve una mierda. Agrego Sergio un hombre con el pelo hasta loshombros y aspecto pulcro- ¿Che que atrevidos resultaron? Pero como soybuena les voy a hacer caso. Cuando retiro el sostén los pezones de eseblanco par de tetas miraban fijo a todos. La morocha de las tetas grandes esbozo.-Tengosueño y creo que tome de mas ¿Quién me acompaña arriba?
Chiche y Felipe tomaron a la dama por los brazos y lallevaron hasta arriba escoltados por su compinche. Todos entraron a la habitacióny se despojaron de toda la ropa que poseían y rodearon a la ahora desnuda dueñadel hogar, quien ahora chupaba un pene mientras masturbaba otros dos, noimportaba el olor, esmegma o tamaño para la simpática chica que recibía todocon sus complacientes labios, en la habitación solo se escuchaba la succión yel ruido que hacían los miembros en la garganta de la ardiente dama. Dejo dechupar solo para dar la orden: Feli, acostate que te quiero en mi concha.Ella subió encima de él y lo monto dejando a los otros dos un panorama de suenorme culo, giro un poco la cabeza y les dijo: ¿Van a mirar o me van a coger?Chiche sonrió y con encamino su pene fino pero largo al ano de la poseída dueña:Daleahí, rómpeme el culo chicho, amor. Y eso fue todo antes de atragantarsecon la verga de Sergio. Felipe le lleno la concha como tanto anhelaba ella y sehizo a un costado para que Sergio probara su vagina. Chiche se llenó el ano conesperma para metérsela sin tapujos por la vagina y ahora Andrea había probadodos pijas en su ya elástica concha, algo de lo que se volvería adicta. Todos acabaronuna vez más durmieron todos juntos poniendo así punto final a esa noche.  Pero no al voraz apetito de Andrea Q.
 
Eso es lo que se de Andrea que ahora tiene 28 años, la chicatriste en la gran casa, supe que hace poco se casó con un tipo que es dueño deun bar en la costa, que tiene hijos y demás, pero los que somos de esta zona larecordamos por esas anécdotas que contaban los vagos, ojo que bien puede sermentira eh, bueno en fin, me despido por ahora, si quieren en otro momento enciendoel micrófono y seguimos con otra historia. Saludosel operador.

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