Basada en fantasías
Estaba con amigos pasando un finde, eramos 11.
Estuvimos jugando un juego de mesa en el cual perdí por lo cual tenía que hacer lo que ellos quieran
- Túmbate en la mesa.
Me tumbe y me estire. Entre cuatro me ataron a las patas de la mesa y dejaron mis tetas expuestas y mis piernas bien abiertas.
-Amordázala
Tenia la boca ocupada por una bola de plástico ajustada fuertemente por una correa. Casi no podía respirar.
Uno empezó a juguetear con mis pezones, a lamerlos y a estirarlos. Cogió unas pinzas y me las ajusto en uno de los pezones. El dolor fue insoportable, no me esperaba esto.
-¡Mmmm¡
Cogió la otra pinza y me la puso en el otro pezón.
-Vete acostumbrando a ellas. No te las quitaremos en todo el fin de semana. Y cada vez duelen mas, créeme. Sentí un pinchazo de algo afilado atravesando mi peson y empece a llorar a causa del dolor. Lo mismo hizo con el derecho.
-Aplicaremos estas pesas en tus pechos. Irán aumentando de peso.
Cuando las aplicaron volví a gritar aunque la bola en la boca me apretaba tanto que no podía hacerlo.
Otro se acercó con un látigo, lo hizo caer el látigo dejando la piel enrojecida, el dolor era insoportable. Dos, tres, cuatro, cinco latigazos. Lloraba y respiraba como podía. Las marcas se veían en mi piel, uno se calentó tanto la forma como me torturaban que tras el décimo latigazo me la metio de una por la concha y se corrió dentro.
-Aaaaahhhh!!! No podía resistir más, esta putita me esta calentando.
-Tendrás muchas ocasiones de correrte en ella
Volvió a coger el látigo. El primer latigazo le hizo gritar salvajemente.
-¡Aaaaaahhh¡.
Otro mas. Y otro. Y otro....
Hasta diez veces me quemaron mi concha con el látigo. Yacía semidesmayada sobre la mesa. Uno por uno me violó fuertemente por la concha hasta acabar
Me condujeron a una barra situada a un metro de altura y me esposo a ella. Separo mis piernas de modo que concha quedara totalmente expuesto. De un empujón metió su mano entera, me se sentía empalada, con la otra mano me abrió los labios vaginales y me pellizco el clítoris.
Aunque mi clítoris estaba enrojecido me volvieron a violar de igual manera hasta acabar y luego me dejaron atada, ya era de noche, se fueron dejando la puerta abierta de la quinta, escuché ruidos y como estaba no podía ver quien era y tampoco defenderme debido a estar atada y al dolor y cansancio, sentí una pija la cual me dio salvajemente, fueron varias. Así estuve horas que se me hizo interminable, me enteré después que al dejar la puerta abierta cualquiera que pasará podia verme y se aseguraron de que hombres pasarán y disfrutarán de mí.
Me desataron haciendome caer, intento levantarme, pero mis piernas me fallaron y caí de rodillas. Habia sido sometida a mas de 5 horas de tortura y estaba totalmente agotada. Mis pechos estaban amoratados e hinchados. Mi vientre estaba enrojecido por los latigazos mi concha estaba roja por fuera y llena de semen por dentro.
Me llevaeom a una habitación donde. habia una camilla de ginecologia. Me situaron en ella y me ataron las piernas. Mi concha estaba aún más expuesto que en una camilla de ginecologo normal, hacia muy incomoda la posicion. Me metieron un dildo que tenia un ancho de más de dos puños y unos 30 cm de largo.
-¡¡Aaaaahhhhhhhh¡¡ ¡¡
Sentía que iba a reventar, cuando ya lo tenía todo me desmaye. Luego de un tiempo me desperté y continuaron con la tortura, me habían sacado el dildo pero me estaban violando sin compasión junto con un consolador con vibrador, así uno por uno.
Eso fue sólo el primer día, los siguientes dos fueron aún peor, me llevaron a descampados, a terminales de camiones, callejones y cientos de lugares donde cualquiera podía violarme, llegue a tener dos hasta tres pijas en mi concha, yo vivía agotada y dolorida cosa que hacía imposible defenderme
Estaba con amigos pasando un finde, eramos 11.
Estuvimos jugando un juego de mesa en el cual perdí por lo cual tenía que hacer lo que ellos quieran
- Túmbate en la mesa.
Me tumbe y me estire. Entre cuatro me ataron a las patas de la mesa y dejaron mis tetas expuestas y mis piernas bien abiertas.
-Amordázala
Tenia la boca ocupada por una bola de plástico ajustada fuertemente por una correa. Casi no podía respirar.
Uno empezó a juguetear con mis pezones, a lamerlos y a estirarlos. Cogió unas pinzas y me las ajusto en uno de los pezones. El dolor fue insoportable, no me esperaba esto.
-¡Mmmm¡
Cogió la otra pinza y me la puso en el otro pezón.
-Vete acostumbrando a ellas. No te las quitaremos en todo el fin de semana. Y cada vez duelen mas, créeme. Sentí un pinchazo de algo afilado atravesando mi peson y empece a llorar a causa del dolor. Lo mismo hizo con el derecho.
-Aplicaremos estas pesas en tus pechos. Irán aumentando de peso.
Cuando las aplicaron volví a gritar aunque la bola en la boca me apretaba tanto que no podía hacerlo.
Otro se acercó con un látigo, lo hizo caer el látigo dejando la piel enrojecida, el dolor era insoportable. Dos, tres, cuatro, cinco latigazos. Lloraba y respiraba como podía. Las marcas se veían en mi piel, uno se calentó tanto la forma como me torturaban que tras el décimo latigazo me la metio de una por la concha y se corrió dentro.
-Aaaaahhhh!!! No podía resistir más, esta putita me esta calentando.
-Tendrás muchas ocasiones de correrte en ella
Volvió a coger el látigo. El primer latigazo le hizo gritar salvajemente.
-¡Aaaaaahhh¡.
Otro mas. Y otro. Y otro....
Hasta diez veces me quemaron mi concha con el látigo. Yacía semidesmayada sobre la mesa. Uno por uno me violó fuertemente por la concha hasta acabar
Me condujeron a una barra situada a un metro de altura y me esposo a ella. Separo mis piernas de modo que concha quedara totalmente expuesto. De un empujón metió su mano entera, me se sentía empalada, con la otra mano me abrió los labios vaginales y me pellizco el clítoris.
Aunque mi clítoris estaba enrojecido me volvieron a violar de igual manera hasta acabar y luego me dejaron atada, ya era de noche, se fueron dejando la puerta abierta de la quinta, escuché ruidos y como estaba no podía ver quien era y tampoco defenderme debido a estar atada y al dolor y cansancio, sentí una pija la cual me dio salvajemente, fueron varias. Así estuve horas que se me hizo interminable, me enteré después que al dejar la puerta abierta cualquiera que pasará podia verme y se aseguraron de que hombres pasarán y disfrutarán de mí.
Me desataron haciendome caer, intento levantarme, pero mis piernas me fallaron y caí de rodillas. Habia sido sometida a mas de 5 horas de tortura y estaba totalmente agotada. Mis pechos estaban amoratados e hinchados. Mi vientre estaba enrojecido por los latigazos mi concha estaba roja por fuera y llena de semen por dentro.
Me llevaeom a una habitación donde. habia una camilla de ginecologia. Me situaron en ella y me ataron las piernas. Mi concha estaba aún más expuesto que en una camilla de ginecologo normal, hacia muy incomoda la posicion. Me metieron un dildo que tenia un ancho de más de dos puños y unos 30 cm de largo.
-¡¡Aaaaahhhhhhhh¡¡ ¡¡
Sentía que iba a reventar, cuando ya lo tenía todo me desmaye. Luego de un tiempo me desperté y continuaron con la tortura, me habían sacado el dildo pero me estaban violando sin compasión junto con un consolador con vibrador, así uno por uno.
Eso fue sólo el primer día, los siguientes dos fueron aún peor, me llevaron a descampados, a terminales de camiones, callejones y cientos de lugares donde cualquiera podía violarme, llegue a tener dos hasta tres pijas en mi concha, yo vivía agotada y dolorida cosa que hacía imposible defenderme
2 comentarios - Fin de semana salvaje