Buenas, bienvenidos a la cuarta parte de Amante japonesa, espero la disfruten.
Si es la primera vez que encuentras uno de mis relatos, por favor, lee la primera parte.
Amante japonesa parte I: http://www.poringa.net/posts/relatos/4109453/Amante-japonesa.html
Todos estábamos mirando a Natsuki, la cual acababa de soltar sin pena que fuéramos juntos a un motel. Mis amigos y yo nos miramos entre si, y Saeko solo veía a su amiga pasada de trago con una mirada de que lo que había dicho fue algo incomodo. Pero todo el silencio se rompió cuando Aoi comenzó a reír.
-<Yo estoy de acuerdo con Natsuki, estaría interesante poder ver pasaría entre los cuatro>
La decisión fue tomada, Hina también estaba de acuerdo y Saeko terminó por aceptar por mayoría de voto. Mientras caminábamos a un motel que Saiba conocía, Lisandro, Takao y yo reunimos plata para pagar las botellas que tomamos, cosa que Saeko se negó por un buen rato en aceptar hasta que la obligué a tomar el dinero como si fuera nuestro regalo de navidad.
En el motel, no encontramos a un recepcionista, solo una tableta con distintas opciones, ofreciéndonos los distintos cuartos y dándonos la tarifa por tiempo de estadía. Todos elegimos el cuarto más caro, siendo que seríamos ocho, así que necesitábamos un cuarto grande y con todo lo que ofrecían para un lugar tan caro.
Entramos al cuarto y lo primero que vimos fueron escaleras que llevaban a una zona de arriba que era un espacio pequeño con futón en el piso. La cama estaba en una esquina del cuarto, rodeada de almohadas y con un televisor para pedir comida, ropa, condones y demás. También había una pequeña ducha con puerta transparente para poder espiar a tu pareja mientras se bañaba.
Estábamos felices con lo que nos conseguimos. Saiba nos contó que había encontrado el lugar cuando un viejo amigo le presentó a una mujer con la que tuvo su primera noche, y desde ese día se lo había guardado, porque quería volver con otra mujer que ya fuera su novia.
- <¡Me pido la cama para usarla con Natsuki!> -Gritó Takao quitando a Saiba del camino para evitar que la agarre como le quitó la oportunidad en su momento de poder hablar con Aoi.
-<Cálmate>-Dijo Natsuki agarrando a Takao y besándolo mientras que lo llevaba para la cama -<Tampoco estés tan desesperado, podemos ir lento>
Ese beso despertó algo en todos nosotros, comenzamos a quitarnos la ropa lentamente mientras nos mirábamos, Las mujeres dejando ver cada una su piel desnuda, sus senos, su ropa interior, sus muslos y sus culos. Los hombres bajándonos los boxers para mostrar nuestras crecientes erecciones.
------
Cada persona en el cuarto con los ojos centrados en su pareja. Los hombres dándole el lugar de mujer con mejor cuerpo a Natsuki, la cual ya estaba encima del joven Takao comiéndolo a besos. Las mujeres le dieron el lugar del hombre con el mejor pene a Lisandro, siendo el de él el más largo, Miguel perdiendo simplemente porque el suyo era unos centímetros más pequeño, pero mucho más grueso que el de su amigo.
Incluso si los otros no se lo llevaron, Takao y Saiba no se quedaban atrás, sus erecciones llegaban a un máximo de 17 cm, lo mismo que Miguel, solo que no tan gruesos. Lo mismo con Hina y Aoi, sus cuerpos eran casi tan atractivos como los de Saeko y Natsuki, la cosa es que ellas siendo tan jóvenes no podían ir contra el de mujeres ya mayores.
Hina no pudo evitar mostrar una expresión de sorpresa al ver el pene de su novio, admitiendo que era su primera vez y que no se sentía muy segura ahora por el tamaño. Lisandro agarró el control del televisor y busco hasta encontrar lubricante, pidiéndolo y diciéndole que era mejor si se relajaba, agarrándola de la cintura y sentándola en su pierna para comenzar a jugar con ella.
Siguiendo el liderazgo de Lisandro, Saiba agarró a Aoi por la cintura y la acerco a él, colocando su pene erecto contra su estomago y tocándole los abdominales. Aoi comenzó a reír por el repentino acercamiento por Saiba, dándole un beso con lengua, caminando en dirección a la habitación pequeña.
Miguel y Saeko se quedaron mirando sin saber ya que hacer. Saeko solo se sentó en otro de los sofás, abriéndose de piernas para él. Miguel no dudó ni un segundo y se lanzó a lamer su vagina con todo el gusto. Natsuki estaba igual, solo que ella era quien devoraba la verga de Takao, el cual no podía dejar de gemir mientras ella se tragaba su pene entero y hasta le daba una que otra lamida a sus huevos.
Pasaron unos cuantos minutos mientras todos seguíamos calentándonos hasta que el lubricante que Lisandro pidió llegó. Con el lubricante en la mano, dejó que Hina lo viera mientras él le seguía masturbandola, y ahora agregaba el lubricante para intentar facilitar la penetración todavía más. Siguió así por un rato más hasta que le pidió uno de los condones que estaban a lado de la cama a Takao, el cual se los lanzó sin dudar para que ni Natsuki ni él se distrajeran. Lisandro no dudó ni un momento, se colocó el condón y se aseguró de que ella estuviera lo suficientemente relajada y lubricada para poder meter su glande de a poco.
Hina soltó un grito repentino al sentir la punta entrando, pero Lisandro no paró, en cambio, fue un poco más lento, preguntando si todo estaba bien para evitar que ella se tensase y que el disfrute de ambos desapareciera por un simple disgusto. Cuando la mayor parte de su pene entro, Lisandro la besó para prepararla antes de comenzar a moverse, cosa que tenía a todos con la tensión de verlos tener sexo de una vez.
Mientras tanto, en el pequeño cuarto de arriba, Saiba y Aoi se masturbaban entre si, la chica jugaba con la cabeza del pene usando el líquido preseminal para lubricarlo y hacerlo más sensible, mientras que el chico hacía movimientos circulares en el clítoris de ella para llevarla al orgasmo. Se detuvieron un momento y Saiba la acostó en el futón para lamer cómodamente su coño, lamiendo su clítoris en círculos y jugando con sus labios para hacerla terminar y dejarla bien lubricada.
Cuando terminó, se asomó por las escaleras para pedir un condón, solo para ver que ya le habían ganado en cuanto a ser la primera pareja en coger. Lisandro y Hina estaban como bestias, incluso si era su primera vez, ella no paraba de moverse para al menos no hacer que su novio sea el único que se haga algo, teniendo que detenerse por momentos al no poder parar de gemir y temblar del simple hecho de estar en mitad del coito con alguien que la cargaba por el trasero y hacia chocar sus muslos con cada embestida que daba para meter su verga completa de nuevo.
Todos estaban excitados, Natsuki había dejado de darle una mamada a Takao para ver la escena y ahora lo masturbaba mientras veían. Takao vió a Saiba en la escalera y le tiró otro de los condones, notando que ya solo quedaban dos, que serían para él y para Miguel, por lo que agarró el control como Lisandro y pidió una tanda de condones, los suficientes para lo que sería una buena noche de sexo.
Miguel y Saeko estaban en un 69, devorando el sexo del otro mientras veían de reojo y escuchaban atentamente a la tremenda cogida que Lisandro tenía con Hina, de igual manera, pudieron escuchar los pequeños gemidos de Aoi en el cuartito de arriba. Ambos se llevaron al orgasmo, pero la situación permitió que Miguel siguiera duro, por lo que también pidió un condón para comenzar a dollar con Saeko, y Takao, ya sin poder aguantar más, agarró el suyo y dejó que Narsuki se sentase encima de él y que lo cabalgase, mientras que Miguel embestía a Saeko teniendola en cuatro.
La noche continuó, Lisandro fue el primero en terminar al no aguantar más, sacando su pene y quitándose el condón, dejando a Hina exhausta, pero feliz de haberlo disfrutado tanto. El siguiente fue Saiba, que al terminar, bajó junto con Aoi para cambiar con su amigo, pudiendo así ver a Takao y a Miguel tener sexo y que Lisandro pueda hacerlo con Hina acostados y cómodos.
Miguel y Takao terminaron casi al mismo tiempo, los movimientos de Natsuki eran demasiado buenos para que Takao aguantase mucho, menos siendo su primera vez. Miguel en cambio, sentir el choque del trasero de Saeko y saber que ahora no eran amantes, si no novios, lo calentó tanto que se corrió con gusto en el condón y la besó, agarrándole las nalgas.
Llegaron los otros condones y volvieron a coger, Lisandro y Hina ahora lo hacían de a perrito, Miguel y Saeko estaban en la cama y él le hacía un mating press, Saiba cargaba a Aoi contra la pared y embestía con ganas y Takao y Natsuki estaban en un misionero en uno de los sofás.
Pasaron las horas y los chicos miraron el catálogo del motel mientras descansaban, notando que podían pedir disfraces para las mujeres, por lo que pidieron lo que más les gustaba. Lisandro pidió un uniforme de colegiala para Hina, Miguel y Takao pidieron un traje de baño de colegio para Saeko y Natsuki, los cuales les quedaban pequeños, resaltando mucho sus culos y senos, a veces enterrandoseles entre las nalgas o haciendo que se les saliera un pecho, y Saiba solo pidió un bikini para Aoi.
La noche siguió por horas hasta que todos por fin quedaron exhaustos, habiendo usado quince condones en total y habiendo dejado varias manchas de sudor por la cama, sofás y futón, estaban satisfechos.
-----
Salimos del cuarto luego de pegarnos un baño para quitarnos todo el sudor. Estábamos relajados y completamente drenados de energías, pero disfrutamos de toda la noche.
-<Bueno, yo creo que es mejor que nos vayamos para nuestras casas> -Dijo Lisandro, que mantenía a Hina cerca de él. Ella estaba mucho más cansada que todos nosotros, todo por ser su primera vez, pero se le notaba feliz -<Yo llevaré a Hina a su casa ¿Ustedes?>
-<Yo puedo llevar a Takao a su apartamento si quiere> -Mencionó Natsuki, la cual no soltaba a Takao y que ahora mostraba un mayor interés que antes en el joven.
-<No sería mucha molestia?>
- <¡Para nada! Es mi forma de pagarte por esta noche>
La cara de Takao se puso roja al escucharla decir eso, haciendonos reír a todos. No solo estábamos relajados después de un buen polvo, todavía estábamos un poco ebrios por tomar tanto alcohol antes. Sabía explicó que Aoi no vivía muy lejos, por lo que él y ella se despidieron rápido. Lisandro y Natsuki se fueron con sus respectivas parejas para llevarlas a casa, y Saeko y yo quedamos en la mitad de la calle solos.
- <¿Te quieres quedar en mi casa?>
-<No veo problema, vives por esta zona, así que sería mejor>
Ambos caminamos hacia la casa de Saeko, hablando de la noche y riéndonos del hecho de que de verdad tuvimos una pseudo orgía, y que habíamos dejado el cuarto del motel hecho un sauna por el calor que hacía ahí dentro. Nos burlamos un poco del como Natsuki fue quien guío a Takao por todo el coito, pero estábamos felices por ambos, ya que según Saeko, Natsuki estaba frustrada desde hace un buen tiempo por no tener sexo, y que por esa misma razón fue que ella decidió invitarla.
Llegamos a su conjunto y subimos las escaleras para llegar a su apartamento. Abrió la puerta y nos sentamos en el sofá para descansar un rato antes de irnos a acostar, pero Saeko se levantó y sacó de la nevera unas latas de cerveza para que sigamos tomando. Bebí lo suficiente como para necesitar ir al baño, pero por estar tan borracho, termine abriendo la puerta que siempre estaba cerrada.
Cuando la abrí, lo primero que ví fue una cama, luego peluches, luego un ropero lleno de ropa, ropa de niña y juguetes. Mi mente tuvo que procesar un momento lo que estaba viendo hasta que por fin lo entendí.
- <¿Tienes una hija?> -En el momento que las palabras salieron de mi boca, Saeko reaccionó al darse cuenta que abrí la puerta.
Se levantó para cerrarla, pero ya era tarde, ya lo había descubierto, no tenía sentido el cerrarla. Ella se colocó frente a mi, soltó un largo suspiro y me miró directamente a los ojos.
-<Si... Tengo una hija> -En el momento que lo dijo, sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a llorar.
Cerré la puerta y la guíe hacia su cuarto, dónde la senté en la cama y le pedí que se calmara y me contara todo. Comenzó a explicarme que ella siempre fue de estar con novios, pero que eso nunca funcionaba, hasta que conoció a un hombre con el que tuvo sexo y ella quedó embarazada. El hombre desapareció por completo, ni sus padres sabían de él, por lo que los padres de Saeko la des heredaron al descubrir todo y la sacaron de la casa. Sin hogar ni padres de los que depender, ella trabajó sola y crió a la niña durante siete años, nombrandola Mai y dándole su apellido, Nakamura.
-<Desde ese día, nunca tuve otro novio... Solo relaciones de una noche... Y el día que te conocí, solo te vi como mi oportunidad de probar con un extranjero... Pero luego te di mi número porque me interesaste... Luego fuiste a mi bar... Volvimos a hablar y de ahí llegamos a hoy, dónde me pediste ser tu novia... Se que estuvo mal esconderte esto ¡Pero no sabía cómo reaccionarias! ¡Se que soy una estúpida y una egoísta, pero por favor, no me dejes!>
El escucharla hablar así mientras lloraba me rompió el corazón, le pedí que se calmase y que cuando lo hiciera, hablaríamos mejor. La mantuve cerca de mí mientras ella seguía llorando, pensé por un buen tiempo que haría, hasta que sentí que por fin dejó de llorar, pero se había quedado dormida. La acomodé en la cama y me acosté a su lado, era mejor despertar junto a ella para no asustarla más, porque ya había tomado mi decisión, me quedaría con ella. Cerré mis ojos, y me dormí, esperando a la mañana siguiente para decirle mi respuesta.
Cómo ya dije en el último de mi tía casada, dejaré de escribir Amante japonesa y Casa compartida hasta terminar con ese, para que no se me acumulen los capítulos y escribir bien.
La siguiente parte de Amante japonesa sera la última, pero como dije en Casa compartida, también tengo algo especial para después.
Si te interesa seguir leyendo, aquí tiene la siguiente parte:
Amante japonesa parte V:
Si esta es la primera vez que lees uno de mis relatos y te gustaría leer más, revisa mis otros relatos!
Casa compartida: https://m.poringa.net/posts/relatos/4105810/Casa-compartida-parte-I.html
Espero y te haya gustado, bye!
Si es la primera vez que encuentras uno de mis relatos, por favor, lee la primera parte.
Amante japonesa parte I: http://www.poringa.net/posts/relatos/4109453/Amante-japonesa.html
Todos estábamos mirando a Natsuki, la cual acababa de soltar sin pena que fuéramos juntos a un motel. Mis amigos y yo nos miramos entre si, y Saeko solo veía a su amiga pasada de trago con una mirada de que lo que había dicho fue algo incomodo. Pero todo el silencio se rompió cuando Aoi comenzó a reír.
-<Yo estoy de acuerdo con Natsuki, estaría interesante poder ver pasaría entre los cuatro>
La decisión fue tomada, Hina también estaba de acuerdo y Saeko terminó por aceptar por mayoría de voto. Mientras caminábamos a un motel que Saiba conocía, Lisandro, Takao y yo reunimos plata para pagar las botellas que tomamos, cosa que Saeko se negó por un buen rato en aceptar hasta que la obligué a tomar el dinero como si fuera nuestro regalo de navidad.
En el motel, no encontramos a un recepcionista, solo una tableta con distintas opciones, ofreciéndonos los distintos cuartos y dándonos la tarifa por tiempo de estadía. Todos elegimos el cuarto más caro, siendo que seríamos ocho, así que necesitábamos un cuarto grande y con todo lo que ofrecían para un lugar tan caro.
Entramos al cuarto y lo primero que vimos fueron escaleras que llevaban a una zona de arriba que era un espacio pequeño con futón en el piso. La cama estaba en una esquina del cuarto, rodeada de almohadas y con un televisor para pedir comida, ropa, condones y demás. También había una pequeña ducha con puerta transparente para poder espiar a tu pareja mientras se bañaba.
Estábamos felices con lo que nos conseguimos. Saiba nos contó que había encontrado el lugar cuando un viejo amigo le presentó a una mujer con la que tuvo su primera noche, y desde ese día se lo había guardado, porque quería volver con otra mujer que ya fuera su novia.
- <¡Me pido la cama para usarla con Natsuki!> -Gritó Takao quitando a Saiba del camino para evitar que la agarre como le quitó la oportunidad en su momento de poder hablar con Aoi.
-<Cálmate>-Dijo Natsuki agarrando a Takao y besándolo mientras que lo llevaba para la cama -<Tampoco estés tan desesperado, podemos ir lento>
Ese beso despertó algo en todos nosotros, comenzamos a quitarnos la ropa lentamente mientras nos mirábamos, Las mujeres dejando ver cada una su piel desnuda, sus senos, su ropa interior, sus muslos y sus culos. Los hombres bajándonos los boxers para mostrar nuestras crecientes erecciones.
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Cada persona en el cuarto con los ojos centrados en su pareja. Los hombres dándole el lugar de mujer con mejor cuerpo a Natsuki, la cual ya estaba encima del joven Takao comiéndolo a besos. Las mujeres le dieron el lugar del hombre con el mejor pene a Lisandro, siendo el de él el más largo, Miguel perdiendo simplemente porque el suyo era unos centímetros más pequeño, pero mucho más grueso que el de su amigo.
Incluso si los otros no se lo llevaron, Takao y Saiba no se quedaban atrás, sus erecciones llegaban a un máximo de 17 cm, lo mismo que Miguel, solo que no tan gruesos. Lo mismo con Hina y Aoi, sus cuerpos eran casi tan atractivos como los de Saeko y Natsuki, la cosa es que ellas siendo tan jóvenes no podían ir contra el de mujeres ya mayores.
Hina no pudo evitar mostrar una expresión de sorpresa al ver el pene de su novio, admitiendo que era su primera vez y que no se sentía muy segura ahora por el tamaño. Lisandro agarró el control del televisor y busco hasta encontrar lubricante, pidiéndolo y diciéndole que era mejor si se relajaba, agarrándola de la cintura y sentándola en su pierna para comenzar a jugar con ella.
Siguiendo el liderazgo de Lisandro, Saiba agarró a Aoi por la cintura y la acerco a él, colocando su pene erecto contra su estomago y tocándole los abdominales. Aoi comenzó a reír por el repentino acercamiento por Saiba, dándole un beso con lengua, caminando en dirección a la habitación pequeña.
Miguel y Saeko se quedaron mirando sin saber ya que hacer. Saeko solo se sentó en otro de los sofás, abriéndose de piernas para él. Miguel no dudó ni un segundo y se lanzó a lamer su vagina con todo el gusto. Natsuki estaba igual, solo que ella era quien devoraba la verga de Takao, el cual no podía dejar de gemir mientras ella se tragaba su pene entero y hasta le daba una que otra lamida a sus huevos.
Pasaron unos cuantos minutos mientras todos seguíamos calentándonos hasta que el lubricante que Lisandro pidió llegó. Con el lubricante en la mano, dejó que Hina lo viera mientras él le seguía masturbandola, y ahora agregaba el lubricante para intentar facilitar la penetración todavía más. Siguió así por un rato más hasta que le pidió uno de los condones que estaban a lado de la cama a Takao, el cual se los lanzó sin dudar para que ni Natsuki ni él se distrajeran. Lisandro no dudó ni un momento, se colocó el condón y se aseguró de que ella estuviera lo suficientemente relajada y lubricada para poder meter su glande de a poco.
Hina soltó un grito repentino al sentir la punta entrando, pero Lisandro no paró, en cambio, fue un poco más lento, preguntando si todo estaba bien para evitar que ella se tensase y que el disfrute de ambos desapareciera por un simple disgusto. Cuando la mayor parte de su pene entro, Lisandro la besó para prepararla antes de comenzar a moverse, cosa que tenía a todos con la tensión de verlos tener sexo de una vez.
Mientras tanto, en el pequeño cuarto de arriba, Saiba y Aoi se masturbaban entre si, la chica jugaba con la cabeza del pene usando el líquido preseminal para lubricarlo y hacerlo más sensible, mientras que el chico hacía movimientos circulares en el clítoris de ella para llevarla al orgasmo. Se detuvieron un momento y Saiba la acostó en el futón para lamer cómodamente su coño, lamiendo su clítoris en círculos y jugando con sus labios para hacerla terminar y dejarla bien lubricada.
Cuando terminó, se asomó por las escaleras para pedir un condón, solo para ver que ya le habían ganado en cuanto a ser la primera pareja en coger. Lisandro y Hina estaban como bestias, incluso si era su primera vez, ella no paraba de moverse para al menos no hacer que su novio sea el único que se haga algo, teniendo que detenerse por momentos al no poder parar de gemir y temblar del simple hecho de estar en mitad del coito con alguien que la cargaba por el trasero y hacia chocar sus muslos con cada embestida que daba para meter su verga completa de nuevo.
Todos estaban excitados, Natsuki había dejado de darle una mamada a Takao para ver la escena y ahora lo masturbaba mientras veían. Takao vió a Saiba en la escalera y le tiró otro de los condones, notando que ya solo quedaban dos, que serían para él y para Miguel, por lo que agarró el control como Lisandro y pidió una tanda de condones, los suficientes para lo que sería una buena noche de sexo.
Miguel y Saeko estaban en un 69, devorando el sexo del otro mientras veían de reojo y escuchaban atentamente a la tremenda cogida que Lisandro tenía con Hina, de igual manera, pudieron escuchar los pequeños gemidos de Aoi en el cuartito de arriba. Ambos se llevaron al orgasmo, pero la situación permitió que Miguel siguiera duro, por lo que también pidió un condón para comenzar a dollar con Saeko, y Takao, ya sin poder aguantar más, agarró el suyo y dejó que Narsuki se sentase encima de él y que lo cabalgase, mientras que Miguel embestía a Saeko teniendola en cuatro.
La noche continuó, Lisandro fue el primero en terminar al no aguantar más, sacando su pene y quitándose el condón, dejando a Hina exhausta, pero feliz de haberlo disfrutado tanto. El siguiente fue Saiba, que al terminar, bajó junto con Aoi para cambiar con su amigo, pudiendo así ver a Takao y a Miguel tener sexo y que Lisandro pueda hacerlo con Hina acostados y cómodos.
Miguel y Takao terminaron casi al mismo tiempo, los movimientos de Natsuki eran demasiado buenos para que Takao aguantase mucho, menos siendo su primera vez. Miguel en cambio, sentir el choque del trasero de Saeko y saber que ahora no eran amantes, si no novios, lo calentó tanto que se corrió con gusto en el condón y la besó, agarrándole las nalgas.
Llegaron los otros condones y volvieron a coger, Lisandro y Hina ahora lo hacían de a perrito, Miguel y Saeko estaban en la cama y él le hacía un mating press, Saiba cargaba a Aoi contra la pared y embestía con ganas y Takao y Natsuki estaban en un misionero en uno de los sofás.
Pasaron las horas y los chicos miraron el catálogo del motel mientras descansaban, notando que podían pedir disfraces para las mujeres, por lo que pidieron lo que más les gustaba. Lisandro pidió un uniforme de colegiala para Hina, Miguel y Takao pidieron un traje de baño de colegio para Saeko y Natsuki, los cuales les quedaban pequeños, resaltando mucho sus culos y senos, a veces enterrandoseles entre las nalgas o haciendo que se les saliera un pecho, y Saiba solo pidió un bikini para Aoi.
La noche siguió por horas hasta que todos por fin quedaron exhaustos, habiendo usado quince condones en total y habiendo dejado varias manchas de sudor por la cama, sofás y futón, estaban satisfechos.
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Salimos del cuarto luego de pegarnos un baño para quitarnos todo el sudor. Estábamos relajados y completamente drenados de energías, pero disfrutamos de toda la noche.
-<Bueno, yo creo que es mejor que nos vayamos para nuestras casas> -Dijo Lisandro, que mantenía a Hina cerca de él. Ella estaba mucho más cansada que todos nosotros, todo por ser su primera vez, pero se le notaba feliz -<Yo llevaré a Hina a su casa ¿Ustedes?>
-<Yo puedo llevar a Takao a su apartamento si quiere> -Mencionó Natsuki, la cual no soltaba a Takao y que ahora mostraba un mayor interés que antes en el joven.
-<No sería mucha molestia?>
- <¡Para nada! Es mi forma de pagarte por esta noche>
La cara de Takao se puso roja al escucharla decir eso, haciendonos reír a todos. No solo estábamos relajados después de un buen polvo, todavía estábamos un poco ebrios por tomar tanto alcohol antes. Sabía explicó que Aoi no vivía muy lejos, por lo que él y ella se despidieron rápido. Lisandro y Natsuki se fueron con sus respectivas parejas para llevarlas a casa, y Saeko y yo quedamos en la mitad de la calle solos.
- <¿Te quieres quedar en mi casa?>
-<No veo problema, vives por esta zona, así que sería mejor>
Ambos caminamos hacia la casa de Saeko, hablando de la noche y riéndonos del hecho de que de verdad tuvimos una pseudo orgía, y que habíamos dejado el cuarto del motel hecho un sauna por el calor que hacía ahí dentro. Nos burlamos un poco del como Natsuki fue quien guío a Takao por todo el coito, pero estábamos felices por ambos, ya que según Saeko, Natsuki estaba frustrada desde hace un buen tiempo por no tener sexo, y que por esa misma razón fue que ella decidió invitarla.
Llegamos a su conjunto y subimos las escaleras para llegar a su apartamento. Abrió la puerta y nos sentamos en el sofá para descansar un rato antes de irnos a acostar, pero Saeko se levantó y sacó de la nevera unas latas de cerveza para que sigamos tomando. Bebí lo suficiente como para necesitar ir al baño, pero por estar tan borracho, termine abriendo la puerta que siempre estaba cerrada.
Cuando la abrí, lo primero que ví fue una cama, luego peluches, luego un ropero lleno de ropa, ropa de niña y juguetes. Mi mente tuvo que procesar un momento lo que estaba viendo hasta que por fin lo entendí.
- <¿Tienes una hija?> -En el momento que las palabras salieron de mi boca, Saeko reaccionó al darse cuenta que abrí la puerta.
Se levantó para cerrarla, pero ya era tarde, ya lo había descubierto, no tenía sentido el cerrarla. Ella se colocó frente a mi, soltó un largo suspiro y me miró directamente a los ojos.
-<Si... Tengo una hija> -En el momento que lo dijo, sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzó a llorar.
Cerré la puerta y la guíe hacia su cuarto, dónde la senté en la cama y le pedí que se calmara y me contara todo. Comenzó a explicarme que ella siempre fue de estar con novios, pero que eso nunca funcionaba, hasta que conoció a un hombre con el que tuvo sexo y ella quedó embarazada. El hombre desapareció por completo, ni sus padres sabían de él, por lo que los padres de Saeko la des heredaron al descubrir todo y la sacaron de la casa. Sin hogar ni padres de los que depender, ella trabajó sola y crió a la niña durante siete años, nombrandola Mai y dándole su apellido, Nakamura.
-<Desde ese día, nunca tuve otro novio... Solo relaciones de una noche... Y el día que te conocí, solo te vi como mi oportunidad de probar con un extranjero... Pero luego te di mi número porque me interesaste... Luego fuiste a mi bar... Volvimos a hablar y de ahí llegamos a hoy, dónde me pediste ser tu novia... Se que estuvo mal esconderte esto ¡Pero no sabía cómo reaccionarias! ¡Se que soy una estúpida y una egoísta, pero por favor, no me dejes!>
El escucharla hablar así mientras lloraba me rompió el corazón, le pedí que se calmase y que cuando lo hiciera, hablaríamos mejor. La mantuve cerca de mí mientras ella seguía llorando, pensé por un buen tiempo que haría, hasta que sentí que por fin dejó de llorar, pero se había quedado dormida. La acomodé en la cama y me acosté a su lado, era mejor despertar junto a ella para no asustarla más, porque ya había tomado mi decisión, me quedaría con ella. Cerré mis ojos, y me dormí, esperando a la mañana siguiente para decirle mi respuesta.
Cómo ya dije en el último de mi tía casada, dejaré de escribir Amante japonesa y Casa compartida hasta terminar con ese, para que no se me acumulen los capítulos y escribir bien.
La siguiente parte de Amante japonesa sera la última, pero como dije en Casa compartida, también tengo algo especial para después.
Si te interesa seguir leyendo, aquí tiene la siguiente parte:
Amante japonesa parte V:
Si esta es la primera vez que lees uno de mis relatos y te gustaría leer más, revisa mis otros relatos!
Casa compartida: https://m.poringa.net/posts/relatos/4105810/Casa-compartida-parte-I.html
Espero y te haya gustado, bye!
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