...Yo goleaba a su esposa.
Hola amigos, como andan? después de mucho tiempo vuelvo a escribir un relato. Les cuento que descubrí que la esposa de mi amigo es muy puta y aunque corra el riesgo de cagarla, no puedo perder la oportunidad de contarles lo que me sucedió durante estas últimas semanas.
Como no tenía nada que hacer, pensé en caerle de sorpresa, charlar, tomar unas cervezas con él y de paso ver el partido de Boca, club del cual él es hincha. Al llegar, golpeé a la puerta. Nadie respondió. Golpeé de nuevo, más fuerte ahora. Silencio de nuevo. Pensé "la puta madre, este se debe estar echando un buen polvo, eso de los que tienen los recién casados y le debe chupar tres huevos el partido.
Cuando encaro de nuevo para mi casa escuché el ruido de la puerta, al abrirse, vi a Anto y regresé.
tiré un "buenas tardes" y pregunté por mi amigo. Ella, con el rostro muy malhumorado, dijo que él no estaba en casa.
Me sorprendió, me disculpé y dije que volvería otro día. Para mi asombro, la chica me pidió que pasara, y en cuanto entré por la puerta, se arrojó a mi cuello y me abrazó llorando profundamente, hasta el punto de empaparme la camiseta hasta la altura de los hombros.
La hice sentarse en un sillón, acerqué una silla, me senté frente a ella, que seguía llorando, y le pedí que se calmara, le pregunté qué estaba pasando. Anto tomó mis manos y lloró aún más fuerte. Fui a la cocina, tomé un vaso de aguay se lo di. La piba se calmó de a poco y comenzó a hablar, todavía entre lágrimas:
- Daniel prefiere ver el partido de Boca con sus amigos que verlo conmigo en casa. Siempre fue así pero pensé que cuando nos casáramos eso cambiaría. Después llega borracho, se tira en la cama y se va a dormir - dijo y volvió a llorar.
Traté de consolar:
- Cálmate, Anto. Solo llevas seis meses de matrimonio, estás en la fase de ajuste, de adaptaciones. El compromiso es una cosa, pero una vez que compartes el mismo techo, la realidad es otra. Ahí es cuando los dos se convencerán espontáneamente de renunciar a ciertas cosas, ciertos hábitos, en favor de una buena relación. Tené paciencia. Ya va a pasar, vas a ver. ¡Todo va a estar bien!
Se tranquilizó, agarré una toalla, le limpié las lágrimas, la abracé, y le besé en la frente.
- Ahora que estás más tranquila, me voy. Decile a Dani que vine y que otro día vuelvo. Pero vos tranqui.
Anto escuchó y me pidió que me quedara un rato más mientras se duchaba para recuperarse. Entonces podría irme. Asentí con la cabeza mientras se alejaba, señalando el control remoto.
- Prendé la televisión, mira algo - sugirió.
Tan pronto como desapareció por el pasillo, encendí la televisión y puse el partido que Dani había ido a ver con sus amigos, Atletico Mineiro - Boca, por la copa libertadores.
Minutos después, escuché que se apagaba la ducha y me preparé para irme tan pronto como Anto se fuera a su habitación. Sin embargo, para mi sorpresa, apareció con su toalla, la cual dejó caer sobre la alfombra, revelando un cuerpo maravilloso.
Aunque estaba sorprendido, no dije nada, acepté esa situación, ni siquiera pensé en mi amigo Daniel. No se necesitaban palabras. Anto dejó el sonido de la TV al mínimo -el partido a esta altura ya estaba por el segundo tiempo- se arrodilló frente a mí, abrió el cierre de mi bragueta, sacó mi pija, todavía un poco flácida, y la se la engulló con gusto. Sentía como iba creciendo en su boca, me la chupó hasta que me la dejó al palo, bien dura y ancha. Se la sacó por un segundo y dijo:
- Mirá la tele, mira el partido. Así quería que Dani lo mirara. Acá, conmigo, mientras le chupaba la pija. Me encanta darle placer a mi macho, me encanta chupar pijas,y él lo sabe muy bien. Y siempre me imaginé haciendo esto con mi esposo, pero él prefiere a sus amigos y la cerveza. Así que no me va a quedar otra que cumplir esta fantasía con vos.
Dijo eso, volvió a poner su boca en mi verga y reinició la succión, mientras yo miraba el partido, Anto, la esposa de Dani me chupaba la pija como una profesional: se la refregaba en la cara, se daba golpecito en la mejilla, lamía mis bolas, se las metía completa una a una en su boca, la escupía, hacía garganta profunda, me chupaba la punta, me rodeaba el glande con su lengua en círculos, se notaba que tenía experiencia y que le encantaba chupar cualquier pija. Me estaba volviendo loco. Cuando el árbitro pitó el final del partido, no aguanté más y mi leche salió a borbotones en la boca de la recién casada.
Se tomó toda la leche, era gauchita, y yo no podía creer que no me hubiese dado cuenta antes de que fuera tan puta. Después de tragarse la leche me miró, hizo una media sonrisa mientras podía ver una gotita que le había quedado en la pera,aunque no por mucho tiempo porque la hizo desaparecer con su lengua, cuando abrió la boca y me mostró que se había "tomado toda la leche como una nena buena". Después me dio un beso en la punta de la pija y me agradeció por haberle dado la mema que su marido no quiso darle".
Después de ordeñarme la verga, me agarró de la mano y me llevó a la cama donde duerme con su esposo...
El partido había terminado y ahora venían los penales.
Continuará...
Amigos, si les gustó dejen puntos y comentarios y así saber si quieren que continúe contando lo que sucedió en la cama del cornudo de mi amigo. Hay otro encuentro más que sucedió a la siguiente semana (mientras se jugaba el superclásico) y algunos whatsapp y fotos que nos mandamos con Anto. Por ahora les dejo un adelanto de lo que probablemente( insisto, si gusta) vendrá.
dejo foto que le saqué mientras jugaban River vs Boca por copa Argentina:
15 comentarios - Mientras mi amigo miraba la Libertadores...
Te felicito 👏 muy buen relato
Cosas que no me pasan ni en la puta vida!!!