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mi suegro , mi perdición sexual

mi marido  salió alrededor de las 10 a juntarse con unos amigos, con los que jugaba un partido de fútbol. Yo me quedé durmiendo un rato más, ya que era domingo y era el día en el que aprovechaba para dormir un poco más.
De repente me despertó el timbre, pero no era el del edificio, sino el del departamento. Me levanté y sin vestirme me acerqué a la mirilla de la puerta (como hacía calor, dormía sólo en tanga y una remera muy grande y un poco larga, que me llegaba un poco más abajo del culo). Era mi suegro. 
Abrí levemente la puerta con mi cuerpo semidesnudo tras ella, y dije:
- Hola, No sabía que venías. tu hijo se fue a jugar un partido. si lo se me dijo y por eso vine 
- perdón si te interrumpí mientras dormías.
- No hay problema, ya iba a levantarme. Si quieres puedes pasar.
- Si no es molestia, claro.
 Me miró de arriba a abajo y yo le digo 
 hace tanto calor que duermo de esta manera. Voy a ponerme algo más.
- No hay problema, no es necesario que te mueras de calor por mi culpa... - me dijo con una sonrisa pícara
Me reí y sin responder nada más, me puse una bata arriba de lo que tenía.
- ¿Te sirvo un café? - ofrecí
- Por favor
Serví dos tazas y llevé unos bizcochos a la mesa.




No paraba de mirar a este hombre que hoy vestía una remera de mangas cortas de algodón blanca, que resaltaba su cuerpo firme. 
 tomándome de mi rodilla suavemente, un impulso de calentura me acerqué lentamente y lo besé. Tenía una boca hermosa y una corta barba, prolija y medio canosa.

Nos comenzamos a besar lenta pero firmemente, él seguía con una mano en mi pierna, ahora la había subido a mi muslo, y con la otra me tomaba de la cara suavemente. Sentía su lengua jugando dentro de mi boca, sus labios entrelazándose con los míos, y no podía creer cuánto estaba disfrutando de ese momento.
Me paré y sin dejar de besarme me desabrochó la bata, y me la quitó tirándola al piso. Sólo quedaba con mi tanga  y mi remerón blanco, que hacía que se me notaran los pezones duros de lo caliente que me tenía mi suegro 
Me senté encima de él pasando mis piernas alrededor de su cuerpo y continué besándolo cada vez con más pasión.
Sus enormes manos se metían debajo de mi remera, acariciaban mi cintura con firmeza, y bajaban hasta mi culo donde apretaba con fuerza.


Comencé a moverme sobre mi suegro, me sentía muy caliente y bastante mojada ya. Situación que empeoraba (o mejoraba) al sentir la dura verga dentro de su joggineta gris, mientras mis labios vaginales la rozaban una y otra vez. Me quitó la remera y besó mis pechos, los lamió, pellizcó mis pezones mientras volvía con su boca hacia la mía. Nuestras respiraciones se agitaban, nuestros alientos se mezclaban. Y de repente tiró de mi pelo cerca de mi nuca, y mirándome a los ojos me dijo:
 me muero de ganas de cogerte 


Me arrodillé delante de su silla y comencé a acariciar su pene por encima de su ropa. Venía su cara de placer y sus suspiros me calentaban de manera inexplicable. Mirándolo a los ojos con la mayor cara de puta que pude poner, pasé mi lengua por encima de su joggineta. Quería volverlo loco.
Bajó un poco sus pantalones y su bóxer ajustado negro, agarró su verga y mirándome me preguntó:
- ¿Esto es lo que quieres?
- Todo esto quiero - dije mientras tomaba con mi mano su verga bien dura,
Escupí su pene mientras lo masturbaba, y miraba cómo emitía un leve gemido. Pasé mi lengua por sus testículos, deteniéndome un rato allí, tratando de ponerlo cada vez más caliente. Luego lamí suavemente su verga desde la base hasta el glande, y allí la introduje en mi boca.
Comencé a chupar cada vez con más velocidad, haciendo garganta profunda por momentos. El sostenía mi cabeza agarrándome del cabello y la presionaba contra su miembro, le gustaba verme ahogada, le gustaba ver como mis ojos se humedecían y escuchar el ruido de mi arcada. A mí también me encantaba.
- Cómo me gusta que me la comas así,  me dice mi suegro 
Me agarró del cuello firmemente y me levantó del piso. Me besó con pasión, con urgencia. Sacó mi tanga Quité su remera, que todavía llevaba puesta. Y él se sacó el resto de las prendas que le quedaban.


Me llevó hacia un espejo  de esos espejos que van desde el piso hasta casi el techo, para mirarte de cuerpo entero. Me apoyo de cara al espejo, con mi culo apuntando hacia él. Yo podría verme y verlo por el espejo.
Comenzó a meter sus dedos en mi vagina completamente lubricada, muy mojada. Me miraba por el espejo, se chupaba los dedos y volvía a masturbarme. Pasaba por mi clítoris, y se arrodillaba para chupar mi sexo. Yo creía que iba a enloquecer de placer.
- Quiero sentir esa verga adentro mío, ahora mismo - le dije y él se paró y en un movimiento brusco, me la metió.
Se me escapó un grito de placer, y pensé por un instante en los vecinos  Pero inmediatamente ese pensamiento desapareció, porque tenía a mi suegro a mis espaldas dándome durísimo. Me agarraba bien fuerte de la cintura y embestía con fuerza y ritmo. Creo que jamás la había pasado tan bien teniendo sexo con alguien. Ambos gemíamos y él comenzó a darme nalgadas mientras me penetraba. Yo gemía más fuerte.
- Te gusta así, ¿verdad? - decía 
- Me vuelve loca así, hazlo más fuerte
 me golpeaba con más fuerza en el culo, dejándome irritada la piel. Y yo disfrutaba como nunca. Luego me tomó del cuello con fuerza con una mano, ahorcándome, y con la otra estimulaba mi clítoris, todo mientras seguía cogiendome  con fuerza. En mi oído sentía su respiración agitada y sus gemidos.
- Me vas a hacer venir cómo nunca - le dije
- Eso quiero. Que te vengas como con nadie. - Me respondió, y ambos sabíamos que hablaba de su hijo
Continuó penetrándome con ritmo, . No tardé mucho en sentir los fuertes y descontrolados espasmos del orgasmo, que me hicieron volver a emitir un grito de placer.
mi suegro aminoró su ritmo, pero él no había acabado todavía.
Chupó su dedo y comenzó a acariciar mi ano. Cosa que me excitaba muchísimo, 
- Ahhh, me encanta - le decía mientras él metía suavemente su dedo en mi culo y seguía cogiendome muy lentamente para no venirse todavía
- , quiero que te vengas en mi boca antes de que tu hijo llegue.
Parece que haber nombrado a su hijo en esos términos, lo calentó mucho más. Me recostó sobre el sillón, se puso encima de mí y metió su todavía dura verga entre mis labios, y comenzó a fcogerme  la boca. La metía hasta el fondo, gimiendo, disfrutando de verme allí y así. Al poco tiempo comencé a sentir su semen caliente dentro de mí, lo tragué y parte de él se cayó por mis labios. Al salir de dentro de mí tomé con mis dedos el restante que quedaba en mi cara y lo lamí. Me miró con ojos destellantes.
- Eres la mejor nuera 
- Lo mismo digo, suegro. 


Nos vestimos todavía agitados, con toda prisa. Teníamos ropa por todo el piso del living, el espejo estaba sucio, y yo tenía que buscar ropa para vestirme adecuadamente. Juan se vistió rápido y se sentó casualmente en el sillón, para que su hijo lo encontrara despreocupadamente allí. Yo me fui a la habitación y me puse un corpiño y un vestido. Me peiné, 
Salí del baño luego de cepillarme bien los dientes para quitarme el gusto a semen, y saludé a mi marido  con un beso. Con mi suegro nos miramos. Ya queríamos coger 

mi suegro , mi perdición sexual

 de nuevo

2 comentarios - mi suegro , mi perdición sexual

Sebasarg_87
@paraguaya28 lo dura que me pones la poronga con tus relatos y tus fotos, como me gusta masturbarme imaginando como te cojo mientras te chupo esas tetas enormes y me pedis que no pare de garcharte mmm💦💦💦🔥🔥🔥❤