Habian pasado dos semanas desde la última paja con mi amigo, múltiples ocupaciones y el trabajo no nos habían dejado encontrarnos nuevamente.
Yo estaba muy desesperado,necesitaba que me masturbara,mi cuerpo lo pedía a gritos.
Lo llamé y le pregunté si podía ir al otro día a mi apartamento a masturbarme,me dijo que sí,que iría en la tarde y me pidió que esa noche no me pajeara.
Yo estaba muy excitado y ansioso,pero seguí su solicitud al pie de la letra y no me masturbé.
Al otro día llego mi amigo,llevaba una maleta,nos sentamos y empezamos a hablar de todo un poco.
Yo estaba muy,muy ansioso,y se notaba; en un momento mi amigo abrió la maleta y sonriendo me mostró un rollo de cinta, después sacó las esposas y me dijo: sé que te han hecho falta las pajas que te hago.
Le dije que si,mientras me iba quitando la camiseta, afuera empezó a llover.
Me pidió que me quitara el resto de ropa, mi pene también estaba casi erecto y no demoré en cumplir su pedido.
Me preguntó si me había pajeado la noche anterior y al decirle que no , sonrió de nuevo.
Sacó un panty negro,tipo hilo, me lo puso unos 10 minutos,me prohibió tocarme,y para reforzar esa orden me esposó con las manos atrás.
Restregó el panty en mi pene un minuto,que delicioso frotamiento y después me lo quitó,lo enrolló,lo metió en mi boca y me amordazó con la cinta.
Me llevó a mi habitación y allí me puso en 4,cerca del borde de la cama.
Acercó una silla y se sentó detrás mío, pero antes me había puesto una almohada para reclinar mi cabeza.
Empezó a decir que le gustaba lo limpio y aseado que soy,y empezó a acariciar mis muslos y mis piernas.
Después pasó su dedo índice en la planta de mi pie,yo reaccioné de inmediato gimiendo como protesta.
Lo hizo varias veces más mientras reía.
Después empezó a acariciar mis testículos, suavemente,que ricas caricias sentía yo.
Con su mano derecha empezó a acariciar mi pene,lo hacía con tranquilidad y lentitud, eso me hizo arrancar los primeros gemidos.
Después empezó a acariciar la zona alrededor de mi ano,con sus dedos acariciaba toda la zona sin dejar un pliegue sin recorrer.
Empezó a masturbarme con la mano derecha y con el dedo índice de la otra acariciaba mi ano,pasaba el dedo alrededor y por encima.
Yo estaba muy excitado,no quería que parara nunca,mis gemidos aumentaron aún más.
Con el precum que me empezó a salir humedeció mi ano,mientras me ordeñaba.
La eyaculación fue copiosa,el semen salió en copiosos chorros calientes que cayeron en las sábanas de la cama.
Exprimió mi pene hasta la última gota.
Me desató y me quitó la mordaza,mientras untaba el panty en el semen eyaculado.
Yo estaba muy desesperado,necesitaba que me masturbara,mi cuerpo lo pedía a gritos.
Lo llamé y le pregunté si podía ir al otro día a mi apartamento a masturbarme,me dijo que sí,que iría en la tarde y me pidió que esa noche no me pajeara.
Yo estaba muy excitado y ansioso,pero seguí su solicitud al pie de la letra y no me masturbé.
Al otro día llego mi amigo,llevaba una maleta,nos sentamos y empezamos a hablar de todo un poco.
Yo estaba muy,muy ansioso,y se notaba; en un momento mi amigo abrió la maleta y sonriendo me mostró un rollo de cinta, después sacó las esposas y me dijo: sé que te han hecho falta las pajas que te hago.
Le dije que si,mientras me iba quitando la camiseta, afuera empezó a llover.
Me pidió que me quitara el resto de ropa, mi pene también estaba casi erecto y no demoré en cumplir su pedido.
Me preguntó si me había pajeado la noche anterior y al decirle que no , sonrió de nuevo.
Sacó un panty negro,tipo hilo, me lo puso unos 10 minutos,me prohibió tocarme,y para reforzar esa orden me esposó con las manos atrás.
Restregó el panty en mi pene un minuto,que delicioso frotamiento y después me lo quitó,lo enrolló,lo metió en mi boca y me amordazó con la cinta.
Me llevó a mi habitación y allí me puso en 4,cerca del borde de la cama.
Acercó una silla y se sentó detrás mío, pero antes me había puesto una almohada para reclinar mi cabeza.
Empezó a decir que le gustaba lo limpio y aseado que soy,y empezó a acariciar mis muslos y mis piernas.
Después pasó su dedo índice en la planta de mi pie,yo reaccioné de inmediato gimiendo como protesta.
Lo hizo varias veces más mientras reía.
Después empezó a acariciar mis testículos, suavemente,que ricas caricias sentía yo.
Con su mano derecha empezó a acariciar mi pene,lo hacía con tranquilidad y lentitud, eso me hizo arrancar los primeros gemidos.
Después empezó a acariciar la zona alrededor de mi ano,con sus dedos acariciaba toda la zona sin dejar un pliegue sin recorrer.
Empezó a masturbarme con la mano derecha y con el dedo índice de la otra acariciaba mi ano,pasaba el dedo alrededor y por encima.
Yo estaba muy excitado,no quería que parara nunca,mis gemidos aumentaron aún más.
Con el precum que me empezó a salir humedeció mi ano,mientras me ordeñaba.
La eyaculación fue copiosa,el semen salió en copiosos chorros calientes que cayeron en las sábanas de la cama.
Exprimió mi pene hasta la última gota.
Me desató y me quitó la mordaza,mientras untaba el panty en el semen eyaculado.
1 comentarios - Atado y pajeado en una tarde de lluvia