Y me pongo a pensar cuando fue que paso o si realmente pasó...
Por la mañana, despierto junto a la mujer que deseo, la que puede acompañarme en cada locura que emprendo, la que sin dudarlo abre una botella de vino para quedarse hablando.
Sin hacer mucho ruido voy a preparar el desayuno.
Mientras caliento el agua para unos mates, busco en la heladera un queso untable, dulce de leche y preparo unas tostadas.
Armo una bandeja con dos platos, tostadas con dulce por un lado, con queso por el otro y algunas le pongo dulce de arándanos.
Llevo el desayuno a la cama y la despierto, puedo ver en su mirada ese cariño y locura, el mismo que tuve al despertar y pensar en prepararle el desayuno.
Nos quedamos calentitos en la cama, tomamos unos mates, algunas tostadas y luego, sin darme cuenta, hace a un lado la bandeja para seducirme y arrancar la mañana con todo.
Sus manos recorren mi cuerpo y me hacen suspirar de placer.
Los latidos de mi corazón se aceleran y giro para darle un beso, abrazarla y entrelazar nuestras piernas.
Ella con sus uñas me recorre la espalda, como un espejo hago lo mismo y al oído, puedo sentir como me susurra, "así es como lo estaba soñando, el desayuno, nosotros y este silencio eterno".
Por la mañana, despierto junto a la mujer que deseo, la que puede acompañarme en cada locura que emprendo, la que sin dudarlo abre una botella de vino para quedarse hablando.
Sin hacer mucho ruido voy a preparar el desayuno.
Mientras caliento el agua para unos mates, busco en la heladera un queso untable, dulce de leche y preparo unas tostadas.
Armo una bandeja con dos platos, tostadas con dulce por un lado, con queso por el otro y algunas le pongo dulce de arándanos.
Llevo el desayuno a la cama y la despierto, puedo ver en su mirada ese cariño y locura, el mismo que tuve al despertar y pensar en prepararle el desayuno.
Nos quedamos calentitos en la cama, tomamos unos mates, algunas tostadas y luego, sin darme cuenta, hace a un lado la bandeja para seducirme y arrancar la mañana con todo.
Sus manos recorren mi cuerpo y me hacen suspirar de placer.
Los latidos de mi corazón se aceleran y giro para darle un beso, abrazarla y entrelazar nuestras piernas.
Ella con sus uñas me recorre la espalda, como un espejo hago lo mismo y al oído, puedo sentir como me susurra, "así es como lo estaba soñando, el desayuno, nosotros y este silencio eterno".
0 comentarios - Hoy me encontré en silencio