Hace mucho tiempo, trabajaba de cadete en una empresa de lanas y cuando no había mucho que hacer fuera de la empresa me mandaban a dar una mano al depósito. Ahí trabajaban dos mujeres, una madura de unos 40 años y otra jovencita de 18. Las chicas usaban un delantal celeste para no ensuciarse y la madura me hacía ayudarla con distintas tareas, y generalmente se agachaba y me dejaba ver sus hermosas tetas sin corpiño. Yo me hacía el boludo y miraba, ella se hacía la boluda y se exhibía. Un día me mira, sonríe y me guiña un ojo, como para darme permiso para mirar. Yo no hice nada, no devolví la sonrisa, ni el guiño porque no sabía como reaccionar. Al otro día me dicen que tenía que quedarme todo el día en el depósito porque una de las chicas iba a faltar. El depósito quedaba a la vuelta de las oficinas y cuando llegué tuve que golpear para que me abriera, había cerrado la puerta con llave. Me hizo pasar y cerró de nuevo con llave. Era la veterana, que ese día estaba con el pelo suelto y maquillada. Empezamos con el trabajo como de costumbre, vinieron los choferes de los camiones que llevaban o traían mercadería y le tiraban los perros a lo loco, mientras ella los histeriqueaba. En un momento que nos quedamos solos me dijo "se vuelven locos con mis tetas", yo sonreí y ella agregó "y sé que vos también". Me dio vergüenza y traté de justificarme pero me dijo que estaba todo bien que le gustaba que la mirara. Llegó la hora del almuerzo y sacó una botella de vino blanco que había puesto en la heladera y me dijo si me animaba a tomar durante el almuerzo. Obviamente ella me servía más a mí y no tarde en quedar medio boleado. Empezamos a hablar de temas cada vez más picantes hasta que se abrió el delantal y me mostró sus tetas, "para no tener que perder el tiempo agachandome", me dijo. Me reí y cuando quise tocar cerró el guardapolvo y me dijo "no toque la mercadería sino va a comprar". Le insistí un poco y me dijo "y vos que me mostras"- Cuando hice el amague de abrirme la bragueta casi gritando me dijo, "no nene, no seas vulgar" Me paralicé y me dijo "date vuelta" Me dí vuelta y me dijo "me encanta la cola que tenés", y me dio una palmada. Me preguntó si era puto, le dije que por supuesto que no y ella se rió y dijo "tenés mejor cola que todas las minas que conozco". Eso me perturbó un poco pero tambien me encendió. Quise avanzar y no me dejó. Seguimos el día jodiendo, histeriqueando pero no me dejaba acercarme. Cuando terminó el día nos despedimos y me fui a tomar el colectivo a una parada y ella el mismo colectivo pero para el otro lado en la otra calle. Mi colectivo demoró un rato largo y cuando subo la encuentro en el colectivo. Me sorprendió y me dijo que se quedó caliente con mi cola y que había decidido "lanzar la moneda, si te habías ido en otro colectivo me volvía a bajar y tomaba el colectivo para mi casa. Si te encontraba te invitaba a un telo". Despues de un par de paradas bajamos y habí un telo a mitad de cuadra. Antes de entrar me advirtió "mirá que vas a entrar en un mundo nuevo, ¿estás preparado?" Mi calentura me hizo decir que sí, yo supuse que ella creía que yo era virgen y no la iba a desmentir. Mientras pedía la habitación ella me empezó a tocar el culo y sonreía y yo lo tomaba como que me estaba haciendo una joda porque fingí que no pasaba nada mientras la recepcionista me daba la llave y me cobraba. Mientras ibamos caminando por el pasillo y adentro del ascensor seguía tocandome el culo. Entramos a la habitación y me dijo de ducharnos porque -era verano- estabamos muy transpirados. En la ducha empezamos a besarnos, me dejo jugar con sus tetas, bajó a hacerme una turca, me la chupó y me arrancó la primera acabada. Nos seguimos bañando y me empezo a enjabonar la cola y me pidió que me diera vuelta. Me apoyó las tetas en la espalda, me agarro la pija para pajearme y me metió un dedo en el orto, despacito, mientras me hablaba al oído y me pedía que la dejara hacer... "está cerradito, relajate" me susurró. La dejé y empezó despacito a jugar con suavidad metiendo ese primer dedo, despues sumó otro y jugó un poco mas hasta que metió el tercero. Ahí no podía entrar profundo porque hacía tope con sus nudillos, me dijo de enjuagarnos y secarnos para ir a la cama. Me hizo acostar boca abajo con una almohada en la pelvis y empezó un beso negro maravilloso. Yo la dejaba que hiciera y de golpe sentí algo muy duro intentando entrar en mi culo. Giré la cabeza y vi que tenia un cepillo de pelo y me estaba queriendo meter el mango. Me corrí y le dije que estaba loca, ella se lo paso por la concha que tenia empapada y me hizo chuparlo para sentir su gustito. Repitió ese juego un par de veces y cuando me vio que bajé la guardia se me subió arriba pero mirando a mis pies. Me dejó trabado y volvió con el cepillo a mi culo. Traté de salirme y me dijo "hago yudo, te lo voy a meter, mejor que sea por las buenas". No me quedó otra que dejarla... me acuerdo el dolor que sentía mientras el cepillo entraba y ella iba dejando caer saliva en la puerta de mi ojete para seguir lubricando el cepillo. Lo dejó un rato quieto cuando llegó a la mitad del mango (unos 8 centimetros) y a mi me parecía una enormidad. Se pasó por encima de mi cabeza y me acercó la concha a la cara y me ordenó que se la chupara, pero que me dejara el cepillo. Empecé a chuparle la concha y ella empezó a frotarse contra mi cara, su concha se masturbaba con mi cara y de tanto en tanto tocaba mi lengua. Ella parecía poseída, saltó por encima mío y me ensartó el cepillo hasta el fondo, yo por el dolor salté y me caí de la cama pero con el cepillo adentro. En el piso me trabó los brazos con un brazo y su cuerpo y con la otra mano empezó a jugar con el cepillo en mi culo. Después de un rato me empezó a gustar y sentía que me salía leche en la pija, pero no era el guascazo normal, sino un derrame de leche tranqui pero como si fuera pis. Ahí ella siguió embistiendo con el cepillo mientras me agarraba los rulos y bajaba a morderme las nalgas. Gocé como loco y me dejo los dientes marcados en las nalgas. Después de eso me dió el gusto de coger un poco tradicional pero me había gustado mucho la experiencia anal... fue un viaje de ida, con algunos años negandome ese placer, pero me sigue enloqueciendo que me hagan la cola las mujeres. No sé por qué, pero cuando una mujer decide cogerte el culo te lleva al paraíso.
Si te gustó el relato por favor dejame un comentario
4 comentarios - La Dama Me Violó
pero tengo ganas de volver a repetir alguna experiencia similar