Había ido junto a mi novia, a Mónica, a su marido Edu y a su hermana Elena, a un pool party. Mónica me tenía a mil con su bañador. Era su maravilloso bañador negro, con una tira blanca en la cintura, de tirantes finos, con un tremendo escotazo en v, hasta debajo de sus grandes pechos, que dejaba ver bien todo el interior de estos y un muy rico canalillo. Tras un rato de jueguecitos en el agua y un par de copas, no tardamos en irnos cerca del bordillo a besarnos y meternos bien mano. No era una fiesta sexual, por lo que más allá de comerla el canalillo, no podíamos ir. El calentón que nos estábamos dando fue bueno y sus tetazas fueron muy bien acariciadas y besadas.
Cuando se nos acabó la bebida salimos por una copa y al volver a la piscina, Mónica prefirió tumbarme en una tumbona y ella hacerlo sobre mí. Seguimos besándonos y bebiendo. La mano que no sujetaba mi copa estaba acariciando su culo.
Apareció a nuestro lado Elena diciéndonos que nos lo estábamos pasando en grande. Esta llevaba un bañador asimétrico, bastante sensual, pues en el mismo lado que no tenía tirante, también la faltaba un cacho del bañador, dejando mucho de su cuerpo al descubierto. Era de rayas verticales y anchas, rojas, rosas, azules y negras. El lado del tirante tenía un nudo en el cuello. La miramos, la sonreímos, y la mano que estaba en el culo de su hermana, ahora comenzó a acariciar su pierna. Volví a besarme con Mónica y la mano fue subiendo por la pierna de Elena hasta llegar a su culo.
Elena se arrodillo y me besaba con ambas. Mónica nos hizo levantar y acompañarla hacia la casa. Primero pasamos por la zona de las bebidas y cogió una botella de whisky. Nos encerramos en una habitación donde me volví a besar con ambas, tras dejar las copas en una mesita. Mis manos pasaban de sus culos a sus pechos fácilmente, al igual que las suyas de mi culo a mi paquete, bien duro por la situación.
Elena se arrodillo y me quito el bañador. Agarro mi polla y me masturbo, mientras me comía los huevos. Yo comencé a comer, nuevamente, el canalillo e interior de las tetazas de Mónica. Esta abrió la botella y comenzó a echar whisky por el canalillo. Mi lengua lo recorría entonces de arriba abajo bien despacio, mientras mis manos agarraban bien sus tetazas. Mónica roció bebida en mi polla y su hermana comenzó a lamérmela, con su lengua, antes de empezar a hacerme una mamada. Saqué las tetazas a Mónica y se las devoré, mientras esta no paraba de rociarlas con la bebida.
Mónica mando a su hermana Elena levantarse. cogió el nudo del hombro, lo desato y dejo caer, quedando ese pechito al descubierto. Comenzó a rociarlo y no tuve más remedio que ponerme a comérselo, mientras le acariciaba el otro pechito. Mónica se arrodillo, echo whisky en mi dura polla y comenzó a mamármela. Saque el otro pechito a Elena, tirando del bañador un poco hacia abajo y la comí y acaricie ya ambos pechitos.
Mónica me hizo tumbarme en la cama, dejando las piernas colgando. Se coloco frente a mi polla, la metió entre sus tetazas y comenzó a hacerme una cubana maravillosa. Elena se quito el bañador y se coloco de rodillas, con mi cara entre sus piernas. Comencé a comerla el coño, mientras mis manos agarraban fuerte su culo. De vez en cuando una de ellas subía, para jugar con sus pechitos.
Mónica se colocó el bañador y nos dijo que salía a por un condón. Elena se giró y se tumbó sobre mí, comenzando un delicioso 69. Mis manos seguían agarrando fuerte su culo. Mi lengua iba cambiando de velocidad dentro de su coño, mojadísimo, mientras que su lengua no paraba de jugar en mi glande. Cuando Mónica volvió, le dio el condón a su hermana, que me lo puso con la boca. Se sentó sobre mí, dándome la espalda y se metió mi polla en su empapado coño. Se comenzó a mover en círculos, mientras Mónica, ahora, se colocó de rodillas, como antes Elena, y, tras apartar su bañador, la comí el coño. Mis manos subieron rápido por su cuerpo, pues sabia que arriba me esperaban dos grandes pechos juguetones. No tarde en sacárselos del escote para jugar mejor aún con ellos.
Nos levantamos los 3 de la cama y tras unos besos y manoseos, las hice poner a ambas a gatas en el borde de la cama. Como Mónica aun llevaba el bañador puesto, se lo metí por el culo, haciendo como si fuera un tanga. Comencé a azotar a ambas fuerte el culo. Me agaché y comencé a besarlos, mientras seguía azotándolos. Me levanté, aparte el bañador y comencé a follar el culo a Mónica. Con mi otra mano masturbaba a Elena. Fui cambiando para follar el culo también a Elena, y entonces masturbaba Mónica. La siguiente vez que volví a Mónica, comencé a follarla también el coño y lo mismo hice con Elena.
Cada vez que follaba a Mónica, me ponía a mil, ver y notar sus tetazas dando bandazos de un lado para otro. Así que me senté y la hice sentarse en mí. Aparte, de nuevo, su bañador y follamos, mientras mi cabeza se perdía, disfrutando, entre sus tetazas, bien agarradas y apretadas por mis manos. Elena estaba de pie a nuestro lado masturbándose. Una de mis manos no tardo en dejar las tetas de Mónica, para ser la que masturbaba a Elena.
Cuando Elena se corrió, se fue a por las copas que habíamos dejado en la mesa y nos las acerco. Brindamos, mientras seguía follando con Mónica. Tras el brindis, Elena volvió a coger la botella y roció, nuevamente, sus pechitos. Se coloco de rodillas a mi lado y cambie los grandes pechos de su hermana, por los carnositos y pequeños de Elena. Los mordisqueaba con fuerza y esta daba algún grito de dolor.
Cuando Mónica se corrió, se bajó y volvió a colocarse de rodillas entre mis piernas, para hacerme de nuevo una gran cubana, tras quitarme el condón. Cuando iba a correrme, Elena se coloco a gatas en la cama y se unió a su hermana, comiéndome ambas la polla, mientras que Mónica me acariciaba los huevos. Cuando me corrí, el semen mancho la cara de ambas y algo entro en sus bocas. Comencé a besarme con Elena, acariciando su culo, mientras Mónica me limpiaba la polla con unos buenos lametazos.
Al volver a la fiesta, vimos que Edu estaba tonteando con una mujer y a mi novia ni la vimos, por lo que supuse que ella también se habría ido a pasarlo bien. Volvimos al agua con una copa y nos pusimos a bailar, pasándolo muy bien hasta que la fiesta termino.
Cuando se nos acabó la bebida salimos por una copa y al volver a la piscina, Mónica prefirió tumbarme en una tumbona y ella hacerlo sobre mí. Seguimos besándonos y bebiendo. La mano que no sujetaba mi copa estaba acariciando su culo.
Apareció a nuestro lado Elena diciéndonos que nos lo estábamos pasando en grande. Esta llevaba un bañador asimétrico, bastante sensual, pues en el mismo lado que no tenía tirante, también la faltaba un cacho del bañador, dejando mucho de su cuerpo al descubierto. Era de rayas verticales y anchas, rojas, rosas, azules y negras. El lado del tirante tenía un nudo en el cuello. La miramos, la sonreímos, y la mano que estaba en el culo de su hermana, ahora comenzó a acariciar su pierna. Volví a besarme con Mónica y la mano fue subiendo por la pierna de Elena hasta llegar a su culo.
Elena se arrodillo y me besaba con ambas. Mónica nos hizo levantar y acompañarla hacia la casa. Primero pasamos por la zona de las bebidas y cogió una botella de whisky. Nos encerramos en una habitación donde me volví a besar con ambas, tras dejar las copas en una mesita. Mis manos pasaban de sus culos a sus pechos fácilmente, al igual que las suyas de mi culo a mi paquete, bien duro por la situación.
Elena se arrodillo y me quito el bañador. Agarro mi polla y me masturbo, mientras me comía los huevos. Yo comencé a comer, nuevamente, el canalillo e interior de las tetazas de Mónica. Esta abrió la botella y comenzó a echar whisky por el canalillo. Mi lengua lo recorría entonces de arriba abajo bien despacio, mientras mis manos agarraban bien sus tetazas. Mónica roció bebida en mi polla y su hermana comenzó a lamérmela, con su lengua, antes de empezar a hacerme una mamada. Saqué las tetazas a Mónica y se las devoré, mientras esta no paraba de rociarlas con la bebida.
Mónica mando a su hermana Elena levantarse. cogió el nudo del hombro, lo desato y dejo caer, quedando ese pechito al descubierto. Comenzó a rociarlo y no tuve más remedio que ponerme a comérselo, mientras le acariciaba el otro pechito. Mónica se arrodillo, echo whisky en mi dura polla y comenzó a mamármela. Saque el otro pechito a Elena, tirando del bañador un poco hacia abajo y la comí y acaricie ya ambos pechitos.
Mónica me hizo tumbarme en la cama, dejando las piernas colgando. Se coloco frente a mi polla, la metió entre sus tetazas y comenzó a hacerme una cubana maravillosa. Elena se quito el bañador y se coloco de rodillas, con mi cara entre sus piernas. Comencé a comerla el coño, mientras mis manos agarraban fuerte su culo. De vez en cuando una de ellas subía, para jugar con sus pechitos.
Mónica se colocó el bañador y nos dijo que salía a por un condón. Elena se giró y se tumbó sobre mí, comenzando un delicioso 69. Mis manos seguían agarrando fuerte su culo. Mi lengua iba cambiando de velocidad dentro de su coño, mojadísimo, mientras que su lengua no paraba de jugar en mi glande. Cuando Mónica volvió, le dio el condón a su hermana, que me lo puso con la boca. Se sentó sobre mí, dándome la espalda y se metió mi polla en su empapado coño. Se comenzó a mover en círculos, mientras Mónica, ahora, se colocó de rodillas, como antes Elena, y, tras apartar su bañador, la comí el coño. Mis manos subieron rápido por su cuerpo, pues sabia que arriba me esperaban dos grandes pechos juguetones. No tarde en sacárselos del escote para jugar mejor aún con ellos.
Nos levantamos los 3 de la cama y tras unos besos y manoseos, las hice poner a ambas a gatas en el borde de la cama. Como Mónica aun llevaba el bañador puesto, se lo metí por el culo, haciendo como si fuera un tanga. Comencé a azotar a ambas fuerte el culo. Me agaché y comencé a besarlos, mientras seguía azotándolos. Me levanté, aparte el bañador y comencé a follar el culo a Mónica. Con mi otra mano masturbaba a Elena. Fui cambiando para follar el culo también a Elena, y entonces masturbaba Mónica. La siguiente vez que volví a Mónica, comencé a follarla también el coño y lo mismo hice con Elena.
Cada vez que follaba a Mónica, me ponía a mil, ver y notar sus tetazas dando bandazos de un lado para otro. Así que me senté y la hice sentarse en mí. Aparte, de nuevo, su bañador y follamos, mientras mi cabeza se perdía, disfrutando, entre sus tetazas, bien agarradas y apretadas por mis manos. Elena estaba de pie a nuestro lado masturbándose. Una de mis manos no tardo en dejar las tetas de Mónica, para ser la que masturbaba a Elena.
Cuando Elena se corrió, se fue a por las copas que habíamos dejado en la mesa y nos las acerco. Brindamos, mientras seguía follando con Mónica. Tras el brindis, Elena volvió a coger la botella y roció, nuevamente, sus pechitos. Se coloco de rodillas a mi lado y cambie los grandes pechos de su hermana, por los carnositos y pequeños de Elena. Los mordisqueaba con fuerza y esta daba algún grito de dolor.
Cuando Mónica se corrió, se bajó y volvió a colocarse de rodillas entre mis piernas, para hacerme de nuevo una gran cubana, tras quitarme el condón. Cuando iba a correrme, Elena se coloco a gatas en la cama y se unió a su hermana, comiéndome ambas la polla, mientras que Mónica me acariciaba los huevos. Cuando me corrí, el semen mancho la cara de ambas y algo entro en sus bocas. Comencé a besarme con Elena, acariciando su culo, mientras Mónica me limpiaba la polla con unos buenos lametazos.
Al volver a la fiesta, vimos que Edu estaba tonteando con una mujer y a mi novia ni la vimos, por lo que supuse que ella también se habría ido a pasarlo bien. Volvimos al agua con una copa y nos pusimos a bailar, pasándolo muy bien hasta que la fiesta termino.
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