Yo estaba sentado en el sillón mirando la tele y vos te apareciste con una remerita, muy corta, tus pechos hacian que se levantará un poco y dejará tu pancita al aire. Por debajo llevas una tanga de algodón negra y unas tiras blancas.
Deje de mirar la tele para prestar atención a tus movimientos, como tus manos acariciaban tu cuerpo, te subías a penas la remera para dejar al descubierto los pezones, los pellizcas y volvés a bajar la remera.
Me miras y ya podes notar que estoy obnubilado, pero me quedo quieto apreciando el placer que te da hacerme calentar.
Te das vuelta y apoyas tus manos sobre la pared moviendo la cola y bajando suave, despacio y muy sensual.
Te das la vuelta, y tus manos recorren tu cuerpo, una de ellas baja hasta tu tanga y entra por delante y puedo sentir como llegas a tocarte, pero no te quedas ahí, salis rápido y te acercas a mí.
Te subis a la mesita ratona que está frente a mí y mientras me miras, te comenzas a tocar de a poco.
Estás arrodillada, frente a mi, con una mano tocas tus pechos mientras que la otra se concentra en acariciarte los labios. Ya los imagino húmedos. No se pueden ver porque aún no te sacas esa tanga.
Te vas moviendo suave, al ritmo de la música que puse de fondo (Blues Deluxe de Joe Bonamassa), tus movimientos son muy suaves y no dejas de mirarme.
Yo estoy con mi mano por debajo de mi pantalón acariciando mi verga que ya está dura!
Hasta que se acercas a mí, me sacas el pantalón y de a poco me vas desnudando. Me pedís que quite mi remera, porque te gusta verme.
Con tus manos agarras mi verga, te acomodas el pelo y siento como me das un beso justo en la punta. Luego de ese beso, abrís tu boca y de a poco comenzas a metarla dentro, jugando con tu lengua sobre mi cabeza y tus manos quedan acariciando mi entrepierna.
Mientras, me estás mirando y ves como mi cuerpo se relaja y se tumba en el sillón, te veo a los ojos y siento un placer inmenso. En tu mirada, se puede ver como eras gozando y disfrutando que yo disfrute.
Tu remera se levanta por los movimientos y tus pechos se asoman, puedo verlos!
No dejas de chuparme y dejas caer tu saliva al sacar tu boca de mi verga. Me la agarras con tu mano y haces un movimiento de arriba hacia abajo con lo húmedo que quedó.
Dejas de tocarme para sacarte la remera y volvés a tocarme un rato.
Te sacas la tanga, acaricias tus pechos y al bajarte de la mesita te arrimaste a mi. Te subiste arriba mío, pero dejaste mi verga apoyada sobre mi para que tus labios se posen sobre mi verga y comiences un movimiento suave. Puedo sentir como se pegan a mi, cómo están húmedos y como te exitas al punto de llegar a un orgasmo, se te caen varios gemidos de placer. (No hay cosa más excitante que sentir como esos labios juegan con mi verga masturbandonos)
Una de tus manos no dejan de tocarme mientras la otra toca tus pechos, tu cuerpo.
Yo estaba quiero, sometido, delirando de placer.
Hasta que tus piernas se levantan un poco y te sentas sobre mi verga, entrando lo más dentro posible.
Te quedas ahí sentada un momento mientras me miras y comenzas a moverte suave adelante y atrás de a poco vas tomando ritmo y velocidad.
Puedo ver cómo tus pechos se mueven y tus manos los acarician porque te da placer! Te arrimas a mí para que los chupe, para que los muerda!
Te inclinas un poco para atrás y apoyas tus manos sobre mis rodillas para sentir que entra mas, nunca dejas de moverte, tus piernas están por debajo de las mías!
No paras de moverte, siento tu cola apoyarse sobre mis piernas cada vez que bajas y subis. Se siente lo húmedo que está todo y ese sonido cuando se pegan los cuerpos.
Sacas las piernas que tenías debajo mío para llevarlas por delante y así seguir moviéndote cabalgando, gimiendo, gritando de placer.
Yo seguía sometido! El placer era todo de ambos, vos estabas al mando, tenías el control de todo!.
Te separas y te das vuelta! Me das la espalda. Pones nuevamente tus piernas por debajo mío y con tu mano ayudas a meter mi verga para comenzar a moverte.
Te agarro de la cintura, fuerte muy fuerte! Y empezás a moverte. Puedo ver esa cola blanca suave hermosa! Y se me escapa una palmadita, suave!
Giras para verme y pedirme que te dé más fuerte, que ya no podes moverte! Doy otra palmada más sentida y ahí pegas un grito de placer!
Entonces te penetro bien fuerte, te tomo de la cintura con una mano y la otra sobre tus pechos, estabas suspendida en el aire, te llevo a la mesita. Apoyo tus rodillas y tu manos.
Ahí comienza mi juego, donde dejo mi verga adentro tuyo un rato para sentir como ese fluido me recorre. Ya habías acabado varias veces y se podía sentir.
Al tenerte de la cintura, te domino y te penetro fuerte y rápido, das gritos, gemidos y mordes tu labios.
Te agarras bien fuerte al borde de la mesa.
Mi pelvis choca con tu cola y siento que nos pegamos y despegamos eso me exita mucho y no dejo de cogerte.
Hasta que puedo sentir que estoy por acabar y un segundo antes, saco mi verga para dejar explotar toda mi leche calentita sobre tu espalda.
Vos estabas exhausta, no podías más y me pedís que te abrace bien fuerte, necesitabas ese mimo luego del sexo que supimos tener!
Deje de mirar la tele para prestar atención a tus movimientos, como tus manos acariciaban tu cuerpo, te subías a penas la remera para dejar al descubierto los pezones, los pellizcas y volvés a bajar la remera.
Me miras y ya podes notar que estoy obnubilado, pero me quedo quieto apreciando el placer que te da hacerme calentar.
Te das vuelta y apoyas tus manos sobre la pared moviendo la cola y bajando suave, despacio y muy sensual.
Te das la vuelta, y tus manos recorren tu cuerpo, una de ellas baja hasta tu tanga y entra por delante y puedo sentir como llegas a tocarte, pero no te quedas ahí, salis rápido y te acercas a mí.
Te subis a la mesita ratona que está frente a mí y mientras me miras, te comenzas a tocar de a poco.
Estás arrodillada, frente a mi, con una mano tocas tus pechos mientras que la otra se concentra en acariciarte los labios. Ya los imagino húmedos. No se pueden ver porque aún no te sacas esa tanga.
Te vas moviendo suave, al ritmo de la música que puse de fondo (Blues Deluxe de Joe Bonamassa), tus movimientos son muy suaves y no dejas de mirarme.
Yo estoy con mi mano por debajo de mi pantalón acariciando mi verga que ya está dura!
Hasta que se acercas a mí, me sacas el pantalón y de a poco me vas desnudando. Me pedís que quite mi remera, porque te gusta verme.
Con tus manos agarras mi verga, te acomodas el pelo y siento como me das un beso justo en la punta. Luego de ese beso, abrís tu boca y de a poco comenzas a metarla dentro, jugando con tu lengua sobre mi cabeza y tus manos quedan acariciando mi entrepierna.
Mientras, me estás mirando y ves como mi cuerpo se relaja y se tumba en el sillón, te veo a los ojos y siento un placer inmenso. En tu mirada, se puede ver como eras gozando y disfrutando que yo disfrute.
Tu remera se levanta por los movimientos y tus pechos se asoman, puedo verlos!
No dejas de chuparme y dejas caer tu saliva al sacar tu boca de mi verga. Me la agarras con tu mano y haces un movimiento de arriba hacia abajo con lo húmedo que quedó.
Dejas de tocarme para sacarte la remera y volvés a tocarme un rato.
Te sacas la tanga, acaricias tus pechos y al bajarte de la mesita te arrimaste a mi. Te subiste arriba mío, pero dejaste mi verga apoyada sobre mi para que tus labios se posen sobre mi verga y comiences un movimiento suave. Puedo sentir como se pegan a mi, cómo están húmedos y como te exitas al punto de llegar a un orgasmo, se te caen varios gemidos de placer. (No hay cosa más excitante que sentir como esos labios juegan con mi verga masturbandonos)
Una de tus manos no dejan de tocarme mientras la otra toca tus pechos, tu cuerpo.
Yo estaba quiero, sometido, delirando de placer.
Hasta que tus piernas se levantan un poco y te sentas sobre mi verga, entrando lo más dentro posible.
Te quedas ahí sentada un momento mientras me miras y comenzas a moverte suave adelante y atrás de a poco vas tomando ritmo y velocidad.
Puedo ver cómo tus pechos se mueven y tus manos los acarician porque te da placer! Te arrimas a mí para que los chupe, para que los muerda!
Te inclinas un poco para atrás y apoyas tus manos sobre mis rodillas para sentir que entra mas, nunca dejas de moverte, tus piernas están por debajo de las mías!
No paras de moverte, siento tu cola apoyarse sobre mis piernas cada vez que bajas y subis. Se siente lo húmedo que está todo y ese sonido cuando se pegan los cuerpos.
Sacas las piernas que tenías debajo mío para llevarlas por delante y así seguir moviéndote cabalgando, gimiendo, gritando de placer.
Yo seguía sometido! El placer era todo de ambos, vos estabas al mando, tenías el control de todo!.
Te separas y te das vuelta! Me das la espalda. Pones nuevamente tus piernas por debajo mío y con tu mano ayudas a meter mi verga para comenzar a moverte.
Te agarro de la cintura, fuerte muy fuerte! Y empezás a moverte. Puedo ver esa cola blanca suave hermosa! Y se me escapa una palmadita, suave!
Giras para verme y pedirme que te dé más fuerte, que ya no podes moverte! Doy otra palmada más sentida y ahí pegas un grito de placer!
Entonces te penetro bien fuerte, te tomo de la cintura con una mano y la otra sobre tus pechos, estabas suspendida en el aire, te llevo a la mesita. Apoyo tus rodillas y tu manos.
Ahí comienza mi juego, donde dejo mi verga adentro tuyo un rato para sentir como ese fluido me recorre. Ya habías acabado varias veces y se podía sentir.
Al tenerte de la cintura, te domino y te penetro fuerte y rápido, das gritos, gemidos y mordes tu labios.
Te agarras bien fuerte al borde de la mesa.
Mi pelvis choca con tu cola y siento que nos pegamos y despegamos eso me exita mucho y no dejo de cogerte.
Hasta que puedo sentir que estoy por acabar y un segundo antes, saco mi verga para dejar explotar toda mi leche calentita sobre tu espalda.
Vos estabas exhausta, no podías más y me pedís que te abrace bien fuerte, necesitabas ese mimo luego del sexo que supimos tener!
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