Autor original: http://www.poringa.net/BarcenaG
Ya casi era viernes y lo que me había prometido mi vieja no se pudo concretar. A mi me extendieron las horas en el trabajo, así que se me complicaba organizar una escapada. Además de la falta de energía que tenia por los horarios extendidos.
Llegó el viernes que, a pesar de caer un día feriado, lamentablemente para mi tenía que trabajar. Pero mi mamá no, ya estaba en sus vacaciones y estaba muy caliente. Me levanté para ir a trabajar y mi mamá se despertó conmigo para ayudar a mi abuela que se estaba por ir a visitar unos parientes. Esto quería decir que todo el finde largo íbamos a estar mi mamá, mi hermano y yo.
Para suerte de nosotros, mi hermano se preparaba para irse el sábado temprano a una quinta de mis tíos y esto nos tenía muy excitados. Queríamos estar solos para coger en la casa como debe ser.
Me despedí de mi abuela y me fui a trabajar. Mientras salía de la casa, mi mamá pidió si las podía llevar hasta la terminal. Yo no tuve problemas y le dije que sí, pero que se apuraran. Ella se me acerco y me susurro al oído algo que me dejó pensando en ella todo el día.
- Gracias, papi. Después te lo agradezco bien.-
Las lleve hasta la terminal y dejamos a mi abuela. Mientras volvíamos, mi mamá y yo empezamos a hablar de los planes para el finde.
- Qué tal si esta noche salimos a comer los dos?- Me decía.- No creo tu hermano quiera ir porque se va temprano mañana...-
- Sí, podemos ir dónde quieras.-
- Bien, me compre un vestido que seguro te la pone dura.-
Cuando llegamos a casa, le metí la lengua hasta el fondo a mi mamá para despedirme. Ella se bajó del auto y yo pise a fondo como loco para no llegar más tarde a mi trabajo. Durante todo el día no paraba de pensar en mí vieja y las ganas que tenía de cogerla.
Cerca de mi horario de salida, mi mamá me empezó a enviar mensajes.
- Hola, hijo... Ya salís?- Leía mientras mi mamá seguía escribiendo.- Te espero con ansias. Ya estoy toda bañadita y todita para vos.
Cuando estaba yendo para casa, recibí otro mensaje de mi mamá.
- Volve tranquilo, así te comes todo esto.-
Y al instantes llegaron fotos de ella en la cama con un mini vestido (el que dijo que me le iba a poner dura, que obviamente lo hizo). Las fotos estaban enfocadas en su cadera, en esos hermosos muslos que tiene y el vestido que a penas le cubría la cola. La verdad que se veía tan rica con ese mini vestido que apuré el paso.
Llegué a casa y apenas vi a mi hermano, que estaba mirando tele le pregunté por mamá.
- En la pieza, arreglándose. A donde van a ir al final?- Me preguntó.
- Vamos a ir al cumple de un chico del club.- Le respondí, inventando algo.
- Ah... Y van a venir muy tarde?-
- Sí, por ahí que hasta mañana no volvamos.- Le decía mientras iba a bañarme.
Me bañé y bajé para esperar a mi mamá viendo tele con mi hermano. Al rato, sale mi mamá con el ese vestido que la hacía tan puta. Se notaba que no llevaba brasier y se veía el hilo de la tanga que usaba.
Verla así me ponía a mil, toda perfumadita y lista para ser cogida. Y no era el único ya que mi hermano también estaba embobado.
- Uy, mamá, a quién te vas a coger hoy?- Decía claramente excitado.- Estás re gata.-
- Jajaja, que atrevido que sos.- Decía divertida mi mamá.
Sin mucho rodeo, nos despedimos de mi hermano y nos fuimos hasta un restaurante de zona oeste. Mientras esperábamos que nos dieran una mesa, yo me pegaba a mi mamá para darle unos besos.
- Salí, me vas a correr el maquillaje.- Me corrió.- Además, y si nos ve alguien conocido?-
- No te preocupes, no creo que venga nadie.-
Después de unos minutos, nos dieron una mesa. Yendo para nuestra mesa, veo que entra mi primo (hijo de la hermana de mi mamá) con su mujer y sus hijos. Cuándo era chico, muy chico, siempre los veía muy unidos. Salían juntos a bailar y cualquier fiesta que se les presentaba. Parecían pareja.
Jamás pensé que hubiera pasado algo entre ellos, por el hecho de ser tía y sobrino. Pero desde lo nuestro, no me pareció tan loca la idea.
Al vernos, se acercaron a saludar.
- Hola, Edu. Tanto tiempo, cómo estás?- Lo saludo mi mamá.
- Bien, paseando con la familia y ustedes?- Contesto él.
- Nada, estábamos aburrido y salimos a comer.- Respondió ella.
Mientras hablaban, observaba como mi primo se comía a mi vieja con la mirada. Esto encendió algo en mí y me generó otro morbo en mi vida. Tenía que saber si había pasado algo entre ellos. Al rato se despidieron y mi primo le dio su número para que estén en contacto.
Pedí algo para tomar y seguimos con nuestra velada. Cada tanto veía hacia donde estaba mi primo que no paraba de mirar a mi mamá. Decidido a saber si pasó algo entre ellos, empecé a emborrachar a mi vieja.
Después de comer, salimos del restaurante y fuimos hasta el auto.
- Que grande que esta Edu, no?- Le pregunté mientras íbamos al auto.
- Jajaja... Sii, hace mucho que no lo veía.-
- Antes eran muy unidos ustedes, qué pasó?-
- Nada, salía conmigo porque necesitaba a alguien que me acompañe a algunos lados.- Decía.- Y como ustedes eran chicos, él lo hacía. Además, a él le gustaba acompañarme porque conocía lugar. Y después siguió con su vida.-
- Y te lo cogiste?- Le pregunté, subiendo al auto.
- Eh? Jajaja, si me lo cogí no es asunto tuyo.- Me contesto esquivo, subiendo ella.
Arranque y conduje hasta el primer telo que encontré. Mi mamá me iba manoseando por arriba del pantalón. Cuando llegamos al portón del telo, el que trabajaba ahí nos dijo que hasta las 2am no tenía habitaciones disponibles.
Ni loco me iba a quedar a espera para coger a mi vieja. Así que recordé que cerca había una plaza que estaban remodelando y me dirigí hacia allá. En el camino, pare en un kiosco y compre una cerveza.
Llegando a la plaza, me estacioné en el lugar más oscuro posible. Nos quedamos un rato ahí tomando la cerveza. Como hacía frío, encendí la calefacción. Mi mamá de un trago, casi se toma toda la cerveza.
- Uhmm, hijo... Me tenés deseándote toda la semana.- Dijo, al soltar la botella.
Inmediatamente nos comenzamos a comer la boca. Mientras nos besábamos, metí la mano por debajo la falda y le corrí la tanga a un costado para comenzar a tocarle la concha.
- Mmm... Decime que soy tuya, hijo...- Me decía mientras sentía como se mojaban mis dedos.
- Sos mía, mamá. Solo mía.-
Después, me fui al asiento de atrás quedando en el medio de los dos asientos de adelante, mientras que ella hacía lo mismo, pero quedando la mitad de su cuerpo adelante y dejando toda su cola a mi disposición. Se levantó el vestido hasta la cintura y yo me saqué la pija del pantalón. Ella comenzó a bajar, para sentarse arriba de mi pija. Al sentir el glande en la concha, de un solo sentón se la metió entera.
- Ahhh... Así, cógete a mamá. Soy tuya...- Me decía mientras saltaba arriba mío.
Con la mano, le empecé a recorrer los muslo hasta llegar a su culo grande, que tanta pajas le dedique, para agarrarlo. Después de un rato de estar así, comenzó un intenso mete y saca que realmente me sorprendió.
- Ay... Sí, así... No pares...- Decía, extasiada.- Te gusta como coge mamá, eh?... Decime...-
- Ahhh... me encanta, mami... Sos toda una puta...-
Al cabo de un par de sentones monstruosos de mi mamá, acabé. Terminamos los dos todo transpirado.
- No paremos nunca...- Dijo agitada.
Ya casi era viernes y lo que me había prometido mi vieja no se pudo concretar. A mi me extendieron las horas en el trabajo, así que se me complicaba organizar una escapada. Además de la falta de energía que tenia por los horarios extendidos.
Llegó el viernes que, a pesar de caer un día feriado, lamentablemente para mi tenía que trabajar. Pero mi mamá no, ya estaba en sus vacaciones y estaba muy caliente. Me levanté para ir a trabajar y mi mamá se despertó conmigo para ayudar a mi abuela que se estaba por ir a visitar unos parientes. Esto quería decir que todo el finde largo íbamos a estar mi mamá, mi hermano y yo.
Para suerte de nosotros, mi hermano se preparaba para irse el sábado temprano a una quinta de mis tíos y esto nos tenía muy excitados. Queríamos estar solos para coger en la casa como debe ser.
Me despedí de mi abuela y me fui a trabajar. Mientras salía de la casa, mi mamá pidió si las podía llevar hasta la terminal. Yo no tuve problemas y le dije que sí, pero que se apuraran. Ella se me acerco y me susurro al oído algo que me dejó pensando en ella todo el día.
- Gracias, papi. Después te lo agradezco bien.-
Las lleve hasta la terminal y dejamos a mi abuela. Mientras volvíamos, mi mamá y yo empezamos a hablar de los planes para el finde.
- Qué tal si esta noche salimos a comer los dos?- Me decía.- No creo tu hermano quiera ir porque se va temprano mañana...-
- Sí, podemos ir dónde quieras.-
- Bien, me compre un vestido que seguro te la pone dura.-
Cuando llegamos a casa, le metí la lengua hasta el fondo a mi mamá para despedirme. Ella se bajó del auto y yo pise a fondo como loco para no llegar más tarde a mi trabajo. Durante todo el día no paraba de pensar en mí vieja y las ganas que tenía de cogerla.
Cerca de mi horario de salida, mi mamá me empezó a enviar mensajes.
- Hola, hijo... Ya salís?- Leía mientras mi mamá seguía escribiendo.- Te espero con ansias. Ya estoy toda bañadita y todita para vos.
Cuando estaba yendo para casa, recibí otro mensaje de mi mamá.
- Volve tranquilo, así te comes todo esto.-
Y al instantes llegaron fotos de ella en la cama con un mini vestido (el que dijo que me le iba a poner dura, que obviamente lo hizo). Las fotos estaban enfocadas en su cadera, en esos hermosos muslos que tiene y el vestido que a penas le cubría la cola. La verdad que se veía tan rica con ese mini vestido que apuré el paso.
Llegué a casa y apenas vi a mi hermano, que estaba mirando tele le pregunté por mamá.
- En la pieza, arreglándose. A donde van a ir al final?- Me preguntó.
- Vamos a ir al cumple de un chico del club.- Le respondí, inventando algo.
- Ah... Y van a venir muy tarde?-
- Sí, por ahí que hasta mañana no volvamos.- Le decía mientras iba a bañarme.
Me bañé y bajé para esperar a mi mamá viendo tele con mi hermano. Al rato, sale mi mamá con el ese vestido que la hacía tan puta. Se notaba que no llevaba brasier y se veía el hilo de la tanga que usaba.
Verla así me ponía a mil, toda perfumadita y lista para ser cogida. Y no era el único ya que mi hermano también estaba embobado.
- Uy, mamá, a quién te vas a coger hoy?- Decía claramente excitado.- Estás re gata.-
- Jajaja, que atrevido que sos.- Decía divertida mi mamá.
Sin mucho rodeo, nos despedimos de mi hermano y nos fuimos hasta un restaurante de zona oeste. Mientras esperábamos que nos dieran una mesa, yo me pegaba a mi mamá para darle unos besos.
- Salí, me vas a correr el maquillaje.- Me corrió.- Además, y si nos ve alguien conocido?-
- No te preocupes, no creo que venga nadie.-
Después de unos minutos, nos dieron una mesa. Yendo para nuestra mesa, veo que entra mi primo (hijo de la hermana de mi mamá) con su mujer y sus hijos. Cuándo era chico, muy chico, siempre los veía muy unidos. Salían juntos a bailar y cualquier fiesta que se les presentaba. Parecían pareja.
Jamás pensé que hubiera pasado algo entre ellos, por el hecho de ser tía y sobrino. Pero desde lo nuestro, no me pareció tan loca la idea.
Al vernos, se acercaron a saludar.
- Hola, Edu. Tanto tiempo, cómo estás?- Lo saludo mi mamá.
- Bien, paseando con la familia y ustedes?- Contesto él.
- Nada, estábamos aburrido y salimos a comer.- Respondió ella.
Mientras hablaban, observaba como mi primo se comía a mi vieja con la mirada. Esto encendió algo en mí y me generó otro morbo en mi vida. Tenía que saber si había pasado algo entre ellos. Al rato se despidieron y mi primo le dio su número para que estén en contacto.
Pedí algo para tomar y seguimos con nuestra velada. Cada tanto veía hacia donde estaba mi primo que no paraba de mirar a mi mamá. Decidido a saber si pasó algo entre ellos, empecé a emborrachar a mi vieja.
Después de comer, salimos del restaurante y fuimos hasta el auto.
- Que grande que esta Edu, no?- Le pregunté mientras íbamos al auto.
- Jajaja... Sii, hace mucho que no lo veía.-
- Antes eran muy unidos ustedes, qué pasó?-
- Nada, salía conmigo porque necesitaba a alguien que me acompañe a algunos lados.- Decía.- Y como ustedes eran chicos, él lo hacía. Además, a él le gustaba acompañarme porque conocía lugar. Y después siguió con su vida.-
- Y te lo cogiste?- Le pregunté, subiendo al auto.
- Eh? Jajaja, si me lo cogí no es asunto tuyo.- Me contesto esquivo, subiendo ella.
Arranque y conduje hasta el primer telo que encontré. Mi mamá me iba manoseando por arriba del pantalón. Cuando llegamos al portón del telo, el que trabajaba ahí nos dijo que hasta las 2am no tenía habitaciones disponibles.
Ni loco me iba a quedar a espera para coger a mi vieja. Así que recordé que cerca había una plaza que estaban remodelando y me dirigí hacia allá. En el camino, pare en un kiosco y compre una cerveza.
Llegando a la plaza, me estacioné en el lugar más oscuro posible. Nos quedamos un rato ahí tomando la cerveza. Como hacía frío, encendí la calefacción. Mi mamá de un trago, casi se toma toda la cerveza.
- Uhmm, hijo... Me tenés deseándote toda la semana.- Dijo, al soltar la botella.
Inmediatamente nos comenzamos a comer la boca. Mientras nos besábamos, metí la mano por debajo la falda y le corrí la tanga a un costado para comenzar a tocarle la concha.
- Mmm... Decime que soy tuya, hijo...- Me decía mientras sentía como se mojaban mis dedos.
- Sos mía, mamá. Solo mía.-
Después, me fui al asiento de atrás quedando en el medio de los dos asientos de adelante, mientras que ella hacía lo mismo, pero quedando la mitad de su cuerpo adelante y dejando toda su cola a mi disposición. Se levantó el vestido hasta la cintura y yo me saqué la pija del pantalón. Ella comenzó a bajar, para sentarse arriba de mi pija. Al sentir el glande en la concha, de un solo sentón se la metió entera.
- Ahhh... Así, cógete a mamá. Soy tuya...- Me decía mientras saltaba arriba mío.
Con la mano, le empecé a recorrer los muslo hasta llegar a su culo grande, que tanta pajas le dedique, para agarrarlo. Después de un rato de estar así, comenzó un intenso mete y saca que realmente me sorprendió.
- Ay... Sí, así... No pares...- Decía, extasiada.- Te gusta como coge mamá, eh?... Decime...-
- Ahhh... me encanta, mami... Sos toda una puta...-
Al cabo de un par de sentones monstruosos de mi mamá, acabé. Terminamos los dos todo transpirado.
- No paremos nunca...- Dijo agitada.
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