Exhibicionismo.
Naty es mi amiga y de vez en cuando salimos a tomar cerveza, y a divertirnos por ahí. Llegamos a casa porque estamos muy tomados, ambos, Mucha risa de nada. El alcohol suele liberar a mi amiga de todo pudor y moral. Ella se tocó las tetas por encima de la blusa. Ambos reímos y fue a un mayor nivel, las mostró brevemente, entonces yo acerqué mi cara y las sobé por encima de su blusa.
—Estas linda Naty
—¿Qué pasa? ¿Tenés la verga caliente? —nos Reímos.
—-No sé. Mirá —le dije y apoyé su mano en mi chota.
Ella hacia caras y sonidos estaba a gusto palpándome como la chota se levantaba.
Seguimos bebiendo, ella encendió un cigarrillo y abrió la ventana del balcón porque hacía calor, me acerqué a ella y vimos un grupo de chicos.
—-A que no te animás a mostrarles las tetas.
Ella se reía pero yo le plantee el desafío y le dije que no se animaba, a los que ella sujetó la correa de la blusa y se la bajó. Les gritó a los chicos y estos se sorprendieron pero se acordaron de grabar y tomar fotos con su cámara. Ella me decían lo que hacía, yo me aparte para no incomodar a los pajeros que le miraban las tetas a mi amiga.
Naty se quitó la blusa y se la arrojó a los chicos.
—Quieren ver más me dice y yo le contesto:
—Démosle más. Me acerqué y me desabroché el pantalón. Naty dio otra calada al cigarrillo y me empezó a chupar la pija, frente a los pajeros que lanzaban vulgaridades.
—Te gusta putita, chupala bien y te la meto toda.
Luego se dio vuelta. Sus tetas quedaron de frente hacia los muchachos. La tomé de los brazos mientras me la cogía. Las tetas botaban y ella no se callaba, gemía y los pajeros grababan con sus teléfonos. A ella le encanta que la miren, la excita mucho. Como muchas otras mostraba hasta en las redes sociales, pero pocas se atrevían en vivo, en público y con espectadores que lo gravaran.
Naty les tiró un besito acompañado con la mano y entramos para terminar la faena. Al final, me pedía la leche de forma sumisa que no me pude resistir y se la tragó toda, la putita. No quería desperdiciar nada, así que con el dedo se llevó a la boca las gotas que se derramaban por su mentón.
Naty es mi amiga y de vez en cuando salimos a tomar cerveza, y a divertirnos por ahí. Llegamos a casa porque estamos muy tomados, ambos, Mucha risa de nada. El alcohol suele liberar a mi amiga de todo pudor y moral. Ella se tocó las tetas por encima de la blusa. Ambos reímos y fue a un mayor nivel, las mostró brevemente, entonces yo acerqué mi cara y las sobé por encima de su blusa.
—Estas linda Naty
—¿Qué pasa? ¿Tenés la verga caliente? —nos Reímos.
—-No sé. Mirá —le dije y apoyé su mano en mi chota.
Ella hacia caras y sonidos estaba a gusto palpándome como la chota se levantaba.
Seguimos bebiendo, ella encendió un cigarrillo y abrió la ventana del balcón porque hacía calor, me acerqué a ella y vimos un grupo de chicos.
—-A que no te animás a mostrarles las tetas.
Ella se reía pero yo le plantee el desafío y le dije que no se animaba, a los que ella sujetó la correa de la blusa y se la bajó. Les gritó a los chicos y estos se sorprendieron pero se acordaron de grabar y tomar fotos con su cámara. Ella me decían lo que hacía, yo me aparte para no incomodar a los pajeros que le miraban las tetas a mi amiga.
Naty se quitó la blusa y se la arrojó a los chicos.
—Quieren ver más me dice y yo le contesto:
—Démosle más. Me acerqué y me desabroché el pantalón. Naty dio otra calada al cigarrillo y me empezó a chupar la pija, frente a los pajeros que lanzaban vulgaridades.
—Te gusta putita, chupala bien y te la meto toda.
Luego se dio vuelta. Sus tetas quedaron de frente hacia los muchachos. La tomé de los brazos mientras me la cogía. Las tetas botaban y ella no se callaba, gemía y los pajeros grababan con sus teléfonos. A ella le encanta que la miren, la excita mucho. Como muchas otras mostraba hasta en las redes sociales, pero pocas se atrevían en vivo, en público y con espectadores que lo gravaran.
Naty les tiró un besito acompañado con la mano y entramos para terminar la faena. Al final, me pedía la leche de forma sumisa que no me pude resistir y se la tragó toda, la putita. No quería desperdiciar nada, así que con el dedo se llevó a la boca las gotas que se derramaban por su mentón.
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