Autor Original http://www.poringa.net/BarcenaG
Durante las semanas que no tenía plata, me aproveche y la usé lo más que pude. Gaste casi todos mi ahorros para que mi madre me la chupara. Cada mañana que se levantaba para irse a trabajar, yo me levantaba con ella. Aprovechando de que todos dormían, y mientras preparaba su desayuno, me acercaba a ella, le levantaba el camisón y le daba un par de nalgadas fuertes. Ella ya sabía lo que quería, y no se oponía tanto.
Me sacaba la pija afuera y ella se arrodillaba para darme la chupada del día.
- Ahh, que rico la chupas, ma.
Dio un par de chupones y se la sacó.
- Apúrate, mira si se despierta alguien...- Me decía, mientras volvía metérsela entera.
La excitación y el peligro que nos atrapen, hacía que acabará rápido.
Estas chupadas mañaneras duraron hasta que un día, entró a la pieza con un sobre con plata.
- Toma, forro, es lo que te debía. Nunca más te voy a pedir algo. No quiero ni que te me acerques.
Me puse mal porque me había quedado sin fichas para seguir usándola. Pero seguí con mi vida y con las ganas de cogérmela. Pasaron los días, casi un mes desde el último encuentro. Trataba de buscarme a otra para sacarme las ganas, pero no tenía suerte.
Un día, salí con mis compañeros de trabajo a tomar algo por ahí. Cerca de las 8 de la noche pinto ir a un putero cerca. Apenas entramos, mi amigos se dispersaron y al cabo de un rato ya estaba cada uno con una chica. Yo estaba ese día estaba sin plata, así que solo miraba como un boludo. De la nada apareció una madurita que se parecía bastante a mi madre. Pensaba que sería como coger a mi madre y me excite demasiado, así que le pedí el número para hacer un encuentro privado más adelante.
Volví a mi casa caliente y con ganas de coger. Entré tambaleando del pedo que tenía. Eran las 11:30 de la noche, mi abuela dormía y mi hermano seguía de joda.
Entre a mi pieza, mi madre estaba en su cama acostada boca abajo viendo una película en la tablet. Tenía puesto un camisón corto, bastante suelto. En la parte del escote le faltaban unos botones, podía ver que no tenía corpiño. Verla así me calentó más, pensaba en la puta que se parecía a ella y ahora verla así... No sé qué me pasó, solo me quede en la puerta mirándola. Ella se dio cuenta.
- Estás en pedo?- Yo no aguanté más, me acerqué a su cama y me saqué la ropa quedando en bóxer.- Qué hacés? Anda a tu cama.-
Me saqué la pija dura del bóxer y me le tire encima. Le apoye toda la pija en el culo desnudo que apenas cubría el camisón.
- Dale, ma. Si vos me lo venías pidiendo. Que te haces la santa ahora, bien que hace unas semanas me la estabas chupando.- Le decía mientras forcejeábamos.
- Salí, boludo. Estás borracho, no sabes lo que decís.- A pesar de ser mujer tenía fuerza, y logró ponerse boca arriba. Pero estaba muy caliente y no me iba a ganar.- Gabi, No. Te juro que si lo haces, te denuncio.-
- Dale, hacelo. Vamos a ver que dicen en tu trabajo... Tu propio hijo te culeo por puta. Se va a ver hermoso en tu curriculum.
- Nooo, salíii. Por favor.- Decía mientras lloraba.
Aproche y le rompí más el escote, dejan sus tetas al aire. Ahora no iba a hacer suave, así que se las chupe y mordí con ganas. Después de un rato, dejé de chupar, la miré a los ojos y fui directo a su boca. Le mordisqueaba los labios, tenían un sabor salado por las lágrimas.
Traté de abrirles las piernas, pero como dije, es una mujer fuerte. Así que desistí, pero con más fuerza la di vuelta, poniéndola otra vez boca abajo. Me escupí un poco la cabeza de la pija y con toda la furia se la metí.
- Ayyy nooo, por favor.-
Pude sentir por primera vez esa concha caliente. Mientras bombeaba con fuerzas, la sostenía para que no se mueva y eso me calentaba mucho. Para que no hacer mucho ruido, le presione la cabeza contra la almohada.
- Ma, si cooperas, yo termino rápido y nadie tiene por que enterarse, si?.-
Ella movió la cabeza aceptando lo que iba a pasar y yo seguí con el mete y saca, cada vez más rápido. Al cabo de un rato, empecé a notar que le estaba gustando porque se estaba mojando y levantaba la cabeza para mirarme. Mientras me miraba me calentaba más, y le daba un par de nalgueadas. Ella de a poco se animó más y levanto la cola, dándome mayor acceso a ella. No sé si lo hacía para que acabe rápido o porque le gustaba, pero no importaba eso. Lo importante es que lo estaba disfrutando. Disfrutaba el sonido que hacia mi pelvis a chocar con su culo, disfrutaba ver como se veía ese culo temblando por nuestros choques.
- Te vas a portar bien? No vas a gritar?- Le decía mientras la daba vuelta para que me mire a la cara.
Ella me contesto que sí con la voz agitada. Seguí bombeándole la concha de frente, mientras rebotaban sus tetas y se mordía el labio inferior.
- Acaba afuera.- Me dijo cuando estaba por acabar.
Pero para llevarle la contra, le metí hasta el fondo la pija y le acabé bien adentro. Dejándola llena de leche de su primogénito.
- Ojalá lo hayas disfrutado como yo.- Le dije agitado.
Ella no dijo nada, pero no puso tanta cara de asco como cuando me la chupo por primera vez.
Durante las semanas que no tenía plata, me aproveche y la usé lo más que pude. Gaste casi todos mi ahorros para que mi madre me la chupara. Cada mañana que se levantaba para irse a trabajar, yo me levantaba con ella. Aprovechando de que todos dormían, y mientras preparaba su desayuno, me acercaba a ella, le levantaba el camisón y le daba un par de nalgadas fuertes. Ella ya sabía lo que quería, y no se oponía tanto.
Me sacaba la pija afuera y ella se arrodillaba para darme la chupada del día.
- Ahh, que rico la chupas, ma.
Dio un par de chupones y se la sacó.
- Apúrate, mira si se despierta alguien...- Me decía, mientras volvía metérsela entera.
La excitación y el peligro que nos atrapen, hacía que acabará rápido.
Estas chupadas mañaneras duraron hasta que un día, entró a la pieza con un sobre con plata.
- Toma, forro, es lo que te debía. Nunca más te voy a pedir algo. No quiero ni que te me acerques.
Me puse mal porque me había quedado sin fichas para seguir usándola. Pero seguí con mi vida y con las ganas de cogérmela. Pasaron los días, casi un mes desde el último encuentro. Trataba de buscarme a otra para sacarme las ganas, pero no tenía suerte.
Un día, salí con mis compañeros de trabajo a tomar algo por ahí. Cerca de las 8 de la noche pinto ir a un putero cerca. Apenas entramos, mi amigos se dispersaron y al cabo de un rato ya estaba cada uno con una chica. Yo estaba ese día estaba sin plata, así que solo miraba como un boludo. De la nada apareció una madurita que se parecía bastante a mi madre. Pensaba que sería como coger a mi madre y me excite demasiado, así que le pedí el número para hacer un encuentro privado más adelante.
Volví a mi casa caliente y con ganas de coger. Entré tambaleando del pedo que tenía. Eran las 11:30 de la noche, mi abuela dormía y mi hermano seguía de joda.
Entre a mi pieza, mi madre estaba en su cama acostada boca abajo viendo una película en la tablet. Tenía puesto un camisón corto, bastante suelto. En la parte del escote le faltaban unos botones, podía ver que no tenía corpiño. Verla así me calentó más, pensaba en la puta que se parecía a ella y ahora verla así... No sé qué me pasó, solo me quede en la puerta mirándola. Ella se dio cuenta.
- Estás en pedo?- Yo no aguanté más, me acerqué a su cama y me saqué la ropa quedando en bóxer.- Qué hacés? Anda a tu cama.-
Me saqué la pija dura del bóxer y me le tire encima. Le apoye toda la pija en el culo desnudo que apenas cubría el camisón.
- Dale, ma. Si vos me lo venías pidiendo. Que te haces la santa ahora, bien que hace unas semanas me la estabas chupando.- Le decía mientras forcejeábamos.
- Salí, boludo. Estás borracho, no sabes lo que decís.- A pesar de ser mujer tenía fuerza, y logró ponerse boca arriba. Pero estaba muy caliente y no me iba a ganar.- Gabi, No. Te juro que si lo haces, te denuncio.-
- Dale, hacelo. Vamos a ver que dicen en tu trabajo... Tu propio hijo te culeo por puta. Se va a ver hermoso en tu curriculum.
- Nooo, salíii. Por favor.- Decía mientras lloraba.
Aproche y le rompí más el escote, dejan sus tetas al aire. Ahora no iba a hacer suave, así que se las chupe y mordí con ganas. Después de un rato, dejé de chupar, la miré a los ojos y fui directo a su boca. Le mordisqueaba los labios, tenían un sabor salado por las lágrimas.
Traté de abrirles las piernas, pero como dije, es una mujer fuerte. Así que desistí, pero con más fuerza la di vuelta, poniéndola otra vez boca abajo. Me escupí un poco la cabeza de la pija y con toda la furia se la metí.
- Ayyy nooo, por favor.-
Pude sentir por primera vez esa concha caliente. Mientras bombeaba con fuerzas, la sostenía para que no se mueva y eso me calentaba mucho. Para que no hacer mucho ruido, le presione la cabeza contra la almohada.
- Ma, si cooperas, yo termino rápido y nadie tiene por que enterarse, si?.-
Ella movió la cabeza aceptando lo que iba a pasar y yo seguí con el mete y saca, cada vez más rápido. Al cabo de un rato, empecé a notar que le estaba gustando porque se estaba mojando y levantaba la cabeza para mirarme. Mientras me miraba me calentaba más, y le daba un par de nalgueadas. Ella de a poco se animó más y levanto la cola, dándome mayor acceso a ella. No sé si lo hacía para que acabe rápido o porque le gustaba, pero no importaba eso. Lo importante es que lo estaba disfrutando. Disfrutaba el sonido que hacia mi pelvis a chocar con su culo, disfrutaba ver como se veía ese culo temblando por nuestros choques.
- Te vas a portar bien? No vas a gritar?- Le decía mientras la daba vuelta para que me mire a la cara.
Ella me contesto que sí con la voz agitada. Seguí bombeándole la concha de frente, mientras rebotaban sus tetas y se mordía el labio inferior.
- Acaba afuera.- Me dijo cuando estaba por acabar.
Pero para llevarle la contra, le metí hasta el fondo la pija y le acabé bien adentro. Dejándola llena de leche de su primogénito.
- Ojalá lo hayas disfrutado como yo.- Le dije agitado.
Ella no dijo nada, pero no puso tanta cara de asco como cuando me la chupo por primera vez.
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