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Comeviejas 3. La Tía Denise

Les dejo los primeros dos capítulos de mi historia. No son obligatorios leerlos porque esta historia es autoconclusiva, pero si quieren más contexto y todavía no leyeron cómo empecé a coger con mujeres más grandes que yo, pueden pasarse.

Capítulo 1
Capítulo 2

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Mis viejos volvieron de sus vacaciones y a partir de ese momento los encuentros con Sandra disminuyeron. Desde ese momento, ella venía a limpiar solamente una vez cada dos semanas y siempre estaban mis viejos en la casa. Hubo alguna que otra aventura en el medio, algunos besos, algunas chupadas de pija, pero nada demasiado memorable como para ser contado.

El fin de semana posterior a la vuelta de mis papá fuimos a la casa de la tía Denise. Para ser completamente honesto, Denise no es una tía directa si no que es la prima de mi mamá por lo que a ciencia cierta vendría a ser una tía segunda.

La cuestión es que Denise se había hecho una pileta en la casa entonces invitó a un pequeño grupo de familiares para hacer una inauguración. En ese momento yo no tenía tantas ganas de ir, sabía que los primos con los que mejor me llevaba no irían porque estaban de vacaciones y mis ganas estaban puestas en encontrar un momento en el que mis viejos no estuvieran para poder invitar a coger a Sandra a casa. Por eso en un primer momento les dije a mis viejos que no iría a lo de Denise. Acto seguido le mandé un mensaje a Sandra para decirle que el Viernes tenia la casa completamente disponible para nosotros. La desilusión llegó enseguida porque Sandra me contestó que el Viernes era imposible vernos porque estaba trabajando en una nueva casa.

Cuando llegó el viernes me puse a pensar que no valía la pena quedarme en casa sin hacer nada cuando tenía la posibilidad de comer un buen asado y disfrutar de una tarde de pileta así que les comuniqué a mis viejos mi cambio de planes y fui con ellos a lo de la tía Denise.

Como dije antes, ninguno de mis primos estaba. Es más, la reunión parecía un encuentro de jubilados. Estaba mi tía Denise, su hermana con su marido, dos tía-abuelas, mis propios abuelos y mi familia. Un embole bárbaro.

Llegamos y nos recibió Denise con un afectuoso abrazo a cada uno. Hasta ese momento nunca me había fijado en Denise. Era una mujer atractiva, era una rubia alta, con buenas tetas y un culo normalito. Había sido profesora de Educación Física pero ya hacía un par de años que estaba jubilada. La edad no la recuerdo, pero debía estar entre 55 y 60. No era completamente flaca, pero se notaba que había sido profe de Educación Física en sus brazos y piernas bien definidas.

Pasamos al patio, nos mostró su gran pileta nueva y pasamos al quincho donde ya estaba el fuego para el asado. El almuerzo transcurrió tranquilamente entre las risas típica de la familia, recordando anécdotas y poniéndonos al día con la vida de cada uno. A mí me hacían las típicas preguntas de cómo iba con la facultad, para cuando una novia etc.

El almuerzo terminó tarde y de a poco se fueron yendo parte los invitados. Les recuerdo que la mayoría eran gente grande así que hicieron la típica de irse a dormir la siesta. Para ir a la pileta quedamos la tía Denise, mis viejos, mi tía-abuela (madre de Denise) y su hermana y el marido.

Pasamos la tarde metidos en la pileta con el sol dándonos de frente. Muy chill. Hasta que un momento se pusieron a recordar viejas épocas de cuando mi tía Denise y mi mamá habían competido haciendo Natación. Entre risas se pusieron a competir a ver quién era más rápida y se empezaron a armar carreras de natación entre todos los presentes. Hasta que me invitaron a participar a mí.

Denise: ¿Y vos Enzo? Sos el más jóven de todos seguro que nos pasás el trapo nadando.
Yo: No tía, si yo no sé nadar.
Denise: ¿Cómo que no sabés? Ya estás grandecito como para no saber nadar.
Y: No, nunca me mandaron a aprender
Denise: Que vergüenza (le dijo a mi mamá). Una familia de deportistas y el nene no sabe nadar. Quedate un rato más tarde que yo fui Profe y te puedo enseñar.

Quedamos en eso así que después de pasar la tarde tomando mates en familia me quedé solo con mí tía para unas clases de natación. A mí la verdad que me interesaba muy poco aprender a nadar, pero el día estaba muy lindo para estar en la pileta.

Denise me empezó a enseñar las cosas básicas de la natación. Brazadas, pataleo etc. hasta que me propuso que vaya nadando de una punta a la otra de la pileta sin apoyar los pies en el fondo. Le hice caso y empecé a nadar. Debo decir que la natación no era lo mío y entre brazadas y pataleo iba avanzando realmente lento. Pasé los tres cuartos de pileta con mucho esfuerzo y ya no daba más pero la tía Denise me animaba a seguir. Se puso delante mío y me iba a diciendo "Dale, ya falta menos, ya casi llegás". Pero ya no daba más. Mientras iba pateleando levanté la cabeza y la vi a Denise enfrente mío mientras me gritaba cosas alentadoras para que siguiera pero lo que realmente vi fueron sus tetas entrando y saliendo del agua. Esa imagen me desconcentró por completo y perdí la poca coordinación que llevaba hundiéndome de golpe. Por reflejo solamente atiné a agarrarme de Denise y por impulso mi cara quedó pegada a sus tetas. Enseguida hice pie y me separé rápido de Denise. Ella se cagaba de risa y yo estaba sonrojado por la vergüenza de casi ahogarme e impactado por el roce de sus tetas en mi cara.

Denise: ¿Qué pasó campeón? Si te me ahogás en esta piletita no te voy a llevar nunca a una olímpica.
Y: No daba más che.
Denise: Igual vas bien para ser la primera vez.

Para ese momento yo ya tenía una erección importante. Ese golpe contra las tetas de Denise me había hecho darme cuenta de lo buena que estaba esa vieja. Le pedí un minuto para descansar y me fui a la otra punta de la pileta para tomar aire.

Denise: Dale que recién empezamos. Volvé a empezar que te ayudo a llegar a la punta si no podés.

Tratando de disimular la erección le hice caso y empecé a nadar de nuevo. Nuevamente en tres cuartos de distancia ella se puso adelante mío y me empezó a alentar. Esta vez no perdí la concentración y seguí avanzando hasta llegar a la punta.

Denise: Dale, ahora volvé. Vamos vamos vamos

Le hice caso y volví nadando pero ya a mitad de camino no daba más. Seguía pataleando y dando brazadas pero casi no me movía del lugar.

Denise: Te voy a tener que ayudar como a los nenes jajajaj.

Me dijo eso y se puso a mi lado y con sus manos en mi abdomen me empezó a hacer fuerza hacia adelante para que fuera avanzando. En uno de esos movimientos su antebrazo rozó mi pija dura. Cuando llegamos a la otra punta de la pileta me dice:

Denise: Epa, parece que te gustó mucho aprender a nadar. (Haciendo referencia a la erección)
Y: Eee... S... Perdón, no es a propósito.
Denise: Jajajaja, no pasa nada. Con la edad que tenés seguro tenés las hormonas a full. Me acuerdo que cuando daba clases en la secundaria los pendejos se la pasaban alzados.
Y: También, con una profe tan linda cualquiera estaría alzado.
Denise: Que atrevido el sobrino eh jajajaj. Pero esos tiempos pasaron, ahora ya estoy vieja.
Y: ¿Qué decís? Si estás tremenda.
Denise: Basta Enzo que me hacés poner roja.
Y: Posta te digo, ya quisieran muchas mujeres tener tu edad y estar así.
Denise: Pará de piropearme que no se te va a bajar más la pija jajajaj. Dale que tenemos que seguir.
Y: Disculpá el atrevimiento pero va a ser imposible que se baje si te tengo enfrente tía.
Denise: Ay si no fueras mi sobrino...
Y: ¿Qué pasaría si no fuera tu sobrino?
Denise: Basta nene, no me hagas pasarme jajaja.
Y: Igual no somos tía y sobrino propiamente dicho... Somos lejanos...
Denise: ¿Qué decís? Somos familia igual.
Y: Sí, pero no tan cercana. No compartimos sangre, somos como dos amigos cualquiera...

Le tiré eso y me le acerqué para besarla. Ella puso cierta resistencia pero se terminó entregando. Nos besamos un rato largo mientras yo le agarraba el culo. Me empecé a sacar el short de baño bajo el agua y ella trató de frenarme.

Denise: No no, no podemos.
Y: No me vas a dejar así... Me van a quedar doliendo los huevos después de tanto franeleo.
Denise: Ay nene. Vení, sentate acá.

Me dijo eso y me indicó que me sentara en el borde de la pileta. Ella se quedó adentro y su cabeza quedaba justo a la altura de mi verga. Me empezó a pajear y me chupó los huevos.

Denise: Mmmm los tenés bien afeitados. Me encanta eso.
Y: Uf tía, chupamela

Empezó a pasarme la lengua por la cabeza de la chota y de a poco se la fue metiendo en la boca. Yo estaba extasiado. Estaba siendo una muy buena chupada de verga, lo estaba muy despacito y me pasaba la lengua por todos lados. Yo le empecé a correr el pelo y haciéndole una colita empecé a contralar el ritmo. Denise no se quejaba y chupaba. Hice que le entrara entera y se la mantuve un rato hasta que hizo arcada.

Y: ¿Te gusta hasta el fondo, tía?
Denise: Me encanta hijo de puta

Que me puteara me hizo poner más caliente y ella se puso más puta. Empezó a chupar más y más rápido. Hasta que vio mi cara de que estaba por acabar.

Denise: No me vayas a ensuciar el agua de la pileta, pelotudo.

Se la metió hasta el fondo y yo acabé todo en su boca. Me soltó la pija y miró a los ojos mientras se tragaba toda la leche. Me chupo la pija hasta dejármela completamente limpia.

Denise: Ahora andate a tu casa Enzo. Esto no puede volver a pasar.
Y: Que buena chupada que me diste hija de puta.
Denise: Tomatelas. Y que no se entere nadie de esto.

Me fui a mi casa caminando. No podía creer lo que me acababa de pasar. Hacía un mes no la ponía ni en remojo y ahora en un par de semanas me había cogido a Sandra, la mujer que limpiaba mi casa y mi tía Denise me había hecho un pete. Estas dos mujeres maduras me habían hecho sentir cosas que ninguna pendeja estuvo cerca de alcanzar.

Llegué a mi casa, me bañé y me fui directo a dormir. Estaba agotado. Al otro día bajé a desayunar y mi mamá me dice:

M: Quedaste muerto ayer después de tu primera clase de natación.
Y: Sí, tremenda Profe resultó Denise.
M: Me mandó un Whatsapp diciéndome que te espera a la tarde para seguir enseñándote.
Y: ¿En serio?
M: Sí, ¿no quedaron en eso ayer?
Y: Eee... Sí, debe ser. No le debo haber entendido.

A la tarde me preparé y me fui a lo de Denise. Iba pensando en lo que me había dicho que no iba a volver pasar nada pero ahora me invitaba a volver. Llegué a su casa y la pija ya la tenía gomosa. El día anterior Denise había estado con una maya enteriza, típica de la gente vieja; pero hoy era diferente. Frente a mí tenía a mí tía que debía medir más de 1,75 con una increíble bikini. La saludé con un beso en el cachete.

Denise: ¿Listo para tu segunda clase?
Y: ¿De natación?
Denise: Sí, ¿De qué va a ser si no?

Le seguí el juego y fuimos a la pileta. Me siguió enseñando a nadar pero ahora la cosa era diferente. Me tocaba más el cuerpo y yo también aprovechaba a mandarle mano con excusas ridículas. Yo ya estaba al palo de nuevo. Después de una hora de natación fui directo al grano.

Y: Muy linda la natación pero ahora me gustaría a la otra clase.
Denise: ¿De qué hablás?
Y: La segunda parte de la clase, como ayer.
Denise: Te dije que eso no iba a volver a pasar.
Y: ¿Y para qué te pusiste en bikini entonces? ¿Te pensás que soy boludo?
Denise: Porque quise ponérmela. Yo me visto como quiero.
Y: Ah bueno, entonces yo también me visto como quiero y quiero estar sin short.

Me saqué el short y me quedé en pija frente a ella.

Denise: Que pendejo atrevido resultaste ser.
Y: Y vos sos una vieja trola.
Denise: No me faltes el respeto nene.
Y: ¿Me vas a decir que no te calienta que te traten como la puta que sos?

Nadé hasta donde estaba ella con la pija dura y me le tiré para besarla.

Denise: No, no podemos. Suficiente con lo de ayer. No va a pasar nada.

Se dio vuelta para irse de la pileta y cuando me dio la espalda fui lo suficientemente rápido como para desatarle la bikini desde atrás.

Denise: ¿Qué hacés tarado?
Y: Te quiero ver la tetas.

Se dio vuelta con el brazo sobre sus tetas agarrandose la bikini para que no se viera nada. Yo estaba con la verga en la mano.

Denise: Secate y vamos para adentro.
Y: Viste que sos una vieja trola.

Me sequé y entré. Adentro ya me esperaba sin el corpiño de la bikini. Tenía unas tetas hermosas. Naturales, caídas y un poco pálidas por el bronceado de su cuerpo.

Denise: Vamos a ver si te la bancás pelotudo.

Cada vez nos insultábamos más. Parecía que eso nos estaba calentando a los dos. Me acerqué y le comí la boca. Ella me agarró la pija y me fue masturbando suavemente mientras nos besábamos. Yo le empecé a chupar las tetas.

Denise: Mordérmelas pendejo.

Se las mordí y ella gozaba como loca.

Y: Que tía puta que tengo.
Denise: La más puta de todas.

Se arrodilló y me escupió la pija para seguir pajeandome.

Y: Chupamela putita

Abrió la boca y empezó a deborarme la pija. Estaba sacada. La chupaba con tal violencia que llegó a hacerme doler pero no dije nada. La agarré del pelo y le dije que se quedara quieta y ahí le empecé a coger la boca. Cada vez más rápido y más al fondo hasta que empezó a hacer arcadas con los ojos llorosos.

Y: ¿No te la aguantás trola?

Se la saqué y la acosté en su cama. Le saqué la parte inferior de la bikini y le escupí la concha. No pensaba hacerle sexo oral, estaba tan caliente que quería metersela.

Denise: Pará que busco un forro.
Y: A las putas hay que cogerlas a pelo.

Le metí la pija de una y ella gimió de placer.

Denise: AAAA, sorete hijo de puta.
Y: ¿Sí? ¿Soy un sorete?
Denise: Sí, pelotudo. Ahora cogeme, cogeme como un macho.
Y: Tu sobrino es tu macho y vos sos una tía muy puta.
Denise: AAAA SI, MUY PUTA TU TÍA

La seguí cogiendo y cada vez gritaba más. Estábamos muy sacados los dos. Mientras me la seguía cogiendo la empecé a besar muy apasionadamente. Los dos disfrutábamos mucho. En eso, entre los besos me alejé un poco y le escupí la cara. Me salió instintivamente, nunca le había hecho eso a una mujer.

Denise: AAAA ¿Qué hacés enfermo?
Y: Mirá como te calienta. Sos tremenda puta. (La volví a escupir)

Se separó de mí y me tiró a la cama. Tenía bastante fuerza la tía. Se subió arriba mío y me empezó a cabalgar. Yo le agarraba el culo con fuerzas.

Denise: Sos un pendejo maleducado. Ahora me la voy a cobrar.

Se levantó y me apoyó todo el culo en mi cara.

Denise: ¿Te pensaste que no me ibas a chupar la cajeta, hijo de puta?

Se sentó arriba mío y yo empecé a chupar. Esa concha tenía gusto a todo, transpiración, cloro de la pileta, mi propia verga que había estado hace segundo ahí adentro. Mi tía gritaba como loca y cada vez presionaba más su culo en mi cara. Yo casi que no podía respirar más pero no frené nunca.

Denise: Me vas a hacer acabar, sorete. Seguí. No se te ocurra parar porque te mato pendejo pelotudo.

Seguí chupando hasta que ella acabó en mi cara. Apenas aflojó la presión de su concha sobre mi cara, la empujé y la puse en cuatro.

Y: Ahora vas a ver, vieja puta.

Empecé a cogerla en cuatro, bien duro y mientras tanto le iba pegando cachetadas en el orto.

Denise: AYY SII, AAAAY. DAME MÁS FUERTE

Yo le seguía pegando.

Denise: MÁS FUERTE TE DIJE. ¿SOS PUTO QUE NO ME PEGÁS FUERTE?

PLAF PLAF PLAF. Le marqué los dedos en el orto y la trola gritaba de placer.

Y: No te vas a poder sentar en semanas por trola.

Le dejé el orto completamente colorado y la di vuelta.

Y: Te vas a tomar la leche de nuevo ¿me escuchaste?

Ella gimió de placer.

Y: Te pregunté si me escuchaste (le metí otro escupitajo)
Denise: Sí pendejo, dame la leche.

Me le senté arriba y puse la pija entre sus tetas para que me haga una turca. Yo ya no aguantaba más así que después de un ratito me levanté y le puse la pija en la boca.

Y: Tragatela puta.
Denise: Llename la boca de leche tarado hijo de puta.

Con las últimas puteadas acabé una buena cantidad de leche en su boca. Le agarré el mentón con la mano y mirando a los ojos le dije.

Y: Tragá yegua.

Ella me hizo caso y yo caí rendido a su lado.

Denise: No sabés cuanto hace que no me cogían así.
Y: No doy más tía.
Denise: Me dejaste el orto rojo.
Y: No te quejaste mucho eh.

Después de un rato volvimos a la pileta, ya no para aprender a nadar si no para refrescarnos un rato. Si bien estábamos los dos desnudos, la tensión sexual había sido liberada y pasamos el resto de la tarde charlando normalmente como tía y sobrino. Nos despedimos con un beso y arreglamos para volvernos a ver.

Ese verano nos seguimos viendo para coger un par de veces más con las excusa de la lecciones de natación.

De esta historia ya pasaron un par de años. Actualmente tengo 26 años y tengo que confesar que sigo sin saber nadar.

9 comentarios - Comeviejas 3. La Tía Denise

garcheskikpo +1
Te dejé 10 puntos, buen post y un cago de risa esos diálogos
rafacas1435 +1
me ENCANTARON los diálogos! +10 y muy buen post!
DIEGOTE19X5 +1
Excelente relato máquina faltó la foto de la tía
zequias1234
La continuacion por favor, excelentes relatos