Como sabrán los lectores de mis húmedas experiencias lo habíamos dejado en la buena mamada le había hecho a mi ex y negro Ramón en el baño de mi casa, mientras esos 4 hombres que eran también mis ex estaban esperando a que saliera de la ducha.
Salí de la ducha con una verde bata de satén y sin nada debajo lo que resaltaba sobre todo mis buenas hechuras de mujer madura de 46 años.
Les preparé algo de picar y saqué dos botellas de Rioja. A mi el vino me pone realmente cachonda y deshinbida por lo que al finalizar el ágape ya llevaba como 4 copas por lo que mis ex notaron como mis pezones comenzaban a marcar mi verde bata. Los 5 me miraban las tetas salidos perdidos y Ángel incluso comenzó a rascarse los huevos por debajo de la mesa.
Ante tanta furtiva mirada me las saqué de la bata. Mis tetas quedaron colgando ampliamente por encima de mi ropa tornando unas aureolas y pezones a un tono más oscuro que contrastaba con lo blanco de mi piel.
-Os gustan chicos???.
-Quien va a ser el primero en poner su polla en ellas?.
En un instante tuve esas 5 pollas con sus10 huevos erectas como tablas alrededor de mis pechos.
Mi ya novio Ramón exhibia su gran pene de 19 centímetros encima de ellas y se atrevió a refrotármelo por la cara. Los otros 4 hicieron lo mismo.
A Ramón le encantaba ver como los otros 4 de mis ex los ponía cachondos perdidos.
A esas alturas y pese a haberme duchado a conciencia mi coño comenzó a supurar otra vez flujo.
Esas 5 pollas estaban tan tiesas que estaban listas para penetrarme.
Ramón me llevó al sofá y me puso a 4 patas. Se notaba él, o sea... mi novio quería llevar la voz cantante porque para eso tenía la verga más grande de los 5.
Asió su polla tiesa como un madero y tanteó antes su dureza dándose golpes secos en la palma de sus manos y comenzó a meter su punta con cuidado y lentamente. A cada avance ambos gemíanos al unísono por lo que nos costó poco amoldarnos. Él a lo extenso de su verga, yo a que su pija alcanzara mi útero.
Poco a poco logró introducir su glande y noté como el canal de su polla rebasaba ya la mitad de mi húmedo coño. Esa polla parecía eterna. Por más pensaba había entrado del todo siempre quedaban aún centímetros por deslizarse dentro de mi vagina hasta el fondo de mi.
Al final llegó hasta sus huevos y movió su cadera intentando ensanchar mi cerrada cueva.
Para entonces Mariano y Ángel competían por meter sus pijas en mi boca las cuales tragué a la vez mientras Ramón comenzaba a follarme lentamente.
He sido siempre una mujer respetable y recatada pero sucumbí aquel día al placer me iban a dar esos hombres que me miraban como salvajes.
Carlos se puso debajo de mis piernas y comenzó a lamer mi clítoris mientras Ramón aceleraba el ritmo de sus embestidas.
Enrique exclamó...
-Ahora me toca a mi!!!.
Ramón se apartó de mi culo sacando su verga chorreando de mi flujo y Enrique metió su pija de golpe y de una vez en mi coño.
Ya dije en el anterior capítulo que lejos de la inmensa polla de mi negro Ramón cualquier cosa me sabía a poco y es que la pija de Enrique era bastante más escasa que la de Ramón.
Él lo advirtió y en unos instantes Enrique y Ramón habían logrado meter sus dos pollas en mi coño que se abría y lubricaba para recibir incluso más pijas a la vez si hubiese hecho falta.
Verme mamando dos pollas, siendo penetrada por dos rabos tiesos como candelabros y mi clítoris bien lamido por debajo, hizo que me corriera al instante como una perra pensando en mi coño entraban dos pollas sin dificultades.
Enrique se derramó en mi coño dejando vía libre a la enorme polla de Ramón que seguía bombeando fuertemente.
Notaba como sus huevos chocaban en mi culo a cada bombeo ante lo cual exclamé...
-Así Ramón métemela hasta tus cojones bien fuerte!!!.
De reojo, observé como mi ex Enrique exhibía su miembro a mi lado moviéndose entre estertores goteando su semen y mi flujo.
Era evidente se había bien aliviado en el fondo de mi coño.
No, no soy de esas mujeres delgadas ni livianas rápidas en la cama. Más bien estoy llenita y me gusta que cuando un hombre me da bien tenerlo en la misma postura un buen rato. Es posible sea más lenta que otras mujeres más jóvenes y me mueva con más dificultades por eso Ramón estuvo un buen rato jodiéndome por detrás mientras mis caderas iban de lado a lado y mientras los pezones de mis tetas tocaban la alfombra chupando dos vergas que se cruzaban en mi boca por lo que dije...
-Mueve mi culo más fuerte, Ramón y clávame aún más tu polla!!!. Vosotros dos, os gusta como os la chupo mientras me joden por detrás???.
Eso los volvió locos. Sobre todo a Carlos que dejó de comerme el coño y puso sus huevos en mi boca haciéndose se sitio para que se los chupara.
Ramón le cedió un espacio a Carlos quien penetró mi culo lentamente mientras Ramón no sacaba su polla de mi coño.
Estaba llena de pollas tiesas como estacas.
Me deshice de los 4 y me senté en el sofá abriendo mi coño. Carlos se puso debajo de mi y metió su polla en mi culo y Ramón volvió a meter su verga por mi coño en la posición del misionero. En esa postura se turnaron los tres uno a uno.
Mis piernas no podían abrirse más recibiendo mi coño cada vez más los pijazos de esos animales. Parecían cerdos salvajes.
Exclamé...
-Burros. Que sois unos burros!!!. Dadme vuestra leche de burro. Quiero que me bañeis como a Cleopatra!!!.
Eso los puso más ansiosos y competitivos. Los hombres son así de tontos y elementales.
Ramón mientras, sacaba su gigantesca polla de mi coño dejándola vibrar al aire para luego volvérmela a clavar toda entera hasta el fondo.
Mientras, hacía lo que podía por verme reflejada en el espejo de mi salón rodeada de las 4 pollas de mis ex más salidos que nunca. Verme así me puso aún más caliente y me corrí por tercera vez delante de unos hombres que eran incapaces de dejar de follarme. Ni siquiera creo se diesen cuenta de que me había ido otra vez por lo que me repuse en marcha como si fuese una máquina de sexo.
Como bien he dicho antes Enrique se había ido el primero y ahí me había dejado con el resto de mis ex cada vez más jadeantes y tensos. Se veía estaban sufriendo porque no llegaban a eyacular de una vez.
Siempre fui una mujer comedida y respetable en el sexo y nunca había permitido esos mis ex se corrieran en mi cama a excepción de Ramón en el anterior capítulo.
No sabía muy bien cual de los 4 se iba a ir antes pero dejé zanjada la situación enseguida. Me los quité de encima y les dije poniéndome de rodillas...
-Venga, chicos... a ver quien es el primero se corre en mi cara.. !!!!.
Esa estrategia me sirvió para dos cosas. La primera que me dejaran ya en paz y la siguiente garantizarme otro día a ese quinteto de orangutanes.
Enrique, al oir eso se levantó como por ensalmo y comenzó a agitar su polla delante de los otros 4.
-Tu otra vez, cariño?.
Como tenía dificultades para empalmarse comencé a hacerle un especial de polla y huevos y enseguida logró una erección firme y fuerte.
Esas 5 pollas si hubiesen eyaculado solas habrían alcanzado la lámpara de lo tiesas estaban pero las asieron con sus manos y las comenzaron a dirigir hacia mi cara mientras me decían cosas cariñosas.
Cogí mis grandes pechos con mis manos y los elevé por si se querían servir también de ellos recibiendo una buena acogida pues los 5 comenzaron a refrotar sus capullos por ellos.
Se les veía con unos estómagos fuertes y tonificados además de unos muslos en tensión. Mariano, entonces soltó tres descargas de esperma directamente a mi cara. Una de ellas salió disparada sin darme pero las otras me regaron la frente y la boca.
Ya dije en el anterior capítulo que los hombres son tan elementales que actúan por imitación y sabía que después de uno irían el resto como así fue inundándome de deseo y amor.
Carlos no tardó ni 5 segundos en desahogarse en mis tetas, pelo y mejillas seguido de Enrique quien agitaba con fuerza su pija. Cuatro espesas descargas suyas repitieron en mi cara corriendo mi rímel y resbalando su leche por mi cuello pareciendo mentira se hubiese corrido antes en mi coño. Eran los posos aún guardaba en sus huevos tras largos meses de abstinencia.
En cuanto a Ángel y Ramón se aliviaron a la vez por lo que no sabía de dónde venían sus descargas viéndome rodeada de chorros de dulce y caliente esperma.
Para entonces la esencia de los anteriores ya resbalaba por mi cuello, tetas y unas cuantas gotas de leche huérfanas mojaban todos mis muslos.
Estaba impregnada de la testosterona y de la miel de esos mis ex que tanto me quisieron por separado. Ahora me querían todos a la vez...
Al cabo de unos minutos pude observar como esas pijas decaían en su erección impregnadas de un semen habían vaciado en mi y comencé a chuparlas una a una para dejarlas bien limpias. Las 5 todavía palpitaban sin control alguno y la negra de Ramón colgando semierecta entre sus muslos aún parecía terriblemente más grande y desafiante... estaba rodeada de las 5 pollas de mis ex a partes iguales.
Los quería tanto....
Continuará, queridos lectores y lectoras.
Salí de la ducha con una verde bata de satén y sin nada debajo lo que resaltaba sobre todo mis buenas hechuras de mujer madura de 46 años.
Les preparé algo de picar y saqué dos botellas de Rioja. A mi el vino me pone realmente cachonda y deshinbida por lo que al finalizar el ágape ya llevaba como 4 copas por lo que mis ex notaron como mis pezones comenzaban a marcar mi verde bata. Los 5 me miraban las tetas salidos perdidos y Ángel incluso comenzó a rascarse los huevos por debajo de la mesa.
Ante tanta furtiva mirada me las saqué de la bata. Mis tetas quedaron colgando ampliamente por encima de mi ropa tornando unas aureolas y pezones a un tono más oscuro que contrastaba con lo blanco de mi piel.
-Os gustan chicos???.
-Quien va a ser el primero en poner su polla en ellas?.
En un instante tuve esas 5 pollas con sus10 huevos erectas como tablas alrededor de mis pechos.
Mi ya novio Ramón exhibia su gran pene de 19 centímetros encima de ellas y se atrevió a refrotármelo por la cara. Los otros 4 hicieron lo mismo.
A Ramón le encantaba ver como los otros 4 de mis ex los ponía cachondos perdidos.
A esas alturas y pese a haberme duchado a conciencia mi coño comenzó a supurar otra vez flujo.
Esas 5 pollas estaban tan tiesas que estaban listas para penetrarme.
Ramón me llevó al sofá y me puso a 4 patas. Se notaba él, o sea... mi novio quería llevar la voz cantante porque para eso tenía la verga más grande de los 5.
Asió su polla tiesa como un madero y tanteó antes su dureza dándose golpes secos en la palma de sus manos y comenzó a meter su punta con cuidado y lentamente. A cada avance ambos gemíanos al unísono por lo que nos costó poco amoldarnos. Él a lo extenso de su verga, yo a que su pija alcanzara mi útero.
Poco a poco logró introducir su glande y noté como el canal de su polla rebasaba ya la mitad de mi húmedo coño. Esa polla parecía eterna. Por más pensaba había entrado del todo siempre quedaban aún centímetros por deslizarse dentro de mi vagina hasta el fondo de mi.
Al final llegó hasta sus huevos y movió su cadera intentando ensanchar mi cerrada cueva.
Para entonces Mariano y Ángel competían por meter sus pijas en mi boca las cuales tragué a la vez mientras Ramón comenzaba a follarme lentamente.
He sido siempre una mujer respetable y recatada pero sucumbí aquel día al placer me iban a dar esos hombres que me miraban como salvajes.
Carlos se puso debajo de mis piernas y comenzó a lamer mi clítoris mientras Ramón aceleraba el ritmo de sus embestidas.
Enrique exclamó...
-Ahora me toca a mi!!!.
Ramón se apartó de mi culo sacando su verga chorreando de mi flujo y Enrique metió su pija de golpe y de una vez en mi coño.
Ya dije en el anterior capítulo que lejos de la inmensa polla de mi negro Ramón cualquier cosa me sabía a poco y es que la pija de Enrique era bastante más escasa que la de Ramón.
Él lo advirtió y en unos instantes Enrique y Ramón habían logrado meter sus dos pollas en mi coño que se abría y lubricaba para recibir incluso más pijas a la vez si hubiese hecho falta.
Verme mamando dos pollas, siendo penetrada por dos rabos tiesos como candelabros y mi clítoris bien lamido por debajo, hizo que me corriera al instante como una perra pensando en mi coño entraban dos pollas sin dificultades.
Enrique se derramó en mi coño dejando vía libre a la enorme polla de Ramón que seguía bombeando fuertemente.
Notaba como sus huevos chocaban en mi culo a cada bombeo ante lo cual exclamé...
-Así Ramón métemela hasta tus cojones bien fuerte!!!.
De reojo, observé como mi ex Enrique exhibía su miembro a mi lado moviéndose entre estertores goteando su semen y mi flujo.
Era evidente se había bien aliviado en el fondo de mi coño.
No, no soy de esas mujeres delgadas ni livianas rápidas en la cama. Más bien estoy llenita y me gusta que cuando un hombre me da bien tenerlo en la misma postura un buen rato. Es posible sea más lenta que otras mujeres más jóvenes y me mueva con más dificultades por eso Ramón estuvo un buen rato jodiéndome por detrás mientras mis caderas iban de lado a lado y mientras los pezones de mis tetas tocaban la alfombra chupando dos vergas que se cruzaban en mi boca por lo que dije...
-Mueve mi culo más fuerte, Ramón y clávame aún más tu polla!!!. Vosotros dos, os gusta como os la chupo mientras me joden por detrás???.
Eso los volvió locos. Sobre todo a Carlos que dejó de comerme el coño y puso sus huevos en mi boca haciéndose se sitio para que se los chupara.
Ramón le cedió un espacio a Carlos quien penetró mi culo lentamente mientras Ramón no sacaba su polla de mi coño.
Estaba llena de pollas tiesas como estacas.
Me deshice de los 4 y me senté en el sofá abriendo mi coño. Carlos se puso debajo de mi y metió su polla en mi culo y Ramón volvió a meter su verga por mi coño en la posición del misionero. En esa postura se turnaron los tres uno a uno.
Mis piernas no podían abrirse más recibiendo mi coño cada vez más los pijazos de esos animales. Parecían cerdos salvajes.
Exclamé...
-Burros. Que sois unos burros!!!. Dadme vuestra leche de burro. Quiero que me bañeis como a Cleopatra!!!.
Eso los puso más ansiosos y competitivos. Los hombres son así de tontos y elementales.
Ramón mientras, sacaba su gigantesca polla de mi coño dejándola vibrar al aire para luego volvérmela a clavar toda entera hasta el fondo.
Mientras, hacía lo que podía por verme reflejada en el espejo de mi salón rodeada de las 4 pollas de mis ex más salidos que nunca. Verme así me puso aún más caliente y me corrí por tercera vez delante de unos hombres que eran incapaces de dejar de follarme. Ni siquiera creo se diesen cuenta de que me había ido otra vez por lo que me repuse en marcha como si fuese una máquina de sexo.
Como bien he dicho antes Enrique se había ido el primero y ahí me había dejado con el resto de mis ex cada vez más jadeantes y tensos. Se veía estaban sufriendo porque no llegaban a eyacular de una vez.
Siempre fui una mujer comedida y respetable en el sexo y nunca había permitido esos mis ex se corrieran en mi cama a excepción de Ramón en el anterior capítulo.
No sabía muy bien cual de los 4 se iba a ir antes pero dejé zanjada la situación enseguida. Me los quité de encima y les dije poniéndome de rodillas...
-Venga, chicos... a ver quien es el primero se corre en mi cara.. !!!!.
Esa estrategia me sirvió para dos cosas. La primera que me dejaran ya en paz y la siguiente garantizarme otro día a ese quinteto de orangutanes.
Enrique, al oir eso se levantó como por ensalmo y comenzó a agitar su polla delante de los otros 4.
-Tu otra vez, cariño?.
Como tenía dificultades para empalmarse comencé a hacerle un especial de polla y huevos y enseguida logró una erección firme y fuerte.
Esas 5 pollas si hubiesen eyaculado solas habrían alcanzado la lámpara de lo tiesas estaban pero las asieron con sus manos y las comenzaron a dirigir hacia mi cara mientras me decían cosas cariñosas.
Cogí mis grandes pechos con mis manos y los elevé por si se querían servir también de ellos recibiendo una buena acogida pues los 5 comenzaron a refrotar sus capullos por ellos.
Se les veía con unos estómagos fuertes y tonificados además de unos muslos en tensión. Mariano, entonces soltó tres descargas de esperma directamente a mi cara. Una de ellas salió disparada sin darme pero las otras me regaron la frente y la boca.
Ya dije en el anterior capítulo que los hombres son tan elementales que actúan por imitación y sabía que después de uno irían el resto como así fue inundándome de deseo y amor.
Carlos no tardó ni 5 segundos en desahogarse en mis tetas, pelo y mejillas seguido de Enrique quien agitaba con fuerza su pija. Cuatro espesas descargas suyas repitieron en mi cara corriendo mi rímel y resbalando su leche por mi cuello pareciendo mentira se hubiese corrido antes en mi coño. Eran los posos aún guardaba en sus huevos tras largos meses de abstinencia.
En cuanto a Ángel y Ramón se aliviaron a la vez por lo que no sabía de dónde venían sus descargas viéndome rodeada de chorros de dulce y caliente esperma.
Para entonces la esencia de los anteriores ya resbalaba por mi cuello, tetas y unas cuantas gotas de leche huérfanas mojaban todos mis muslos.
Estaba impregnada de la testosterona y de la miel de esos mis ex que tanto me quisieron por separado. Ahora me querían todos a la vez...
Al cabo de unos minutos pude observar como esas pijas decaían en su erección impregnadas de un semen habían vaciado en mi y comencé a chuparlas una a una para dejarlas bien limpias. Las 5 todavía palpitaban sin control alguno y la negra de Ramón colgando semierecta entre sus muslos aún parecía terriblemente más grande y desafiante... estaba rodeada de las 5 pollas de mis ex a partes iguales.
Los quería tanto....
Continuará, queridos lectores y lectoras.
1 comentarios - Silvia y sus 5 ex (II).