No dejes de pasar por mi mejor post
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html
No te vas a arrepentir!
PRIMERA VEZ
Vamos por el principio, cuando un hombre como yo pasa los cuarenta, tiene una hermosa y fiel esposa, que le ha dado cuatro hijos maravillosos, que ha conseguido estabilizarse económicamente, teniendo su propia casa, su coche, que se da el gusto de trabajar en lo que le gusta, bueno, parecería que la vida es como un tren que viaja tranquilo de estación en estación, donde no debería haber sorpresas en el recorrido, pero a veces, sucede algo que no estaba en los planes y llega a perturbar el viaje.
Como dije, había pasado mis cuarenta años, pero todos decían que aparentaba muchos menos, parte por mi genética de cuna, soy delgado, alto, tengo cabellos de sobra y las canas aun no me visitan, y parte por hacer deportes y cuidarme en la alimentación.
Soy electricista de profesión, hace años que me dedico a hacer reparaciones domiciliarias, llego a mis clientes por propagandas y por los comentarios de boca en boca, hay épocas donde no me alcanzan las horas para tanto trabajo, hay épocas en que se hace duro y hay que pelearla.
Mi profesión me da un plus, algunas veces el destino me lleva a casas de mujeres solas, no me importa si son solteras, divorciadas ó esposas infieles, uno tiene años de oficio y sabe cuándo el terreno está fértil para intentar algo más que una simple reparación domiciliaria, así que debo decir sin tirármela del gran macho, que más de una vez terminaba en la cama con mis clientas de turno.
Tarde de Noviembre hace bastante calor, voy a un domicilio que había agendado una semana antes, deberé revisar unos falsos contactos en unos plafones de iluminación, así que me presento con mi escalera de mano y mi caja de herramientas, toco timbre y aguardo en la puerta, pasan un par de minutos y la misma se abre, mis ojos recorren rápidamente pero con instinto animal la silueta que me recibe al otro lado, una morena de pelo negro azabache, brilloso, lacio a media espalda, con ojos del mismo tono y evidente nariz operada, pómulos salientes, de baja estatura, no creo que supere el metro sesenta, de contextura delgada pero pareja, una remera ajustada negra por la que el nacimientos de sus bronceados y turgentes pechos se hace más que sugerente, un pantalón bien corto de jean rasgado y unos zapatos tipo zuecos color rosa. Me presento, ella me responde, dice llamarse Violeta y me invita a seguirla. Voy tras sus pasos, el cazador huele la sangre, mis ojos se centran en su culito paradito y en sus musculosas piernas, sus caderas van de un lado a otro.
Al fin llegamos al lugar, al menos para empezar debo revisar la instalación de la cocina, según me dice ahí hay un corto. Abro mi escalera, subo y comienzo mi labor, mis sentidos están atentos a mi trabajo, pero también a mi entorno, ella me observa parada a unos metros, mirándome fijamente, siento de fondo el agua de la ducha en el baño, supongo que es su marido, así que tomo distancia de la morocha. Pasan los minutos, de repente llega la persona que yo imaginaba su marido, fue un error, me la presenta como a Dorotea, una amiga. Entonces desnudo con la vista a esta segunda mujer, de grandes proporciones, nada que ver con la morena, le lleva más de veinte centímetros, rubia teñida en amarillo furioso, casi rapada, ojos celestes, de gran contextura, un pequeño bandeaux blanco cube sus senos de grandes proporciones y una amplia pollera floreada hasta los tobillos nace en sus anchas caderas, me llama la atención sus numerosos tatuajes y un piercing de gran tamaño colgando en su ombligo.
Pienso para mí, ahora sí, nunca había estado con dos mujeres, esta es mi oportunidad por lo que empiezo a desplegar mi táctica, les hablo en doble sentido, tiro, ellas están una contra la otra, me miran y responden con pícaras sonrisas, todo va viento en popa. Dorotea y Violeta murmuran entre ellas, no alcanzo a escuchar, pero sus risas perversas me contagian, lentamente dejo de prestar atención a mi trabajo, todo parece encaminarse a la cama.
Me sorprenden, las mujeres comienzan a besarse y a acariciarse mutuamente, no lo puedo creer, mis ojos se llenan de placer ante estas dos putas, mi verga se endurece bajo la ropa, demasiado fácil para ser real, vuelven a mirarme y sonríen, me pregunta la rubia
Te gusta que nos besemos?
Estoy sin palabras, se dirigen a donde estoy, permanezco en los peldaños de la escalera, la cabeza de Dorotea está a la altura de mi entrepierna, leva una mano a mi bulto y comienza a acariciarlo, me mira, ardo en deseo, la rubia baja mis pantalones hasta las rodillas, me besa los testículos, siento su aliento en mi sexo, la dejo hacer, toma mi verga dura y la masturba suavemente, pela mi glande y lleva sus labios a ella, llega el momento.
Violeta no llega, no le da la altura, pero no le importa, suelta e bandeux de su amiga, libera dos imponentes pechos siliconados, se dedica a ellos, desde donde estoy veo como le come las tetas a Dorotea quien a esta altura se dedica a chuparme la pija.
Cierro los ojos, no quiero verlas, es demasiado, me calienta demasiado. Creo que Dorotea me está lamiendo como nunca me lamieron en mi vida, con movimientos justos, en lugares certeros, se mete mi pene bien profundo, hasta su garganta, su lengua saborea mi glande, en círculos, de un lado, del otro, lo besa de punta a punta, lo recorre por completo con sus labios.
Abro los ojos nuevamente, la rubia sigue enloqueciéndome y mi vista se centra ahora en la morocha, sus pequeñas manecitas masajea los voluminosos pechos de su amiga, mordisquea los rosados pezones, tengo que darme tiempo, esto va muy rápido, le saco la verga de la boca y le doy un profundo beso de lengua, tiene sabor a mí, bajo con la morocha y comparto las tetas, ella la derecha, yo la izquierda, no me importa que sea artificial, está hermosa, Violeta me encara y me besa profundamente, me susurra al oído que la acompañe. Ellas se dirigen tomadas de la mano al dormitorio, voy tras ellas, me desnudo presuroso, la morena entonces saca su remera y su sostén, noto sus pechos también operados, solo que sus pezones están más parados y sus aureolas son de mayor tamaño. Nos metemos los tres en la cama, yo al medio, no tocamos, nos acariciamos, estoy tan caliente, me beso con Dorotea que está a mi frente, La otra pegada a mi espalda, siento sus pechos clavados en ella, deslizo una mano bajo el short, por atrás, noto una pequeña tanga, tiro con fuerza haciendo estremecer a la morena, todo es perfecto, demasiado perfecto…
La pollera de la rubia ya me cansa, llevo mi mano a su entrepierna y me sorprendo, en su concha hay algo duro, la retiro asustado, ellas se ríen ante mi cara de espanto, Dorotea se para a un lado y bajando su pollera queda ante mis ojos su verga erecta, qué estúpido soy! Como no lo vi venir!!! Jamás siquiera sospeché que era una falsa mujer, nunca había estado ante una situación así, siento una mezcla de ira y deseo, no sé qué hacer, estoy a mitad del río, tarde para volver, peligroso para seguir, me vuelvo hacia la morena
Vos también?....
Vuelven a reírse, ella se para y se desnuda también, por Dios! Dorotea tiene una verga mas o menos normal, como la mía pero lo de esta petisa es realmente intimidante, está depilada por completo y eso parece aumentar su tamaño, media muerta como está realmente asusta solo con verla, le llega casi a mitad de muslo!…
Decido quedarme, ver qué sucede, probar la experiencia…
Violeta toma la iniciativa, me da la espalda, pasa su mano entre las piernas, toma mi verga y la apunta al cielo, comienza a sentarse sobre ella, rápidamente la siento meterse en su culo casi sin resistencia hasta que sus nalgas hacen tope en mi cuerpo, comienza a moverse rítmicamente, siento su culito apretando mi pija, grita, gime de placer, Dorotea se para en la cama a nuestro lado y le mete el miembro en la boca a la morena, así estamos un buen rato, mientras se la doy por atrás al mismo tiempo lame la verga de su amiga, estoy caliente…
Me tiro con fuerzas hacia atrás arrastrando a Violeta conmigo, su espalda queda recostada sobre mi pecho, tomo sus piernas por debajo de sus rodillas y la abro bien, sigo dándosela por el culo sin parar, solo que ahora yo me muevo desde abajo, mis ojos se llenan con sus pechos siliconados para luego ir más abajo, la rubia ahora le chupa con esmero la verga, es temerosamente impresionante, llena de venas, gruesa como un brazo, de cabeza circuncidada, tan chiquitita e inofensiva que parecía! Ella goza con la doble satisfacción, se acaricia las tetas con una mano mientras que con la otra acaricia los cortos cabellos de su compañera, todo parece ir bien, me está gustando el juego, al fin y al cabo, se la estoy dando por el culo, cosa que mi esposa jamás me hubiera permitido…
Cambian, sigo recostado, solo que ahora ambas se dedican a lamerme la verga a mí, que bien que lo hacen! Me entrego a ellas, la morocha parece llevar el mando, tiene mi verga aferrada por la base, solo se dedica a lamerme la cabeza, me le chupa, me la come, la lengüetea, se la mete a Dorotea y la empuja hacia abajo, ella hace lamidas profundas llegando casi a la bese de mi tronco, una, dos, tres veces, Violeta la saca y la vuelve a su boca, me enloquecen siento que voy a acabarme en cualquier momento, sus diferencias en la forma de hacerlo me llevan de una punta a otra en mi escala de placer, parecen tener todo planeado, siguen sonriendo como asesinas cómplices, ahora besan mi pija una a cada lado, entrecruzan sus lenguas con carne separándolas, ambas me miran mientras lo hacen, saben lo que hacen…
Dorotea se pone sobre mí, cruzada, de manera que nuestras caras y genitales quedan casi pegados, su verga está demasiado cerca de mi cara, apenas un par de centímetros, apoyo mis manos en su enorme culo, trato de apartarla pero me es imposible, se acerca entonces la petisa, le lubrica el culo, entiendo lo que está pasando, se acomoda por detrás y comienza a metérsela en el orto, siento los quejidos de dolor de la rubia, gritos varoniles escapan de su boca, tengo un primer plano jamás imaginado, solo le entra la mitad de la verga en el culo, gozan como perras, sigo mirando.
La perra de Dorotea toma su verga y comienza a buscar mi boca, no sé qué hacer, me siento entre la espada y la pared, me grita al otro lado:
Dale! Chupála! Chupala!
La dejo avanzar, por primera vez en mi vida siento el sabor de un pene, estoy raro, no sé qué hacer, ella sube y baja en mi boca, al ritmo de los movimientos que le imprime la otra desde arriba, tengo un primer plano del enorme miembro de la morena, el gran culo penetrado de la rubia y su miembro llegando a mi garganta, asumo que me gusta, Dorotea gime, comienzo a sentir un raro sabor en mi boca, no me doy cuenta hasta que es tarde, puta madre! está acabando en mi interior! El gusto amargo y denso me da asco, es demasiado, no puedo evitar tragar una parte, alcanzo a escupir el resto.
Concentrado en esto, no me percato que Violeta también acaba y la llena de esperma, saca su miembro, veo el culo desfigurado de la rubia, movimientos involuntarios tratan de contraer su esfínter, pero irremediablemente vuelve abrirse como un cráter, la leche empieza a rebalsarse, chorreando por sus testículos, siento sus risas…
Pienso que todo llega a su fin, ahora me harían acabar a mí, me equivoco, vuelven a sorprenderme, casi en un abrir y cerrar de ojos me ponen boca abajo y la morena está sobre mis espaldas, me dice al oído:
Ahora te toca a vos papito…
Siento terror, trato de zafar, tal vez podría con una, imposible con la dos, me tienen por la fuerza, unos dedos se introducen en mi virgen culo lubricándolo, grito, les digo que no, que me dejen que me suelten, sigo tratando de zafar, siento el peso de la morocha sujetándome fuertemente por mi espalda, ahora se suma Dorotea más abajo, siento su pene apoyarse en mi esfínter las maldigo
No! putas de mierda! déjenme! no! no! ay!!! me duele! me duele!
Hacen oído sordo a mis reclamos, su carne se entierra en mi carne, siento que me penetra, me duele, me rompe el culo, gimo, no puedo evitarlo, es inconsciente, la rubia me sostiene con sus manos por mi cintura, siento como su verga entra y sale de mi culo, una y otra vez, gritan, festejan, empiezo a entender sus risas cómplices, estoy entregado, al menos me queda el consuelo de que no fuera Violeta la que me sometiera, la leche de la rubia inunda mis intestinos, la siento acabarse en mi interior, el objetivo está cumplido, me siento todo ardido y dolorido….
Hija de puta! estás satisfecha?
Dorotea ocupa el lugar de la morena y me susurra al oído
No te hagas putito… si te gustó!
Resignado espero que me liberen, pero me doy cuenta que ahora es Violeta quien se prepara, una había hecho el trabajo preliminar, ahora venía la definición, y si me había dolido antes… intenté negarme nuevamente, mi culo aún estaba dilatado, la morocha comienza a presionar, me siento desfallecer, es intolerable, muerdo la almohada y las lágrimas saltan de mis ojos, por más que suplico no tienen piedad, mi ano está acalambrado, me llena todo, por completo, me rompe bien el culo, vuelven a festejar, no pasa mucho tiempo, hace lo mismo que la otra y descarga su semen caliente llenándome por completo, se besan, ahora si me dejan liberado a mi suerte…
Trato de reponerme, estoy todo dolorido, aún no me he acabado y concluyo que tampoco lo haré, me toco el culo, con delicadeza, está hinchado, me duele, pruebo con uno, dos, tres dedos entran sin problemas, hijas de puta! hijas de puta! maldigo, no puedo evitar expulsar el semen de mi interior, ellas me contemplan y vuelven a sonreír
Violeta se acerca y me dice en voz baja
Ya es tarde y nos has arreglado nada, te parece si nos visitas nuevamente la semana próxima?
Si te gustó, puedes darme tu opinión sobre este relato, escríbeme con título ‘PRIMERA VEZ’ a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir!
PRIMERA VEZ
Vamos por el principio, cuando un hombre como yo pasa los cuarenta, tiene una hermosa y fiel esposa, que le ha dado cuatro hijos maravillosos, que ha conseguido estabilizarse económicamente, teniendo su propia casa, su coche, que se da el gusto de trabajar en lo que le gusta, bueno, parecería que la vida es como un tren que viaja tranquilo de estación en estación, donde no debería haber sorpresas en el recorrido, pero a veces, sucede algo que no estaba en los planes y llega a perturbar el viaje.
Como dije, había pasado mis cuarenta años, pero todos decían que aparentaba muchos menos, parte por mi genética de cuna, soy delgado, alto, tengo cabellos de sobra y las canas aun no me visitan, y parte por hacer deportes y cuidarme en la alimentación.
Soy electricista de profesión, hace años que me dedico a hacer reparaciones domiciliarias, llego a mis clientes por propagandas y por los comentarios de boca en boca, hay épocas donde no me alcanzan las horas para tanto trabajo, hay épocas en que se hace duro y hay que pelearla.
Mi profesión me da un plus, algunas veces el destino me lleva a casas de mujeres solas, no me importa si son solteras, divorciadas ó esposas infieles, uno tiene años de oficio y sabe cuándo el terreno está fértil para intentar algo más que una simple reparación domiciliaria, así que debo decir sin tirármela del gran macho, que más de una vez terminaba en la cama con mis clientas de turno.
Tarde de Noviembre hace bastante calor, voy a un domicilio que había agendado una semana antes, deberé revisar unos falsos contactos en unos plafones de iluminación, así que me presento con mi escalera de mano y mi caja de herramientas, toco timbre y aguardo en la puerta, pasan un par de minutos y la misma se abre, mis ojos recorren rápidamente pero con instinto animal la silueta que me recibe al otro lado, una morena de pelo negro azabache, brilloso, lacio a media espalda, con ojos del mismo tono y evidente nariz operada, pómulos salientes, de baja estatura, no creo que supere el metro sesenta, de contextura delgada pero pareja, una remera ajustada negra por la que el nacimientos de sus bronceados y turgentes pechos se hace más que sugerente, un pantalón bien corto de jean rasgado y unos zapatos tipo zuecos color rosa. Me presento, ella me responde, dice llamarse Violeta y me invita a seguirla. Voy tras sus pasos, el cazador huele la sangre, mis ojos se centran en su culito paradito y en sus musculosas piernas, sus caderas van de un lado a otro.
Al fin llegamos al lugar, al menos para empezar debo revisar la instalación de la cocina, según me dice ahí hay un corto. Abro mi escalera, subo y comienzo mi labor, mis sentidos están atentos a mi trabajo, pero también a mi entorno, ella me observa parada a unos metros, mirándome fijamente, siento de fondo el agua de la ducha en el baño, supongo que es su marido, así que tomo distancia de la morocha. Pasan los minutos, de repente llega la persona que yo imaginaba su marido, fue un error, me la presenta como a Dorotea, una amiga. Entonces desnudo con la vista a esta segunda mujer, de grandes proporciones, nada que ver con la morena, le lleva más de veinte centímetros, rubia teñida en amarillo furioso, casi rapada, ojos celestes, de gran contextura, un pequeño bandeaux blanco cube sus senos de grandes proporciones y una amplia pollera floreada hasta los tobillos nace en sus anchas caderas, me llama la atención sus numerosos tatuajes y un piercing de gran tamaño colgando en su ombligo.
Pienso para mí, ahora sí, nunca había estado con dos mujeres, esta es mi oportunidad por lo que empiezo a desplegar mi táctica, les hablo en doble sentido, tiro, ellas están una contra la otra, me miran y responden con pícaras sonrisas, todo va viento en popa. Dorotea y Violeta murmuran entre ellas, no alcanzo a escuchar, pero sus risas perversas me contagian, lentamente dejo de prestar atención a mi trabajo, todo parece encaminarse a la cama.
Me sorprenden, las mujeres comienzan a besarse y a acariciarse mutuamente, no lo puedo creer, mis ojos se llenan de placer ante estas dos putas, mi verga se endurece bajo la ropa, demasiado fácil para ser real, vuelven a mirarme y sonríen, me pregunta la rubia
Te gusta que nos besemos?
Estoy sin palabras, se dirigen a donde estoy, permanezco en los peldaños de la escalera, la cabeza de Dorotea está a la altura de mi entrepierna, leva una mano a mi bulto y comienza a acariciarlo, me mira, ardo en deseo, la rubia baja mis pantalones hasta las rodillas, me besa los testículos, siento su aliento en mi sexo, la dejo hacer, toma mi verga dura y la masturba suavemente, pela mi glande y lleva sus labios a ella, llega el momento.
Violeta no llega, no le da la altura, pero no le importa, suelta e bandeux de su amiga, libera dos imponentes pechos siliconados, se dedica a ellos, desde donde estoy veo como le come las tetas a Dorotea quien a esta altura se dedica a chuparme la pija.
Cierro los ojos, no quiero verlas, es demasiado, me calienta demasiado. Creo que Dorotea me está lamiendo como nunca me lamieron en mi vida, con movimientos justos, en lugares certeros, se mete mi pene bien profundo, hasta su garganta, su lengua saborea mi glande, en círculos, de un lado, del otro, lo besa de punta a punta, lo recorre por completo con sus labios.
Abro los ojos nuevamente, la rubia sigue enloqueciéndome y mi vista se centra ahora en la morocha, sus pequeñas manecitas masajea los voluminosos pechos de su amiga, mordisquea los rosados pezones, tengo que darme tiempo, esto va muy rápido, le saco la verga de la boca y le doy un profundo beso de lengua, tiene sabor a mí, bajo con la morocha y comparto las tetas, ella la derecha, yo la izquierda, no me importa que sea artificial, está hermosa, Violeta me encara y me besa profundamente, me susurra al oído que la acompañe. Ellas se dirigen tomadas de la mano al dormitorio, voy tras ellas, me desnudo presuroso, la morena entonces saca su remera y su sostén, noto sus pechos también operados, solo que sus pezones están más parados y sus aureolas son de mayor tamaño. Nos metemos los tres en la cama, yo al medio, no tocamos, nos acariciamos, estoy tan caliente, me beso con Dorotea que está a mi frente, La otra pegada a mi espalda, siento sus pechos clavados en ella, deslizo una mano bajo el short, por atrás, noto una pequeña tanga, tiro con fuerza haciendo estremecer a la morena, todo es perfecto, demasiado perfecto…
La pollera de la rubia ya me cansa, llevo mi mano a su entrepierna y me sorprendo, en su concha hay algo duro, la retiro asustado, ellas se ríen ante mi cara de espanto, Dorotea se para a un lado y bajando su pollera queda ante mis ojos su verga erecta, qué estúpido soy! Como no lo vi venir!!! Jamás siquiera sospeché que era una falsa mujer, nunca había estado ante una situación así, siento una mezcla de ira y deseo, no sé qué hacer, estoy a mitad del río, tarde para volver, peligroso para seguir, me vuelvo hacia la morena
Vos también?....
Vuelven a reírse, ella se para y se desnuda también, por Dios! Dorotea tiene una verga mas o menos normal, como la mía pero lo de esta petisa es realmente intimidante, está depilada por completo y eso parece aumentar su tamaño, media muerta como está realmente asusta solo con verla, le llega casi a mitad de muslo!…
Decido quedarme, ver qué sucede, probar la experiencia…
Violeta toma la iniciativa, me da la espalda, pasa su mano entre las piernas, toma mi verga y la apunta al cielo, comienza a sentarse sobre ella, rápidamente la siento meterse en su culo casi sin resistencia hasta que sus nalgas hacen tope en mi cuerpo, comienza a moverse rítmicamente, siento su culito apretando mi pija, grita, gime de placer, Dorotea se para en la cama a nuestro lado y le mete el miembro en la boca a la morena, así estamos un buen rato, mientras se la doy por atrás al mismo tiempo lame la verga de su amiga, estoy caliente…
Me tiro con fuerzas hacia atrás arrastrando a Violeta conmigo, su espalda queda recostada sobre mi pecho, tomo sus piernas por debajo de sus rodillas y la abro bien, sigo dándosela por el culo sin parar, solo que ahora yo me muevo desde abajo, mis ojos se llenan con sus pechos siliconados para luego ir más abajo, la rubia ahora le chupa con esmero la verga, es temerosamente impresionante, llena de venas, gruesa como un brazo, de cabeza circuncidada, tan chiquitita e inofensiva que parecía! Ella goza con la doble satisfacción, se acaricia las tetas con una mano mientras que con la otra acaricia los cortos cabellos de su compañera, todo parece ir bien, me está gustando el juego, al fin y al cabo, se la estoy dando por el culo, cosa que mi esposa jamás me hubiera permitido…
Cambian, sigo recostado, solo que ahora ambas se dedican a lamerme la verga a mí, que bien que lo hacen! Me entrego a ellas, la morocha parece llevar el mando, tiene mi verga aferrada por la base, solo se dedica a lamerme la cabeza, me le chupa, me la come, la lengüetea, se la mete a Dorotea y la empuja hacia abajo, ella hace lamidas profundas llegando casi a la bese de mi tronco, una, dos, tres veces, Violeta la saca y la vuelve a su boca, me enloquecen siento que voy a acabarme en cualquier momento, sus diferencias en la forma de hacerlo me llevan de una punta a otra en mi escala de placer, parecen tener todo planeado, siguen sonriendo como asesinas cómplices, ahora besan mi pija una a cada lado, entrecruzan sus lenguas con carne separándolas, ambas me miran mientras lo hacen, saben lo que hacen…
Dorotea se pone sobre mí, cruzada, de manera que nuestras caras y genitales quedan casi pegados, su verga está demasiado cerca de mi cara, apenas un par de centímetros, apoyo mis manos en su enorme culo, trato de apartarla pero me es imposible, se acerca entonces la petisa, le lubrica el culo, entiendo lo que está pasando, se acomoda por detrás y comienza a metérsela en el orto, siento los quejidos de dolor de la rubia, gritos varoniles escapan de su boca, tengo un primer plano jamás imaginado, solo le entra la mitad de la verga en el culo, gozan como perras, sigo mirando.
La perra de Dorotea toma su verga y comienza a buscar mi boca, no sé qué hacer, me siento entre la espada y la pared, me grita al otro lado:
Dale! Chupála! Chupala!
La dejo avanzar, por primera vez en mi vida siento el sabor de un pene, estoy raro, no sé qué hacer, ella sube y baja en mi boca, al ritmo de los movimientos que le imprime la otra desde arriba, tengo un primer plano del enorme miembro de la morena, el gran culo penetrado de la rubia y su miembro llegando a mi garganta, asumo que me gusta, Dorotea gime, comienzo a sentir un raro sabor en mi boca, no me doy cuenta hasta que es tarde, puta madre! está acabando en mi interior! El gusto amargo y denso me da asco, es demasiado, no puedo evitar tragar una parte, alcanzo a escupir el resto.
Concentrado en esto, no me percato que Violeta también acaba y la llena de esperma, saca su miembro, veo el culo desfigurado de la rubia, movimientos involuntarios tratan de contraer su esfínter, pero irremediablemente vuelve abrirse como un cráter, la leche empieza a rebalsarse, chorreando por sus testículos, siento sus risas…
Pienso que todo llega a su fin, ahora me harían acabar a mí, me equivoco, vuelven a sorprenderme, casi en un abrir y cerrar de ojos me ponen boca abajo y la morena está sobre mis espaldas, me dice al oído:
Ahora te toca a vos papito…
Siento terror, trato de zafar, tal vez podría con una, imposible con la dos, me tienen por la fuerza, unos dedos se introducen en mi virgen culo lubricándolo, grito, les digo que no, que me dejen que me suelten, sigo tratando de zafar, siento el peso de la morocha sujetándome fuertemente por mi espalda, ahora se suma Dorotea más abajo, siento su pene apoyarse en mi esfínter las maldigo
No! putas de mierda! déjenme! no! no! ay!!! me duele! me duele!
Hacen oído sordo a mis reclamos, su carne se entierra en mi carne, siento que me penetra, me duele, me rompe el culo, gimo, no puedo evitarlo, es inconsciente, la rubia me sostiene con sus manos por mi cintura, siento como su verga entra y sale de mi culo, una y otra vez, gritan, festejan, empiezo a entender sus risas cómplices, estoy entregado, al menos me queda el consuelo de que no fuera Violeta la que me sometiera, la leche de la rubia inunda mis intestinos, la siento acabarse en mi interior, el objetivo está cumplido, me siento todo ardido y dolorido….
Hija de puta! estás satisfecha?
Dorotea ocupa el lugar de la morena y me susurra al oído
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Resignado espero que me liberen, pero me doy cuenta que ahora es Violeta quien se prepara, una había hecho el trabajo preliminar, ahora venía la definición, y si me había dolido antes… intenté negarme nuevamente, mi culo aún estaba dilatado, la morocha comienza a presionar, me siento desfallecer, es intolerable, muerdo la almohada y las lágrimas saltan de mis ojos, por más que suplico no tienen piedad, mi ano está acalambrado, me llena todo, por completo, me rompe bien el culo, vuelven a festejar, no pasa mucho tiempo, hace lo mismo que la otra y descarga su semen caliente llenándome por completo, se besan, ahora si me dejan liberado a mi suerte…
Trato de reponerme, estoy todo dolorido, aún no me he acabado y concluyo que tampoco lo haré, me toco el culo, con delicadeza, está hinchado, me duele, pruebo con uno, dos, tres dedos entran sin problemas, hijas de puta! hijas de puta! maldigo, no puedo evitar expulsar el semen de mi interior, ellas me contemplan y vuelven a sonreír
Violeta se acerca y me dice en voz baja
Ya es tarde y nos has arreglado nada, te parece si nos visitas nuevamente la semana próxima?
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