Experiencias morbosas de una prostituta joven

Experiencias morbosas de una prostituta
 
¡Buenas noches! Soy Mimi, soy prostituta. Vine a contar algunas de las aventuras más morbosas que viví.
 
Mi primer experiencia
Recién salía del colegio, estaba de novia hacía 3 años, pero éramos bastante inocentes. Necesitaba plata para un vestido y nadie me contrataba por ser menor de edad, así que me registré en Tinder para ofrecer fotos a cambio de dinero.
Conseguí bastante, pero muchos querían ir más allá. Un día, uno de ellos de 68 años me reconoció en la calle y me envió una foto de mí enun lugar del centro. Me dijo que le gustaba que yo pareciera una niña pequeña yno que parecía de 18 (si supiera que me faltaba). No me animé a contestar porque me dio un poco de miedo, hasta que me ofreció bastante plata por ir a su departamento a “jugar”.
Acepté.
Me ofreció un porro, fumamos y me pidió que me desnude.
Lo miré avergonzada y comencé a sacarme la ropa, primero me saqué la corbata del uniforme, luego desabotoné la camisa, y bajé el cierre de la pollera
-         ¿Sabés qué? Dejate la pollera pero sacate la ropita que tenés abajo nena.
-         Sí.
-         ¿Sí qué putita? ¿Cómo le faltas el respeto así a tu papi?
-         Sí papi -Lo miré atenta. Nunca había vivido algo así.
Sus ojos no se despegaban de mí mientras yo me sacaba la camisa. Hacía un poco de frío y mis pezones estaban erectos. Me saqué el corpiño y lo miré. Él estaba tocándose la verga por encima del pantalón, y me miraba con la boca abierta.
-         Tenés tetitas de nena, traemelas acá que quiero chupártelas todas.
Me acerqué y me sentó sobre él, sobre su pantalón del uniforme, y comenzó a besarme y lamer mis pezones.
-         Ay papi, seguí, seguí. -Nunca había sentido esto con mi novio.
Con sus dedos jugaba con mi otro pezón, mientras yo sentía su verga latir en mi concha aún entangada.
-         Si querés que siga me vas a tener que chupar un ratito el orto pendeja.
Me pegó en la cara, y me agarró del cabello para dejarme arrodillada en el piso. Se paró frente a mí, se bajó los pantalones y primero me pasó la punta de su verga mojada en mi cara, en mis labios. Se la sacudió yme metió un poco la cabeza. Luego se dio vuielta y comencé a besar los cachete sde su culo, luego los abrí y comencé a jugar alrededor de su culo con mi lengua. Comenzó a suspirar, y se pajeaba mientras yo apretaba su culo con una mano e introducía y jugueteaba con mi lengua, enloquecida con sus suspiros.
-         Vení putita, chupamela un ratito antes de  que te la meta. ¿Tomás pastilla vos?
-         No, traje preservativos
-         ¿Vos qué te pensas pelotudita? -Me pegó una cachetada- A mí me tratas de usted. Ya es la segunda vez que me tratás de vos.Y yo no me pienso poner un forro.
Lo miré asustada, pero sentía cosquillear mis pequeños pezones rosados, y cada vez mi conchita se humedecía más. Que un viejo tenga la pija así por mí me calienta un montón.
-         Sí papi, lo que usted diga. No se enoje por favor. -Pedí mirándole, realmente creyendo que era mi papi.
-         Te tengo que castigar ahora.
-         ¿Cómo me va a castigar papi? -Pregunté haciendo puchero.
-         Te voy a violar el culito pendeja, hasta que te sangre putita. Por irrespetuosa
-         El culito no papi, nunca lo hice por ahí
-         ¿No mi vida? Ay date vuelta mi amor a verte el culito virgen nenita linda.
Me di vuelta y me hizo inclinar el pecho hacia adelante, dejando expuesto mi culito para su exploración.
-         Ay mira esa conchita rosadita suave de nena mi amor.-Lamió mi clítoris en circulitos.
-         Ay papi que rico. -El viejo me estaba haciendo hasta tiritar  las piernas.
-         Y la conchita cuántos te la violaron trola de mierda? ¿La tenés usadita pendejita? Se colocó de pie detrás de mí y colocó la punta de su miembro en la entrada de mi vagina, podía sentir unos movimientos que me desestabilizaban, porque se estaba masajeando su verga.
-         Sólo estuve con mi novio papi. Y la tiene más chiquita que usted.
-         ¿Y perdiste la virginidad con él?
-         Sí. Yo estaba dormida, y él me la metió y me tocó. Me desperté pero lo dejé seguir sin moverme, y me violó la boca también, pero el culito no me lo violó.
-         Ay mi cielo te voy a estrenar yo el culito.
Me metió la verga hasta el fondo 3 veces y luego la sacó y me pegó una nalgada fuerte. Me escupió en el culo y me metió la cabeza de su miembro de una. Un dolor me invadió.
-         ¡Aaaahhh! Papi por favor siento que se me va a rajar el culito
-         ¿Aguanta mi nena, aguanta que tu papi te quiere coger este huequito cerradito, no sentís como me late la pija adentro tuyo pendeja?
Sacó la verga y la volvió a meter, y ya no dolía tanto. Cuando sintió que deslizaba comenzó a cogerme más fuerte y a masajearme con los dedos el clítoris, mis gemidos eran gritos y me imaginaba a mi hermano desesperado masturbándose en la habitación de al lado al escucharme. Nunca me lo cogería.
Pensando en mi hermano, fue que un orgasmo se apoderó de mi cuerpo. Él se percató y comenzó a cogerme más fuerte, sentí líquido en mi culo, supuse que era sangre. Me cogió hasta acabar 2 veces.
Me meó en el abdomen y la concha antes de irse. Me dijo que le quería marcar territorio a la hijita para que nadie más la toque.
 
¿Les ha gustado? Si quieren, podría publicar alguna fotitomía con alguno de sus nombres para que conozcan quien está atrás de estos relatos.
¡Un beso en la punta de sus vergas! Y Si tienen vulva, en todo el clítoris.