No dejes de pasar por mi mejor post
http://www.poringa.net/posts/imagenes/4084661/Mi-amada-esposa.html
No te vas a arrepentir!
LOS DOS ERRORES DE MI VIDA
Mi pasar era muy tranquilo, hasta aburrido, trabajaba en una empresa de distribución de licores, hacía la logística y tenía un puesto como de encargado, la paga era buena y había empezado en mis días de adolescencia como un simple repartidor.
Con los años, me había ganado un lugar, era respetado y en verdad me gustaba lo que hacía.
Llevaba unos doce años de convivencia con María Marta, mi mujer, ella era una mujer sencilla, era médica, toda una tradición familiar, como su padre, como su abuelo, muy apegada a su profesión.
Era la típica esposa que todos quieren tener, fiel, buena mujer, complaciente y digamos normal en la cama, era esa mujer que nunca te iba a cagar, pero tampoco te iba a hacer tocar el cielo con las manos
Resumiendo, buen empleo, buen matrimonio, buena paga, buena atención, y además, siendo honesto, yo era el malo de la película, es que además de todo esto, cada tanto, cuando podía, cuando se daba, me mandaba alguna de las mías, es que me gustaban demasiado las mujeres, me enloquecían las putitas ricas, pagando o no, de grandes tetas y grandes culos, esas perras que se enloquecen por una verga, que no tienen prohibiciones, que no tienen culpas, que no tienen un 'no' como respuesta, y María Marta era una buena mujer, pero nunca sería ese tipo de mujer, así que buscaba afuera lo que necesitaba para complementar lo que tenía en casa.
Toda esa perfecta armonía pareció quebrarse cuando tenía unos treinta y seis si no me equivoco, fueron unos años complicados, convulsionados, donde tuve que apagar incendios por todos lados.
María Marta se embarazó, no era una prioridad en mi vida ser padre, pero me hice a la idea rápidamente, mucha alegría, un niño!. Al fin llegó Brian, un bebé hermoso, mi bebe! pero sucedió algo que no debía suceder, nos confiamos y ella quedó embarazada nuevamente, y esta vez no fue gracioso, en especial para ella, quien estaba amamantando y se angustió demasiado, un bebé y otro en camino, era mucho y pasó de la euforia a la depresión, tuve que ser su sostén y decirle cada día 'que todo estaría bien' aunque ni yo creía esas palabras.
Laboralmente las cosas no iban mejor, tenía un nuevo jefe, un engreído veinteañero lleno de títulos bajo el brazo, con ideas revolucionarias y miles de cambios en mente, pero no tenía experiencia, jamás había gastado las zuelas de sus zapatos y las diferencias se fueron haciendo más y más notorias, discusiones, desplantes, llegó a suspenderme un par de veces como para que yo entendiera quien estaba al mando, pero o iba a doblegarme ante un mocoso estúpido y el final fue inevitable, me dejaron cesante. Arreglé una buena indemnización por los años de servicio y me marché con la frente en alto, pensando que pronto volverían por mí, porque sabía que era indispensable, nunca sucedió
María Marta había comenzado a trabajar nuevamente, y reforzó con horas extras para suplir en parte lo que yo ya no aportaba, me quedé en casa cuidando los bebes, contando con el apoyo de mi suegra, buscando un nuevo empleo, pero la situación estaba un tanto complicada, no conseguía casi nada, y las pocas opciones que disponía eran por una paga miserable, era dificil para un tipo llegando a los cuarenta conseguir empleo, no tenía manejo de pc, ni estudios, ni idiomas, ni juventud.
Le dimos muchas vueltas a la historia, aun teníamos el dinero de la indemnización marchitándose en un banco, y vimos como alternativa comprar un buen coche para ponerlo como remisse, podría trabajar en horas nocturnas, y además, eso me daría libertades para cruzarme con las mujeres que a mí me gustaban.
Así empecé a buscar oportunidades, por acá, por allá, conocidos, amigos, en la web, no podía equivocarme, debía conseguir un buen coche, y así, entre tantas consultas, crucé una por un número de whatsapp, estaba lejos del dinero que disponía, pero solo hice la prueba, no tenía nada que perder, le escribí que consultaba por el coche publicado, que me interesaba, pero si podía hacerle una oferta puesto que no llegaba con el dinero, así eran mis mensajes, un poco tirados al azar, sin mucha profundidad, solo era estar pescando un poco, sin embargo, entre tantas respuestas vacías que recibía ésta llamó mi atención
'Hola!, soy Melany, tu nombre?'
Solo me quedé con el 'Melany' y mi curiosidad me llevó a ver si tenía foto en su perfil, y fue mi primera impresión, sentada a una mesa, aparentaba ser un club, rubia teñida, con el cabello recogido su rostro se ocultaba un tanto bajo unas enormes gafas de sol, alcanzaba a notarse bajo una blusa ajustada unos pechos llamativos en tamaño, sus brazos desnudos dejaban notar algunos tatuajes y sus dedos se mostraban llenos de anillos, con las uñas pintadas en color rojo fuego.
'Perdón, soy Leandro'
Empezamos a cambiar chats, imaginé que ella también había reparado en mi foto de whatsapp, porque modestia aparte, sé que estoy por encima de la media de lo que 'hay en mercado'. La diferencia entre lo que pretendía y lo que yo ofrecía hacía imposible que llegáramos a un acuerdo pero en algún momento solo me interesaba seguir la plática.
Cuando las palabras se agotaron se despidió con un
'Chau Leandro, un beso, cuidate!'
Y esas palabras me sonaron a más que solo un contacto por una venta por un coche.
Su imagen quedó en mi mente, y quedé esperando una nueva oportunidad para abrir el chat con ella, sin tener certeza con que me encontraría.
Una semana después, volví a escribirle, le consulté si lo había vendido, y si había pensado en mi oferta, aunque solo quería volver a entablar el diálogo, me contestó que no, que aún lo tenía pero no podía bajar tanto el precio, entonces le dije
'Hagamos una cosa, vos bajas un poco, yo subo un poco, hacemos negocio y te invito a cenar, que te parece?'
Ella me mandó en respuesta algunos emoji y poco después contesto
'Leandro, Leandro, me gusta tu propuesta pero soy una mujer casada'
Y respondí de inmediato
'No importa! yo también tengo esposa'
Volvió a responder con emojis y dijo
'Hagamos una cosa, te doy mi dirección, arreglamos un horario, venis a ver el auto, y si te gusta, vemos que hacemos'
No lo dudé, seguí chateando con ella un rato más, hasta que se hizo evidente que hablábamos de ella y de mí, y que el negocio de compra venta había quedado en segundo plano, sabía de mujeres y ésta era del tipo que a mí me gustaban.
Al día siguiente la conocería y realmente era más de lo que imaginaba, Melany medía casi un metro ochenta, nuevamente con el cabello recogido, ojos azules, un rostro llamativo, un top ajustado en celeste apagado parecía comprimir sus enormes tetas, un vientre desnudo, plano y bronceado hacía resaltar el brillo de un pircing en su ombligo, y unas calzas multicolores solo dejaban notar la perfección de sus curvas, sus anchas caderas, su culo exultante
Disculpame, es que estaba haciendo ejercicios - dijo al recibirme con un beso en la mejilla
No me había equivocado, entre santas y pecadoras Melany estaría en el segundo grupo, había que ser muy perra para vestirse en esa manera y solo le di un par de vueltas al coche, porque en verdad la miraba a ella, pude notar dibujados los elásticos de una pequeña tanga perdida en su culo y sentía que me ardía la verga bajo el pantalón, ella sabía que la miraba y jugaba un perverso juego de miradas y sonrisas.
Pregunté por la documentación del coche, y como era de esperar me invitó a pasar para mostrarme la misma.
Me senté en una mesa redonda en el comedor, y solo la comí con la mirada, ella volvió y me dejó una carpeta sobre la mesa, se arrodilló en una silla contigua y puso los codos sobre la mesa, sabiendo que yo no podía ver su culo, solo lo podía imaginar, ella me miraba mientras jugaba con un mechón de cabellos en su dedo índice
Y tu esposo? el está de acuerdo con la venta? - pregunté directamente
Por supuesto, pero el volverá al atardecer - respondió encogiénose de hombros
Y vos está sola todo el día? - volví a disparar
Si, siempre sola y aburrida - dijo levantando la apuesta
Qué tonto, yo no me desprendería ni un segundo de terrible mujer! - ya dije sin quitarle la mirada
Si? y porqué no lo harías? - ya con cara de puta
No se, imagino que cualquiera buscaría un pretexto para estar donde yo estoy ahora
No hubieron mas palabras, nuestros labios se encontraron, su lengua me invadió y la arrastré a mi lado, tenía la verga dura bejo el pantalón, entonces me separó y preguntó
Te gusto? queres cogerme? te caliento?
Me gustan las putas como vos - respondí muy seguro
Vení, vamos al cuarto!
Hizo que la siguiera, rodamos sobre la cama, me llené las manos con sus curvas, apreté sus tetas, levanté el top, noté que eran operadas, duras, macizas, con un blanco perfecto y llamativo donde las cubria el traje de baño en sus días bajo el sol, los pezones eran puntiagudos, ricos, ásperos, lamí uno, el otro, ambos la besé. Mis manos se habían colado bajo la calza para acariciar sus nalgas desnudas, una colaléss diminuta se interponía entre mis dedos y su sexo, la tiré con fuerza haciéndola crugir sus costuras, ella esbozó un gesto de placer y volvió a apartarse, se incorporó y terminó de desnudarse, dio una vuelta sobre si misma y me preguntó si me gustaba lo que veía, su culo era perfecto, apenas unas líneas blancas delgadas marcaban su traje de baño, su concha estaba completamente depilada, sus piernas eran sencillamente perfectas y no daba crédito de lo afortunado que era en ese momento.
Volvió a abalanzarse sobre mi, parecía endemoniada, se sentó sobre mi rostro, con una pierna a cada lado de mi cabeza, apretó su sexo en mi boca, me tomó de los cabellos y con tono de orden dijo
Dale, chupame toda la concha! tomate todos mis jugos, me calentas un montón!
Ella solo empezó a mecerse sobre mi, a gemir, a gritar, son conchita estaba suave, sus labios eran gordos y sabia a mar, me encantó su sabor y notar lo mojada que estaba, como gozaba, como gesticulaba, solo me prendí en su clítoris y noté que llegaría rápidamente, se acariciaba los pezones y gritaba cosas como 'quiero tu verga' 'quiero que me cojas!' y solo seguimos hasta que logró su objetivo.
Bajó con premura, aun yo tenía mi pantalón y mi ropa interior, toscamanete, lo indispensable para liberar mi pija y solo empezó a cabalgarme con furia, gimiendo, gritando, los chirridos de la cama eran testigo de la energía que tenía, me aferraba por las muñecas, me mordía el cuello, el pecho, apretaba su pubis contra el mio, me metía las tetas en la boca
Acariciame el culo! me calienta que me acaricien el culo!
Solo daba órdenes, me encantaba, era todo pasión, mis dedos tocaron mi pija entrando y saliendo, estaba empapada, los llevé a su culito y noté cuan dilatado estaba, ella volvió a la carga.
Dale puto! que esperás? meteme los dedos en el culo!
Solo avancé, simulé una doble penetración cogiéndola al tiempo que mis dedos índice, mayor y anular se habían perdido por su recto, ella solo gritaba mas y mas, me clavaba las uñas en el pecho, parecía no tener paz, volvió a la carga
Ya te abrí las puertas del cielo, ahora quiero que abras las del infierno!
Tomé la indirecta y tomé el dominio del juego, la puse en cuatro, fui por detrás y se la metí de golpe y sin esfuerzo por atrás, hasta el fondo, empecé a moverme, ella gritaba mas y mas, y su vocabulario me llevaba al borde del abismo
Dale papi! rompeme el culo, dejámelo todo abierto! dale! dale!
No se como explicarlo en palabras, pero era perfecta, no solo era un tema físico, porque tenía un cuerpo escultural, sinó también la forma en que lo hacía, como le gustaba, y como usaba esas palabras tan calientes que me martillaban los oídos, que me enloquecía y me llevaban al borde del orgasmo que a esa altura ya se me hacía imposible de retener
Pará! para! - volvió a ordenar - quiro que me acabes en la boca, dejamé chupártela!
Solo me recosté un poco, ella vino entre mis piernas, viéndome directamente a los ojos, hipnotizándome con la profundidad de sus ojos azules, interponiendo entre nosotros solo mi verga dura, solo la miraba y la dejaba hacer, engolosinada, perdida, besándome la pija, pasando su lengua por mi glande desnudo
Qué grandota que la tenes! me encanta papi!
Era demasiado, me sentí venir y ella lo notó, solo hizo más lentos sus movimientos, y más, y más, sentí que mi corazón se detenía en ese instante, abrió bien sus labios para asegurarse que viera con exactitud lo que sucedía, un fuerte disparo saltó directo a su garganta, y otro y otro más, con fuerza, su boca empezó a llenarse con mis jugos y ella empezó a saborearlo y no pudo con tanto, solo empezó a chorrear por su pera y por su cuello, incluso caía sobre mi propio vientre, hasta que ya no hubo más que sacar
Melany se quedó jugando con mi semen en su boca, en verdad la idea era que yo me calentara con lo que hacía, al final cerró sus labios y tragó todo.
Papi, me mataste! qué manera de acabar...
Aun estaba en recuperándome cuando sentimos un coche detenerse en la calle, ella miró por la ventana y fue típico
Mi marido!!!!
Dios mío, en las cosas en que me metía! creo que nunca me había cambiado tan rápido en mi vida! ella hizo lo propio y en un abrir y cerrar de ojos estábamos nuevamente en el comedor, el tipo tenía la paz del mundo, aún estaba en su coche dando vueltas, ella se arregló un poco, se puso desodorante, y simulamos un encuentro comercial. Cuando se abrió la puerta, se asomó un tipo que parecía su padre, encorvado, mucho más bajo que ella, de lentes, vestido en forma impecable, ella se acercó y le dijo
Mi amor! el señor estaba viendo los papeles del coche, es posible que lo compre!
Y le dio un beso terrible en la boca, con la misma boca que hacía segundos había jugado con mi leche caliente, me moría por dentro y sentía transpirar. Su esposo me miró y me hizo un gesto seco con la mirada, dejándome ver un genio agrio y mostrando apatía por lo que ella le contaba. Me di cuenta lo que sucedía, un matrimonio por conveniencia, él ponía dinero, ella sus curvas, también noté que ella como yo, era infiel por naturaleza y que el tipo sospechaba que en verdad había una parte de la historia que ocultábamos.
Apenas pude, me desembaracé de ese momento y quedamos en seguir negociando
Por la noche, busqué contactarla por WhatsApp
Estás loca? no dijiste que llegaría por la noche?
Es que... si hubieras sabido no me hubieras cogido, y yo tenía unas ganas locas de que metieras tu verga!
Y agregó más emojis, como enojarme? cómo hacerlo?
Pasaron los días, nunca compre el coche, pero Melany se transformó en mi amante, fue una droga, su sexo era perfecto, como lo hacía, sus palabras provocativas, su libertad, sus curvas, su piel, su desinhibición, las fotos con que me inundaba el celular hubieran hecho sonrojar al mismo demonio, la forma en que me pedía que la cogiera, que extrañaba mi verga, Melany, Melany. Cometí el primer error de mi vida, me enamoré de ella...
Es que yo tenía esposa, un niño y una niña, yo tenía una relación con María Marta, una mujer normal en un mundo normal.
La vida de Melany con su esposo fue de mal en peor, un matrimonio de mentiras y engaños, de mutuas infidelidades, no había futuro ahí, rompieron y ella fue una mujer libre.
Por cinco años mantuvimos un amor clandestino, pero ella ya no se conformaba con ser parte de mi historia, comenzó a arrinconarme, a ponerme entre la espada y la pared, quería que dejara a mi esposa y empezáramos una vida juntos, ya no quería vivir en las sombras, y como yo nunca me decidiría, me dio un ultimátum, se marchaba de la ciudad, para siempre, tendría que elegir, y no habría retorno, era una promesa.
Yo estaba perdido por esa mujer, pero también estaba María Marta quien permanecía ajena a todo, me hubiera partido el corazón dejarla, ella me daba mucha lastima, miraba los rostros alegres de Brian y la pequeña Dulce, mi princesa, no podía abandonarlos, no, no podía...
Tuve que poner en la balanza, por un lado mi esposa, mis hijos, mi familia, en una vida clásica, aburrida, sin demasiados sobresaltos, por el otro, la montaña rusa que me proponía mi amante, desenfreno, locura, sexo, mucho sexo.
Cometería el segundo error de mi vida, decirle adiós a Melany, dejarla partir...
No supe más de ella, de lo mejor que me había pasado en la vida, cambió su número, se cerraron todas las puertas, la extraño, la extraño demasiado...
A veces en noches calmas de verano, me gusta salir al patio de casa con una lata de cerveza, en soledad, a mirar las estrellas en el negro firmamento, tratando de encontrar en esa paz el rostro de Melany.
A veces María Marta viene a mi lado, se acurruca y me dice
Me gustaría saber que estás pensando... - descansando su cabeza en mi hombro
Nada, no pienso en nada - respondo mientras suspiro resignado
Si te gustó esta historia puedes escribirme con título 'LOS DOS ERRORES DE MI VIDA' a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir!
LOS DOS ERRORES DE MI VIDA
Mi pasar era muy tranquilo, hasta aburrido, trabajaba en una empresa de distribución de licores, hacía la logística y tenía un puesto como de encargado, la paga era buena y había empezado en mis días de adolescencia como un simple repartidor.
Con los años, me había ganado un lugar, era respetado y en verdad me gustaba lo que hacía.
Llevaba unos doce años de convivencia con María Marta, mi mujer, ella era una mujer sencilla, era médica, toda una tradición familiar, como su padre, como su abuelo, muy apegada a su profesión.
Era la típica esposa que todos quieren tener, fiel, buena mujer, complaciente y digamos normal en la cama, era esa mujer que nunca te iba a cagar, pero tampoco te iba a hacer tocar el cielo con las manos
Resumiendo, buen empleo, buen matrimonio, buena paga, buena atención, y además, siendo honesto, yo era el malo de la película, es que además de todo esto, cada tanto, cuando podía, cuando se daba, me mandaba alguna de las mías, es que me gustaban demasiado las mujeres, me enloquecían las putitas ricas, pagando o no, de grandes tetas y grandes culos, esas perras que se enloquecen por una verga, que no tienen prohibiciones, que no tienen culpas, que no tienen un 'no' como respuesta, y María Marta era una buena mujer, pero nunca sería ese tipo de mujer, así que buscaba afuera lo que necesitaba para complementar lo que tenía en casa.
Toda esa perfecta armonía pareció quebrarse cuando tenía unos treinta y seis si no me equivoco, fueron unos años complicados, convulsionados, donde tuve que apagar incendios por todos lados.
María Marta se embarazó, no era una prioridad en mi vida ser padre, pero me hice a la idea rápidamente, mucha alegría, un niño!. Al fin llegó Brian, un bebé hermoso, mi bebe! pero sucedió algo que no debía suceder, nos confiamos y ella quedó embarazada nuevamente, y esta vez no fue gracioso, en especial para ella, quien estaba amamantando y se angustió demasiado, un bebé y otro en camino, era mucho y pasó de la euforia a la depresión, tuve que ser su sostén y decirle cada día 'que todo estaría bien' aunque ni yo creía esas palabras.
Laboralmente las cosas no iban mejor, tenía un nuevo jefe, un engreído veinteañero lleno de títulos bajo el brazo, con ideas revolucionarias y miles de cambios en mente, pero no tenía experiencia, jamás había gastado las zuelas de sus zapatos y las diferencias se fueron haciendo más y más notorias, discusiones, desplantes, llegó a suspenderme un par de veces como para que yo entendiera quien estaba al mando, pero o iba a doblegarme ante un mocoso estúpido y el final fue inevitable, me dejaron cesante. Arreglé una buena indemnización por los años de servicio y me marché con la frente en alto, pensando que pronto volverían por mí, porque sabía que era indispensable, nunca sucedió
María Marta había comenzado a trabajar nuevamente, y reforzó con horas extras para suplir en parte lo que yo ya no aportaba, me quedé en casa cuidando los bebes, contando con el apoyo de mi suegra, buscando un nuevo empleo, pero la situación estaba un tanto complicada, no conseguía casi nada, y las pocas opciones que disponía eran por una paga miserable, era dificil para un tipo llegando a los cuarenta conseguir empleo, no tenía manejo de pc, ni estudios, ni idiomas, ni juventud.
Le dimos muchas vueltas a la historia, aun teníamos el dinero de la indemnización marchitándose en un banco, y vimos como alternativa comprar un buen coche para ponerlo como remisse, podría trabajar en horas nocturnas, y además, eso me daría libertades para cruzarme con las mujeres que a mí me gustaban.
Así empecé a buscar oportunidades, por acá, por allá, conocidos, amigos, en la web, no podía equivocarme, debía conseguir un buen coche, y así, entre tantas consultas, crucé una por un número de whatsapp, estaba lejos del dinero que disponía, pero solo hice la prueba, no tenía nada que perder, le escribí que consultaba por el coche publicado, que me interesaba, pero si podía hacerle una oferta puesto que no llegaba con el dinero, así eran mis mensajes, un poco tirados al azar, sin mucha profundidad, solo era estar pescando un poco, sin embargo, entre tantas respuestas vacías que recibía ésta llamó mi atención
'Hola!, soy Melany, tu nombre?'
Solo me quedé con el 'Melany' y mi curiosidad me llevó a ver si tenía foto en su perfil, y fue mi primera impresión, sentada a una mesa, aparentaba ser un club, rubia teñida, con el cabello recogido su rostro se ocultaba un tanto bajo unas enormes gafas de sol, alcanzaba a notarse bajo una blusa ajustada unos pechos llamativos en tamaño, sus brazos desnudos dejaban notar algunos tatuajes y sus dedos se mostraban llenos de anillos, con las uñas pintadas en color rojo fuego.
'Perdón, soy Leandro'
Empezamos a cambiar chats, imaginé que ella también había reparado en mi foto de whatsapp, porque modestia aparte, sé que estoy por encima de la media de lo que 'hay en mercado'. La diferencia entre lo que pretendía y lo que yo ofrecía hacía imposible que llegáramos a un acuerdo pero en algún momento solo me interesaba seguir la plática.
Cuando las palabras se agotaron se despidió con un
'Chau Leandro, un beso, cuidate!'
Y esas palabras me sonaron a más que solo un contacto por una venta por un coche.
Su imagen quedó en mi mente, y quedé esperando una nueva oportunidad para abrir el chat con ella, sin tener certeza con que me encontraría.
Una semana después, volví a escribirle, le consulté si lo había vendido, y si había pensado en mi oferta, aunque solo quería volver a entablar el diálogo, me contestó que no, que aún lo tenía pero no podía bajar tanto el precio, entonces le dije
'Hagamos una cosa, vos bajas un poco, yo subo un poco, hacemos negocio y te invito a cenar, que te parece?'
Ella me mandó en respuesta algunos emoji y poco después contesto
'Leandro, Leandro, me gusta tu propuesta pero soy una mujer casada'
Y respondí de inmediato
'No importa! yo también tengo esposa'
Volvió a responder con emojis y dijo
'Hagamos una cosa, te doy mi dirección, arreglamos un horario, venis a ver el auto, y si te gusta, vemos que hacemos'
No lo dudé, seguí chateando con ella un rato más, hasta que se hizo evidente que hablábamos de ella y de mí, y que el negocio de compra venta había quedado en segundo plano, sabía de mujeres y ésta era del tipo que a mí me gustaban.
Al día siguiente la conocería y realmente era más de lo que imaginaba, Melany medía casi un metro ochenta, nuevamente con el cabello recogido, ojos azules, un rostro llamativo, un top ajustado en celeste apagado parecía comprimir sus enormes tetas, un vientre desnudo, plano y bronceado hacía resaltar el brillo de un pircing en su ombligo, y unas calzas multicolores solo dejaban notar la perfección de sus curvas, sus anchas caderas, su culo exultante
Disculpame, es que estaba haciendo ejercicios - dijo al recibirme con un beso en la mejilla
No me había equivocado, entre santas y pecadoras Melany estaría en el segundo grupo, había que ser muy perra para vestirse en esa manera y solo le di un par de vueltas al coche, porque en verdad la miraba a ella, pude notar dibujados los elásticos de una pequeña tanga perdida en su culo y sentía que me ardía la verga bajo el pantalón, ella sabía que la miraba y jugaba un perverso juego de miradas y sonrisas.
Pregunté por la documentación del coche, y como era de esperar me invitó a pasar para mostrarme la misma.
Me senté en una mesa redonda en el comedor, y solo la comí con la mirada, ella volvió y me dejó una carpeta sobre la mesa, se arrodilló en una silla contigua y puso los codos sobre la mesa, sabiendo que yo no podía ver su culo, solo lo podía imaginar, ella me miraba mientras jugaba con un mechón de cabellos en su dedo índice
Y tu esposo? el está de acuerdo con la venta? - pregunté directamente
Por supuesto, pero el volverá al atardecer - respondió encogiénose de hombros
Y vos está sola todo el día? - volví a disparar
Si, siempre sola y aburrida - dijo levantando la apuesta
Qué tonto, yo no me desprendería ni un segundo de terrible mujer! - ya dije sin quitarle la mirada
Si? y porqué no lo harías? - ya con cara de puta
No se, imagino que cualquiera buscaría un pretexto para estar donde yo estoy ahora
No hubieron mas palabras, nuestros labios se encontraron, su lengua me invadió y la arrastré a mi lado, tenía la verga dura bejo el pantalón, entonces me separó y preguntó
Te gusto? queres cogerme? te caliento?
Me gustan las putas como vos - respondí muy seguro
Vení, vamos al cuarto!
Hizo que la siguiera, rodamos sobre la cama, me llené las manos con sus curvas, apreté sus tetas, levanté el top, noté que eran operadas, duras, macizas, con un blanco perfecto y llamativo donde las cubria el traje de baño en sus días bajo el sol, los pezones eran puntiagudos, ricos, ásperos, lamí uno, el otro, ambos la besé. Mis manos se habían colado bajo la calza para acariciar sus nalgas desnudas, una colaléss diminuta se interponía entre mis dedos y su sexo, la tiré con fuerza haciéndola crugir sus costuras, ella esbozó un gesto de placer y volvió a apartarse, se incorporó y terminó de desnudarse, dio una vuelta sobre si misma y me preguntó si me gustaba lo que veía, su culo era perfecto, apenas unas líneas blancas delgadas marcaban su traje de baño, su concha estaba completamente depilada, sus piernas eran sencillamente perfectas y no daba crédito de lo afortunado que era en ese momento.
Volvió a abalanzarse sobre mi, parecía endemoniada, se sentó sobre mi rostro, con una pierna a cada lado de mi cabeza, apretó su sexo en mi boca, me tomó de los cabellos y con tono de orden dijo
Dale, chupame toda la concha! tomate todos mis jugos, me calentas un montón!
Ella solo empezó a mecerse sobre mi, a gemir, a gritar, son conchita estaba suave, sus labios eran gordos y sabia a mar, me encantó su sabor y notar lo mojada que estaba, como gozaba, como gesticulaba, solo me prendí en su clítoris y noté que llegaría rápidamente, se acariciaba los pezones y gritaba cosas como 'quiero tu verga' 'quiero que me cojas!' y solo seguimos hasta que logró su objetivo.
Bajó con premura, aun yo tenía mi pantalón y mi ropa interior, toscamanete, lo indispensable para liberar mi pija y solo empezó a cabalgarme con furia, gimiendo, gritando, los chirridos de la cama eran testigo de la energía que tenía, me aferraba por las muñecas, me mordía el cuello, el pecho, apretaba su pubis contra el mio, me metía las tetas en la boca
Acariciame el culo! me calienta que me acaricien el culo!
Solo daba órdenes, me encantaba, era todo pasión, mis dedos tocaron mi pija entrando y saliendo, estaba empapada, los llevé a su culito y noté cuan dilatado estaba, ella volvió a la carga.
Dale puto! que esperás? meteme los dedos en el culo!
Solo avancé, simulé una doble penetración cogiéndola al tiempo que mis dedos índice, mayor y anular se habían perdido por su recto, ella solo gritaba mas y mas, me clavaba las uñas en el pecho, parecía no tener paz, volvió a la carga
Ya te abrí las puertas del cielo, ahora quiero que abras las del infierno!
Tomé la indirecta y tomé el dominio del juego, la puse en cuatro, fui por detrás y se la metí de golpe y sin esfuerzo por atrás, hasta el fondo, empecé a moverme, ella gritaba mas y mas, y su vocabulario me llevaba al borde del abismo
Dale papi! rompeme el culo, dejámelo todo abierto! dale! dale!
No se como explicarlo en palabras, pero era perfecta, no solo era un tema físico, porque tenía un cuerpo escultural, sinó también la forma en que lo hacía, como le gustaba, y como usaba esas palabras tan calientes que me martillaban los oídos, que me enloquecía y me llevaban al borde del orgasmo que a esa altura ya se me hacía imposible de retener
Pará! para! - volvió a ordenar - quiro que me acabes en la boca, dejamé chupártela!
Solo me recosté un poco, ella vino entre mis piernas, viéndome directamente a los ojos, hipnotizándome con la profundidad de sus ojos azules, interponiendo entre nosotros solo mi verga dura, solo la miraba y la dejaba hacer, engolosinada, perdida, besándome la pija, pasando su lengua por mi glande desnudo
Qué grandota que la tenes! me encanta papi!
Era demasiado, me sentí venir y ella lo notó, solo hizo más lentos sus movimientos, y más, y más, sentí que mi corazón se detenía en ese instante, abrió bien sus labios para asegurarse que viera con exactitud lo que sucedía, un fuerte disparo saltó directo a su garganta, y otro y otro más, con fuerza, su boca empezó a llenarse con mis jugos y ella empezó a saborearlo y no pudo con tanto, solo empezó a chorrear por su pera y por su cuello, incluso caía sobre mi propio vientre, hasta que ya no hubo más que sacar
Melany se quedó jugando con mi semen en su boca, en verdad la idea era que yo me calentara con lo que hacía, al final cerró sus labios y tragó todo.
Papi, me mataste! qué manera de acabar...
Aun estaba en recuperándome cuando sentimos un coche detenerse en la calle, ella miró por la ventana y fue típico
Mi marido!!!!
Dios mío, en las cosas en que me metía! creo que nunca me había cambiado tan rápido en mi vida! ella hizo lo propio y en un abrir y cerrar de ojos estábamos nuevamente en el comedor, el tipo tenía la paz del mundo, aún estaba en su coche dando vueltas, ella se arregló un poco, se puso desodorante, y simulamos un encuentro comercial. Cuando se abrió la puerta, se asomó un tipo que parecía su padre, encorvado, mucho más bajo que ella, de lentes, vestido en forma impecable, ella se acercó y le dijo
Mi amor! el señor estaba viendo los papeles del coche, es posible que lo compre!
Y le dio un beso terrible en la boca, con la misma boca que hacía segundos había jugado con mi leche caliente, me moría por dentro y sentía transpirar. Su esposo me miró y me hizo un gesto seco con la mirada, dejándome ver un genio agrio y mostrando apatía por lo que ella le contaba. Me di cuenta lo que sucedía, un matrimonio por conveniencia, él ponía dinero, ella sus curvas, también noté que ella como yo, era infiel por naturaleza y que el tipo sospechaba que en verdad había una parte de la historia que ocultábamos.
Apenas pude, me desembaracé de ese momento y quedamos en seguir negociando
Por la noche, busqué contactarla por WhatsApp
Estás loca? no dijiste que llegaría por la noche?
Es que... si hubieras sabido no me hubieras cogido, y yo tenía unas ganas locas de que metieras tu verga!
Y agregó más emojis, como enojarme? cómo hacerlo?
Pasaron los días, nunca compre el coche, pero Melany se transformó en mi amante, fue una droga, su sexo era perfecto, como lo hacía, sus palabras provocativas, su libertad, sus curvas, su piel, su desinhibición, las fotos con que me inundaba el celular hubieran hecho sonrojar al mismo demonio, la forma en que me pedía que la cogiera, que extrañaba mi verga, Melany, Melany. Cometí el primer error de mi vida, me enamoré de ella...
Es que yo tenía esposa, un niño y una niña, yo tenía una relación con María Marta, una mujer normal en un mundo normal.
La vida de Melany con su esposo fue de mal en peor, un matrimonio de mentiras y engaños, de mutuas infidelidades, no había futuro ahí, rompieron y ella fue una mujer libre.
Por cinco años mantuvimos un amor clandestino, pero ella ya no se conformaba con ser parte de mi historia, comenzó a arrinconarme, a ponerme entre la espada y la pared, quería que dejara a mi esposa y empezáramos una vida juntos, ya no quería vivir en las sombras, y como yo nunca me decidiría, me dio un ultimátum, se marchaba de la ciudad, para siempre, tendría que elegir, y no habría retorno, era una promesa.
Yo estaba perdido por esa mujer, pero también estaba María Marta quien permanecía ajena a todo, me hubiera partido el corazón dejarla, ella me daba mucha lastima, miraba los rostros alegres de Brian y la pequeña Dulce, mi princesa, no podía abandonarlos, no, no podía...
Tuve que poner en la balanza, por un lado mi esposa, mis hijos, mi familia, en una vida clásica, aburrida, sin demasiados sobresaltos, por el otro, la montaña rusa que me proponía mi amante, desenfreno, locura, sexo, mucho sexo.
Cometería el segundo error de mi vida, decirle adiós a Melany, dejarla partir...
No supe más de ella, de lo mejor que me había pasado en la vida, cambió su número, se cerraron todas las puertas, la extraño, la extraño demasiado...
A veces en noches calmas de verano, me gusta salir al patio de casa con una lata de cerveza, en soledad, a mirar las estrellas en el negro firmamento, tratando de encontrar en esa paz el rostro de Melany.
A veces María Marta viene a mi lado, se acurruca y me dice
Me gustaría saber que estás pensando... - descansando su cabeza en mi hombro
Nada, no pienso en nada - respondo mientras suspiro resignado
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