ACLARACIÓN: lo escrito en este relato me fue transmitido por otro usuario de P! Yo solo me encargué de darle la forma y completarlo. Disfruten.
Pasaron como 2 meses hasta que pude volver a ver a Tefy. Era una ocasión única, mi hija y mi mujer se iban a pasar el día a lo de sus padres. Yo me quedaba con la excusa de que tenía trabajo atrasado y lo iba a hacer en casa.
- Ay papá! Vos solo trabajás un domingo!
- No es así hija. Somos muchos los que usamos el domingo para ponernos al día.
- Chau amor. Te arreglás solo entonces?
- Sí amor! Chau, denles saludos a tus padres!
En cuanto se fueron le escribí a Tefy. Ya habíamos quedado en que viniera a casa este día. Solo faltaba confirmar la hora.
"Ya se fueron. Vení cuando quieras"
"Llego en 1 hr. Esperame papi"
Pasado el tiempo, que aproveché para poner ambiente, llegó mi diosa. Estaba divina, con solo una pollerita corta y una remera blanca que resalaba sus tetas.
No perdimos tiempo y en cuestión de minutos ya le había levantado la remera y le chupaba las tetas. Yo llevaba un jogging y ella ya estaba metiendo mano en mi pija.
- Me vas a hacer lo mismo que la última vez papi?
- Claro que sí mi reina! Te voy a comer toda!
- Vine lista para vos!
Se sentó en el sillón y levantó las piernas. Debajo de la pollera no tenía nada!
Me arrodillé y me zambullí de cabeza a lamer esa conchita apretada.
- Aay sí papitooo!
Me agarró de los pelos y no me soltó hasta que acabó en mi boca. No gemía, gritaba. Sus jugos chorrearon por toda mi cara.
- Aahhhh... Me encanta que me hagas acabar! Sos el único papi que me hace acabar!
- Pobrecita! Con lo rica que sos! Es un crimen! Sabés? Hoy vamos a hacer algo distinto!
Me desnudé y me acosté en el sillón, quedando en un 69. Tenía una vista privilegiada de sus hoyitos ricos!
Tefy se puso a chupármela con más ganas que nunca, seguramente agradecida por lo que le había hecho. Yo no me quedé atrás y mientras le lamía suavemente su clítoris, le empezaba a meter un dedo en su culito.
Me detuve ante una idea genial. Me levanté y le dije que iba a buscar algo. Volví con un pedazo de manteca.
- Ponete en 4 mi amor!
- Me vas a cocinar la cola con eso? Jaja
- Y me la voy a comer toda! Jaja
Unté su agujero y un dedo y se lo metí todo.
- Aaaayy papiiii! Me vas a volver loquita!
Enseguida pude meter un segundo dedo. Le pajeaba la cola lento y le chupaba la concha. Ella gozaba y se mojaba. A mí me explotaba la pija. No aguantaba más. Había un acuerdo de no penetración, pero en ese momento lo olvidé. La agarré de las nalgas con una mano, apunté mi pija con la otra y metí la punta.
- Nooo. Sacala! Papi!
- Perdón! No me aguanté más!
- No se puede! No tomo pastillas ni nada. Además, soy virgen de ahí!
- Qué?? En serio? Como "de ahí"?
- Que si me la querés poner va a tener que ser por otro lado!
Así como estábamos, movió su cola, haciéndome entender. Mi erección aumentó su dureza.
- Desde ya mi reina!
Apoyé la cabeza en su ojete, todo dilatado y enmantecado. Empujé un poco y entró casi la mitad.
- Aaay papiiii! Que gruesa la tenés! Se bueno conmigo!
- Por vos me convierto en un angelito!
Yo temblaba de la emoción de cogerme un culito de esa edad, tan firme y apretado y redondo y delicioso!
Poco a poco sacaba y metía un poco más. Ella temblaba de la cogida lenta pero profunda que le empezaba a dar.
- Aah aahh ahh... Papi dame más duro que acabo!
Aceleré un poco y se deshizo en grititos y gemidos. Su concha goteaba y mi pija se clavaba hasta el fondo. Era el mejor sexo de mi vida!
- Aahhhh... No la aguanto más! Sacala y dame la leche.
Se acostó boca arriba y sacó la lengua. Me pajeé unos segundos nada más y solté todo en su cara. Algo entró a su boca. Me desplomé a su lado, totalmente satisfecho.
- Está contento el papu conmigo?
- Muuuuy contento!
- Me alegro! Esto te va a salir caro!
Me salió muy caro ese polvo. Limpié todo. Ella se duchó y se fue. Luego, mientras me duchaba yo pensaba que jamás podría repetir eso sin que mi mujer se diera cuenta. Pero quien me quita lo bailado?
Además... Mi hija tiene otra amiguitas...
Fin.
Pasaron como 2 meses hasta que pude volver a ver a Tefy. Era una ocasión única, mi hija y mi mujer se iban a pasar el día a lo de sus padres. Yo me quedaba con la excusa de que tenía trabajo atrasado y lo iba a hacer en casa.
- Ay papá! Vos solo trabajás un domingo!
- No es así hija. Somos muchos los que usamos el domingo para ponernos al día.
- Chau amor. Te arreglás solo entonces?
- Sí amor! Chau, denles saludos a tus padres!
En cuanto se fueron le escribí a Tefy. Ya habíamos quedado en que viniera a casa este día. Solo faltaba confirmar la hora.
"Ya se fueron. Vení cuando quieras"
"Llego en 1 hr. Esperame papi"
Pasado el tiempo, que aproveché para poner ambiente, llegó mi diosa. Estaba divina, con solo una pollerita corta y una remera blanca que resalaba sus tetas.
No perdimos tiempo y en cuestión de minutos ya le había levantado la remera y le chupaba las tetas. Yo llevaba un jogging y ella ya estaba metiendo mano en mi pija.
- Me vas a hacer lo mismo que la última vez papi?
- Claro que sí mi reina! Te voy a comer toda!
- Vine lista para vos!
Se sentó en el sillón y levantó las piernas. Debajo de la pollera no tenía nada!
Me arrodillé y me zambullí de cabeza a lamer esa conchita apretada.
- Aay sí papitooo!
Me agarró de los pelos y no me soltó hasta que acabó en mi boca. No gemía, gritaba. Sus jugos chorrearon por toda mi cara.
- Aahhhh... Me encanta que me hagas acabar! Sos el único papi que me hace acabar!
- Pobrecita! Con lo rica que sos! Es un crimen! Sabés? Hoy vamos a hacer algo distinto!
Me desnudé y me acosté en el sillón, quedando en un 69. Tenía una vista privilegiada de sus hoyitos ricos!
Tefy se puso a chupármela con más ganas que nunca, seguramente agradecida por lo que le había hecho. Yo no me quedé atrás y mientras le lamía suavemente su clítoris, le empezaba a meter un dedo en su culito.
Me detuve ante una idea genial. Me levanté y le dije que iba a buscar algo. Volví con un pedazo de manteca.
- Ponete en 4 mi amor!
- Me vas a cocinar la cola con eso? Jaja
- Y me la voy a comer toda! Jaja
Unté su agujero y un dedo y se lo metí todo.
- Aaaayy papiiii! Me vas a volver loquita!
Enseguida pude meter un segundo dedo. Le pajeaba la cola lento y le chupaba la concha. Ella gozaba y se mojaba. A mí me explotaba la pija. No aguantaba más. Había un acuerdo de no penetración, pero en ese momento lo olvidé. La agarré de las nalgas con una mano, apunté mi pija con la otra y metí la punta.
- Nooo. Sacala! Papi!
- Perdón! No me aguanté más!
- No se puede! No tomo pastillas ni nada. Además, soy virgen de ahí!
- Qué?? En serio? Como "de ahí"?
- Que si me la querés poner va a tener que ser por otro lado!
Así como estábamos, movió su cola, haciéndome entender. Mi erección aumentó su dureza.
- Desde ya mi reina!
Apoyé la cabeza en su ojete, todo dilatado y enmantecado. Empujé un poco y entró casi la mitad.
- Aaay papiiii! Que gruesa la tenés! Se bueno conmigo!
- Por vos me convierto en un angelito!
Yo temblaba de la emoción de cogerme un culito de esa edad, tan firme y apretado y redondo y delicioso!
Poco a poco sacaba y metía un poco más. Ella temblaba de la cogida lenta pero profunda que le empezaba a dar.
- Aah aahh ahh... Papi dame más duro que acabo!
Aceleré un poco y se deshizo en grititos y gemidos. Su concha goteaba y mi pija se clavaba hasta el fondo. Era el mejor sexo de mi vida!
- Aahhhh... No la aguanto más! Sacala y dame la leche.
Se acostó boca arriba y sacó la lengua. Me pajeé unos segundos nada más y solté todo en su cara. Algo entró a su boca. Me desplomé a su lado, totalmente satisfecho.
- Está contento el papu conmigo?
- Muuuuy contento!
- Me alegro! Esto te va a salir caro!
Me salió muy caro ese polvo. Limpié todo. Ella se duchó y se fue. Luego, mientras me duchaba yo pensaba que jamás podría repetir eso sin que mi mujer se diera cuenta. Pero quien me quita lo bailado?
Además... Mi hija tiene otra amiguitas...
Fin.
3 comentarios - Las amigas de mi hija 2