You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Las Amigas de mi Vieja: Cecilia.

Buenas. Hagamos resumen rapidón. Mi vieja, muy buena mina.Se rodea de amigas adineradas y muy sexys. Yo de nene, caliente con todas.

Volvamos unos años hacia atrás, a cuando yo era un adolescente. Un pendejo queiba con la verga gomosa por todos lados. Eran los años donde mis hormonasestaban a síndrome de bipolaridad, culo que viera era un “Uh que pena, me voy atener que pajear otra vez”. Tenia 17 años y ya había madurado bastante, podía casicompletar una barba, tenía voz grave de adulto, no esa voz de adolescente queparece un clarinete desafinado. Y ya tenia mi pija de 20cm pero mas que nada gorda.

Mi vieja cumplía años, todas sus amigas habían venido a casa por la ocasión ymi vieja me había pedido que me vistiera lindo. Supongo que era porque comotoda madre, le gusta presumir a las amigas sus hijos. Nose, algo que nunca voya entender. Jamás se me ocurriría estar en una noche de póker con los pibespedirle a mi nena que se vista linda para mostrársela todos lo borrachospajeros esos. Ya me ha pasado que alguno de mis amigos le mira el orto de actoreflejo y yo me le quedo mirando fijo a los ojos con cara de, “Miras de nuevo yte corto los huevos con la tijera de podar”. Pero nada, las madres sondiferentes a los padres y eso es lo que lo hace interesante, supongo.

Yo estaba en mi cuarto, dándole matraca en la cama a una revista Hombre deEvangelina Anderson, en esas épocas internet no era lo que es hoy. No había Pornhub,ni xvideos, etc. Si mal no recuerdo si existían ciertas paginas de imágenes comoLechecaliente o Notiblog (este me parece que es un poco posterior). Al estar enmi cuarto con la puerta cerrada le daba con furia con tapándome con la frazadapor el frio. Podía escuchar las carcajadas de esas señoras y sus voces mesumaban al morbo, me las imaginaba cabalgando mi verga con esas voces. Depronto, la puerta de mi cuarto se abre, revista debajo de la sabana, posición de“no estoy haciendo nada sospechoso” que te delata mas. Entra mi vieja…

Pone cara de que no sabe lo que estaba pasando, ya que yo estaba en bolas en lacama con los brazos cruzados mirando al techo a las 12 del mediodía.

Vieja: P! ¡¿Todavía en la cama?! Una cosa te pedí, y ni siquiera eso podéshacer??! Ya te saco de la cama.

Yo: No no no! Esta bien, ya me baño! (Estaba con la chota hasta la entrada del estómagotodavia).

Vieja(Con cara triunfante): Dale apúrate nene, ponete ropa linda y veni asaludar.

Mi vieja era bastante soreta, cuando se fue dejo la puerta abierta, como diciéndome,no te voy a dejar que sigas. Y pude escuchar que decía algo a las amigas ytodas se reían a carcajadas.

Avergonzado cruce del cuarto al baño en bolas, la pija me reboto como un tamborcontra el estomago. Prendí el agua y me empecé a bañar. Sabia que con toda laleche que tenia acumulada no se me iba a bajar nunca. Mas teniendo en cuentaque la lluvia de la ducha caliente me golpeaba el glande y me hacia uncosquilleo. Agarre la verga y la entre a batir, imaginándome a una amiga de mivieja, Cecilia, es una mujer blanquita, pelo castaño oscuro,  flaca, pechos bastante grandes para sernaturales pero tampoco la pavada. Pero lo que si tiene un duraznito, bien duroy parado. Se ejercita mucho ya que con el marido tienen una cadena de centrosde fitness. Estaba ahí, dándole matraca, ya podía sentir esapunzada en la punta de la pija y tocan la puerta. Me pegue fuerte cagaso, casime resbalo. Tenía la respiración agitada por el susto, y rápidamente respondí, -Ocupado!-,pensaba, la re puta madre, no escuchan la ducha desde afuera? En fin, merecompuse. El momento había pasado, Sali de la ducha, agarre una toalla y empecéa secarme la cabeza y la cara, cuando baje la toalla para bajar al pecho mi corazónse salto 5 latidos. Estaba yo parado, todo mojado con la toalla elevada, mipija como un mástil, la puerta abierta y Cecilia, adentro del baño boquiabierta,congelada, con las pupilas apuntando directo a la punta de mi chota que apuntabacontra ella. Nos quedamos quietos del shock. Ya no había razón para taparse, mehabía visto todo. Ella tomo la iniciativa y desvió la vista, tapándose con lamano…

Cecilia: Uy! P, Perdon! Te juro que toque!

Yo: … (no me salía ni una palabra).

Ella se tapaba con una mano y vi que con la otra se agarraba una pierna clavándoselas uñas. Vi que hizo una especie de movimiento pequeño, como un espasmo,estaba en tres cuartos y vi como si se le arqueara la espalda y dio culatazo velozhacia atrás y volvió, levante la vista y vi que estaba toda colorada, se humedeciólos labios con la lengua y algo me llamo la atención en el periférico de miojo, mire al espejo de mi derecha y la chancha me estaba mirando a la verga a travésdel reflejo. Se ve que antes como estábamos frente a frente solo podía ver elgrosor, pero a través del reflejo tenía una visión perfecta. La miraba contanta gula que me intimido un poco y me tape. Ella reacciono y salió rápido delbaño. Terminé de secarme y con cola de paja cruce a mi habitación y cerré lapuerta. Mi corazón latía rápido. Mi respiración estaba agitada. La adrenalina corríapor mis venas. Me dirigí al armario para elegir la ropa que utilizaría. Y tocanmi puerta, demasiadas interrupciones en el cabo de una hora. Mi corazón iba aestallar, me quede en silencio, estaba un tanto asustado…

Vieja: P?! ¿Ya estas listo?

Inhale hondo y exhale. Me volví a sentir protegido cuando escuché la voz de mi vieja.Me calme.

Yo: No, ma, me estoy cambiando, ya salgo.

Vieja: No podés ser mas lento!

Y… de protección a irritación de nuevo.

Me puse un boxer apretado, porque necesitaba algo que me tape la carpa. De pedotenia uno que nunca había usado porque en esa época todos los de mi edad usábamosuna calzoncillos holgados de marca Kevingston con dibujos de besitos, o tréboles.

Seguía acomodándome el calzoncillo, pensando para adonde apuntar la pija, siapuntaba hacia arriba y me la sostenía con el elástico me obligaba a tener queponerme una camisa para que me tape ya que realmente la tenia hasta arriba delombligo. Y ponerme una camisa para estar en mi casa era algo que no iba ahacer, asique decidí apuntarla cual trompa de elefante hacia adelante y que seme marque un poco, ya está. En eso que termino de acomodarme el pantalón tocanmi puerta de nuevo. Mi vieja me tenia las bolas al plato, me prepare parapegarle un grito, pero como era el cumpleaños, ventile y le dije, que no pase,que ya iba a salir. La puerta se abre igual y se cierra. Yo de espaldas a lapuerta, me doy vuelta y ahí estaba.. Cecilia otra vez. Me había agarrado sinropa 2 veces en el mismo día, pero esta vez por lo menos tenia un boxer quetampoco me cubría tanto, tenía el elástico apunto de estallar de lo dura queestaba. Le recorrí el cuerpo de arriba hacia abajo, tenia un sweater de lanaverde que le hacia los pechos mucho mas redondos, arriba tenia una camperita dejean azul, llevaba puesto también un jean apretado negro y tenia la braguetaabierta que me permitía ver su ropa interior violeta. Cuando volví a subir lavista, note que me estaba mirando el miembro asique intente taparme, pero antesde que pudiera taparlo, hablo:

Cecilia: Podemos hablar?

Su respiración era pesada, y la notaba un tanto agitada. Ahora de grande creoque me puedo dar una idea de lo que estaba haciendo la puerquita. Se estabatocando pensando el pijón del hijito de su amiga. Pero en ese momento ni se mecruzo por la cabeza tal pensamiento, no era virgen, pero tampoco tenia tantaexperiencia y creía que solo los hombres se tocaban.

Yo: ehhh.. sisi… de que queres hablar?

Cecilia: Veni, sentate en la cama.

Ella se sentó primero y cuando apoyo la mano en la cama, movió un poco lassabanas y poso su mano sobre la revista HOMBRE que tenía las hojas  acartonadas.
Ella quito la mano, yo me di cuenta y me sentí mas expuesto de lo que yaestaba. Ella cubrió la revista con la sabana y me guiño el ojo de forma cómplicey me hizo un gesto para que me siente. De los nervios me senté casi en la otraesquina de la cama. Ella de un saltito movió la cola para sentarse a mi lado, ycuando se sentó, pude sentir su cola rozar mi pierna. Lo único que podía pensaren ese momento, era en la paja que me iba a clavar esa noche pensando en esepequeño, roce.

Cecilia: Te quiero pedir disculpas

Yo: No, no hay problema…

Cecilia: No, enserio. Toque la puerta y no escuche respuesta. Y no sabia queestabas vos. Mucho menos me imaginaria que estarías desnudo.

Yo: Si, perdón. Me tuve que haber tapado, pero me tomaste por sorpresa y nopude reaccionar.

Cecilia: No tenes nada de que avergonzarte, ósea, yo me re sorprendí, no sabiaque un niño como vos la podía tener tan grande, por eso me quede mirandoestupefacta. Osea mira, esta tan grande que no se puede ni mantener adentro delboxer…

Se me había salido en algún momento, posiblemente cuando me senté.

Ella poso la mano con la que me había apuntado hacia la pija en mi entrepierna.Mi cuerpo sintió un escalofrío.

Cecilia: … Pero si tu mama se entera de que te vi desnudo me va a matar, asiqueno le podes decir a nadie, ok?

Yo: Sisisi…

Cecilia: Y convengamos que tampoco podes salir así. Si vas a saludar a todascon la verga así de dura, se van a dar cuenta todas y a tu mama le va a dar vergüenza.Asique te propongo algo.

Yo me quede mudo.

Vos no decís nada y yo te ayudo con eso.

Yo: Ayudarme con que?

Acto siguiente, Cecilia arrastro su mano por mi entrepierna hasta agarrarme laporonga con su mano bien firme, y comenzó a subir y bajar.

Cecilia: Vos no decís nada y te saco toda la lechita.

Yo: asentí con la cabeza.

Cecilia: Así me gusta…

Comenzó a masturbarme mas fuerte, su mano me agarraba fuerte pero su pulgar se movíamas rápido, acariciando la parte de debajo de mi glande. A la vez movía la muñecaen forma de espiral. Sabia muy bien lo que hacía.
Yo taba pequeños gemidos de placer y tenia mi cabeza hacia atrás con los ojoscerrados.
Después de un ratito de disfrutar, me agarro la mano y sentí algo blando, abrílos ojos y se había levantado el sweater. Le estaba agarrando los pechos. Teniaunos pezones pequeños rositas hermosos.

Cecilia: Alguna vez le agarraste unas tetas así?

Había tocado alguna que otra de chicas de mi edad pero nada como eso.

Yo: No, son las mejores tetas que toque en mi vida.
Y mientras dije eso le pellizque un pezón.

Cecilia tiro la cabeza hacia atrás y se mordió el labio, -Ay pendejo!-

Eso pareció gustarle, porque se lo seguí haciendo mientras que le apretaba contoda la mano esas tetas bien fuerte. Ella metió dos dedos en mi boca, los mojocon mi saliva y así como estaba con la bragueta abierta, movió su tanga violetaa un lado y comenzó a colarse los dedos. Yo me sentía que iba a explotar yquise atinar a masturbarla pero ella sabía que no teníamos mucho tiempo hastaque mi vieja viniera apurarme de nuevo. Asique me agarró la pija mas fuerte yme la empezó a batir mas rápido. Yo me volví hacia atrás y no pude aguantarmucho, mi verga exploto y me salto toda la leche a mi pecho y su mano. Ella soltómi pija después de escurrir todo lo que me haya quedado adentro, lamio su mano.Luego se acerco a mi y paso su lengua de mi estomago hacia arriba untando todala leche que me había saltado al cuerpo y se la trago toda. Yo la miré con carapicarona y le hice seña con los ojos de que me había quedado un poco en lapunta de la pija que todavía bombeaba de la mejor acabada de mi vida. Ellaacerco la boquita hacia ella y me hizo un amague y me dio un besito en elcachete, y al oído me dijo: “Eso para la próxima”. Se paró, se acomodo lospechos dentro del corpiño  y acomodo susweater. Extendió su mano y me dijo, “tenemos un trato?”. Yo extendí mi mano yse la sacudí. Ella me miro sonriente la pija por última vez, se mordió el labioy sacudiendo las caderas exageradamente salió de mi cuarto.

Continuara...




Gracias por leer hasta acá, es mi primera vez escribiendo desde la pc.

Mil Gracias.
LaPEPa.

4 comentarios - Las Amigas de mi Vieja: Cecilia.

Cope1983
Fueron mis 10 exelente relato