Mis sobrinas Andrea y Natalia (2)

Trabajé duro ese día, pero mi mente estaba corriendo con lo que había sucedido con mi sobrina. Joder, ella y yo nos besamos en el sofá y ella me dio una gran mamada, pero qué iba a pasar a continuación y ella o yo queríamos más. Me había detenido para un descanso cuando sonó mi teléfono, era Andrea.

"Hola", dijo, "trabajando duro?"
“Sí, pero solo tomando una copa. ¿Qué pasa?" Respondí.
“¿Mamá quiere saber si quieres algo especial para cenar”?
"Serías bueno", me reí.
"Ja, ja, tal vez por el desierto", respondió rápidamente.
Ese comentario me tomó por sorpresa. 'Mierda', pensé.

"Bueno", comencé, "¿qué tal si salimos todos a cenar por dejarme quedarme con todos ustedes?"
Hubo una pausa y voces ahogadas desde el otro extremo. "Está bien, mamá dice gracias".
"Genial, llamo al restaurante y consigo una mesa para las 8:00 p.m."
"¿Nos vestimos bien?" Andrea preguntó, con una insinuación en su voz. “Claro por qué no, no nos vestimos mucho”, respondí.

Colgué y llamé a un restaurante de un amigo a quien conozco desde hace mucho tiempo, y su restaurante es uno de los mejores de la ciudad. Es restaurante, bar y lugar de música favorito de mi ex esposa. Fuimos allí para la mayoría de nuestras ocasiones especiales, y también conocíamos a la mayoría del personal. Mi amigo estaba encantado de ayudar y también reservó una cabina en el salón de música para pasar la noche. Seguí trabajando durante la tarde, luego agarré algunas prendas de vestir y me dirigí a casa de mi cuñado.

Llegué allí para encontrar el caos, ya que dos chicas guapas estaban tratando de prepararse y usar toda el agua y el tiempo del baño.

Manuel y yo tomamos una cerveza, nos sentamos en la sala de estar y nos relajamos hasta que la costa estuvo despejada. Charlamos sobre fútbol, trabajo y vida, cuando de repente me preguntó si estaba saliendo con alguien.

Rápidamente respondí "No", pero tenía un poco de curiosidad hacia dónde iba esto. “No sé cuándo debo seguir adelante, y puede que no lo sepa hasta que suceda, pero creo que algún día lo hará”. No había hablado con nadie sobre esto y ni siquiera me lo había planteado todavía.

Natalia gritó que el baño estaba libre, así que me terminé la cerveza y me mudé para asearme. Estaba en el salón cuando las chicas entraron. Guao, estaban preciosas. Natalia ya había dicho que saldría a bailar después, así que se vistió para pasar la noche en la ciudad. Llevaba una falda negra corta que se le pegaba al trasero y las piernas, mientras que su blusa era de seda color marfil, con solo una camisola debajo. Llevaba tacones que hacían que su trasero se balanceara aún más cuando desfilaba frente a todos nosotros. Andrea estaba vestido de forma un poco más conservadora, pero se veía impresionante; su vestido era un número asiático con una abertura en el costado que dejaba al descubierto su pierna cuando caminaba. Silbé para darles cuerda y me gané un puñetazo de Natalia y una sonrisa de Andrea. Incluso Manuel vio el lado divertido y se metió en las costillas.

En el restaurante, Pedro, el dueño, nos saludó y nos mostró nuestra mesa, Natalia y Andrea sentados a ambos lados de mí, con Manuel y María enfrente. Fue una agradable velada relajante, buena comida, excelente compañía y una maravillosa manera de relajarse. La música empezó en el salón alrededor de las 10.30, así que sugerí que nos mudáramos al bar. Una gran banda local estaba tocando, que era la música que puso de humor a Manuel y, por las miradas vergonzosas de Andrea y Natalia, también pareció que Manuel y María estaban coqueteando. A ningún niño le gusta ver a sus padres provocándose tan abiertamente, aunque todos sabemos que sucede.

Después de cenar, las chicas decidieron no quedarse mucho tiempo, así que salieron a encontrarse con sus amigas en el club, mientras pedíamos bebidas y nos acomodamos para escuchar la música. Pedro se unió a nosotras por un tiempo y me bromeó sobre el 'talento' en la sala, haciendo todo lo posible para señalar a todas las mujeres solteras y disponibles. Manuel y María se levantaron para bailar, y un rato después, una mujer muy atractiva se acercó y se sentó a mi lado.

"Hola,, dijo. "No te he visto aquí en mucho tiempo."

“Ha pasado un tiempo”, respondí. Era un ex alumna de la universidad de nombre Lourdes, con quien había tenido una relación. (Ese será otro cuento) Alta, delgada, con un gran trasero y bonitas tetas, y tal vez en cualquier otra noche podría haber superado la invitación, pero no esta noche. Esta noche fue sobre la familia. Moví mi mano hacia la mesa y ella vio mi anillo de bodas. Todavía lo uso porque no estoy listo para quitármelo todavía.
"Oh, ¿sigues casado?" ella empezó. "Está bien, eso no importo en el pasado".
“Lourdes, eres hermosa, pero anda con unos familiares. Y no, yo estaba casado, pero nos separamos hace más de un año ". Respondí.
"Lo siento" murmuró. “Me voy ahora, pero te volveré a buscar” y con eso se levantó. Esta noche era la familia, pero también estaba pensando en Andrea y qué más podría ocurrir entre nosotros.

Manuel y María volvieron de bailar, necesitando un trago, y por los caricias y besos, ¡una habitación también, y rápido!

“Nos vamos a casa” dijo Manuel con un guiño. María le dio una juguetona bofetada y un beso. "¿Tú también vienes?" María dijo riendo al darse cuenta de cómo sonaba eso.
“No” dije rápidamente, “creo que me quedaré y disfrutaré de la música. Quieres mi coche.
"No, tomaremos un taxi, Manuel está demasiado borracho para conducir".

Nos despedimos. Me acomodé en el bar a escuchar la música en vivo, recordando cómo mi esposa y yo solíamos pasar horas bailando y besándonos y abrazándonos, y luego haciendo el amor durante horas después de llegar a casa. Lo echaba mucho de menos, pero no podía sacar a Andrea de mi cabeza después de anoche, incluso pensando que sería bueno estar con ella ahora.

Mi teléfono sonó y vi que era Andrea. “Hola hermosa, solo estaba pensando en ti”- dije sonriendo.
"¿Dónde estás? ¿Todavía estás en el salón?- Ella estaba gritando porque el ruido donde estaban era lo suficientemente fuerte como para escuchar en la línea.
“Estoy en el bar, tu mamá y tu papá se acaban de ir. Creo que necesitan una habitación urgentemente”- Me estaba riendo ahora.
"Te dejes sentir horrible solo ", gritó. “Quédate ahí, vamos a volver. ¿Puedes tener sitio para cuatro de nosotras esta noche, por favor?
“Seguro, Pedro reservo una mesa en el bar para todos nosotros ”- Ok, vamos”-y colgó.

Andrea, Natalia y dos amigas llegaron más tarde y nos acomodamos. Andrea se sentó a mi lado y frotó suavemente mi muslo con su pierna. Pude ver un brillo en sus ojos, que decía que estaba contenta de estar aquí conmigo. Continuamos hablando y bailando, y ciertamente conseguí algunas miradas bailando con cuatro mujeres jóvenes que parecían CALIENTES. Alrededor de las dos de la mañana, Natalia y sus amigas tomaron un taxi hasta la casa de una de ellas, mientras Andrea y yo nos quedamos hasta el cierre, charlando y bailando y simplemente pasándolo bien con cuidado de no hacer nada que un tío y una sobrina no deberían hacer, al menos en público.

Conduciendo a casa, Andrea se sentó cerca de mí, acariciando suavemente mi muslo y mi hombro. "Vamos a tu casa para el postre", dijo con una sonrisa maliciosa. "Tengo hambre"- Llegamos a mi casa y solo entramos al salón.

"Dios, necesito ver y sentir tu verga de nuevo, tío Fer", gimió, agarrando mi camisa y ayudándome a quitarla. Nos recostamos juntos en el sofá, nos inclinamos y nos besamos suavemente al principio, pero luego con pasión.

"Quería quedarme contigo todo el tiempo en el restaurante, ya que me haces sentir tan bien", dijo rompiendo el beso. "No quería parar anoche, pero sabía que era arriesgado en casa, ya que mamá tiene un poco de sueño ligero"

"Bueno, nadie más está aquí ahora. Solo somos nosotros ”susurré.

Me incliné más cerca y desabroché lentamente su vestido hasta su estómago dejando al descubierto su sujetador de encaje. Comencé a besar sus pechos a través del encaje, prestando atención a sus pezones endurecidos.

“Oh Dios, eso es genial, no pares por favor. ¡Chúpame los pezones! "

No tenía intención de detenerme, así que me moví lentamente para quitarle el sostén liberando sus hermosos pechos y luego succioné suavemente un pezón en mi boca. Estaba tan duro, como un dulce, y lo hice rodar suavemente entre mi lengua y mis dientes. El cuerpo de Andrea se retorcía al compás de mi succión y ella masajeó furiosamente su teta libre.

"Oh, joder, oh joder, oh joder" - gimió. "Nicolás no es tan bueno como tú". Ahora aparté su mano, ahuequé su pecho libre y le giré lentamente el otro pezón mientras chupaba más de su pecho en mi boca.

Nicolás es el novio de Andrea, un tipo bastante agradable, pero tiene la apariencia de alguien sin mucha imaginación y de ser muy poco caliente. Más tarde me enteré de que él no la satisface sexualmente.

Necesitaba saborearla y besé su vientre y desabroché el resto de su vestido. Levantó las caderas y desapareció. Ahora me enfrenté a una tanga de encaje y la besé suavemente. Ella agarró mi cabeza y me empujó más cerca. “El tío me comerá ahora, necesito tu lengua en mí”. Le quité las bragas empapadas y respiré. Hacía calor y estaba húmedo y necesitaba chuparse.

"Dios, tienes buen sabor rico" dije, mientras me acercaba y le plantaba un beso suave en la parte superior de su montículo, luego separaba suavemente sus pliegues y lamía desde el culo hasta el clítoris. Su vello púbico era suave y enmarcaba suavemente su coño. No podía recordar la última vez que vi pelo en el coño de una chica, pero estaba demasiado ocupada para que me importara.

"Oh, joder, joder, joder, que ricoooo", gimió mientras empujaba mi lengua en su apretado coño. Estaba caliente y mojada y quería más. Trabajé en su coño y clítoris hasta que se corrió, con fuerza y voz.
“¡¡OH DIOS MÍO, no pares, estoy empezando !!” - Su orgasmo pareció durar un minuto o más hasta que se dejó caer en el sofá con los ojos vidriosos y una gran sonrisa.
“Tío Fer ”hizo una pausa para respirar,“ Eso fue asombroso. Pensé que ibas a sacar mi clítoris de mi cuerpo. Eso fue tan intenso que casi me desmayo ".

"De nada cariño, feliz de ser útil", me reí. Me abofeteó suavemente y se rió. Nos besamos y ella lamió un poco de su jugo de mi barbilla, luego bajó por mi pecho, prestando atención a mis pezones, haciéndome gemir. Mis pezones siempre han sido sensibles y disfruto la sensación de tenerlos lamidos y chupados. Su mano continuó por mi estómago hasta mis pantalones, lentamente quitando mi cinturón y abriendo mi frente.

Metió la mano y sacó mi verga, semidura y lista para mucho más.

"DIOS Mío, tu pene es hermoso". Se movió hacia abajo y sopló suavemente su cálido aliento sobre la punta de mi palpitante cabeza. Ahora tenía una mano envuelta alrededor de mi eje y me estaba pajeando lentamente, dejando que mi prepucio cubriera y se retrajera sobre la hinchada cabeza púrpura. Me sentí mejor de lo que me había sentido en mucho tiempo y quería que nunca terminara. Su ritmo se aceleró y luego sentí que sus labios formaban una "O" sobre la cabeza y luego comencé a succionarla en la boca. Mi esposa no me solía hacer mamadas, pero era genial en otros aspectos. Andrea parecía tener mucha práctica, a pesar de lo que había dicho anoche, sabía exactamente qué hacer y cómo controlar una verga de carne palpitante.

"Oh joder, eres bueno, has tenido práctica" gruñí. Ella solo chupó más profundamente en su boca hasta que tuvo aproximadamente la mitad de mi verga en su garganta. Continuó moviéndose hacia arriba y hacia abajo en mi verga, mientras también frotaba lentamente mis pezones con su mano libre.

Andrea ahora se las arregló para meter la mayor parte de mi verga en su garganta y se aceleró, lo que significaba que ahora estaba sintiendo la familiar ebullición en mis bolas. “Me voy a correr” y un minuto después lanzó una serie de disparos por su ansiosa garganta. Ella bajó la velocidad y luego limpió mi pene ablandado, antes de deslizarse a mi lado. Los dos estábamos sudando y respirando como si hubiéramos dado vueltas alrededor de la manzana. La besé probando mi semen salado en su lengua y luego la puse encima de mí, aplastando sus pechos contra mi pecho.

Nos quedamos medio dormidos unos minutos y después Andrea se inclinó hacia atrás y agarró mi verga semidura y comenzó nuevamente a chuparla. Cuando mi verga estuvo dura, se arrodillo y lentamente la metió en su coño..

“OH DIOS MÍO, me vas a partir por la mitad y aún no estás completamente duro”, chilló mientras se hundía.

Estaba tan apretada que solo pude deslizarme dentro de ella hasta la mitad a pesar de que estaba goteando mucho jugo. Cabalgó lentamente hacia arriba y hacia abajo, la maravillosa sensación de ver a mi sobrina, subir y bajar, desnuda encima de mí, me llevó de nuevo a la dureza total.

"Joder, joder, eres demasiado grande". Andrea se abrió camino lentamente hacia abajo hasta que pude sentir mi verga empujar contra su cuello uterino. "Estoy tan llena, estás empujando contra mi cuello uterino", gimió y comenzó a subir y bajar lentamente. “Oh, me corro de nuevo ”y su cuerpo se estremeció. Podía sentir su coño apretarse alrededor de mi verga casi continuamente. Cuando su orgasmo disminuyó, comenzó a montar mi verga de nuevo, esta vez con vigor. Mi verga ahora golpeaba contra su cuello uterino cada vez, y luego se abrió paso y se hundió hasta mis caderas.
Andrea gritó y se congeló contra mi pecho. No estaba seguro de si era dolor, placer o ambos.

"¿Estas bien?" Le susurré al oído.
“Joder, no puedo moverme, ¡es increíble! Se siente como si estuvieras casi en mi estómago ".

Ella comenzó a rotar sus caderas lentamente asegurándose de que mi verga permaneciera en su cuello uterino. Su velocidad se aceleró y su clítoris se frotó contra mí enviándola al borde de nuevo. Su cuerpo se sacudió de nuevo y joroba mi verga haciendo que me corriera dentro de ella. Nos derrumbamos el uno sobre el otro besándonos y tocándonos antes de que ella se levantara y dejara que mi verga cayera libre con un plop descuidado. Estábamos empapados con el semen y el sudor del otro y el dulce olor del sexo flotaba en el aire.

"Oh, Dios mío, te amo", dijo. “Me satisfaces en muchos niveles, especialmente sexualmente.
"Yo también te amo, siempre lo he hecho", le respondí. Andrea también me satisfizo de muchas maneras.

Nos fuimos al baño principal y abrí la ducha. Nos duchamos juntos lavándonos suave y apasionadamente. Ella alcanzó mi verga y me puso duro de nuevo. Lo colocó entre sus piernas y, de espaldas a mí, apretó lentamente su coño contra mi verga. Agarré su pecho y masajeé su pezón. Andrea se inclinó hacia adelante y mi verga se deslizó por la grieta de su culo y empujó contra su agujero arrugado. Ella dejó de moverse y luego se apartó un poco de mí.

“No, tío Fer, no estoy preparado para eso. Tal vez en otro momento ”, y con una mano libre guió mi verga de regreso a su húmedo coño empapado. Me hundí con poca resistencia y la atraje hacia mí, frotando su clítoris entre dos dedos.

“No pares, folla mi coño y lléname de nuevo con tu semen” gritó. Siendo el caballero, le complací y la follé duro hasta que me descargue. Nos secamos y nos vestimos, antes de regresar a su casa. Estábamos muy satisfechos y exhaustos y mis bolas estaban totalmente drenados.
“Tío Fer, me haces sentir tan amada. Quiero estar contigo siempre."
“Me encanta estar contigo también, pero no sé hasta dónde puede llegar esto. Necesitamos hablar más sobre esto ".

No estaba seguro de dónde terminaría esto, pero ambos estuvimos de acuerdo en que no queríamos detenernos todavía. Regresamos a su casa y nos fuimos a nuestros cuartos, no sin antes compartir otro beso apasionado. Antes de dormirme, solo pensaba que me había cogido a mi sobrina de 23 años.

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