Raquel había cumplido 40 años hacía poco y había salido de comida y a tomar algo con su marido, ya que, con la pandemia y las restricciones, no podía hacer grandes celebraciones. Para tomar algo habían venido al bar donde trabajo. Ese día estaba también trabajando Emilio, con quien Raquel también ha tenido sexo muchas veces. Ambos pensábamos lo mismo, Raquel se merecía celebrar bien la cuarentena, por lo que inmediatamente comenzamos a emborrachar a su marido con chupitos y cubatas más cargados. Raquel pronto se dio cuenta de lo que estábamos haciendo con su marido y nos miraba con sonrisas picaras. Raquel llevaba un vestido cruzado, negro, con estampado de flores blancas y rosas, escote en v, muy cortito, dejando ver bien sus largas piernas cubiertas por unas medias oscuras transparentes y atado con un cinturón de la misma tela que el vestido.
En cuanto le notamos algo borracho ya a su marido, la pedí a Raquel que entrara a la barra a ponernos ella los chupitos. Mientras lo hacía, me coloque detrás de ella y metí mis manos por su cortita falda, acariciándola el culo, mientras le decía a Javi, su marido, que disfrutara de la tarde que su mujer seguro que lo hacía. Javi comenzó a reírse y decirnos que eso iba a hacer, y nosotros tres nos reímos aún más.
Le dije a Raquel al oído, que se fuera para la zona del almacén, que en seguida iba a darla su regalo. Servi una nueva copa a Javi y Emilio se puso a charlar con él, entreteniéndolo. Fui hacia el almacén y entre con Raquel. Cerré la puerta, la apoyé contra ella y nos empezamos a besar. Mis manos se metieron, nuevamente, por su cortito vestido, acariciando su culo, cubierto por las medias. Subí mis manos por su vestido, hasta acabar acariciando sus pechitos. Entonces note que debajo no llevaba sujetador. Inmediatamente bajé las manos hasta su cintura y cogí el cinturón. Lo desabroché y la abrí el vestido. Sus pechitos quedaron al aire y debajo de las medias llevaba un tanguita blanco. Volví a subir mis manos y acaricié sus pechitos nuevamente. Mi cabeza acabo bajando para comérselos también.
Raquel me había sacado la polla del pantalón y estaba masturbándome. No tardó mucho en arrodillarse y hacerme una mamada con su gran boca. Una de mis manos agarro su cabeza acompañándola y empujándola hasta el fondo de vez en cuando. Un par de veces me comió los huevos, mientras me masturbaba.
La di un condón, me lo puso y se levantó. La volví a apoyar contra la puerta, la rompí las medias en la zona del coño y metí mi mano por el lateral del tanga, comenzando a masturbarla, mientras nos besábamos. Levante una de sus piernas, metí mi polla en su coño, tras apartar a un lado su tanga y comenzamos a follar. Un de mis manos agarraba fuerte su muslo y la otra su culo. No sentamos en unas cajas. Raquel estaba encima de mí y seguimos follando, mientras nos besábamos y acariciaba sus piernas y pechitos. Cambié y comencé a follarla el culo.
Nos levantamos y la coloque mirando la puerta. metí mi polla por su culo y se lo seguí follando. Comencé flojito para ir poco a poco subiendo la potencia de las penetraciones. Cuando Raquel comenzó a chillar por el dolor, la di un trapo para que lo mordiera y no se oyeran. Saqué mi polla de su culo, la di un par de azotes muy fuertes y volví a metérsela, follándola más suave ya.
Cuando iba a correrme, Raquel se arrodillo de nuevo. Me quito el tanga y me hizo otra gran mamada hasta que me corrí en su boca. Raquel trago y me dejo la polla bien limpia. Se levanto y nos besamos. Iba a colocarse bien el vestido, cuando le dije que se estuviera quieta, que no se lo abrochara ni nada, pues ahora le tocaba el regalo de Emilio. Sali del almacén y le dije a Emilio que ahora era su turno. Javi estaba borrachísimo, bailando, casi cayéndose, en mitad de la pista.
Cuando Emilio termino de follársela, salieron ambos del almacén y Raquel se fue con su marido a bailar, sin que este le preguntara nada, de la borrachera que llevaba.
Cuando era la hora de cerrar el bar, Raquel vino a despedirse, pero le dijimos que, de eso nada, que aun la teníamos que dar un último regalo. Cuando nos quedamos los cuatro solos, Emilio llevo a Javi a los baños y le dejo encerrado en uno.
Raquel y yo nos estábamos besando al lado de la barra. Emilio llego y se unió a nosotros. La metíamos mano y no tardamos en quitarla el vestido, dejándola solo con las medias rotas, y el tanga. Emilio y Raquel se siguieron besando y metiendo mano, mientras yo entre en la barra a coger una botella de whisky. Volví a ponerme al lado de Raquel, la hice abrir la boca y la eché bebida en ella desde la botella. Tras un segundo trago, Raquel aparto ya su cara, pero yo seguí con la botella echándola bebida, primero por la cara y luego la moví para mojar sus pechitos. Emilio se agacho para lamer sus pechos mojados y yo pase mi lengua por su cara, probando el whisky así. Al poco también me agaché para comer sus pechitos, los cuales volví a mojar con whisky.
Raquel nos sacó a Emilio y a mí las pollas y nos masturbaba, mientras jugábamos con sus mojados pechos. Se acabo arrodillando para mamarnos las pollas. Al que no se la comía, le masturbaba o jugaba con sus huevos. Cuando las tuvimos bien duras, esta se metió los 2 glandes a la vez en su amplia boca.
Llevamos a Raquel a un sofá donde la tumbamos. Emilio se colocó de rodillas en su cara y paso sus huevos y su polla por ella, antes de metérsela nuevamente en la boca, follándosela bien duro. Yo cogí un hielo y la botella y me coloqué entre sus piernas. Me coloque a gatas, con el hielo en la boca, y lo pase por su tanga, mojándola bien la rajita del coño. Aparte el tanga y seguí pasando el hielo por su coño, con él en mi boca aún. Eché un poco de whisky en el coño y volví a pasar el hielo. Lo solté y comencé a lamérselo, despacito, saboreando la mezcla de sus jugos con el whisky. Poco a poco fui metiendo más la lengua y subiendo la velocidad. Me coloque de rodillas, me puse un condón, agarre sus piernas y comencé a follarla. Emilio no paraba de follarla la boca.
Me senté en el sofá y Raquel lo hizo sobre mí. Volví a meter mi polla en su coño y Emilio, tras ponerse un condón, se la metió por el culo. Comenzamos a hacerla una doble penetración mientras nos besábamos los 3. Yo además de vez en cuando la comía las tetitas.
Emilio, con tanto follarla duro la boca, ya estaba a punto de correrse. Se sentó en el sofá y yo levante a Raquel. La coloque frente a él, inclinada para comerle la polla, tras quitarse el condón. Mientras se la volvía a comer, yo la folle el culo. Cuando Emilio se corrió y Raquel se la limpio bien, este se fue a la barra y yo seguí follándola el culo, cada vez más duro.
Me acabe corriendo dentro del culo. Raquel se sentó en el sofá, me quito el condón y me limpio la polla. Emilio vino con unos chupitos y brindamos por los 40 años de Raquel.
Nos vestimos y al ir al baño por Javi, allí estaba dormido el pobre. La ayudamos a llevarlo hasta el coche. Tras meterlo, volvimos a besarla y yo la di un buen azote de despedida.
En cuanto le notamos algo borracho ya a su marido, la pedí a Raquel que entrara a la barra a ponernos ella los chupitos. Mientras lo hacía, me coloque detrás de ella y metí mis manos por su cortita falda, acariciándola el culo, mientras le decía a Javi, su marido, que disfrutara de la tarde que su mujer seguro que lo hacía. Javi comenzó a reírse y decirnos que eso iba a hacer, y nosotros tres nos reímos aún más.
Le dije a Raquel al oído, que se fuera para la zona del almacén, que en seguida iba a darla su regalo. Servi una nueva copa a Javi y Emilio se puso a charlar con él, entreteniéndolo. Fui hacia el almacén y entre con Raquel. Cerré la puerta, la apoyé contra ella y nos empezamos a besar. Mis manos se metieron, nuevamente, por su cortito vestido, acariciando su culo, cubierto por las medias. Subí mis manos por su vestido, hasta acabar acariciando sus pechitos. Entonces note que debajo no llevaba sujetador. Inmediatamente bajé las manos hasta su cintura y cogí el cinturón. Lo desabroché y la abrí el vestido. Sus pechitos quedaron al aire y debajo de las medias llevaba un tanguita blanco. Volví a subir mis manos y acaricié sus pechitos nuevamente. Mi cabeza acabo bajando para comérselos también.
Raquel me había sacado la polla del pantalón y estaba masturbándome. No tardó mucho en arrodillarse y hacerme una mamada con su gran boca. Una de mis manos agarro su cabeza acompañándola y empujándola hasta el fondo de vez en cuando. Un par de veces me comió los huevos, mientras me masturbaba.
La di un condón, me lo puso y se levantó. La volví a apoyar contra la puerta, la rompí las medias en la zona del coño y metí mi mano por el lateral del tanga, comenzando a masturbarla, mientras nos besábamos. Levante una de sus piernas, metí mi polla en su coño, tras apartar a un lado su tanga y comenzamos a follar. Un de mis manos agarraba fuerte su muslo y la otra su culo. No sentamos en unas cajas. Raquel estaba encima de mí y seguimos follando, mientras nos besábamos y acariciaba sus piernas y pechitos. Cambié y comencé a follarla el culo.
Nos levantamos y la coloque mirando la puerta. metí mi polla por su culo y se lo seguí follando. Comencé flojito para ir poco a poco subiendo la potencia de las penetraciones. Cuando Raquel comenzó a chillar por el dolor, la di un trapo para que lo mordiera y no se oyeran. Saqué mi polla de su culo, la di un par de azotes muy fuertes y volví a metérsela, follándola más suave ya.
Cuando iba a correrme, Raquel se arrodillo de nuevo. Me quito el tanga y me hizo otra gran mamada hasta que me corrí en su boca. Raquel trago y me dejo la polla bien limpia. Se levanto y nos besamos. Iba a colocarse bien el vestido, cuando le dije que se estuviera quieta, que no se lo abrochara ni nada, pues ahora le tocaba el regalo de Emilio. Sali del almacén y le dije a Emilio que ahora era su turno. Javi estaba borrachísimo, bailando, casi cayéndose, en mitad de la pista.
Cuando Emilio termino de follársela, salieron ambos del almacén y Raquel se fue con su marido a bailar, sin que este le preguntara nada, de la borrachera que llevaba.
Cuando era la hora de cerrar el bar, Raquel vino a despedirse, pero le dijimos que, de eso nada, que aun la teníamos que dar un último regalo. Cuando nos quedamos los cuatro solos, Emilio llevo a Javi a los baños y le dejo encerrado en uno.
Raquel y yo nos estábamos besando al lado de la barra. Emilio llego y se unió a nosotros. La metíamos mano y no tardamos en quitarla el vestido, dejándola solo con las medias rotas, y el tanga. Emilio y Raquel se siguieron besando y metiendo mano, mientras yo entre en la barra a coger una botella de whisky. Volví a ponerme al lado de Raquel, la hice abrir la boca y la eché bebida en ella desde la botella. Tras un segundo trago, Raquel aparto ya su cara, pero yo seguí con la botella echándola bebida, primero por la cara y luego la moví para mojar sus pechitos. Emilio se agacho para lamer sus pechos mojados y yo pase mi lengua por su cara, probando el whisky así. Al poco también me agaché para comer sus pechitos, los cuales volví a mojar con whisky.
Raquel nos sacó a Emilio y a mí las pollas y nos masturbaba, mientras jugábamos con sus mojados pechos. Se acabo arrodillando para mamarnos las pollas. Al que no se la comía, le masturbaba o jugaba con sus huevos. Cuando las tuvimos bien duras, esta se metió los 2 glandes a la vez en su amplia boca.
Llevamos a Raquel a un sofá donde la tumbamos. Emilio se colocó de rodillas en su cara y paso sus huevos y su polla por ella, antes de metérsela nuevamente en la boca, follándosela bien duro. Yo cogí un hielo y la botella y me coloqué entre sus piernas. Me coloque a gatas, con el hielo en la boca, y lo pase por su tanga, mojándola bien la rajita del coño. Aparte el tanga y seguí pasando el hielo por su coño, con él en mi boca aún. Eché un poco de whisky en el coño y volví a pasar el hielo. Lo solté y comencé a lamérselo, despacito, saboreando la mezcla de sus jugos con el whisky. Poco a poco fui metiendo más la lengua y subiendo la velocidad. Me coloque de rodillas, me puse un condón, agarre sus piernas y comencé a follarla. Emilio no paraba de follarla la boca.
Me senté en el sofá y Raquel lo hizo sobre mí. Volví a meter mi polla en su coño y Emilio, tras ponerse un condón, se la metió por el culo. Comenzamos a hacerla una doble penetración mientras nos besábamos los 3. Yo además de vez en cuando la comía las tetitas.
Emilio, con tanto follarla duro la boca, ya estaba a punto de correrse. Se sentó en el sofá y yo levante a Raquel. La coloque frente a él, inclinada para comerle la polla, tras quitarse el condón. Mientras se la volvía a comer, yo la folle el culo. Cuando Emilio se corrió y Raquel se la limpio bien, este se fue a la barra y yo seguí follándola el culo, cada vez más duro.
Me acabe corriendo dentro del culo. Raquel se sentó en el sofá, me quito el condón y me limpio la polla. Emilio vino con unos chupitos y brindamos por los 40 años de Raquel.
Nos vestimos y al ir al baño por Javi, allí estaba dormido el pobre. La ayudamos a llevarlo hasta el coche. Tras meterlo, volvimos a besarla y yo la di un buen azote de despedida.
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