Hola a todos, para los que no leyeron algún relato anterior, estoy casado hace varios años con Mica y tenemos un matrimonio abierto (sobre todo ella) y nos salimos de la rutina o de lo "normal" en varias ocasiones. Hemos hecho cosas típicas de la vida SW, cuckold, y algunas no tan típicas pero si muy morbosas. Para los que no la conocen ella es morocha, de casi 1,70 y como toda flaca no tiene unas grandes tetas pero si un culo impresionante, bien redondo y parado que a pesar de los años lo mantiene intacto y es una delicia solo verlo.
Como ya comenté en relatos anteriores no hacemos esto todo el tiempo, sino que es mas al estilo de temporadas en donde estamos mas deseosos de aventuras y otras estamos mas calmos y "tradicionales" digamos y además es espontaneo, no le gusta planificar encuentros (dice que siempre fracasan) sino que le gusta que se de en el momento, "si pinta".
Mi esposa no es una mina que tenga un amante fijo, ni de meterme los cuernos todo el tiempo y con regularidad, sino que hay momentos en donde se le suelta la cadena y quiere ser enfiestada literalmente por varios hombres, quiere ser usada y garchada a mas no poder. Es un poco rara pero es así, o la tomas o la dejas.
Pasando al relato concreto desde año nuevo que mi esposa no se "enfiestaba" y las ganas ya se le empezaban a notar. Cada vez que teníamos sexo ella sola sacaba su arsenal de juguetes sexuales y complementaba lo que le faltaba (tener todos los agujeros ocupados).
La cosa es que en nuestra provincia las restricciones por culpa del coronavirus están bastante jodidas y salir o juntarse en una casa (lo que generalmente desencadena el quilombo) es muy complicado, asique las posibilidades de ser enfiestada para ella son muy pocas, pero no imposibles.
Hace algunas semanas se jugaba el clásico de futbol de la ciudad en donde vivimos, y obviamente como buen futbolero que no puede ir a la cancha, decidimos con unos conocidos que son de mi mismo equipo juntarnos a ver el partido.
El lugar elegido fue mi casa y como el partido era a la tarde/noche varios amigos no quisieron ir, solo 4 se animaron a "violar" la cuarentena y volverse a sus casas en taxi una vez terminado el partido.
Los que son futboleros saben que no es solo ver el partido y nada mas, obviamente al medio día hicimos un asado y empezamos a tomar, haciendo la clásica previa.
Faltando una hora para que empiece el partido ya estabamos los cinco acomodados viendo la tele y comentando cosas del equipo, pronósticos, pálpitos, etc etc. mientras seguíamos tomando cerveza por su puesto.
En eso aparece mi esposa, que si bien no le da mucha bola al futbol es simpatizante del equipo contrario, solo porque su papa es de ese equipo, y si bien nunca rivalizamos por eso, ella apareció y pidió ver el partido con nosotros.
A los vagos no les gustó mucho la idea de ver el partido con alguien del clásico rival pero no tenían muchas alternativas, era la dueña de casa también, además mi esposa entro con buena onda, el único problema es que tenía un short del otro equipo, cosa que no cayo muy bien.
La cosa pasó, la charla se empezó a distender un poco y volver a los caminos normales, es decir empezamos a hablar de futbol otra vez.
Mi esposa que no entendía mucho de futbol no opinaba nada, hasta que en un momento hizo un comentario de que su equipo iba a ganar el partido y empezó la discusión (en buenos términos por suerte) y terminó cuando uno de los vagos dijo "¡¡¡¡hoy les vamos a romper el orto!!!!"
Todos nos quedamos callados, si bien no lo dijo de mala onda no era una frase para decir adelante de una mujer, pero mi esposa rápido contesto "uffff que lindo" y se empezó a reír.
Uno de los vagos le dijo que no se zarpe con los comentarios (en tono de chiste) y el que había dicho la frase se escudó diciendo que lo ponían nerviosos los colores del short de mi esposa.
Yo en tono de chiste le dije a mi esposa que se tenía que cambiar el short porque ponía nerviosos a los chicos pero ella dijo que no se lo iba a cambiar y ante mi insistencia me dijo "Si tu equipo hace un gol me saco el short, si mi equipo hace un gol te lo sacas vos, a mi también me pone nerviosa ver esos colores".
Todos exclamaron "UHHHHHHHHHH" por la apuesta picante que me hizo mi esposa, y como no me iba a achicar le dije que aceptaba su apuesta.
Todos seguimos tomando cerveza, incluso mi esposa, que ya estaba mas metida en el clima futbolero.
Ya empezado el partido todos nos quedamos callados, expectantes y nerviosos.
Iba media hora de un partido peleado hasta que nuestro equipo hizo un gol. Todos a excepción de mi esposa empezamos a gritar, saltar, abrazarnos, cantar, era un desahogo contenido que duro algunos minutos.
Ya vueltos en razón un poco me acordé de la apuesta y le dije a mi esposa entre risas "¡¡¡¡cambiate ese pantalón de mierda dale!!! Ella me contestó que no se lo iba a cambiar y yo le empecé a reprochar que era mala perdedora y ante el reclamo de todos mi esposa se paró nos miró y se bajó el short, levantó una pierna y se lo sacó por completo estirando la mano para darmelo como trofeo.
Obviamente mi esposa quedó en tanga adelante de todos, pero la sorpresa fue que tenía una tanga con el escudo de su equipo. Nosotros empezamos otra vez a rezongar con el tema pero ella se sentó un poco molesta y dijo que sigamos viendo el partido.
Nose si mi esposa realmente se puso molesta con el partido o quería mostrarse, pero cada vez que su equipo llegaba al arco ella se paraba de la silla como si fuera a gritar un gol, dejando a la vista por su puesto su culo solo cubierto por una tanga y moviéndose al ritmo de cada salto.
A nosotros se nos paraba el corazón cada vez que el otro equipo llegaba al arco, nose si por los nervios del partido o por ver el culo de mi esposa.
Terminó el primer tiempo y nos relajamos un poco todos, mi esposa fue a buscar mas cerveza y se sentó otra vez con nosotros. En el medio de la charla mi esposa me dice "¡ojito que nuestra apuesta sigue en pie, si mi equipo hace un gol te sacas el short de mierda ese!
Yo le contesté que no era así, porque si mi equipo hacía un gol ella no tenía camiseta para sacarse, a lo que rápidamente se subió la remera que tenía dejando ver un corpiño también con el escudo de su equipo y diciéndome que si hacíamos otro gol ella se sacaba el corpiño, pero no la remera.
Yo le acepté la apuesta, entre el alcohol que habíamos consumido mas la excitación de ir ganando el clásico estaba como loco.
Empezó el segundo tiempo y el equipo de mi esposa estaba mas cerca de hacer un gol, pero por esas cosas del futbol, faltando 15 minutos nuestro equipo en una contra mete el segundo gol. Otra vez la locura total, abrazos cánticos, desahogo total y le dije "DALEEEE DALEEEE" haciendo alusión a que tenía que sacarse el corpiño.
Ella un poco enfadada se paró e intentó sacarse el corpiño sin levantarse la remera pero no podía (o no quería nose) y me dijo "amor ayudame a sacármelo que no puedo con la remera". Yo le dije que ni loco tocaba esos colores y no le quedó otra que sacarse la remera y después sacarse el corpiño, dejando por unos segundos sus pechos a la vista de todos nosotros. Enseguida se puso otra vez la remera y se sentó enojada a seguir viendo el partido.
Si hasta ese momento lo nuestro era una locura, cuando llegó el tercer gol faltando 5 minutos nose como calificarlo, era un delirio total, era una goleada. Hasta que terminó el partido nos dedicamos a cantar, festejar, gozar del momento, creo que ninguno miró a mi esposa a ver que hacía, aunque ella se quedó sentada sin decir ni hacer nada.
Terminado el partido y habiendo pasado varios minutos de festejo veo el short y el corpiño de mi esposa tirados en el suelo, los levanto y grito "ACA ESTAN LOS TROFEOS DE HOY!" En ese momento uno de los vagos dice "para para, hicimos 3 goles y hay 2 prendas nomas!!"
Yo empecé a decirle a mi esposa que era verdad y que tenía que cumplir las apuestas, pero ella no aceptaba, hasta que me acerque la bese y le dije suave al oído "si queres te saco la tanga adelante de todos".
La cara de mal humor se le transformó en cara de vicio, ella sabía para donde iba mi comentario y que podía terminar pasando, la idea de tener a 5 hombres totalmente exaltados y excitados la transformó, aunque para mi ella tenía muy en claro que es lo que buscaba cuando se puso esa ropa y fue a ver el partido con nosotros.
Haciendo un poco de actuación como si seguiría enojada ella se paró, se puso de espaldas a todos nosotros sacando culo y me dijo "dale, saca el último trofeo si querés". Yo me arrodille a un costado de ella para no tapar la vista de los demás y lentamente le fui bajando la tanga hasta que la saque, la olí y dije "ahhhh el olor a la victoria" y se la pasé a los demás que también hicieron lo mismo con la tanga.
Finalizado ese show Mica se dió vuelta y si bien la remera le tapaba casi toda la pelvis se veían un poco sus labios vaginales, se empezó a reír y nos dije que éramos unos tontos, haciendo alusión a que agarrábamos su ropa como si fueran verdaderos trofeos.
Nosotros seguíamos festejando y cantando, y si bien mi esposa no cantaba si estaba mas alegre y con buena onda. Yo puse un poco de cumbia y la saque a bailar. Con los movimientos, sobre todo al subir los brazos, la remera se levantaba y quedaba a la vista de todos el tremendo culo de mi esposa. Se notaba que se lo comían con la mirada, que ya no importaba el futbol ni nada. De tantos años de este estilo de vida uno se da cuenta que los que ven esa situación saben perfectamente que la cosa se puso hot, pero todos, o la gran mayoría, no dice ni hace nada hasta que el marido ofrece a su esposa, es un momento bisagra en donde no saben que hacer y esperan el momento en que los "invitan" a participar.
Yo que ya sabía las intensiones de mi esposa la "ofrecí" a uno de ellos para que bailaran, cosa que hicieron y se la fueron pasando entre ellos. Nose si los vagos buscaban el roce con mi esposa o era ella la que lo buscaba pero con cada vuelta y con los brazos levantados ella se quedaba unos segundos dándoles la espalda y mostrándose, incluso apoyando o meneando el culo en la entrepierna de cada uno de mis amigos. Las manos ya no tocaban tan disimuladamente las curvas de mi mujer y la atención estaba puesta solo en ella y sus meneos.
Ya el clima había pasado de festejo por el partido a calentura por mi esposa. Yo los miraba a los 4 que estaban perdidos deleitándose. La agarré a Mica simulando que íbamos a bailar pero la abracé fuerte y le empecé a comer la boca, mientras con mis manos levanté su remera y empecé a manosearle el culo.
Dejé de besarla, la miré fijo y note esos ojos furiosos, deseosos de pija, deseosa de ser cogida en ese mismo instante. Miré a los 4 amigos que estaban inmóviles mirando la escena, abrí las nalgas de mi esposa dejando ver bien su ano y les dije "este culito quedo sano al final, no era que les íbamos a romper el orto?"
Para esta altura ya todos habían entendido la onda y faltaba ese empujón, ese golpe de confianza en que les daba el ansiado permiso de cogerse a mi esposa. Ella estaba prácticamente en pelotas delante de ellos siendo literalmente ofrecida por su marido, es decir por mi, para que se la garchen, y obvio ninguno se hizo desear.
Prácticamente los 4 juntos se abalanzaron sobre Mica y empezaron a manosearla con ganas mientras ella solo se dejaba hurgar cada parte de su cuerpo, sobre todo el culo, y empezaron los comentarios zarpados al estilo "Queres que te cojamos puta?" "queres que te rompamos el orto como a todos los de ....(el equipo de Mica)" y ella solo asentía con la cabeza dando su aprobación a todo lo que ellos decían.
Yo ya me había apartado un poco de la escena y miraba a un par de metros como mi esposa estaba a punto de ser poseída por mis amigos.
La remera que tenía puesta mi esposa no le duró mucho, se la sacaron casi de un tirón mientras la nalgueaban y manoseaban entera, y quedó totalmente desnuda a merced de los 4 machos que tenía ahora que satisfacer y que la iban a satisfacer a ella.
Nose si la empujaron para que se pusiera de rodillas o fue mi esposa la que sola tomó esa posición, pero al cabo de unos pocos minutos desde que había ofertado el culo de mi esposa a los vagos, ella ya estaba arrodillada chupando 4 pijas desesperadas que entraban y salían con ganas de la boca de Mica y que ella se encargaba de atender como es debido, con una buena mamada.
La ronda de mamadas no duro mucho, uno de ellos la levantó y la hizo arrodillarse en la silla en donde ella vio el partido, le agarró las nalgas, las abrió y estampo su cara muy fuerte en mi esposa. Nose si fue en su vagina o el ano o todo junto, pero Mica empezó a gemir de placer hasta que fue interrumpida por una pija entrando en su boca otra vez.
En un momento el que estaba dándole sexo oral a mi esposa se incorporó, me miro y me dijo "a pelo nomas?" Yo le hice señas de que si, apuntó su verga a la concha de mi esposa y lentamente fue enterrándosela, disfrutando de cada rincón de la vagina de Mica que como podía gemía gozando del momento y se agarraba fuerte de la silla.
La cosa ya se empezaba a descontrolar, el que estaba penetrándola lo hacía con fuerza, profundo, con muchas ganas, y los otros 3 se turnaban para cogerle prácticamente la boca a Mica. Se escuchaba el típico ruido del golpe de los cuerpos, las atragantadas de mi esposa y algún que otro gemido de los vagos.
Los comentarios a mi esposa del estilo "te gusta puta" eran todo el tiempo y se sumaban ya a tirones de pelo, nalgueadas, manoseo fuerte en sus pechos, era un descontrol sexual ya.
Uno pidió el lugar del que estaba atrás de mi esposa, y si bien el que la cogía no quería salirse terminó cediendo el lugar y empezaron a turnarse para cogerla un rato cada uno.
Al no tener a nadie en boca ahora, yo podía ver bien y en primer plano la cara y gestos de mi esposa. Ella alternaba entre mirarme fijo con cara de lujuria o cerrar los ojos y disfrutar de cada embestida del macho de turno. Tenía todos los alrededores de la boca brillosos, chorreados de saliva y algo de semen seguro por las mamadas que había hecho y sumado a la sonrisa que tenía ella hacían de esa escena algo increíble. Se notaba que la estaban cogiendo bien, que mis amigos estaban cumpliendo con las expectativas de mi adorada y puta esposa.
Sumergido en la cara de mi esposa no me había dado cuenta de que mientras la cogía el macho de turno, a su vez entraban y salían dedos del culo de Mica como si nada, la estaban "preparando" para el anal, para romperle el orto como había dicho uno de ellos.
Nose si ninguno se animaba o si estaban muy entretenidos con la vagina de mi esposa (que era un mar de flujo y orgasmos) pero fue Mica la que tuvo que pedir se la metan en el culo, algo raro porque es una tentación romperle el culo cuando esta a 4 patas. Con la voz entrecortada se la escucho decir al aire "metemela en el culo".
Esa frase creo fue la que volvió a encender a los vagos que ya algo de excitación y locura inicial habían perdido. Rápido el que estaba cogiéndola saco su verga de la concha de mi esposa, la apoyó en su ano y haciendo algo de presión fue entrando poco a poco en el culo de mi esposa que gustosa recibía la enculada.
Con el correr de las embestidas la cara de Mica se transformó, pasó de la cara de placer a la cara de "loca por la pija". Poco a poco fue arengando a quien estaba enculandola, primero con unos leves "dale dale" hasta que deslizó la frase "no me iban a romper el orto maricones".
Nose si lo dijo por calentura o porque seguía la pica deportiva, y tampoco se en que sentido lo tomaron los vagos, lo que si se es que la empezaron a penetrar con mucha fuerza, hasta los huevos como solemos decir. Las embestidas eran mas lentas pero mucho mas profundas, le metían hasta el último centímetro.
La cara de mi puta esposa no mostraba dolor, todo lo contrario, era de placer, incluso parecía estar burlándose de mi y mis amigos.
Me acerque, le dije al que estaba penetrándola que salga y se siente en el sillón, hice que mi esposa se montara sobre el, apoyé mi pija en su ano y la penetré con furia, empezando con la ronda de la doble penetración que es lo que vuelve loca a mi esposa.
Si bien ahora mi esposa estaba bastante mas llena de pija seguía hablando entre gemidos, pedía mas duro o bien se nos burlaba, asique pedí que uno de los observadores le "tapara la boca" y ya se imaginan con que lo hizo.
Yo agarraba del pelo a Mica y la obligaba a comerle toda la pija al vago, mientras le decía "querías pija puta, acá tenes".
Deje mi lugar en el culo de mi esposa y mirando a los otros dos le dije "así se garcha a una puta". Ahora la cosa había cambiado, Mica estaba recibiendo una buena ración de verga como a ella le gusta y ya no se burlaba ni decía nada fuera de lugar (tampoco podía porque tenía todo el tiempo la boca llena), lo único que se alcanzaba a escuchar de mi esposa era algún que otro gemido.
La faena era brutal, y mi esposa estaba como le gusta, recibiendo verga por todos sus agujeros al mismo tiempo. Se la fueron pasando, turnándose para romperle el culo a mi esposa ante mi atenta mirada, y después de un rato ya no daban mas. Los tres que le rompieron el culo obvio se lo fueron llenaron de leche (es una tentación llenar de leche un orto así) y el otro que siempre quedó abajo descargo todo en la concha de mi esposa.
Yo una vez que todos descargaron en el interior de mi esposa me acerqué, puse mi pija en su boca y le ordene me saque la leche y se la tome toda, cosa que hizo con muchas ganas (en general no es de tomar semen, pero cuando está enfiestada pareciera gustarle mucho y disfruta cada gota).
Terminada esa ronda todos nos sentamos a descansar un poco, había sido un día largo. Cuando todos ya estaban por irse mi esposa me miró y me dijo "amor, no se pueden quedar a dormir tus amigos?" (quería seguir de fiesta la muy trola). Yo acepté la propuesta de mi esposa, si es que ellos querían obvio, y si bien se hubiesen quedado los cuatro, dos dijeron que no porque están casados y tenían que volver a sus casas, asique después de los saludos de rigor y unos buenos manoseos a mi esposa se fueron y quedamos solo tres.
Mi esposa se fue a duchar y mientras nosotros ibamos haciendo lo mismo ella preparó la cena.
Ya estando de sobremesa ellos me preguntaban que onda, si eramos swingers, si hacíamos seguido cosas como las de ese día, etc etc, hasta que en un momento vemos que aparece Mica vestida con portaligas y zapatos (era imposible no se te pare la pija con solo verla), nos invitó a pasar al dormitorio y seguir con la fiesta.
Si bien fue mas tranquila en intensidad la noche, entre los tres nos garchamos a mi esposa por un par de horas y en todas las posiciones posibles, de a uno o todos a la vez. Como era de esperarse los invitados aprovechaban mas que nada para encular a mi esposa, no todos los días se encuentra un culo tan apetecible y vicioso como el de mi esposa y como era de esperarse todos terminábamos acabando en el culo de Mica, que recibió una ración importante de semen.
Yo en un momento me quede profundamente dormido, pero según me conto Mica al otro día, ellos siguieron un rato mas de fiesta, aunque no mucho tampoco, estábamos todos muy cansados.
Al otro día cuando me levante para ir a trabajar (con terrible resaca por cierto), mis dos amigos y mi esposa seguían dormidos plácidamente y completamente desnudos. Mica estaba boca abajo entre medio de ellos dos y con el ano notoriamente abierto todavía y con restos de semen ya seco, sinónimo de que había sido tremenda fiesta.
Me fui a trabajar y al volver ya no estaban mas, solo estaba Mica, muy contenta por cierto, y me contó que cerca de las 10 de la mañana se despertó por los manoseos de uno de ellos y volvieron a coger, tranqui, pero ambos le echaron un último polvo antes de desayunar e irse a sus casas.
Si bien yo me había calentado otra vez con el relato de mi esposa, ella me pidió la deje descansar esa noche, no daba mas.
Para el próximo clásico obviamente mi casa va a ser el lugar de encuentro y no solo para ver el partido.
Como ya comenté en relatos anteriores no hacemos esto todo el tiempo, sino que es mas al estilo de temporadas en donde estamos mas deseosos de aventuras y otras estamos mas calmos y "tradicionales" digamos y además es espontaneo, no le gusta planificar encuentros (dice que siempre fracasan) sino que le gusta que se de en el momento, "si pinta".
Mi esposa no es una mina que tenga un amante fijo, ni de meterme los cuernos todo el tiempo y con regularidad, sino que hay momentos en donde se le suelta la cadena y quiere ser enfiestada literalmente por varios hombres, quiere ser usada y garchada a mas no poder. Es un poco rara pero es así, o la tomas o la dejas.
Pasando al relato concreto desde año nuevo que mi esposa no se "enfiestaba" y las ganas ya se le empezaban a notar. Cada vez que teníamos sexo ella sola sacaba su arsenal de juguetes sexuales y complementaba lo que le faltaba (tener todos los agujeros ocupados).
La cosa es que en nuestra provincia las restricciones por culpa del coronavirus están bastante jodidas y salir o juntarse en una casa (lo que generalmente desencadena el quilombo) es muy complicado, asique las posibilidades de ser enfiestada para ella son muy pocas, pero no imposibles.
Hace algunas semanas se jugaba el clásico de futbol de la ciudad en donde vivimos, y obviamente como buen futbolero que no puede ir a la cancha, decidimos con unos conocidos que son de mi mismo equipo juntarnos a ver el partido.
El lugar elegido fue mi casa y como el partido era a la tarde/noche varios amigos no quisieron ir, solo 4 se animaron a "violar" la cuarentena y volverse a sus casas en taxi una vez terminado el partido.
Los que son futboleros saben que no es solo ver el partido y nada mas, obviamente al medio día hicimos un asado y empezamos a tomar, haciendo la clásica previa.
Faltando una hora para que empiece el partido ya estabamos los cinco acomodados viendo la tele y comentando cosas del equipo, pronósticos, pálpitos, etc etc. mientras seguíamos tomando cerveza por su puesto.
En eso aparece mi esposa, que si bien no le da mucha bola al futbol es simpatizante del equipo contrario, solo porque su papa es de ese equipo, y si bien nunca rivalizamos por eso, ella apareció y pidió ver el partido con nosotros.
A los vagos no les gustó mucho la idea de ver el partido con alguien del clásico rival pero no tenían muchas alternativas, era la dueña de casa también, además mi esposa entro con buena onda, el único problema es que tenía un short del otro equipo, cosa que no cayo muy bien.
La cosa pasó, la charla se empezó a distender un poco y volver a los caminos normales, es decir empezamos a hablar de futbol otra vez.
Mi esposa que no entendía mucho de futbol no opinaba nada, hasta que en un momento hizo un comentario de que su equipo iba a ganar el partido y empezó la discusión (en buenos términos por suerte) y terminó cuando uno de los vagos dijo "¡¡¡¡hoy les vamos a romper el orto!!!!"
Todos nos quedamos callados, si bien no lo dijo de mala onda no era una frase para decir adelante de una mujer, pero mi esposa rápido contesto "uffff que lindo" y se empezó a reír.
Uno de los vagos le dijo que no se zarpe con los comentarios (en tono de chiste) y el que había dicho la frase se escudó diciendo que lo ponían nerviosos los colores del short de mi esposa.
Yo en tono de chiste le dije a mi esposa que se tenía que cambiar el short porque ponía nerviosos a los chicos pero ella dijo que no se lo iba a cambiar y ante mi insistencia me dijo "Si tu equipo hace un gol me saco el short, si mi equipo hace un gol te lo sacas vos, a mi también me pone nerviosa ver esos colores".
Todos exclamaron "UHHHHHHHHHH" por la apuesta picante que me hizo mi esposa, y como no me iba a achicar le dije que aceptaba su apuesta.
Todos seguimos tomando cerveza, incluso mi esposa, que ya estaba mas metida en el clima futbolero.
Ya empezado el partido todos nos quedamos callados, expectantes y nerviosos.
Iba media hora de un partido peleado hasta que nuestro equipo hizo un gol. Todos a excepción de mi esposa empezamos a gritar, saltar, abrazarnos, cantar, era un desahogo contenido que duro algunos minutos.
Ya vueltos en razón un poco me acordé de la apuesta y le dije a mi esposa entre risas "¡¡¡¡cambiate ese pantalón de mierda dale!!! Ella me contestó que no se lo iba a cambiar y yo le empecé a reprochar que era mala perdedora y ante el reclamo de todos mi esposa se paró nos miró y se bajó el short, levantó una pierna y se lo sacó por completo estirando la mano para darmelo como trofeo.
Obviamente mi esposa quedó en tanga adelante de todos, pero la sorpresa fue que tenía una tanga con el escudo de su equipo. Nosotros empezamos otra vez a rezongar con el tema pero ella se sentó un poco molesta y dijo que sigamos viendo el partido.
Nose si mi esposa realmente se puso molesta con el partido o quería mostrarse, pero cada vez que su equipo llegaba al arco ella se paraba de la silla como si fuera a gritar un gol, dejando a la vista por su puesto su culo solo cubierto por una tanga y moviéndose al ritmo de cada salto.
A nosotros se nos paraba el corazón cada vez que el otro equipo llegaba al arco, nose si por los nervios del partido o por ver el culo de mi esposa.
Terminó el primer tiempo y nos relajamos un poco todos, mi esposa fue a buscar mas cerveza y se sentó otra vez con nosotros. En el medio de la charla mi esposa me dice "¡ojito que nuestra apuesta sigue en pie, si mi equipo hace un gol te sacas el short de mierda ese!
Yo le contesté que no era así, porque si mi equipo hacía un gol ella no tenía camiseta para sacarse, a lo que rápidamente se subió la remera que tenía dejando ver un corpiño también con el escudo de su equipo y diciéndome que si hacíamos otro gol ella se sacaba el corpiño, pero no la remera.
Yo le acepté la apuesta, entre el alcohol que habíamos consumido mas la excitación de ir ganando el clásico estaba como loco.
Empezó el segundo tiempo y el equipo de mi esposa estaba mas cerca de hacer un gol, pero por esas cosas del futbol, faltando 15 minutos nuestro equipo en una contra mete el segundo gol. Otra vez la locura total, abrazos cánticos, desahogo total y le dije "DALEEEE DALEEEE" haciendo alusión a que tenía que sacarse el corpiño.
Ella un poco enfadada se paró e intentó sacarse el corpiño sin levantarse la remera pero no podía (o no quería nose) y me dijo "amor ayudame a sacármelo que no puedo con la remera". Yo le dije que ni loco tocaba esos colores y no le quedó otra que sacarse la remera y después sacarse el corpiño, dejando por unos segundos sus pechos a la vista de todos nosotros. Enseguida se puso otra vez la remera y se sentó enojada a seguir viendo el partido.
Si hasta ese momento lo nuestro era una locura, cuando llegó el tercer gol faltando 5 minutos nose como calificarlo, era un delirio total, era una goleada. Hasta que terminó el partido nos dedicamos a cantar, festejar, gozar del momento, creo que ninguno miró a mi esposa a ver que hacía, aunque ella se quedó sentada sin decir ni hacer nada.
Terminado el partido y habiendo pasado varios minutos de festejo veo el short y el corpiño de mi esposa tirados en el suelo, los levanto y grito "ACA ESTAN LOS TROFEOS DE HOY!" En ese momento uno de los vagos dice "para para, hicimos 3 goles y hay 2 prendas nomas!!"
Yo empecé a decirle a mi esposa que era verdad y que tenía que cumplir las apuestas, pero ella no aceptaba, hasta que me acerque la bese y le dije suave al oído "si queres te saco la tanga adelante de todos".
La cara de mal humor se le transformó en cara de vicio, ella sabía para donde iba mi comentario y que podía terminar pasando, la idea de tener a 5 hombres totalmente exaltados y excitados la transformó, aunque para mi ella tenía muy en claro que es lo que buscaba cuando se puso esa ropa y fue a ver el partido con nosotros.
Haciendo un poco de actuación como si seguiría enojada ella se paró, se puso de espaldas a todos nosotros sacando culo y me dijo "dale, saca el último trofeo si querés". Yo me arrodille a un costado de ella para no tapar la vista de los demás y lentamente le fui bajando la tanga hasta que la saque, la olí y dije "ahhhh el olor a la victoria" y se la pasé a los demás que también hicieron lo mismo con la tanga.
Finalizado ese show Mica se dió vuelta y si bien la remera le tapaba casi toda la pelvis se veían un poco sus labios vaginales, se empezó a reír y nos dije que éramos unos tontos, haciendo alusión a que agarrábamos su ropa como si fueran verdaderos trofeos.
Nosotros seguíamos festejando y cantando, y si bien mi esposa no cantaba si estaba mas alegre y con buena onda. Yo puse un poco de cumbia y la saque a bailar. Con los movimientos, sobre todo al subir los brazos, la remera se levantaba y quedaba a la vista de todos el tremendo culo de mi esposa. Se notaba que se lo comían con la mirada, que ya no importaba el futbol ni nada. De tantos años de este estilo de vida uno se da cuenta que los que ven esa situación saben perfectamente que la cosa se puso hot, pero todos, o la gran mayoría, no dice ni hace nada hasta que el marido ofrece a su esposa, es un momento bisagra en donde no saben que hacer y esperan el momento en que los "invitan" a participar.
Yo que ya sabía las intensiones de mi esposa la "ofrecí" a uno de ellos para que bailaran, cosa que hicieron y se la fueron pasando entre ellos. Nose si los vagos buscaban el roce con mi esposa o era ella la que lo buscaba pero con cada vuelta y con los brazos levantados ella se quedaba unos segundos dándoles la espalda y mostrándose, incluso apoyando o meneando el culo en la entrepierna de cada uno de mis amigos. Las manos ya no tocaban tan disimuladamente las curvas de mi mujer y la atención estaba puesta solo en ella y sus meneos.
Ya el clima había pasado de festejo por el partido a calentura por mi esposa. Yo los miraba a los 4 que estaban perdidos deleitándose. La agarré a Mica simulando que íbamos a bailar pero la abracé fuerte y le empecé a comer la boca, mientras con mis manos levanté su remera y empecé a manosearle el culo.
Dejé de besarla, la miré fijo y note esos ojos furiosos, deseosos de pija, deseosa de ser cogida en ese mismo instante. Miré a los 4 amigos que estaban inmóviles mirando la escena, abrí las nalgas de mi esposa dejando ver bien su ano y les dije "este culito quedo sano al final, no era que les íbamos a romper el orto?"
Para esta altura ya todos habían entendido la onda y faltaba ese empujón, ese golpe de confianza en que les daba el ansiado permiso de cogerse a mi esposa. Ella estaba prácticamente en pelotas delante de ellos siendo literalmente ofrecida por su marido, es decir por mi, para que se la garchen, y obvio ninguno se hizo desear.
Prácticamente los 4 juntos se abalanzaron sobre Mica y empezaron a manosearla con ganas mientras ella solo se dejaba hurgar cada parte de su cuerpo, sobre todo el culo, y empezaron los comentarios zarpados al estilo "Queres que te cojamos puta?" "queres que te rompamos el orto como a todos los de ....(el equipo de Mica)" y ella solo asentía con la cabeza dando su aprobación a todo lo que ellos decían.
Yo ya me había apartado un poco de la escena y miraba a un par de metros como mi esposa estaba a punto de ser poseída por mis amigos.
La remera que tenía puesta mi esposa no le duró mucho, se la sacaron casi de un tirón mientras la nalgueaban y manoseaban entera, y quedó totalmente desnuda a merced de los 4 machos que tenía ahora que satisfacer y que la iban a satisfacer a ella.
Nose si la empujaron para que se pusiera de rodillas o fue mi esposa la que sola tomó esa posición, pero al cabo de unos pocos minutos desde que había ofertado el culo de mi esposa a los vagos, ella ya estaba arrodillada chupando 4 pijas desesperadas que entraban y salían con ganas de la boca de Mica y que ella se encargaba de atender como es debido, con una buena mamada.
La ronda de mamadas no duro mucho, uno de ellos la levantó y la hizo arrodillarse en la silla en donde ella vio el partido, le agarró las nalgas, las abrió y estampo su cara muy fuerte en mi esposa. Nose si fue en su vagina o el ano o todo junto, pero Mica empezó a gemir de placer hasta que fue interrumpida por una pija entrando en su boca otra vez.
En un momento el que estaba dándole sexo oral a mi esposa se incorporó, me miro y me dijo "a pelo nomas?" Yo le hice señas de que si, apuntó su verga a la concha de mi esposa y lentamente fue enterrándosela, disfrutando de cada rincón de la vagina de Mica que como podía gemía gozando del momento y se agarraba fuerte de la silla.
La cosa ya se empezaba a descontrolar, el que estaba penetrándola lo hacía con fuerza, profundo, con muchas ganas, y los otros 3 se turnaban para cogerle prácticamente la boca a Mica. Se escuchaba el típico ruido del golpe de los cuerpos, las atragantadas de mi esposa y algún que otro gemido de los vagos.
Los comentarios a mi esposa del estilo "te gusta puta" eran todo el tiempo y se sumaban ya a tirones de pelo, nalgueadas, manoseo fuerte en sus pechos, era un descontrol sexual ya.
Uno pidió el lugar del que estaba atrás de mi esposa, y si bien el que la cogía no quería salirse terminó cediendo el lugar y empezaron a turnarse para cogerla un rato cada uno.
Al no tener a nadie en boca ahora, yo podía ver bien y en primer plano la cara y gestos de mi esposa. Ella alternaba entre mirarme fijo con cara de lujuria o cerrar los ojos y disfrutar de cada embestida del macho de turno. Tenía todos los alrededores de la boca brillosos, chorreados de saliva y algo de semen seguro por las mamadas que había hecho y sumado a la sonrisa que tenía ella hacían de esa escena algo increíble. Se notaba que la estaban cogiendo bien, que mis amigos estaban cumpliendo con las expectativas de mi adorada y puta esposa.
Sumergido en la cara de mi esposa no me había dado cuenta de que mientras la cogía el macho de turno, a su vez entraban y salían dedos del culo de Mica como si nada, la estaban "preparando" para el anal, para romperle el orto como había dicho uno de ellos.
Nose si ninguno se animaba o si estaban muy entretenidos con la vagina de mi esposa (que era un mar de flujo y orgasmos) pero fue Mica la que tuvo que pedir se la metan en el culo, algo raro porque es una tentación romperle el culo cuando esta a 4 patas. Con la voz entrecortada se la escucho decir al aire "metemela en el culo".
Esa frase creo fue la que volvió a encender a los vagos que ya algo de excitación y locura inicial habían perdido. Rápido el que estaba cogiéndola saco su verga de la concha de mi esposa, la apoyó en su ano y haciendo algo de presión fue entrando poco a poco en el culo de mi esposa que gustosa recibía la enculada.
Con el correr de las embestidas la cara de Mica se transformó, pasó de la cara de placer a la cara de "loca por la pija". Poco a poco fue arengando a quien estaba enculandola, primero con unos leves "dale dale" hasta que deslizó la frase "no me iban a romper el orto maricones".
Nose si lo dijo por calentura o porque seguía la pica deportiva, y tampoco se en que sentido lo tomaron los vagos, lo que si se es que la empezaron a penetrar con mucha fuerza, hasta los huevos como solemos decir. Las embestidas eran mas lentas pero mucho mas profundas, le metían hasta el último centímetro.
La cara de mi puta esposa no mostraba dolor, todo lo contrario, era de placer, incluso parecía estar burlándose de mi y mis amigos.
Me acerque, le dije al que estaba penetrándola que salga y se siente en el sillón, hice que mi esposa se montara sobre el, apoyé mi pija en su ano y la penetré con furia, empezando con la ronda de la doble penetración que es lo que vuelve loca a mi esposa.
Si bien ahora mi esposa estaba bastante mas llena de pija seguía hablando entre gemidos, pedía mas duro o bien se nos burlaba, asique pedí que uno de los observadores le "tapara la boca" y ya se imaginan con que lo hizo.
Yo agarraba del pelo a Mica y la obligaba a comerle toda la pija al vago, mientras le decía "querías pija puta, acá tenes".
Deje mi lugar en el culo de mi esposa y mirando a los otros dos le dije "así se garcha a una puta". Ahora la cosa había cambiado, Mica estaba recibiendo una buena ración de verga como a ella le gusta y ya no se burlaba ni decía nada fuera de lugar (tampoco podía porque tenía todo el tiempo la boca llena), lo único que se alcanzaba a escuchar de mi esposa era algún que otro gemido.
La faena era brutal, y mi esposa estaba como le gusta, recibiendo verga por todos sus agujeros al mismo tiempo. Se la fueron pasando, turnándose para romperle el culo a mi esposa ante mi atenta mirada, y después de un rato ya no daban mas. Los tres que le rompieron el culo obvio se lo fueron llenaron de leche (es una tentación llenar de leche un orto así) y el otro que siempre quedó abajo descargo todo en la concha de mi esposa.
Yo una vez que todos descargaron en el interior de mi esposa me acerqué, puse mi pija en su boca y le ordene me saque la leche y se la tome toda, cosa que hizo con muchas ganas (en general no es de tomar semen, pero cuando está enfiestada pareciera gustarle mucho y disfruta cada gota).
Terminada esa ronda todos nos sentamos a descansar un poco, había sido un día largo. Cuando todos ya estaban por irse mi esposa me miró y me dijo "amor, no se pueden quedar a dormir tus amigos?" (quería seguir de fiesta la muy trola). Yo acepté la propuesta de mi esposa, si es que ellos querían obvio, y si bien se hubiesen quedado los cuatro, dos dijeron que no porque están casados y tenían que volver a sus casas, asique después de los saludos de rigor y unos buenos manoseos a mi esposa se fueron y quedamos solo tres.
Mi esposa se fue a duchar y mientras nosotros ibamos haciendo lo mismo ella preparó la cena.
Ya estando de sobremesa ellos me preguntaban que onda, si eramos swingers, si hacíamos seguido cosas como las de ese día, etc etc, hasta que en un momento vemos que aparece Mica vestida con portaligas y zapatos (era imposible no se te pare la pija con solo verla), nos invitó a pasar al dormitorio y seguir con la fiesta.
Si bien fue mas tranquila en intensidad la noche, entre los tres nos garchamos a mi esposa por un par de horas y en todas las posiciones posibles, de a uno o todos a la vez. Como era de esperarse los invitados aprovechaban mas que nada para encular a mi esposa, no todos los días se encuentra un culo tan apetecible y vicioso como el de mi esposa y como era de esperarse todos terminábamos acabando en el culo de Mica, que recibió una ración importante de semen.
Yo en un momento me quede profundamente dormido, pero según me conto Mica al otro día, ellos siguieron un rato mas de fiesta, aunque no mucho tampoco, estábamos todos muy cansados.
Al otro día cuando me levante para ir a trabajar (con terrible resaca por cierto), mis dos amigos y mi esposa seguían dormidos plácidamente y completamente desnudos. Mica estaba boca abajo entre medio de ellos dos y con el ano notoriamente abierto todavía y con restos de semen ya seco, sinónimo de que había sido tremenda fiesta.
Me fui a trabajar y al volver ya no estaban mas, solo estaba Mica, muy contenta por cierto, y me contó que cerca de las 10 de la mañana se despertó por los manoseos de uno de ellos y volvieron a coger, tranqui, pero ambos le echaron un último polvo antes de desayunar e irse a sus casas.
Si bien yo me había calentado otra vez con el relato de mi esposa, ella me pidió la deje descansar esa noche, no daba mas.
Para el próximo clásico obviamente mi casa va a ser el lugar de encuentro y no solo para ver el partido.
15 comentarios - Hay equipo, hay gangbang