Yo en esos días andaba más caliente de lo normal, por lo que me vestí lo más sexy que pude, con un vestido de seda negro bien pegadito, con un toque de perfume, sin brasier, ni tanga ya que se marcaban en el vestido, solo con unas medias negras de las que ajustan solas y unos zapatos alto, estaba nerviosa de la impresión que se va a llevar nuestro amigo José cuando me vea.
Como a las 7 salimos, mi esposo y yo, . Nos dirigimos a casa de nuestro amigo para recogerlo en el coche de mi marido
Las palabras de José al verme fueron de alago mientras me barría con sus ojos: ¡marce te ves guapísima con ese vestido! a lo que pícaramente le respondí: ¡Es lo único que traigo puesto junto con los zapatos y medias!
En el camino hacia el salón de fiestas, nuestro amigo venia en el asiento trasero, me pregunta descaradamente en frente de mi esposo... ¿De verdad que no traes nada más de ropa?... No solo el vestido y medias; ¿qué no me crees?...
En eso llegamos , salgo antes que él, me agacho para mover el asiento para que él salga, le susurré que podía comprobar que por lo menos brasier no traía. Echó un vistazo a mis tetas que colgaban desnudas. A lo que el nada más aprobó con la cabeza lo que estaba viendo. En fin, el ambiente también estaba caliente, no solo yo...
Nos sentamos en la mesa indicada, con unos amigos, una mujer muy hermosa
La boda transcurrió de lo más normal las copas corrían vertiginosamente una deliciosa cena, el lugar de la esposa de nuestro amigo fue ocupado por una guapa mujer de unos 25 años que nadie conocía de lo más divertida y coqueta, lo que rápidamente me dio para imaginar que José ya tendría algún plan para la noche, sin mujer , conociendo como es no perdería la oportunidad de llevar esta mujer a la cama, sin embargo el que estaba más que encantado con el generoso escote de Mireya era mi marido que no le quitaba el ojo.
Bailamos todos, esa noche la música era la ideal, y hasta mi esposo que odia el baile lo hizo conmigo y con las señoras de la mesa sin olvidar a la guapísima Mireya que cada vez estaba más integrada al grupo, pero para ese entonces yo ya no podía detectar si quería con mi marido o con nuestro amigo.
José me invita a bailar y me llevo al fondo de la pista para poder hablar un ratito, pero como es alto, literalmente me tenía que colgar de su cuello para poder escuchar lo que decía, en lo que le pregunte: ¿Te vas a llevar a Mireya hoy en la noche a tu casa?, .. No tienes que decirme mentiras, porque te conozco bien, y a pesar de que soy amiga de tu mujer, sabes bien que jamás le contaría nada a Mariana. O tienes ¿alguna duda de eso? ¡Pero como estoy segura de que te la vas a llevar me muero de ganas de conocer los detalles de lo que vas a hacer esta noche con ella! Hasta mi marido ¡ya quiere todo con ella!
Lo que yo hoy quiero es otra cosa y no me vas a decir que no.… Te quiero coger a ti, estas deliciosa y mira cómo me tienes los quiero invitar a ti y a tu esposo que nos vayamos a tomar una copa a mi casa.
En menos de dos segundos mi imaginación, mi estómago y mi sexo, reaccionaron positivamente a tan tentadora y erótica propuesta. Solo le conteste, y ¿cómo sabes que me quiero acostar contigo? ya con la voz entrecortada me respondió; te he estado viendo toda la noche y estás buenísima además que me calentaste cuando me dijiste que la única prenda que traes es tu vestido. ¿Me dejas comprobarlo? Solo le respondí, va, entonces bailando me puso espalda contra la pared y me acarició las nalgas cerciorándose de que no usaba tanga , sentía que me mojaba se lo dices tu o yo a tu marido. No, ¡yo se lo digo!!...
Me dirijo a la mesa donde estaba mi esposo y sin sentarme, eran como las 12.45 AM le digo: ¿Nos vamos ya?... ¡José nos invita a tomar una copa a su casa!! ¿Estás de acuerdo?... Yo sabía que solo había una respuesta.
La cara de sorpresa, pero de lujuria de mi marido fue notoria, de inmediato nos despedimos de todos con la excusa de que teníamos que recoger a nuestros hijos, salimos y pedimos el coche al valet. Mientras esperábamos el coche el nerviosismo se apodero de los tres, nos volteamos a ver con calentura, pero nadie decía nada, unas cuadras después la cosa cambio.
Sentada adelante sentía las manos de José recorrer mi cuerpo con mi total permiso pues no le decía nada ante los ojos incrédulos de mi marido, ya tenía adentro del pantalón una erección de buen tamaño, hasta que mi nerviosismo me llevo a abrir su pantalón, me agacho y le doy una sabrosa mamada de pito mientras las manos de nuestro amigo ya se metían con toda la tranquilidad adentro del vestido pues me había bajado los tirantes, acariciando mis senos con movimientos circulares y lentos alrededor de mis ya expresivos pezones.
Mi esposo ya no aguanto la calentura de ver como su amigo me estrujaba las tetas para el coche, y me pide que me vaya al asiento trasero, mientras el manejaría lo que faltaba hasta llegar a casa de nuestro amigo.
Salí del coche con el vestido en la cintura, con los senos al aire, y me meto en la parte trasera con nuestro amigo José, fundiéndonos en un largo beso de lujuria mientras nuestras manos reconocían el cuerpo de cada uno.
Sus dedos ya se metían en mi húmedo sexo, hasta que ya no aguantó la verga tan dura en sus pantalones y se la sacó con la cabeza roja bañada de jugos, la vi con mucho deseo de inmediato le daba una mamada igual de rica que la que le di a mi esposo minutos antes, su verga sabía riquísimo más saladita que la de mi marido sus jugos se me pegaban en los labios. Mi esposo observaba por el espejo retrovisor lo que le hacía a su amigo.
Llego al momento que era yo la que quería todo, pero no tenía la menor intención de echar a perder mi bonito vestido así que lo subí a mi cintura para que no se manchara al día siguiente lo revisé y encontré un lechazo, me gusta tanto el vestido que lo conservo en mi closet así sucio, con muy buenos recuerdos.
Yo misma con la ayuda de mi amante, me lo quite quedando totalmente desnuda sentada en sus piernas volteada para adelante, totalmente abierta, sintiendo claramente la cabeza del pené de José jugueteando en la entrada de mi concha , que solo con un ligero movimiento mío muy despacio hacia abajo, logre la penetración completa, en lo que las embestidas de este hombre hacia el interior de mi cuerpo incrementaron de intensidad. Uff sentía un vergón dentro de mí y vaya que lo sabía mover.
¡Por veces las manos de mi esposo desde adelante me acariciaban los senos encontrándose constantemente con las manos de nuestro amigo que hacían lo mismo! Mientras mi esposo manejaba ya cerca de la casa se masturbaba con la mano izquierda hasta que ambos pudimos ver como termino fuertemente contra la columna de la dirección del coche. Finalmente llegamos a casa de nuestro amigo,
Salimos del coche, Pepe le da las llaves de la casa a mi marido y me carga para adentro totalmente desnuda escurriendo semen de mi sexo, ambos me suben al cuarto en donde rápidamente se desnudan quedando los tres en igualdad de circunstancias, iniciamos una noche de sexo con divertidas experiencias para mí, todas aprobadas por mí marido.
Tenía a disposición dos hombres para mi toda una noche en la que realizaría algunas de mis fantasías con José, que nunca pensé poder hacerlas realidad con él, lo más importante es que mi marido estaba presente disfrutando del sexo tanto como yo.
Después de un buen rato haciendo de todo con estos hombres, chupé dos penes al mismo tiempo, me rocé los pezones con las puntas de sus pitos, tuve dos bocas una en cada seno, un pené en la boca y otro en mi concha sentada sobre José con su pito hasta lo más adentro de mi ser, mientras mi esposo todavía empujaba mi cuerpo, lo más fuerte que podía hacia abajo para ver cómo me entraba toda la verga de su amigo, los orgasmos no paraban y el morbo cada vez me quemaba más. Cuando José le preguntó a mi marido si cogía por atrás, mi esposo le comento coge delicioso por su culito pruébalo, no perdería la oportunidad de tener sexo con dos penes al mismo tiempo estaba ardiendo.
José, va al baño a poner el agua en su yacusi, sin que yo me enterara trajo un bote de vaselina, misma que con todo cuidado fue untando en mi culo, al mismo tiempo que sus dedos cada vez más se metían, mas, y más adentro!!! ¡¡Era inevitable y yo lo quería probar!!
¡Y así fue, primero mi marido por atrás y nuestro amigo por adelante!, me besaba con fuego mientras me pellizcaba los pezones los orgasmos eran seguidos y muy largos, luego se cambiaron de posiciones José me daba muy rápido por el culo y mi marido se quedaba muy adentro quieto sintiendo como lo masturbaba el pene de su amigo, la sensación de dos penes adentro, que parecía que se tocaban, a través de la suave piel que separa mis dos orificios, mientras 4 manos recorría n mis nalgas, senos y todo, fue indescriptible hasta que los 3 casi al mismo tiempo nos venimos en un mar de gritos sonidos, secreciones sudor y no sé qué más!!!
Yo sentía como escurría la leche por mis dos orificios mojaban mis muslos, pero el erotismo todavía estaba lejos de disminuir.
Mi esposo se quedó totalmente extenuado en la cama, en lo que nuestro anfitrión, me da la mano y me dirige al baño en donde una tina caliente con burbujas nos esperaba, ¡¡no podía pedir más!!
Solos en la tina le acariciaba la verga mientras él me mamaba los pezones tenía mucho morbo por estar cogiendo con él Metida en mis pensamientos resulta que la tenía muy dura de nuevo, volvimos a hacer al amor hasta que ya cansada me siento sobre él, meto su pené adentro de mi sexo, nos abrazamos, nos besamos y quedamos hablando en esta posición de la relación con su esposa que no le fuera decir nada de lo ocurrido, mientras mi marido dormitaba en el cuarto .
Se despertó, aunque el pito de nuestro amigo ya estaba más flácido seguía adentro de mí. Mi esposo me da un masaje en la espalada, sus manos bajaban hasta mis nalgas sentía como me rozaba el clitoris con la verga de José adentro de inmediato me vuelve a calentar, lo mismo le paso a nuestro gran anfitrión, pues de inmediato empecé a sentir como su erección iba en aumento en mis entrañas.
Me empecé a mover lentamente, voltee a un lado y me encontré con la verga medio dura de mi marido, de inmediato la tomé con mi mano se la empecé a pajear y a mamar con locura, sentía delicioso tener una verga al fondo de mi vagina y otra rozándome las anginas le daba dos mamadas profundas a mi marido la sacaba y besaba con lujuria se la rozaba juguetonamente en la boca de nuestro amigo, a la tercera vez que se lo hago se súper calentó con los besos me estrujaba los pezones.
Desvié la verga de mi esposo a sus labios abrió su boca y le dio un chupete tremendo, eso nos dio un calentón tremendo a los tres pues la verdad no lo esperaba, le daba una mamada y luego se la pasaba a José casi se la tragaba toda, mi marido gritaba que estaba a punto de correrse, Mi esposo se empezó a correr en la boca de su amigo, al mismo tiempo sentía como me estaba llenando de leche caliente, José me besaba con fuego y me pasaba la leche de mi esposo, yo tenía un orgasmo tremendo, los tres terminamos rendidos.
Como a las 7 salimos, mi esposo y yo, . Nos dirigimos a casa de nuestro amigo para recogerlo en el coche de mi marido
Las palabras de José al verme fueron de alago mientras me barría con sus ojos: ¡marce te ves guapísima con ese vestido! a lo que pícaramente le respondí: ¡Es lo único que traigo puesto junto con los zapatos y medias!
En el camino hacia el salón de fiestas, nuestro amigo venia en el asiento trasero, me pregunta descaradamente en frente de mi esposo... ¿De verdad que no traes nada más de ropa?... No solo el vestido y medias; ¿qué no me crees?...
En eso llegamos , salgo antes que él, me agacho para mover el asiento para que él salga, le susurré que podía comprobar que por lo menos brasier no traía. Echó un vistazo a mis tetas que colgaban desnudas. A lo que el nada más aprobó con la cabeza lo que estaba viendo. En fin, el ambiente también estaba caliente, no solo yo...
Nos sentamos en la mesa indicada, con unos amigos, una mujer muy hermosa
La boda transcurrió de lo más normal las copas corrían vertiginosamente una deliciosa cena, el lugar de la esposa de nuestro amigo fue ocupado por una guapa mujer de unos 25 años que nadie conocía de lo más divertida y coqueta, lo que rápidamente me dio para imaginar que José ya tendría algún plan para la noche, sin mujer , conociendo como es no perdería la oportunidad de llevar esta mujer a la cama, sin embargo el que estaba más que encantado con el generoso escote de Mireya era mi marido que no le quitaba el ojo.
Bailamos todos, esa noche la música era la ideal, y hasta mi esposo que odia el baile lo hizo conmigo y con las señoras de la mesa sin olvidar a la guapísima Mireya que cada vez estaba más integrada al grupo, pero para ese entonces yo ya no podía detectar si quería con mi marido o con nuestro amigo.
José me invita a bailar y me llevo al fondo de la pista para poder hablar un ratito, pero como es alto, literalmente me tenía que colgar de su cuello para poder escuchar lo que decía, en lo que le pregunte: ¿Te vas a llevar a Mireya hoy en la noche a tu casa?, .. No tienes que decirme mentiras, porque te conozco bien, y a pesar de que soy amiga de tu mujer, sabes bien que jamás le contaría nada a Mariana. O tienes ¿alguna duda de eso? ¡Pero como estoy segura de que te la vas a llevar me muero de ganas de conocer los detalles de lo que vas a hacer esta noche con ella! Hasta mi marido ¡ya quiere todo con ella!
Lo que yo hoy quiero es otra cosa y no me vas a decir que no.… Te quiero coger a ti, estas deliciosa y mira cómo me tienes los quiero invitar a ti y a tu esposo que nos vayamos a tomar una copa a mi casa.
En menos de dos segundos mi imaginación, mi estómago y mi sexo, reaccionaron positivamente a tan tentadora y erótica propuesta. Solo le conteste, y ¿cómo sabes que me quiero acostar contigo? ya con la voz entrecortada me respondió; te he estado viendo toda la noche y estás buenísima además que me calentaste cuando me dijiste que la única prenda que traes es tu vestido. ¿Me dejas comprobarlo? Solo le respondí, va, entonces bailando me puso espalda contra la pared y me acarició las nalgas cerciorándose de que no usaba tanga , sentía que me mojaba se lo dices tu o yo a tu marido. No, ¡yo se lo digo!!...
Me dirijo a la mesa donde estaba mi esposo y sin sentarme, eran como las 12.45 AM le digo: ¿Nos vamos ya?... ¡José nos invita a tomar una copa a su casa!! ¿Estás de acuerdo?... Yo sabía que solo había una respuesta.
La cara de sorpresa, pero de lujuria de mi marido fue notoria, de inmediato nos despedimos de todos con la excusa de que teníamos que recoger a nuestros hijos, salimos y pedimos el coche al valet. Mientras esperábamos el coche el nerviosismo se apodero de los tres, nos volteamos a ver con calentura, pero nadie decía nada, unas cuadras después la cosa cambio.
Sentada adelante sentía las manos de José recorrer mi cuerpo con mi total permiso pues no le decía nada ante los ojos incrédulos de mi marido, ya tenía adentro del pantalón una erección de buen tamaño, hasta que mi nerviosismo me llevo a abrir su pantalón, me agacho y le doy una sabrosa mamada de pito mientras las manos de nuestro amigo ya se metían con toda la tranquilidad adentro del vestido pues me había bajado los tirantes, acariciando mis senos con movimientos circulares y lentos alrededor de mis ya expresivos pezones.
Mi esposo ya no aguanto la calentura de ver como su amigo me estrujaba las tetas para el coche, y me pide que me vaya al asiento trasero, mientras el manejaría lo que faltaba hasta llegar a casa de nuestro amigo.
Salí del coche con el vestido en la cintura, con los senos al aire, y me meto en la parte trasera con nuestro amigo José, fundiéndonos en un largo beso de lujuria mientras nuestras manos reconocían el cuerpo de cada uno.
Sus dedos ya se metían en mi húmedo sexo, hasta que ya no aguantó la verga tan dura en sus pantalones y se la sacó con la cabeza roja bañada de jugos, la vi con mucho deseo de inmediato le daba una mamada igual de rica que la que le di a mi esposo minutos antes, su verga sabía riquísimo más saladita que la de mi marido sus jugos se me pegaban en los labios. Mi esposo observaba por el espejo retrovisor lo que le hacía a su amigo.
Llego al momento que era yo la que quería todo, pero no tenía la menor intención de echar a perder mi bonito vestido así que lo subí a mi cintura para que no se manchara al día siguiente lo revisé y encontré un lechazo, me gusta tanto el vestido que lo conservo en mi closet así sucio, con muy buenos recuerdos.
Yo misma con la ayuda de mi amante, me lo quite quedando totalmente desnuda sentada en sus piernas volteada para adelante, totalmente abierta, sintiendo claramente la cabeza del pené de José jugueteando en la entrada de mi concha , que solo con un ligero movimiento mío muy despacio hacia abajo, logre la penetración completa, en lo que las embestidas de este hombre hacia el interior de mi cuerpo incrementaron de intensidad. Uff sentía un vergón dentro de mí y vaya que lo sabía mover.
¡Por veces las manos de mi esposo desde adelante me acariciaban los senos encontrándose constantemente con las manos de nuestro amigo que hacían lo mismo! Mientras mi esposo manejaba ya cerca de la casa se masturbaba con la mano izquierda hasta que ambos pudimos ver como termino fuertemente contra la columna de la dirección del coche. Finalmente llegamos a casa de nuestro amigo,
Salimos del coche, Pepe le da las llaves de la casa a mi marido y me carga para adentro totalmente desnuda escurriendo semen de mi sexo, ambos me suben al cuarto en donde rápidamente se desnudan quedando los tres en igualdad de circunstancias, iniciamos una noche de sexo con divertidas experiencias para mí, todas aprobadas por mí marido.
Tenía a disposición dos hombres para mi toda una noche en la que realizaría algunas de mis fantasías con José, que nunca pensé poder hacerlas realidad con él, lo más importante es que mi marido estaba presente disfrutando del sexo tanto como yo.
Después de un buen rato haciendo de todo con estos hombres, chupé dos penes al mismo tiempo, me rocé los pezones con las puntas de sus pitos, tuve dos bocas una en cada seno, un pené en la boca y otro en mi concha sentada sobre José con su pito hasta lo más adentro de mi ser, mientras mi esposo todavía empujaba mi cuerpo, lo más fuerte que podía hacia abajo para ver cómo me entraba toda la verga de su amigo, los orgasmos no paraban y el morbo cada vez me quemaba más. Cuando José le preguntó a mi marido si cogía por atrás, mi esposo le comento coge delicioso por su culito pruébalo, no perdería la oportunidad de tener sexo con dos penes al mismo tiempo estaba ardiendo.
José, va al baño a poner el agua en su yacusi, sin que yo me enterara trajo un bote de vaselina, misma que con todo cuidado fue untando en mi culo, al mismo tiempo que sus dedos cada vez más se metían, mas, y más adentro!!! ¡¡Era inevitable y yo lo quería probar!!
¡Y así fue, primero mi marido por atrás y nuestro amigo por adelante!, me besaba con fuego mientras me pellizcaba los pezones los orgasmos eran seguidos y muy largos, luego se cambiaron de posiciones José me daba muy rápido por el culo y mi marido se quedaba muy adentro quieto sintiendo como lo masturbaba el pene de su amigo, la sensación de dos penes adentro, que parecía que se tocaban, a través de la suave piel que separa mis dos orificios, mientras 4 manos recorría n mis nalgas, senos y todo, fue indescriptible hasta que los 3 casi al mismo tiempo nos venimos en un mar de gritos sonidos, secreciones sudor y no sé qué más!!!
Yo sentía como escurría la leche por mis dos orificios mojaban mis muslos, pero el erotismo todavía estaba lejos de disminuir.
Mi esposo se quedó totalmente extenuado en la cama, en lo que nuestro anfitrión, me da la mano y me dirige al baño en donde una tina caliente con burbujas nos esperaba, ¡¡no podía pedir más!!
Solos en la tina le acariciaba la verga mientras él me mamaba los pezones tenía mucho morbo por estar cogiendo con él Metida en mis pensamientos resulta que la tenía muy dura de nuevo, volvimos a hacer al amor hasta que ya cansada me siento sobre él, meto su pené adentro de mi sexo, nos abrazamos, nos besamos y quedamos hablando en esta posición de la relación con su esposa que no le fuera decir nada de lo ocurrido, mientras mi marido dormitaba en el cuarto .
Se despertó, aunque el pito de nuestro amigo ya estaba más flácido seguía adentro de mí. Mi esposo me da un masaje en la espalada, sus manos bajaban hasta mis nalgas sentía como me rozaba el clitoris con la verga de José adentro de inmediato me vuelve a calentar, lo mismo le paso a nuestro gran anfitrión, pues de inmediato empecé a sentir como su erección iba en aumento en mis entrañas.
Me empecé a mover lentamente, voltee a un lado y me encontré con la verga medio dura de mi marido, de inmediato la tomé con mi mano se la empecé a pajear y a mamar con locura, sentía delicioso tener una verga al fondo de mi vagina y otra rozándome las anginas le daba dos mamadas profundas a mi marido la sacaba y besaba con lujuria se la rozaba juguetonamente en la boca de nuestro amigo, a la tercera vez que se lo hago se súper calentó con los besos me estrujaba los pezones.
Desvié la verga de mi esposo a sus labios abrió su boca y le dio un chupete tremendo, eso nos dio un calentón tremendo a los tres pues la verdad no lo esperaba, le daba una mamada y luego se la pasaba a José casi se la tragaba toda, mi marido gritaba que estaba a punto de correrse, Mi esposo se empezó a correr en la boca de su amigo, al mismo tiempo sentía como me estaba llenando de leche caliente, José me besaba con fuego y me pasaba la leche de mi esposo, yo tenía un orgasmo tremendo, los tres terminamos rendidos.
11 comentarios - terrible trio con mi marido y un amigo
Buen relato