Saludos, aquí les dejo un relato para quienes se imaginan a su madre como una verdadera puta.
Hace tiempo que mi padre se fue y nos dejo a mi madre y a mi en un pequeño cuarto que rentábamos, siempre me enfoque en la escuela y cuando cumplí 13 años en secundaría había una niña que me gustaba tanto, tenía unos hermosos pechos y me encantaban sus piernas, cierto día vi a mi madre y observe que tenía unas piernas hermosas, ella es una mujer recatada por lo menos eso nos había inculcado.
Después de observar a mi madre en diversas situaciones cuando cocinaba, cuando hacia los quehaceres del hogar, cuando andaba en la casa con ropa ligera, comencé a notar que es una mujer hermosa en promedio de 1.70 m de estatura, lo que le hace lucir unas piernas largas y torneadas, complexión delgada, y con unos pechos que desde ese momento comenzaron a llamarme la atención.
Desde que mi padre se fue mi madre nunca tubo parejas sexuales, acostumbrábamos a hacer todo juntos, incluso dormíamos en la misma cama, siempre éramos muy cariñosos pero comencé a notar que mi madre siempre usaba tanga de encaje en casa y un babydoll, la verdad para mi era de lo más común porque para mi era como su ropa de casa, pero cuando comencé a ver a mi madre como mujer, entonces esa cotidianidad se volvió excitante, comencé a tener erecciones imaginando que un día entraría y ella estaría masturbándose en su cama, después de que un amigo me platico que vio a su madre haciéndolo con el vecino me di cuenta de que mi madre también tenía necesidades.
Como dormia con mi madre muchas veces llegue a despertar para ir al baño y verla con su enorme trasero al aire, llevaba ya un año masturbándome con su ropa interior y esta vez ya no era suficiente, después de ver un video en donde una madre recibía un anal, realmente yo sé que no es verdad pero el imaginarlo con mi madre fue totalmente excitante, recuerdo que de niño llegue a escuchar decirle a mi padre que no le gustaba el sexo anal, lo que me llevo a la conclusión de que estaría muy estrecho y que necesitaba de alguien que supiera hacerlo con amor, y quien más que un hijo para realizar semejante tarea, esa noche me comence a masturbar pensando en todas esas escenas y termine en su enorme trasero llenándolo de leche, ella estaba profundamente dormida y no lo notó, así lo hice durante varias noches, me daba vuelo y le chorreaba mi leche en sus pechos, en su pelo y cuando salia muy fuerte el primer chorro alcanzaba su rostro y labios.
Después de eso me acostaba con ella y la abrazaba, como siempre ella despertaba y se acurrucaba conmigo, cuando se volvía a dormir aprovechaba para manosearla.
Cuando cumplí 15 me sentía en la responsabilidad de ayudar a mi madre en los gastos de la casa, por lo que comencé en un trabajo de medio tiempo que me permitía continuar con mis estudios, debo decir que yo no era muy popular con las niñas y aunque había tenido dos novias una en primaría que termino cuando salimos y no la volví a ver y otra en secundaría que en el primer año se mudo y cambio de escuela, para entonces mi relación con mi madre era muy cariñosa, siempre nos abrazábamos y nos besábamos, yo le decía jugando que me iba a casar con ella porque era la mujer más bella, aunque ella sabía que como madre e hijo eso no podía ser, sin embargo eso no evitaba el ardiente deseo que me poseía por mi madre.
Cierto día comencé a andar con boxer en casa porque hacía mucho calor, ella siempre usaba ropa ligera en casa incluso en ocasiones dejaba ver sus pechos entre sus blusas y babysolls, yo tenía muchas ganas de decirle que la deseaba, cuando andaba en la casa y yo prácticamente dejaba salir mi miembro bajo el boxer y en varias ocasiones me decía tapate se te esta saliendo, pero siempre lo hacía ver como un accidente, así un día comencé a ofrecerme para hacerle masaje en los pies, prácticamente yo lo hacía hasta sus nalgas sin recibir queja alguna, en ocasiones le decía que le masaje era completo y se quitaba el braseare acostada boca abajo, en alguna ocasión recuerdo haber rosado su pierna con mi miembro que inmediatamente se pudo duro apunto de reventar imaginando como se sentiría hundirlo entre esas enormes nalgas.
Entre más tiempo pasaba yo deseaba más a mi madre, no sabía si decirle lo que sentía, no sabía si hacerlo, cuál sería su reacción, pero lo que si tenía por seguro es que sólo había una forma de saberlo, y era intentarlo, comencé a hablar con ella de sexo preguntándole, si le gustaba, qué sentía o que se sentía al hacerlo, y si había tenido más parejas sexuales a parte de mi padre, ella me dijo que sólo una y fue su novio muy poco tiempo y que la primer y única pareja sexual había sido mi padre, en mi mente nuevamente la recordé teniendo sexo con mi padre y sus gemidos cuando tenía un orgasmo y le pedía a mi padre que se la sacara del culo porque no la aguantaba, sin embargo en muchas ocasiones escuche como mi padre la sometía y la trataba como una puta porque eso era lo que era para él.
Nunca voy a olvidar el día que llegue de la escuela, quizás ella olvido la hora y no se dio cuenta, llegue y escuche ruidos en su alcoba, no se en mi mente pasaba de todo menos lo que ví, cuando abrí la puerta ella estaba con dos hombres, mientras uno la penetraba fuertemente ella empinada, el otro la tenía sujetada del pelo metiendo su verga hasta el fondo, al parecer nadie pudo verme pues como la puerta estaba entre abierta pude abrirla sin ningún ruido, me fui y salí de la casa, fui con un amigo para despejarme un poco, no sabía que decir ni qué hacer.
Cuando regrese a casa ya era de noche y le comenta a mi madre que había ido a estudiar con un amigo, la verdad lo único en que lo podía pensar era en la imagen de esa pervertida recibiendo dos vergas, había tomado la decisión de que si tenía que ser una puta cerda debía serlo también con su hijo, sin más esa noche me prepare, espere como siempre a que se durmiera, yo fui al baño para prepararme, estaba listo para follarla como una verdadera puta.
Cuando regrese ella seguía profundamente dormida, como siempre ella tenía una de sus tangas de encaje, inmediatamente comenzó a rodearme la adrenalina por lo que estaba apunto de hacer, no me importaba lo que dijera, esa imagen de verdadera perra en brama fluctuaba en mi cabeza con coraje y con unas ganas ardientes de hacerla mi puta.
Comencé a masturbarme, mi pene estaba enorme como nunca, a pesar de mi excitación parecía que estaba lista para penetrar fuertemente a mi madre sin compasión, poco a poco fui bajando su tanga hasta que quedo su enorme culo al aire, ella estaba dando la espalda a la orilla de la cama lo que hacía más fácil el poder tocarla y penetrarla, gracias a que un amigo me recomendó, compre un lubricante a base de agua que venden en cualquier farmacia para estos casos en los que se necesita de una buena lubricación para no lastimarla.
Abri el lubricante y lo frote en todo mi miembro, lo sentía enorme y caliente, le revise el culo a mi madre para ver su lo tenía rosado o algo por la follada de la tarde pero parecía normal, tome el lubricante y lo puse sobre mis dos dedos de en medio, trate de frotar la parte central del ano de mi madre para que entrara un poco de lubricante aunque no fue mucho para no despertarla, después coloque el lubricante directamente en su ano y comenzó a escurrirse ente sus muslos y vagina.
Ya que ella estaba boca abajo abrí un poco sus piernas a pesar de que sintió y quiso despertarse cuando solté su pierna como ya no sintió más volvió a dormir, me sentía con muchos nervios pero con una excitación que nunca había sentido, parecía que en cuanto me viniera iba atener un orgasmo de litros y litros de leche, sin pensarlo más coloque la punta de mi pene en el ano de mi madre y comencé a meterlo cuando sentí que estaba por entrar empuje y con un movimiento suave pero rápido logre empalarla por completo, en ese momento ella despertó pero aun entre sueños la sujete de los brazos para inmovilizarla y entonces comencé a cogerla con fuerza.
Mi madre se empezó a resistir, y comenzó a gritar que la soltara por lo que tuve que darle dos bofetadas, me acerque a su oído y sin dejarla de coger le dije "qué crees maní ayer en la tarde te vi con dos hombres" ahora debes cumplirle al hombre de la casa, ella comenzó a llorar pero le dije que lo único que quería era satisfacer sus necesidades porque la amaba y que como prefería tener la verga de un desconocido a la de su propio hijo, al momento que tome más coraje dandole arremetidas brutales.
Sin pensarlo más la jale y la puse de rodillas a la orilla de la cama, sin sacarle la verga, la tome de sus caderas y comencé a romperle el culo, ella no decía ni hacía nada, yo sentía que su ano ya no apretaba mucho por lo que me excité más al pensar que antes ya le habían roto el culo.
Le di dos nalgaditas que le dejaron marcada mi mano en el trasero, le dije que siempre la había deseado y que a pesar de ser mi madre era una mujer hermosa y que no pude aguantarme las ganas de hacerla mía, le dije "mami te amo eres la mejor mujer y no tiene nada de malo demostrar nuestro amor como lo hacen dos personas que se aman"
Enseguida la puse boca arriba y alce sus hermosas piernas, metiendo mi verga de nuevo en su ano, ella me vio fijamente a los ojos con una perversidad, esas miradas que sueltan las putas a su sometedor a quién las esta castigando sin piedad.
Sentí como su ano comenzó a dilatarse como apretando y dejando de apretar, ella comenzó a gritar y empezó a brotar líquido de su concha como si fuera una fuente de placer muy tibio.
No pude más y saque mi verga para correrme en todo su cuerpo, sin querer el primer chorro fue a dar directamente en su rostro.
Ella quedo rendida en la cama con todo mi semen en su cuerpo y parte de su cara, y yo caí a su lado, al siguiente día mi madre hablo conmigo, me dijo que no podía volver a pasar lo de anoche, me dijo que no iba a permitir que la chantajeara con eso de que la vi con otros hombres, pero esta fue la primera de tantas veces que le he roto el culo a mi madre.
Hace tiempo que mi padre se fue y nos dejo a mi madre y a mi en un pequeño cuarto que rentábamos, siempre me enfoque en la escuela y cuando cumplí 13 años en secundaría había una niña que me gustaba tanto, tenía unos hermosos pechos y me encantaban sus piernas, cierto día vi a mi madre y observe que tenía unas piernas hermosas, ella es una mujer recatada por lo menos eso nos había inculcado.
Después de observar a mi madre en diversas situaciones cuando cocinaba, cuando hacia los quehaceres del hogar, cuando andaba en la casa con ropa ligera, comencé a notar que es una mujer hermosa en promedio de 1.70 m de estatura, lo que le hace lucir unas piernas largas y torneadas, complexión delgada, y con unos pechos que desde ese momento comenzaron a llamarme la atención.
Desde que mi padre se fue mi madre nunca tubo parejas sexuales, acostumbrábamos a hacer todo juntos, incluso dormíamos en la misma cama, siempre éramos muy cariñosos pero comencé a notar que mi madre siempre usaba tanga de encaje en casa y un babydoll, la verdad para mi era de lo más común porque para mi era como su ropa de casa, pero cuando comencé a ver a mi madre como mujer, entonces esa cotidianidad se volvió excitante, comencé a tener erecciones imaginando que un día entraría y ella estaría masturbándose en su cama, después de que un amigo me platico que vio a su madre haciéndolo con el vecino me di cuenta de que mi madre también tenía necesidades.
Como dormia con mi madre muchas veces llegue a despertar para ir al baño y verla con su enorme trasero al aire, llevaba ya un año masturbándome con su ropa interior y esta vez ya no era suficiente, después de ver un video en donde una madre recibía un anal, realmente yo sé que no es verdad pero el imaginarlo con mi madre fue totalmente excitante, recuerdo que de niño llegue a escuchar decirle a mi padre que no le gustaba el sexo anal, lo que me llevo a la conclusión de que estaría muy estrecho y que necesitaba de alguien que supiera hacerlo con amor, y quien más que un hijo para realizar semejante tarea, esa noche me comence a masturbar pensando en todas esas escenas y termine en su enorme trasero llenándolo de leche, ella estaba profundamente dormida y no lo notó, así lo hice durante varias noches, me daba vuelo y le chorreaba mi leche en sus pechos, en su pelo y cuando salia muy fuerte el primer chorro alcanzaba su rostro y labios.
Después de eso me acostaba con ella y la abrazaba, como siempre ella despertaba y se acurrucaba conmigo, cuando se volvía a dormir aprovechaba para manosearla.
Cuando cumplí 15 me sentía en la responsabilidad de ayudar a mi madre en los gastos de la casa, por lo que comencé en un trabajo de medio tiempo que me permitía continuar con mis estudios, debo decir que yo no era muy popular con las niñas y aunque había tenido dos novias una en primaría que termino cuando salimos y no la volví a ver y otra en secundaría que en el primer año se mudo y cambio de escuela, para entonces mi relación con mi madre era muy cariñosa, siempre nos abrazábamos y nos besábamos, yo le decía jugando que me iba a casar con ella porque era la mujer más bella, aunque ella sabía que como madre e hijo eso no podía ser, sin embargo eso no evitaba el ardiente deseo que me poseía por mi madre.
Cierto día comencé a andar con boxer en casa porque hacía mucho calor, ella siempre usaba ropa ligera en casa incluso en ocasiones dejaba ver sus pechos entre sus blusas y babysolls, yo tenía muchas ganas de decirle que la deseaba, cuando andaba en la casa y yo prácticamente dejaba salir mi miembro bajo el boxer y en varias ocasiones me decía tapate se te esta saliendo, pero siempre lo hacía ver como un accidente, así un día comencé a ofrecerme para hacerle masaje en los pies, prácticamente yo lo hacía hasta sus nalgas sin recibir queja alguna, en ocasiones le decía que le masaje era completo y se quitaba el braseare acostada boca abajo, en alguna ocasión recuerdo haber rosado su pierna con mi miembro que inmediatamente se pudo duro apunto de reventar imaginando como se sentiría hundirlo entre esas enormes nalgas.
Entre más tiempo pasaba yo deseaba más a mi madre, no sabía si decirle lo que sentía, no sabía si hacerlo, cuál sería su reacción, pero lo que si tenía por seguro es que sólo había una forma de saberlo, y era intentarlo, comencé a hablar con ella de sexo preguntándole, si le gustaba, qué sentía o que se sentía al hacerlo, y si había tenido más parejas sexuales a parte de mi padre, ella me dijo que sólo una y fue su novio muy poco tiempo y que la primer y única pareja sexual había sido mi padre, en mi mente nuevamente la recordé teniendo sexo con mi padre y sus gemidos cuando tenía un orgasmo y le pedía a mi padre que se la sacara del culo porque no la aguantaba, sin embargo en muchas ocasiones escuche como mi padre la sometía y la trataba como una puta porque eso era lo que era para él.
Nunca voy a olvidar el día que llegue de la escuela, quizás ella olvido la hora y no se dio cuenta, llegue y escuche ruidos en su alcoba, no se en mi mente pasaba de todo menos lo que ví, cuando abrí la puerta ella estaba con dos hombres, mientras uno la penetraba fuertemente ella empinada, el otro la tenía sujetada del pelo metiendo su verga hasta el fondo, al parecer nadie pudo verme pues como la puerta estaba entre abierta pude abrirla sin ningún ruido, me fui y salí de la casa, fui con un amigo para despejarme un poco, no sabía que decir ni qué hacer.
Cuando regrese a casa ya era de noche y le comenta a mi madre que había ido a estudiar con un amigo, la verdad lo único en que lo podía pensar era en la imagen de esa pervertida recibiendo dos vergas, había tomado la decisión de que si tenía que ser una puta cerda debía serlo también con su hijo, sin más esa noche me prepare, espere como siempre a que se durmiera, yo fui al baño para prepararme, estaba listo para follarla como una verdadera puta.
Cuando regrese ella seguía profundamente dormida, como siempre ella tenía una de sus tangas de encaje, inmediatamente comenzó a rodearme la adrenalina por lo que estaba apunto de hacer, no me importaba lo que dijera, esa imagen de verdadera perra en brama fluctuaba en mi cabeza con coraje y con unas ganas ardientes de hacerla mi puta.
Comencé a masturbarme, mi pene estaba enorme como nunca, a pesar de mi excitación parecía que estaba lista para penetrar fuertemente a mi madre sin compasión, poco a poco fui bajando su tanga hasta que quedo su enorme culo al aire, ella estaba dando la espalda a la orilla de la cama lo que hacía más fácil el poder tocarla y penetrarla, gracias a que un amigo me recomendó, compre un lubricante a base de agua que venden en cualquier farmacia para estos casos en los que se necesita de una buena lubricación para no lastimarla.
Abri el lubricante y lo frote en todo mi miembro, lo sentía enorme y caliente, le revise el culo a mi madre para ver su lo tenía rosado o algo por la follada de la tarde pero parecía normal, tome el lubricante y lo puse sobre mis dos dedos de en medio, trate de frotar la parte central del ano de mi madre para que entrara un poco de lubricante aunque no fue mucho para no despertarla, después coloque el lubricante directamente en su ano y comenzó a escurrirse ente sus muslos y vagina.
Ya que ella estaba boca abajo abrí un poco sus piernas a pesar de que sintió y quiso despertarse cuando solté su pierna como ya no sintió más volvió a dormir, me sentía con muchos nervios pero con una excitación que nunca había sentido, parecía que en cuanto me viniera iba atener un orgasmo de litros y litros de leche, sin pensarlo más coloque la punta de mi pene en el ano de mi madre y comencé a meterlo cuando sentí que estaba por entrar empuje y con un movimiento suave pero rápido logre empalarla por completo, en ese momento ella despertó pero aun entre sueños la sujete de los brazos para inmovilizarla y entonces comencé a cogerla con fuerza.
Mi madre se empezó a resistir, y comenzó a gritar que la soltara por lo que tuve que darle dos bofetadas, me acerque a su oído y sin dejarla de coger le dije "qué crees maní ayer en la tarde te vi con dos hombres" ahora debes cumplirle al hombre de la casa, ella comenzó a llorar pero le dije que lo único que quería era satisfacer sus necesidades porque la amaba y que como prefería tener la verga de un desconocido a la de su propio hijo, al momento que tome más coraje dandole arremetidas brutales.
Sin pensarlo más la jale y la puse de rodillas a la orilla de la cama, sin sacarle la verga, la tome de sus caderas y comencé a romperle el culo, ella no decía ni hacía nada, yo sentía que su ano ya no apretaba mucho por lo que me excité más al pensar que antes ya le habían roto el culo.
Le di dos nalgaditas que le dejaron marcada mi mano en el trasero, le dije que siempre la había deseado y que a pesar de ser mi madre era una mujer hermosa y que no pude aguantarme las ganas de hacerla mía, le dije "mami te amo eres la mejor mujer y no tiene nada de malo demostrar nuestro amor como lo hacen dos personas que se aman"
Enseguida la puse boca arriba y alce sus hermosas piernas, metiendo mi verga de nuevo en su ano, ella me vio fijamente a los ojos con una perversidad, esas miradas que sueltan las putas a su sometedor a quién las esta castigando sin piedad.
Sentí como su ano comenzó a dilatarse como apretando y dejando de apretar, ella comenzó a gritar y empezó a brotar líquido de su concha como si fuera una fuente de placer muy tibio.
No pude más y saque mi verga para correrme en todo su cuerpo, sin querer el primer chorro fue a dar directamente en su rostro.
Ella quedo rendida en la cama con todo mi semen en su cuerpo y parte de su cara, y yo caí a su lado, al siguiente día mi madre hablo conmigo, me dijo que no podía volver a pasar lo de anoche, me dijo que no iba a permitir que la chantajeara con eso de que la vi con otros hombres, pero esta fue la primera de tantas veces que le he roto el culo a mi madre.
2 comentarios - Anal a mi madre
Sabes quien es?