De niñera a puta...

Todos los relatos de mis post están basadas en fantasías. 

Estaba trabajando de niñera, el padre de los chicos habia dejado una jarra con jugo, tome un poco y de repente me entro un inusual sueño, hasta que desperté, atada y amorzadada en una cama

- Veo que ya tienen a la puta preparada

Dijo el papá de los chicos, era mentira q tenía q irse, él había puesto algo en la bebida para dormirme y su hijo de 15 años me había atado y amorzadado, pronto una enorme pija se acercó a mi, mis piernas estaban muy separadas, apoyó el glande contra los labios exteriores y comenzó a empujar. Pegue un grito de dolor cuando me penetró de una la pija del viejo, mientras el hijo veía todo apareció su hijo mayor el cual también quería participar. Por un buen rato me estuvo cojiendo salvajemente hasta que sentí un líquido pastoso y caliente que invadía mi vagina.

- Ya se la pueden coger ustedes a la puta

El menor se acercó y me la metio hasta el fondo, la tenía grande pero no tanto como su papá, me dió vuelta quedando boca abajo y el abajo mio, su hermano se acerco y también me la metio en la concha por atrás, estaba doblemente empalada, pegue un grito q apenas se escuchó, aún tenía la concha dolorida por la tremenda cojida del viejo. Me cojieron fuertemente a la vez, me estaban destrozando, el dolor aumentaba asi como el ardor, me cojian en presencia de su papá no, me decían de todo, no pararon hasta acabar, después me condujeron a un caballete donde me amarraron, doblada sobre el travesaño superior. Mis extremidades atadas a las patas del caballete. Se fueron y entraron dos jóvenes, eran sobrinos del viejo ambos me cojieron por la concha y a la cojida le sumaban un consolador haciendo nuevamente una doble vaginal, cuando acabaron se fueron y entro el que sería su papá, que también me cojio de igual manera, yo ya no tenía fuerzas, estaba súper dolorida, casi inconsciente. Todo esto había sido posible ya que la dueña de casa estaba de viaje, cosa que permitió llevar a cabo su plan, me llevaron a una habitación donde luego de un tiempo fui violada por todos nuevamente, mi concha ya estaba al rojo vivo, hasta me llegaron atar las muñecas a una argolla fija en una viga del techo quedando con los brazos estirados por encima de mi cabeza, fueron 48 horas que estuve siendo violada no sólo por esa familia, sino por quienes ellos quisieran, ya sea amigos, compañeros de trabajo, colegio, facultad. Pero ese no era el fin, ya que el viejo que me contrato me había vendido a un prostíbulo, donde debía estar a disposición de todos aquellos que quisieran cogerme, la primera semana de trabajo había tenido que coger con más de veinte hombres, varios de los cuales luego de tener sexo me habían azotado en el culo y las tetas, el jefe del lugar solía tomar una de las putas para su uso personal y las cojia sin piedad. El primer año en el prostíbulo fue mucho peor que lo imaginado. Tanto los clientes como el jefe me habían castigado en todo mi cuerpo. Tenía marcas de látigos, quemaduras, cuerdas y cadenas por todas partes. Mi concha había sigo salvajemente penetrada por los objetos y pijas de tamaños monstruosos, recibido doble hasta triple vaginal. Y sólo había sido el primer año...