Habían pasado unas cuantas semanas de la última vez que vi a Diana, y las cosas en la casa no habían ido mejor para seguir con ‘mi plan’.
Mamá y mis hermanas siguieron su vida como si nada, incluso Jen me hablaba de nuevo, parece que había olvidado que la estaba espiando en el baño... Igual Grace, para ella parece no haber significado nada la “exhibición” que me dio.
Sin embargo, luego de exactamente 3 meses y medio, en agosto del 2013 para ser exactos: la cosa cambió.
Por esas fechas, mamá solía organizar un viaje las últimas 2 semanas antes de entrar a clases, era un viaje familiar con sus hermanas, es decir, mis tías.
Ellas iban siempre con sus hijas, y algunas de esas hijas (mis primas) tenían hijas, que eran mis sobrinas. Siempre me pareció confuso tener sobrinas que fueran de mi edad.
Eran 2 semanas en el campo, en una bella casa que había sido propiedad de la familia de mamá. Una casa rústica en las afueras de un pueblo poco conocido.
Llegó el día, y el viaje fue como cualquier otro. Iba con mamá y mis hermanas en la camioneta que teníamos, haciendo paradas específicas para comer, para el baño y para descansar a dormir en un hotel.
La parte importante del relato es ésta...
(Perdonen el contexto, era necesario)
Llegamos al hotel por la noche, como a las 8, uno algo ‘equis’ porque no teníamos tantas ganas de gastar en algo más costoso. Alquilamos 2 habitaciones, una para mis hermanas y otra para mi y mamá.
Ni mis hermanas ni mamá estaban de humor para salir a la alberca, o para salir al pueblo donde estaba el hotel para conocerlo un poco más. Solo yo, porque ellas estaban sumamente cansadas de haber manejado todo el día desde la ciudad hasta éste pueblo feo.
Salí solo un rato a la alberca y a comprar dulces típicos mexicanos, mientras mamá, Jen y Grace descansaban.
Cuando llegué al cuarto mamá estaba dormida, por lo que me puse a ver la tele con mis audífonos puestos. Pero no pasó mucho tiempo para que me ocurriera que podía tomar ventaja de ver a mamá desnuda...
Eran aproximadamente las 2 de la mañana, yo apenas me iba a dormir y al meterme a la cama, veo que mamá estaba totalmente desnuda (ya que a veces cuando tiene calor, ella se quita el camisón mientras sigue dormida)
No esperé verla así, por lo que me impresioné y susurré:
-Es mi oportunidad, debo aprovechar esto y hacer más que solo pajearme
Inevitablemente, mi pene se puso duro como piedra, por lo que lo saqué de mi bóxer y empecé a masajearlo.
Díganme si no habrían hecho lo mismo...
Puse mi cara cerca de sus nalgas y aspiré ese aroma tan envolvente... Un olor muy excitante, uno que me tentaba a meter la lengua en ese culo. Pero no lo hice inmediatamente.
Primero me tenía que cerciorar que ella no fuera a despertar. Lo hice y me di cuenta que estaba totalmente dormida...
Así que empecé a tocar sus pechos de manera suave primero, tocar esos pezones que aunque nunca me habían amamantado, los deseaba.
Estrujaba esas tetas, las masajeaba como si estuviera amasando masa para pan. Pero no era suficiente, quería más.
Quería tocarla toda y que ella me tocara... Bajé mis manos hacia su clítoris, y empecé a tocarlo de arriba a abajo. Inesperadamente, mi madre soltó un breve gemido y suspiró. Seguido a eso, me di cuenta que estaba empezando a mojarse su vagina...
Sin importarme nada, me quité la ropa y empecé a masturbarme como loco viendo la vagina de la mujer que me había criado desde bebé.
Hubo un impulso, pero antes de venirme, quise ver a qué sabían esos dulces labios rosados que me veían en la oscuridad.
Los probé, probé los jugos vaginales de mi madre adoptiva. Es un sabor embriagante que te deja con ganas de más, pero mientras lo estaba haciendo ella estaba gimiendo más, por lo que me detuve de inmediato.
Ella se quedó callada, y seguí masturbándome enfrente de ella.
Finalmente me corrí encima de su vagina. Incluso creo que parte de mi semen entró entre los labios de su vagina. Vi el reloj y eran ya las 5 de la mañana, había perdido por completo la noción del tiempo
Enseguida, algo sonó afuera y me espanté porque podrían ser mis hermanas. En cuanto escuché eso, me acosté sin importar que estuviera desnudo, a lado de mi madre.
Nos tapé con una cobija, y me hice el dormido.
Unos 5 minutos después, entra mi hermana mayor Jen y despierta a mamá.
-Mamá, despierta... Mamá... Voy a ir a cargar gasolina en la camioneta para ya no pasar en el camino.
Mamá se despierta poco a poco, aparentemente sin darse cuenta que está desnuda y sin notar nada raro.
-Está bien Jen, me avisas cuando regreses. Para irnos temprano, he descansado bastante bien. Como pocas veces.
Jen cruza la puerta, y sale, cuando mamá se da cuenta que está desnuda y escucho que ella maldice mientras se pregunta
-¿En qué momento me quité el camisón? Y más con este niño a lado, que irresponsable. Espero que no me haya visto del todo...
Yo sigo haciéndome el dormido, mientras espero que no se de cuenta que igual estoy desnudo.
Ella se levanta de la cama, totalmente desnuda y la veo en todo su esplendor.
Finalmente ella se mete a bañar porque se sentía ‘sucia’ de algún lado... Así que en ese momento, aprovecho y me duermo finalmente, luego de haber visto semejante espectáculo.
Unas horas después, a las 10 aproximadamente, finalmente me despierto y encuentro que ya están las maletas hechas. Me cambio rápidamente y voy al cuarto de mis hermanas, donde me dicen que ya nos vamos. Mamá me pregunta que cómo dormí, y le digo que mejor que nunca, que ni me desperté en toda la noche. Ella me sonríe y me abraza, teniendo sus pechos a centímetros de mi cara.
Seguimos nuestro viaje, y espero poder tener más momentos así de cercanos con mamá en las 2 semanas que dura el viaje.
Mamá y mis hermanas siguieron su vida como si nada, incluso Jen me hablaba de nuevo, parece que había olvidado que la estaba espiando en el baño... Igual Grace, para ella parece no haber significado nada la “exhibición” que me dio.
Sin embargo, luego de exactamente 3 meses y medio, en agosto del 2013 para ser exactos: la cosa cambió.
Por esas fechas, mamá solía organizar un viaje las últimas 2 semanas antes de entrar a clases, era un viaje familiar con sus hermanas, es decir, mis tías.
Ellas iban siempre con sus hijas, y algunas de esas hijas (mis primas) tenían hijas, que eran mis sobrinas. Siempre me pareció confuso tener sobrinas que fueran de mi edad.
Eran 2 semanas en el campo, en una bella casa que había sido propiedad de la familia de mamá. Una casa rústica en las afueras de un pueblo poco conocido.
Llegó el día, y el viaje fue como cualquier otro. Iba con mamá y mis hermanas en la camioneta que teníamos, haciendo paradas específicas para comer, para el baño y para descansar a dormir en un hotel.
La parte importante del relato es ésta...
(Perdonen el contexto, era necesario)
Llegamos al hotel por la noche, como a las 8, uno algo ‘equis’ porque no teníamos tantas ganas de gastar en algo más costoso. Alquilamos 2 habitaciones, una para mis hermanas y otra para mi y mamá.
Ni mis hermanas ni mamá estaban de humor para salir a la alberca, o para salir al pueblo donde estaba el hotel para conocerlo un poco más. Solo yo, porque ellas estaban sumamente cansadas de haber manejado todo el día desde la ciudad hasta éste pueblo feo.
Salí solo un rato a la alberca y a comprar dulces típicos mexicanos, mientras mamá, Jen y Grace descansaban.
Cuando llegué al cuarto mamá estaba dormida, por lo que me puse a ver la tele con mis audífonos puestos. Pero no pasó mucho tiempo para que me ocurriera que podía tomar ventaja de ver a mamá desnuda...
Eran aproximadamente las 2 de la mañana, yo apenas me iba a dormir y al meterme a la cama, veo que mamá estaba totalmente desnuda (ya que a veces cuando tiene calor, ella se quita el camisón mientras sigue dormida)
No esperé verla así, por lo que me impresioné y susurré:
-Es mi oportunidad, debo aprovechar esto y hacer más que solo pajearme
Inevitablemente, mi pene se puso duro como piedra, por lo que lo saqué de mi bóxer y empecé a masajearlo.
Díganme si no habrían hecho lo mismo...
Puse mi cara cerca de sus nalgas y aspiré ese aroma tan envolvente... Un olor muy excitante, uno que me tentaba a meter la lengua en ese culo. Pero no lo hice inmediatamente.
Primero me tenía que cerciorar que ella no fuera a despertar. Lo hice y me di cuenta que estaba totalmente dormida...
Así que empecé a tocar sus pechos de manera suave primero, tocar esos pezones que aunque nunca me habían amamantado, los deseaba.
Estrujaba esas tetas, las masajeaba como si estuviera amasando masa para pan. Pero no era suficiente, quería más.
Quería tocarla toda y que ella me tocara... Bajé mis manos hacia su clítoris, y empecé a tocarlo de arriba a abajo. Inesperadamente, mi madre soltó un breve gemido y suspiró. Seguido a eso, me di cuenta que estaba empezando a mojarse su vagina...
Sin importarme nada, me quité la ropa y empecé a masturbarme como loco viendo la vagina de la mujer que me había criado desde bebé.
Hubo un impulso, pero antes de venirme, quise ver a qué sabían esos dulces labios rosados que me veían en la oscuridad.
Los probé, probé los jugos vaginales de mi madre adoptiva. Es un sabor embriagante que te deja con ganas de más, pero mientras lo estaba haciendo ella estaba gimiendo más, por lo que me detuve de inmediato.
Ella se quedó callada, y seguí masturbándome enfrente de ella.
Finalmente me corrí encima de su vagina. Incluso creo que parte de mi semen entró entre los labios de su vagina. Vi el reloj y eran ya las 5 de la mañana, había perdido por completo la noción del tiempo
Enseguida, algo sonó afuera y me espanté porque podrían ser mis hermanas. En cuanto escuché eso, me acosté sin importar que estuviera desnudo, a lado de mi madre.
Nos tapé con una cobija, y me hice el dormido.
Unos 5 minutos después, entra mi hermana mayor Jen y despierta a mamá.
-Mamá, despierta... Mamá... Voy a ir a cargar gasolina en la camioneta para ya no pasar en el camino.
Mamá se despierta poco a poco, aparentemente sin darse cuenta que está desnuda y sin notar nada raro.
-Está bien Jen, me avisas cuando regreses. Para irnos temprano, he descansado bastante bien. Como pocas veces.
Jen cruza la puerta, y sale, cuando mamá se da cuenta que está desnuda y escucho que ella maldice mientras se pregunta
-¿En qué momento me quité el camisón? Y más con este niño a lado, que irresponsable. Espero que no me haya visto del todo...
Yo sigo haciéndome el dormido, mientras espero que no se de cuenta que igual estoy desnudo.
Ella se levanta de la cama, totalmente desnuda y la veo en todo su esplendor.
Finalmente ella se mete a bañar porque se sentía ‘sucia’ de algún lado... Así que en ese momento, aprovecho y me duermo finalmente, luego de haber visto semejante espectáculo.
Unas horas después, a las 10 aproximadamente, finalmente me despierto y encuentro que ya están las maletas hechas. Me cambio rápidamente y voy al cuarto de mis hermanas, donde me dicen que ya nos vamos. Mamá me pregunta que cómo dormí, y le digo que mejor que nunca, que ni me desperté en toda la noche. Ella me sonríe y me abraza, teniendo sus pechos a centímetros de mi cara.
Seguimos nuestro viaje, y espero poder tener más momentos así de cercanos con mamá en las 2 semanas que dura el viaje.
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