Ahora tomo yo, Lorena el timón del relato, por más que mi marido rezongue, no lo dejo continuar por subir fotos mÃas mejor dicho nuestras Ãntimas.
Ahora va a saber, que, aun estando algo tomada, ese sábado a la noche tenÃa dominio de mi voluntad, y merced un poco a la cantidad de bebida que ingerÃ, pero más por estar sumamente cachonda, es que le mamé la PIJA a Edu, que no le dejé una sola gota y que me tragué todo lo que eyaculó, cosa que no me arrepiento. No era la primera vez, ni será la última, aunque EL CORNUDO DE MIERDA DE mi marido no lo sabÃa.
Cuando mi esposo para la salida del sábado, me hizo vestir como "una putaa", no sabÃa de qué se trataba, pero imaginé que algo tramaba y me dije para mis adentros " a mi juego me llamaron", en el auto, mientras viajábamos, me enrollé la pollera en mi cintura acortándola, resultado exhibÃa los puños de las medias alegremente y ante cualquier pequeño movimiento se veÃan mis muslos y hasta mi cola less blanca, en contraste con la pollera negra, medias negras y porta medias de tal color. No escatimé mostrar siempre mi entrepierna para deleite de los parroquianos. El colmo se dio, cuando un Edu desconocido para mÃ, enfiló hacia nuestra mesa, era un hombre que me encantó por su porte, como parte de mi juego, me dirigà con mi mirada hacia mi marido, mientras habrÃa desmesuradamente las piernas, mostrando como nunca mi prenda interior.
Cuando llegó hasta nosotros, clavando su vista en mis interiores y saludó a mi marido, tuve un ataque de risa. Le habÃa mostrado todo a un amigo de mi esposo.
Luego la cena e ir a un boliche bailable, donde sucedió lo del pete, que traté de ocultar a mi esposo, pero que se enteró por medio de Edu-
En la cena charlamos sobre la posibilidad de un futuro trabajo y cerramos el trato de reunirnos el lunes a mediodÃa en su oficina.
Ya lunes, me vestà y produje como una exquisita ramera, según me dijo mi marido, mujeres atrevidas es lo que Edu seleccionaba para atender a los clientes turÃsticos
Una pollera súper cortona a cuadros, una blusa traslúcida, corpiño de media copa y cola les hilo dental conformaban mi vestimenta, sobre ello un saco blanco largo para tapar mis desnudeces, no sea que los vecinos comenzaran a murmurar.
Muy pintada llegué a las oficinas, me planteó lo que deseaba que yo cumpliera, que las primeras guÃas las Ãbamos a realizar juntos, a efectos yo tomara la experiencia necesaria y que luego saldrÃa sola como guÃa turÃstica, primero tours en el paÃs, para luego ir despegando a destinos internacionales. Me palmeo la cola en signo de aprobación, o eso creo, sus palmadas al ser tan corta la pollera, me impactaron directamente en las nalgas.
Ya dÃas posteriores, llevaba polleras más largas y poca pintura, en la oficina me ponÃa el conjunto diseñado a tal efecto, el cual tenÃa pollera muy corta, blusa de gaza transparente, que dejaban ver claramente mi prenda interior y un saquito azul, que usaba únicamente dÃas algo frÃos, pese a la calefacción existente.
Asà empecé como guÃa de turismo por el paÃs, Mendoza, Bariloche, Cataratas, Córdoba, Mar del Plata, Ushuaia, Glaciares, eran los destinos más requeridos, una semana o diez dÃas eran el tiempo más común.
Un dÃa, Edu me hizo reunir con él y me dijo que habÃa contactado con una empresa que se dedicaba a cruceros sexuales, que en caso de conseguir los necesarios pasajeros, querÃa que yo fuera la guÃa, ya que tenÃa los dones necesarios, pero para ello era condición casi ineludible, que me hiciera los pechos, ya que los mÃos eran pequeños y mi fÃsico daba para un buen par 95, que él conocÃa un especialista en trasplantes y que los gastos corrÃan por parte de la empresa, quedé en contestarle al otro dÃa, se lo comenté a mi marido, el que se alegró de dicha propuesta, al muy degenerado le encantan los pechos grandes.
Asà fue que me llevó Edu al consultorio, me marcaron los senos en cuadrante, todo delante de Edu, que no se perdió la oportunidad de toquetearme los pezones y toda mi ubre mamaria, diciendo que era la última vez que los acariciaba tan pequeñitos.
Las siliconas me las pusieron atrás de los tendones, fueron dÃas pos operatorios bastante duros, todo mi tórax vendado, sentÃa como que me hubieran puesto algo muy pesado, los dÃas fueron pasando, también las incomodidades. Poco a poco fui retomando mis actividades en la empresa, un dÃa me comunica Edu, que debo nuevamente concurrir al consultorio donde me efectuaron el implante, que me van a sacar todo el vendaje, que ya estaba en condiciones de exhibir mis nuevos senos. ¿'Quien me acompañó? Edu, ingresó conmigo al consultorio y vio en vivo y directo como desenvolvÃan a la momia. Cuando concluyeron, me acercaron a un espejo, mis mamas estaban espectaculares, el cirujano, me las palpó y atrás de él, Edu no perdió su oportunidad, en el médico reconocÃa yo la mano de un especialista, en las manos de Edu, percibÃa si a un especialista, pero del manoseo. Sea como sea, su toqueteo mi humedeció la entrepierna. Nos retiramos del consultorio y Edu me dijo que nos dirigirÃamos a una corseterÃa a buscar rápidamente un soutien que me calzara, ya que era recomendación del especialista, que nos los tuviera sueltos, pues los primeros dÃas tenderÃa a "caerse" y no regresarÃan a su posición los gemelos de bien parados.
Entramos a la lencerÃa y pedà soutiens para probarme, en el probador ingresó Edu, diciendo que me asesorarÃa. No se cansó de manosear mis tetas, al final pidió tres soutien balconette, uno blanco, uno negro y uno muy hermoso color rojo, que me quedaba pintado. Al ver tal belleza de ropa y la percha, me sorbió los dos pezones, yo ya estaba para el lecho, mi cachondez mojaba mi entrepierna. Pidió 3 cola less a juego y no fuimos a su oficina.
Yo estaba enloquecida de caliente, Eduardo me dijo, que no me habÃa dicho nada que me iban a dar el alta, ya que querÃa ser el único primero que me visitara sexualmente con mis estrenadas lolas.
Nos besamos como desesperados, sus y mis manos erraban salvajemente, me quito la tanga que tenÃa puesta, me acostó boca arriba sobre un escritorio, subió mis piernas a sus hombros y como hambriento se bajó pantalones y bóxer y me penetró de un sólo golpe. Yo estaba tan lubricada con mis jugos, que su pija entró como un pistón en mi vagina, sus testÃculos chocaban a cada momento con mi cola, el entre y sale de su pija de mi concha, eran para mà un martirio bellÃsimo, SentÃa su poronga entrar y casi salir toda en una piel a piel exquisito. Como soy multiorgásmica, mis orgasmos se sucedÃan uno tras el otro, sin solución de continuidad. El cada tanto paraba, no querÃa acabar rápidamente, hasta que sentà su chorro tibio inundando mi vagina, allà exploté con un orgasmo feroz, que me dejó EXTENUADA.
Continuará
Les dejo una foto mÃa para que me sigan viendo veamos si abra un próximo edu jajaja 😘
Ahora va a saber, que, aun estando algo tomada, ese sábado a la noche tenÃa dominio de mi voluntad, y merced un poco a la cantidad de bebida que ingerÃ, pero más por estar sumamente cachonda, es que le mamé la PIJA a Edu, que no le dejé una sola gota y que me tragué todo lo que eyaculó, cosa que no me arrepiento. No era la primera vez, ni será la última, aunque EL CORNUDO DE MIERDA DE mi marido no lo sabÃa.
Cuando mi esposo para la salida del sábado, me hizo vestir como "una putaa", no sabÃa de qué se trataba, pero imaginé que algo tramaba y me dije para mis adentros " a mi juego me llamaron", en el auto, mientras viajábamos, me enrollé la pollera en mi cintura acortándola, resultado exhibÃa los puños de las medias alegremente y ante cualquier pequeño movimiento se veÃan mis muslos y hasta mi cola less blanca, en contraste con la pollera negra, medias negras y porta medias de tal color. No escatimé mostrar siempre mi entrepierna para deleite de los parroquianos. El colmo se dio, cuando un Edu desconocido para mÃ, enfiló hacia nuestra mesa, era un hombre que me encantó por su porte, como parte de mi juego, me dirigà con mi mirada hacia mi marido, mientras habrÃa desmesuradamente las piernas, mostrando como nunca mi prenda interior.
Cuando llegó hasta nosotros, clavando su vista en mis interiores y saludó a mi marido, tuve un ataque de risa. Le habÃa mostrado todo a un amigo de mi esposo.
Luego la cena e ir a un boliche bailable, donde sucedió lo del pete, que traté de ocultar a mi esposo, pero que se enteró por medio de Edu-
En la cena charlamos sobre la posibilidad de un futuro trabajo y cerramos el trato de reunirnos el lunes a mediodÃa en su oficina.
Ya lunes, me vestà y produje como una exquisita ramera, según me dijo mi marido, mujeres atrevidas es lo que Edu seleccionaba para atender a los clientes turÃsticos
Una pollera súper cortona a cuadros, una blusa traslúcida, corpiño de media copa y cola les hilo dental conformaban mi vestimenta, sobre ello un saco blanco largo para tapar mis desnudeces, no sea que los vecinos comenzaran a murmurar.
Muy pintada llegué a las oficinas, me planteó lo que deseaba que yo cumpliera, que las primeras guÃas las Ãbamos a realizar juntos, a efectos yo tomara la experiencia necesaria y que luego saldrÃa sola como guÃa turÃstica, primero tours en el paÃs, para luego ir despegando a destinos internacionales. Me palmeo la cola en signo de aprobación, o eso creo, sus palmadas al ser tan corta la pollera, me impactaron directamente en las nalgas.
Ya dÃas posteriores, llevaba polleras más largas y poca pintura, en la oficina me ponÃa el conjunto diseñado a tal efecto, el cual tenÃa pollera muy corta, blusa de gaza transparente, que dejaban ver claramente mi prenda interior y un saquito azul, que usaba únicamente dÃas algo frÃos, pese a la calefacción existente.
Asà empecé como guÃa de turismo por el paÃs, Mendoza, Bariloche, Cataratas, Córdoba, Mar del Plata, Ushuaia, Glaciares, eran los destinos más requeridos, una semana o diez dÃas eran el tiempo más común.
Un dÃa, Edu me hizo reunir con él y me dijo que habÃa contactado con una empresa que se dedicaba a cruceros sexuales, que en caso de conseguir los necesarios pasajeros, querÃa que yo fuera la guÃa, ya que tenÃa los dones necesarios, pero para ello era condición casi ineludible, que me hiciera los pechos, ya que los mÃos eran pequeños y mi fÃsico daba para un buen par 95, que él conocÃa un especialista en trasplantes y que los gastos corrÃan por parte de la empresa, quedé en contestarle al otro dÃa, se lo comenté a mi marido, el que se alegró de dicha propuesta, al muy degenerado le encantan los pechos grandes.
Asà fue que me llevó Edu al consultorio, me marcaron los senos en cuadrante, todo delante de Edu, que no se perdió la oportunidad de toquetearme los pezones y toda mi ubre mamaria, diciendo que era la última vez que los acariciaba tan pequeñitos.
Las siliconas me las pusieron atrás de los tendones, fueron dÃas pos operatorios bastante duros, todo mi tórax vendado, sentÃa como que me hubieran puesto algo muy pesado, los dÃas fueron pasando, también las incomodidades. Poco a poco fui retomando mis actividades en la empresa, un dÃa me comunica Edu, que debo nuevamente concurrir al consultorio donde me efectuaron el implante, que me van a sacar todo el vendaje, que ya estaba en condiciones de exhibir mis nuevos senos. ¿'Quien me acompañó? Edu, ingresó conmigo al consultorio y vio en vivo y directo como desenvolvÃan a la momia. Cuando concluyeron, me acercaron a un espejo, mis mamas estaban espectaculares, el cirujano, me las palpó y atrás de él, Edu no perdió su oportunidad, en el médico reconocÃa yo la mano de un especialista, en las manos de Edu, percibÃa si a un especialista, pero del manoseo. Sea como sea, su toqueteo mi humedeció la entrepierna. Nos retiramos del consultorio y Edu me dijo que nos dirigirÃamos a una corseterÃa a buscar rápidamente un soutien que me calzara, ya que era recomendación del especialista, que nos los tuviera sueltos, pues los primeros dÃas tenderÃa a "caerse" y no regresarÃan a su posición los gemelos de bien parados.
Entramos a la lencerÃa y pedà soutiens para probarme, en el probador ingresó Edu, diciendo que me asesorarÃa. No se cansó de manosear mis tetas, al final pidió tres soutien balconette, uno blanco, uno negro y uno muy hermoso color rojo, que me quedaba pintado. Al ver tal belleza de ropa y la percha, me sorbió los dos pezones, yo ya estaba para el lecho, mi cachondez mojaba mi entrepierna. Pidió 3 cola less a juego y no fuimos a su oficina.
Yo estaba enloquecida de caliente, Eduardo me dijo, que no me habÃa dicho nada que me iban a dar el alta, ya que querÃa ser el único primero que me visitara sexualmente con mis estrenadas lolas.
Nos besamos como desesperados, sus y mis manos erraban salvajemente, me quito la tanga que tenÃa puesta, me acostó boca arriba sobre un escritorio, subió mis piernas a sus hombros y como hambriento se bajó pantalones y bóxer y me penetró de un sólo golpe. Yo estaba tan lubricada con mis jugos, que su pija entró como un pistón en mi vagina, sus testÃculos chocaban a cada momento con mi cola, el entre y sale de su pija de mi concha, eran para mà un martirio bellÃsimo, SentÃa su poronga entrar y casi salir toda en una piel a piel exquisito. Como soy multiorgásmica, mis orgasmos se sucedÃan uno tras el otro, sin solución de continuidad. El cada tanto paraba, no querÃa acabar rápidamente, hasta que sentà su chorro tibio inundando mi vagina, allà exploté con un orgasmo feroz, que me dejó EXTENUADA.
Continuará
Les dejo una foto mÃa para que me sigan viendo veamos si abra un próximo edu jajaja 😘
8 comentarios - Mi marido me entrego ahora que se Cage 😈😈