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Niño embultado

Habia pasado esa Navidad en una quinta con unos amigos. Habia tocado en un finde, tenia que volver a laburar ese lunes a primerisima hora, asi que me volvi en el ultimo tren a Capital. Cuando baje en Once me quedaban 4 cuadras para llegar a casa, pero Pueyrredon de noche se pone medio heavy y yo venia con el bolso con la note adentro asi que no daba arriesgar. Baje a la H por una estacion. En el anden habia un pibe, no mas de 22 años, de bermuda amarilla. Cara de nene, cuerpito apenas rellenito pero sin nada de mas. Piel de porcelana pero cara de nene, no de nena. Apenas llegue al anden, note que el pibe se mando manso manoteo. Marcaba un buen bulto. Me quede hipnotizado, pero a la vez lo tome como algo normal. Todos los hombres cada tanto nos mandamos mano para acomodar los tantos ahi abajo. La cosa es que me hice la re cabeza de que el nene estaba re gomoso, y que estaba buscando guerra. Pero no queria mirarlo mucho porque, de nuevo, queria calmarme pensando que fue un acto reflejo, que no lo hizo porque estaba yo ni porque lo estaba mirando. Fin de semana, ultima hora, el tren tardaba bastante en pasar. Y el nene se volvio a agarrar la chota. Y yo de nuevo, embobado. Y otra vez. Y ya ahora, lo miraba de refilon. Esperando que se vuelva a sobar el ganso para no perderme ni un segundo. Y lo hizo. Mas de una vez. Creo que se dio cuenta que estaba esperando por cada vez que su mano se acercaba a su entrepierna. Y empezo a hacerlo casi sin pausa. Mi cabeza, mi pija, todo mi cuerpo hervia, y no por el calor veraniego precisamente. Llego el tren, nos subimos al mismo vagon. Y, para mi sorpresa, tambien se bajo con Corrientes, como yo. Solo que un poco mas rapido y adelante. Yo ya a a esta altura haga lo que haga el pendejo, iba a hacer escala obligada en el baño, para probar suerte. De ultima me sacaba la calentura con el que este asi sea el flaco de la limpieza o el guardia de Metrovias. La calentura me subio aun mas cuando, siguiendolo con la mirada cual bestia a su presa, lo veo al pendejo bultero ir derechito al baño. Me mande de una. Ya estaba en el mingitorio, masajeandose la pija pero ya sin la prision de la bermuda ni del boxer. Me puse al lado. Mee un toque como para no quedar obvio. Pero fue mas fuerte que yo, no pude aguantar ni 20 segundos sin mirar al mingitorio de al lado. Y en mandar mano. Y en arrodillarme y meterme esa garcha en la boca. Que pija hermosa que tenia el pendejo! Larga, blanquita, con la cabeza rosadita, suave, limpia, con una sutil curva hacia arriba... Era una delicia sentirla en cada rincon de la boca. El pibe se transformo. En cuanto se dio cuenta que la estaba re disfrutado, me agarro de la nuca y me empezo a garchar la garganta con toda la furia. Vi esa furia en sus ojos, en su mirada, que se habia transformado de inocente virginal a garchador compulsivo. Asi encerrado entre sus manos y su entrepierna, me sentia mas libre que nunca recibiendo esos pijazos en el esofago. Estuvo asi un rato, hasta que se me solto, me aparto y se puso en el mingitorio. No habia entrado nadie. Pero no iba a dejar que me deje sin apagar el incendio que me provoco. Me le prendi de nuevo a la garcha, y no tardo casi nada en inundarme la boca de su leche. Tan deliciosa como su verga. Se la deje mas limpia de lo que me la dio. Se la guardo y se fue, casi huyendo. Y yo, aun con la sensacion de sus manos forzando mi nuca de atras a adelante, y el sabor de su esencia en mi paladar, inunde mi mingitorio con el ultimo lechazo que largue ese año.

1 comentarios - Niño embultado

DnIncubus
Sorry, ya no seguí leyendo eeewww 😞