Sueño
¿Sabes qué hoy he soñado contigo? He tenido un sueñecito...que me ha levantado muy contento y endurecido. Tanto tiempo sin tener contacto y...menuda nochecita he pasado, mejor dicho hemos pasado ¿Te acuerdas de nuestro fugaz encuentro? bueno pues ahí comenzaba pero con la diferencia que no terminó tan rápido...jijiji. Eso fue solo el aperitivo después te invité a comer a un restaurante y allí mismo mientras comíamos intercambiamos comentarios picantes. Fuiste precisamente tú la que una vez hubiste acabado de probar el emperador a la plancha que habías pedido me dijiste: sabes que me muero porque me comas el coño ¿verdad? Me conoces bien y sabes que el que una señora, educada y culta diga de repente algo obsceno y lujurioso acompañado de una mirada picante y seductora me desarma totalmente, mejor dicho más bien me arma, porque acto seguido y como quien no quiere la cosa, mientras dabas un sorbo a la copa de vino añadías "apuesto a que tu polla se te ha puesto dura, muy dura". Sin decir nada, me agache, levante una pierna tuya y la posé sobre ella ¿responde eso a tu pregunta?
Seguimos dando buena cuenta de nuestra comida entre risas y chanzas, mis ojos no paraban de intercambiar miradas con los tuyos y bueno con tu estupendo canalillo, deseando que llegara el momento de irnos de allí ¿postre tomarán? preguntó el camarero. Por supuesto dije yo, inmediatamente añadiendo....pero no aquí, tráiganos la cuenta por favor. Te llevé a un hotel cercano y en el ascensor comenzamos a besarnos apasionadamente, tu mano agarraba mi polla, la mía se perdía debajo de tu falda, cuando se paró en nuestra planta intentamos mantener la compostura y caminamos con elegancia hasta nuestra habitación. Una vez cerrada la puerta, me apoyaste contra ella y me desabrochaste de manera nerviosa y excitada el cinturón, me desabrochaste el botón del pantalón me bajaste la cremallera y tiraste hacia abajo de golpe de los pantalones como un resorte mi polla apuntó al techo, una mano tuya acariciaba mis testículos, mientras tu boca besaba mi glande sin dejar de mirarme a los ojos, mis dedos se perdían en tu pelo y te acariciaban suavemente al compás de los movimientos de tu cabeza succionando mi polla cada vez con más intensidad. Te levante y te besé en la boca, me acabé de quitar los pantalones y de la mano te lleve a la cama, baje la delgada cremallera de tu falda y cayó al suelo, sin quitarte tus bragas empapadas me llené mi boca con tu sexo como si quisiera arrancártelo de un solo bocado. Te echaba mi vaho y tu coño ardía, te quitaste tu misma tu blusa mientras yo daba buena cuenta del rico bocado y cuando miré hacia arriba vi dos grandes pezones duros y enhiestos apuntando al techo. Comencé a pellizcarlos con mis dedos mientras hozaba en tu coño cada vez más húmedo. Ahora eran tus dedos los que se perdían en mi cabello...
Te quité las bragas y te abrí de piernas y la imagen de tu sexo a escasos centímetros de mí me recordó la foto que me enviaste hace tiempo y que me decías "mira como me tienes" por fin te tenía en cuerpo y alma para mí pensé y te dije por fin ha llegado el momento de que mi lengua se pierda en tu interior, comencé a besarte las inglés, mis besos siguieron por tus labios, rodearon tu clítoris y volvieron a bajar. Lo hacía despacio, sin prisa, recreándome con tu olor y tu sabor. Lo abrí con mis manos y tu clítoris henchido y excitado salió de su madriguera. Lo besé y lo aspiré con una mezcla de ternura y brusquedad. Te metí un par de dedos y los dirigí hacia arriba, buscando la raíz del mismo y comencé a apretar hacia afuera. Los pequeños gemiditos subieron de intensidad...susurrastes sigue, sigue...me está encantado. Por fuera mi lengua trabajaba sin descanso "mientras hay lengua hay hombre" palabras tuyas que en esos momentos volvieron a mi cabeza, y por dentro mis dedos hacían de las suyas. No podías más, estabas a punto de correrte me decían tus movimientos cada vez más rápidos cosa que me excitó muchísimo y aceleré hasta que un tremendo orgasmo invadió tu cuerpo...
Subí me puse a tu lado y te llené el rostro de besos, y nos besamos apasionadamente en la boca, todavía no he acabado contigo pequeña te susurré la que no ha acabado contigo soy yo y me besaste dulcemente en el cuello, bajaste por el pecho llegaste a mi pubis y sin usar tus manos engulliste mi polla hasta que mi semen caliente llenó tu boca.
¿Sabes qué hoy he soñado contigo? He tenido un sueñecito...que me ha levantado muy contento y endurecido. Tanto tiempo sin tener contacto y...menuda nochecita he pasado, mejor dicho hemos pasado ¿Te acuerdas de nuestro fugaz encuentro? bueno pues ahí comenzaba pero con la diferencia que no terminó tan rápido...jijiji. Eso fue solo el aperitivo después te invité a comer a un restaurante y allí mismo mientras comíamos intercambiamos comentarios picantes. Fuiste precisamente tú la que una vez hubiste acabado de probar el emperador a la plancha que habías pedido me dijiste: sabes que me muero porque me comas el coño ¿verdad? Me conoces bien y sabes que el que una señora, educada y culta diga de repente algo obsceno y lujurioso acompañado de una mirada picante y seductora me desarma totalmente, mejor dicho más bien me arma, porque acto seguido y como quien no quiere la cosa, mientras dabas un sorbo a la copa de vino añadías "apuesto a que tu polla se te ha puesto dura, muy dura". Sin decir nada, me agache, levante una pierna tuya y la posé sobre ella ¿responde eso a tu pregunta?
Seguimos dando buena cuenta de nuestra comida entre risas y chanzas, mis ojos no paraban de intercambiar miradas con los tuyos y bueno con tu estupendo canalillo, deseando que llegara el momento de irnos de allí ¿postre tomarán? preguntó el camarero. Por supuesto dije yo, inmediatamente añadiendo....pero no aquí, tráiganos la cuenta por favor. Te llevé a un hotel cercano y en el ascensor comenzamos a besarnos apasionadamente, tu mano agarraba mi polla, la mía se perdía debajo de tu falda, cuando se paró en nuestra planta intentamos mantener la compostura y caminamos con elegancia hasta nuestra habitación. Una vez cerrada la puerta, me apoyaste contra ella y me desabrochaste de manera nerviosa y excitada el cinturón, me desabrochaste el botón del pantalón me bajaste la cremallera y tiraste hacia abajo de golpe de los pantalones como un resorte mi polla apuntó al techo, una mano tuya acariciaba mis testículos, mientras tu boca besaba mi glande sin dejar de mirarme a los ojos, mis dedos se perdían en tu pelo y te acariciaban suavemente al compás de los movimientos de tu cabeza succionando mi polla cada vez con más intensidad. Te levante y te besé en la boca, me acabé de quitar los pantalones y de la mano te lleve a la cama, baje la delgada cremallera de tu falda y cayó al suelo, sin quitarte tus bragas empapadas me llené mi boca con tu sexo como si quisiera arrancártelo de un solo bocado. Te echaba mi vaho y tu coño ardía, te quitaste tu misma tu blusa mientras yo daba buena cuenta del rico bocado y cuando miré hacia arriba vi dos grandes pezones duros y enhiestos apuntando al techo. Comencé a pellizcarlos con mis dedos mientras hozaba en tu coño cada vez más húmedo. Ahora eran tus dedos los que se perdían en mi cabello...
Te quité las bragas y te abrí de piernas y la imagen de tu sexo a escasos centímetros de mí me recordó la foto que me enviaste hace tiempo y que me decías "mira como me tienes" por fin te tenía en cuerpo y alma para mí pensé y te dije por fin ha llegado el momento de que mi lengua se pierda en tu interior, comencé a besarte las inglés, mis besos siguieron por tus labios, rodearon tu clítoris y volvieron a bajar. Lo hacía despacio, sin prisa, recreándome con tu olor y tu sabor. Lo abrí con mis manos y tu clítoris henchido y excitado salió de su madriguera. Lo besé y lo aspiré con una mezcla de ternura y brusquedad. Te metí un par de dedos y los dirigí hacia arriba, buscando la raíz del mismo y comencé a apretar hacia afuera. Los pequeños gemiditos subieron de intensidad...susurrastes sigue, sigue...me está encantado. Por fuera mi lengua trabajaba sin descanso "mientras hay lengua hay hombre" palabras tuyas que en esos momentos volvieron a mi cabeza, y por dentro mis dedos hacían de las suyas. No podías más, estabas a punto de correrte me decían tus movimientos cada vez más rápidos cosa que me excitó muchísimo y aceleré hasta que un tremendo orgasmo invadió tu cuerpo...
Subí me puse a tu lado y te llené el rostro de besos, y nos besamos apasionadamente en la boca, todavía no he acabado contigo pequeña te susurré la que no ha acabado contigo soy yo y me besaste dulcemente en el cuello, bajaste por el pecho llegaste a mi pubis y sin usar tus manos engulliste mi polla hasta que mi semen caliente llenó tu boca.
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